Partida Rol por web

Hanoi 2077

Introducción: Nairobi

Cargando editor
16/07/2019, 21:36
El Velo

En algún lugar del ensanche...

Las gotas caían de manera incesante para acabar estrellándose en el duro asfalto. Los charcos ya se contaban por centenares conformando una gran alfombra que reflejaba las luces de la calle. Pronto dejaría de llover, así era siempre en la estación de lluvias: caía de improviso una gran tromba que parecía no dar tregua, incluso en ocasiones con gotas gordas para al cabo de una media hora desaparecer como si nunca hubiera existido.

Sin embargo el hombre permanecía ajeno a todo aquello, sus pensamientos no estaban con la temporada de lluvias o el recuerdo de los aún recientes monzones que asolaron la región central del país. Su atención estaba en huir.

Los edificios se sucedían uno tras otro, casi sin apenas diferencias entre uno y otro salvo algún detalle sutil que sólo sus propietarios sabrían identificar. O alguien que llevase muchos años viviendo en aquella jodida parte del ensanche. Todos eran estrechos, no demasiado altos y siempre con el mismo diseño de mierda. En los bajos estaban los locales que permitían a los propietarios del bloque ganarse la vida, mientras que en los niveles superiores era donde desarrollaban su vida privada.

De repente la lluvia cesó, y con ello los sonidos se hicieron más audibles. Las pisadas que iba haciendo el corredor en su camino provocaban fuertes chapoteos que levantaban agua y suciedad a partes iguales además de delatar su posición, pero aquello tampoco le importaba pues quería ocultarse en ese momento.

Entonces se dio cuenta de que a esas alturas ya todo era inútil.

Notas de juego

Y comenzamos en medio de cierto momento. Como ves es una escena en la que salvo la descripción del lugar lo he dejado todo vago aunque supongo que esto te evoca ciertas cosas. Cuéntame el qué...

Ahora mismo la cámara ha estado haciendo un barrido general para de pronto cambiar de plano. Ahora mismo te enfoca a ti. Háblame de ti, tu apariencia, tal vez estés en una misión, o tal vez parece eso pero no tiene nada que ver. De ser una misión... ¿Qué pasó? Quiero descubrirlo

Límite próximo turno: JUEVES a las 22.00 (esa sería la fecha en la que intentaría postear de nuevo a más tardar) si lo tienes antes, intentaré actualizarte antes. 

Cargando editor
17/07/2019, 23:16
Nairobi

Las gotas de lluvia resbalan por mi largo pelo negro pegándomelo al cuerpo. Una gota más grande resbaló por mi mejilla y con mi mano la tomé y la observé en mi palma. Podía verla, los neurotransmisores enviaban señales a mi cerebro para indicarle como se sentía al tenerla en mi mano protésica. Tenía datos de la consistencia del agua, de las bacterias que en ella dormitaban, información de la cantidad de lluvia que caía por centímetro cúbico pero… ¿Y la sensación de frío? ¿la humedad? Ese ligero cosquilleo al recorrer cada centímetro de tu piel. Todos estos pensamientos cruzaron mi mente en el segundo que esa gota permaneció en mi mano antes de perderse entre las demás.

En mi rostro juvenil se dibujó una sonrisa, siempre me ponía melancólica en la caza ¿Era por ver a mis presas entregados a sus más bajos instintos de supervivencia en un vano intento por evitar su destino? ¿Era esa amalgama de sensaciones que podían adivinarse en sus rostros lo que me llamaba la atención? Como cada vez, no obtuve respuesta, la lluvia cesó y mi rostro se tornó nuevamente inexpresivo. De cuclillas, subida a una viga que unía dos altos edificios observé lo que se movía por debajo de mí.

Vi un pobre hombre hurgar entre un montón de basura producida en el mercado del Ensanche, una prostituta hablando con un posible cliente, un hombre casado que tenía una mujer embarazada esperándole en casa. Y a él. Asher Goldman. Un hombre de negocios, hambriento de poder y volcado en los más bajos vicios. Trabajador de Euron Cosmetics, llevando parte de la contabilidad, una contabilidad que había sido muy alegre en irla “adecuando” a sus necesidades. Mi presa ¿Por qué todos se empeñaban en romper las normas de la sociedad para su propio beneficio? ¿Por qué no podían entender que solo respetando el orden de una sociedad controlada podíamos definirnos como personas?

Lentamente, me quité la cazadora, mostrando un cuerpo esvelto y ligero, unos brazos y piernas cibernéticos producto del pago que acepté por mis crímenes. Me puse en pie, a mi lado, un anuncio de Neón iluminó mi silueta a tiempo de que mi huidizo amigo se girara. Pude interpretar por su rostro que me había visto. Bien. Era importante que entendiera qué se le venía encima. No podía huir, no en esta zona de la ciudad.

Tras presionar mi pecho, una compuerta se abrió mostrando un compartimento que ocupaba gran parte de mi caja torácica. De nuevo, una ligera repulsión me vino a la mente al contemplar aquello mientas me preguntaba como era posible que estando tan vacía pudiera seguir viva. No lo pensé demasiado, ahora necesitaba estar centrada. Saqué mi máscara del castigo, me la puse con cuidado y cuando sentí como sus sistemas se activaban y se comunicaban con el Velo, me puse en movimiento. Era hora de terminar la caza.

Cargando editor
18/07/2019, 17:59
El Velo

Asher Goldman no esperó a que Nairobi decidiese retomar su caza, sabiéndose cazado siguió corriendo acompañado por una sucesión de chapoteos, dobló la esquina y siguió su carrera mientras su cazadora permanecía detenida hasta que de pronto el golpeteo acuático cesó.

Dos pasos más, un sonido metálico y de pronto los implantes de la joven escucharon como si una sucesión de cosas metálicas se hubieran desplomado. 

—¡Maldita zorra! ¡Quédate ahí! —Gritó en cuanto la vio girar la esquina, se había pertrechado de un largo tubo metálico que era más aparatoso que mortífero y lo ondeaba como si de un bateador yankie se tratase. 

—Jodidos vietnamitas con vuestro maldito código, pero bien que todos aceptásteis a manos llenas la pasta a cambio de mirar a otro lado. Así que no me juzgues... ¡Qué quieres! ¡Quieres tu parte!, ¡tu maldito jefe está cabreado porque no le he dado su mordida!
El tipo trajeado jadeaba fruto del esfuerzo que acababa de realizar, tenía la ropa empapada y un par de desgarrones en sus costuras. De pronto decidió cambiar de estrategia al ver un posible camino que se abría ante él:
—¡Eh!, si es eso, seamos razonables que todo se puede arreglar... 10 Creds y cruzo la frontera a Laos. Es un buen negocio,¿no?

Notas de juego

Cuéntame qué haces con él, veremos si activa un movimiento.

Límite próximo turno: LUNES a las 18.00 

Cargando editor
22/07/2019, 17:13
Nairobi

Notas de juego

Master, contesto hoy sin falta peor lo haré mas tarde. Los fin de semanas normalmente no puedo contestar y el día de hoy de trabajo no me ha dejado ni 5 minutos. pido disculpas.-

Cargando editor
22/07/2019, 17:19
El Velo

Notas de juego

Sin problema, espero a que estés disponible para contestarte :-)

Cargando editor
22/07/2019, 22:57
Nairobi

Mientras me arrastro desde las alturas, le oigo correr desesperado. Finalmente se ha atrincherado en un callejón. Pobre infeliz. Desde el otro lado de la máscara, veo el mundo que hay a mi alrededor, lleno de mensajes y símbolos, información transmitida por el velo y que ahora, con aquella segunda cara, se mostraban ante mí. La primera vez fue una sorpresa, casi aterrador. Ahora no era más que rutina. Mis ojos seguían centrados en mi presa y en el objeto que porta en las manos. Le oigo gritarme mientras me amenaza con aquel objeto, primero me insulta, luego me ofrece dinero. Era curioso como sin pretenderlo, iba pasando por las distintas fases de aceptación de la muerte. Miedo, ira, negociación…

La lluvia sigue empapándome y pegándome el pelo a mi cuerpo, una ligera brisa sopla pero no me inmuto. Como siempre que cazo, estoy tranquila. Así es como debe hacerse, solo así puede preservarse el orden en la sociedad. Me deslizo por una tubería desde mi posición elevada hasta el nivel del suelo y me quedo inmóvil a unos metros de él. Con la cabeza agachada, centrada en mi respiración, en todo lo que me rodea. Ya casi ha acabado todo.

Se lanza hacia mí, descarga un golpe con aquella barra de hierro, apenas tengo que moverme un poco para evitarlo, entonces hago un quiebro y mi rostro y con ello mi máscara queda a la altura de sus ojos y entonces lo ve. Ve como le amputo los brazos, como le dejo sin uno de los ojos y como su cuerpo queda en el suelo. Mi máscara del Juicio le muestra el precio por su deshonor y puedo ver por su expresión que no le gusta lo que ve. Sus músculos se tensan, su cara se tuerce en una mueca grotesca y sus dedos se abren dejando caer el arma improvisada ante mí. El terror le hace caer de rodillas mientras suplica.

Entonces me arrodillo frente a él.

- El equilibrio debe ser restaurado, las faltas deben ser pagadas. ¿Aceptas el castigo? ¿Me darás el pago? –

Los brazos y un ojo. Era un precio pequeño. Quedo a la espera de su respuesta.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Primer movimiento y un exitazo. Uso mi herramienta de caza y como siempre que cazo, estoy calmada asi que es el sentimiento que me gobierna. Ya he marcado una casilla en dicho sentimiento.

Cargando editor
23/07/2019, 16:42
El Velo

Goldman era apenas un guiñapo en el húmedo suelo, se encontraba postrado en posición fetal mientras balbuceaba sollozos inteligibles para alguien que no tenía la paciencia ni la intención para hacer el esfuerzo por entenderlo. Los jirones de su traje habían crecido en tamaño que hacían pensar en un vagabundo antes que en un magnate.

—Sniff... Sobb... ¿Cuál... Es el... Pago? —El hombre calló varios segundos que se hicieron eternos. Algo muy habitual en todos, el costarles aceptar que debían desprenderse de sus partes de sí mismos en concepto de reparación, normalmente creían que era el mundo el que les debía cosas y no al revés.

—Está... Bien. ¡Vale! —Acabó por ceder tras unos segundos incomodísimos en los que esperaba una respuesta que no llegó. Entonces cerró los ojos con fuerza esperando que la muerte llegara pronto. Aquella respuesta positiva era la de la última fase, la aceptación de un destino inevitable.

Aún así, estaba impregnado de un hálito de esperanza al que se aferraba esperando sobrevivir.

Notas de juego

Límite próximo turno: JUEVES a las 17.30 

Cargando editor
26/07/2019, 08:55
Nairobi

Tras ver como aceptaba su destino, asentí satisfecha y me retiré la máscara. No era lo óptimo, lo que debíamos conseguir era una sociedad que no necesitara de nuestra espada, pero al menos, ver que entendían, aunque solo fuera a un nivel tan bajo como que el castigo les llegaba, daba esperanzas de que estábamos por el camino adecuado. Me aproximé a su rostro caído para susurrarle al oído.

- Esto es bueno. No te preocupes. Terminará rápido. –

Me llevé la mano a la espalda donde llevaba colgada mi espada y tras cogerla por el mango, suavemente la deslicé fuera de su vaina. Un ligero siseo resonó provocando un temblor en el hombre. Lo cierto es que su aspecto desaliñado, con la ropa echa girones daba una impresión deplorable y, sin embargo, casi me sentía orgullosa de ver a un ciudadano, ahora sí, pleno de nuestra sociedad.

- Que por el pago, tus afrentas sean pagadas y tu lugar en el mundo restaurado. No olvides por qué fue todo esto –

Cogí aire, exhalé lentamente con la espada por encima de mi cabeza. Durante unos segundos, todo permaneció en silencio y el mundo contuvo el aliento. Entonces, de manera grácil, quirúrgica, realicé tres rápidos movimientos, seguidos, sin dar tiempo a impresiones. Sus ojos se abrieron mucho y se contempló viendo que no había pasado nada. Pero entonces uno de sus brazos cayó, luego lo hizo el otro y finalmente, la visión de uno de sus ojos se fue emborronando hasta quedarse en nada. Y se desmayó, desplomándose en el empapado suelo.

Lo contemplé en todo su esplendor, esperando que de veras hubiera aprendido la lección y que poco a poco, esta construcción de una sociedad mejor se fuera haciendo una realidad. Entonces lancé un mensaje en el Velo para que las personas adecuadas le encontraran y curaran sus heridas. Y entonces, como un fantasma, me desvanecí.

Poco después me encontraría en lo alto de una marquesina, observando la marabunta de gente que allí vivía, imaginando sus vidas, sus problemas, sus decisiones. Era algo que siempre me gustaba hacer tras cada misión. Ver a la sociedad a la que quería salvar, pero de la que ya no formaba parte. Era algo que necesitaba para mantener la estabilidad pues como siempre, tras cada acción, la misma duda me asaltaba ¿Era yo mejor que ellos? ¿O solo un monstruo? Siempre llegaba a la misma conclusión, si era un monstruo, era uno necesario. Quizás, si llegaran a alcanzar ese idílico estado de sociedad perfecta, mis servicios ya no serían necesarios y solo me quedaría terminar con el monstruo.

“Por esto vale la pena”

A pesar de mi último pensamiento, una extraña sensación se quedó en mi mente. Si el inicio de la caza era mi momento favorito, el final de esta era el peor. Sacudí mi cabeza y miré hacia el mercado. Había llegado el momento de volver e informar del éxito de la misión.

Cargando editor
28/07/2019, 22:57
El Velo

El mercado era bullicioso, siempre lo era y aquello contrastaba con la quietud que la Juramentada buscaba tras su misión. Para unas personas sería algo molesto, para otros era el ambiente y la vida de aquella parte del ensanche. Allí donde todos se concentraban en la mañana para adquirir los productos que necesitarían para toda la semana. Para Nairobi aquel ajetreo la ayudaba a no estar sola con sus pensamientos.

—¡Mangkut!, ¡tengo mangkut y durian! —Declamaba uno de los vendedores, éste se trataba de Bu. Un viejecillo entrañable que si se le daba la oportunidad hablaba de tiempos pasados en los que la gente aún falsa, era menos hipócrita no como ahora que se escudan tras implantes. Por supuesto Bu no tiene para pagarse un mísero implante y hace ya varios años que una gangrena se llevó su pierna. —¡Rambután tierno! ¡Del campo a sus hogares!

Una señora mayor, ¿Mao se llamaba? Sonrió al tiempo que inclinaba respetuosamente su cabeza al ver pasar a Nairobi. Siempre actuaba así, sonreía y no hablaba salvo que fuese estrictamente necesario. Acostumbraba a vender diversos objetos y menajes del hogar entre los que destacaban mayoritariamente sus cacharros de cocina, una gran colección de cuchillos afilados de cerámica o metálicos y sobre todos ellos en una posición privilegiada unos pocos cuchillos eléctricos con carga bipolar.

A lo lejos el grito de una niña es audible, pronto aparece la protagonista seguida de varios de sus amigos quienes parecen estar huyendo de algún enemigo imaginario. 

Los vendedores se sucedían al igual que la variedad de productos que allí se exhibían. Para los más profanos aquello era incluso un laberinto, una de las muchas razones por las que cerca de allí estaba la sede. Giró la joven un recodo, entonces cruzó a lo largo varios pasillos improvisados sobre el asfalto de aquel rincón cuando al cabo de cinco minutos se detuvo.

Acababa de llegar al centro del mercado, en medio de todo y a la vez totalmente fuera de la sociedad. 

Notas de juego

Y ahora te doy la oportunidad para que me cuentes más sobre ese mercado y sobre la base. Al llegar allí o tal vez fuera, te encuentras a alguien, ¿es Mimi o alguien de la organización?

Límite próximo turno: MARTES a las 23.00 

Cargando editor
31/07/2019, 16:53
El Velo

Notas de juego

¿Todo bien? Perdona, ya vi que estabas de viaje. ¡Espero que lo hayas pasado genial!

Cargando editor
03/08/2019, 18:00
Nairobi

El bullicio me rodeaba. Tantos gritos, tantas almas… tan vida. Siempre me parecía curioso como el centro neurálgico de nuestra organización se encontraba en un lugar así, tan lleno de engaños, de inmoralidad, de caos. Pero si lo pensabas bien, tenía todo el sentido del mundo. Servía de recordatorio de lo mucho que aun teníamos por hacer. Tanto que cambiar, tanto que hacer. En ocasiones me abrumaba, en otras, me hacía dudar ¿De verdad esto era tan malo? Veía sonreír a los niños, parejas que paseaban entre los puestos, ancianos que tomaban unos fideos mientras comentaban la última reposición de la serie que estaban viendo. Pero al final siempre aparecía un drogadicto, un ladrón, un timador y volvía a la realidad.

Mientras caminaba entre la gente, intentaba tocarlos lo menos posible, ajenos a todos, como una extraña que intenta que no se note su presencia. Sin embargo, algunos llevaban demasiado tiempo allí como para ser engañados por artes tan simples y me saludaban desde sus puestos, a veces con miedo, otras con respeto y unos pocos con cariño. A pesar de todo yo no les miraba, yo no pertenecía ya a la sociedad. Yo era el monstruo necesario para que la sociedad avanzara hacia el siguiente punto. Era una sombra, un fantasma. Pero una joven eso no lo entendía y de entre las sombras apareció y se abalanzó sobre mi.

Normalmente, mis instintos me hubieran llevado a sacar el arma, pero sabía quien era y mientras se colgaba de mi espalda y me abrazaba efusivamente no pude evitar sonreír.

- Hola Mimi, ¿Qué tal te va el día? –

La joven se bajó y me miró con una amplia sonrisa. De rasgos hindúes, tenía unos preciosos ojos verdes, un rostro que antaño sería bello, estaba ahora surcado por una cicatriz que le recorría de arriba abajo toda a cara. Obra del monstruo de su padre. Cada día ansiaba que su nombre me fuera entregado como trabajo, pero no era así y yo no podía hacer nada. Hacerlo sería dejarme llevar por motivos personales, por odio, todos motivos que no tenían cabida en el mundo que intentábamos construir.

- Hoy te veo con más energía que de costumbre ¿Ha pasado algo que yo me haya perdido? –

Dejé que me contara, al principio no entendía el interés de esta niña por mí y casi me molestaba, pero ahora, era casi una necesidad. El simple hecho de imaginarme el no verla me hacía sentir intranquila ¿miedo? Yo ya no podía sentir miedo ¿Verdad?

Notas de juego

Ningún problema master, ya estoy de vuelta y a tope así que contestaré más asiduamente. 

Editado por Máster: Perdona, te he editado únicamente para dejar el texto plano, sin negritas. ;-)

Cargando editor
04/08/2019, 17:30
Mimi

—Mi padre se ha ido esta mañana por trabajo así que hemos estado mi madre y yo todo el día fuera. ¡Ha sido increíble! —Exclamó la joven de 15 años. Su rostro se encontraba bañado parcialmente por algunos rayos de sol que se filtraban en el espacio que había entre las diferentes planchas de chapa nervada que conformaban los diferentes puestos del mercado.

—He dejado a mi madre en casa y me he venido para acá. Me ha dicho mamá que puedo estar un par de horas más por aquí, que cree que no llegará hasta el atardecer.

Normalmente había temor en sus palabras pero bastaba que la influencia de su padre se alejase, para que Mimi pudiera ser una chica normal. Al menos todo lo normal que pudiera ser una niña víctima de los malos tratos... Según pudo entender un día Nairobi, entre los sollozos y respingos que producía la joven pasto de las lágrimas; todo empezó tras un matrimonio concertado en el que Mimi fue desposada con Ranjit Singh, un hombre maduro que ya había pasado la cuarentena. Había perdido la primera de sus esposas y ésta no había sido capaz de darle el tan ansiado varón, así que el padre de Mimi ofreció su mano a cambio de una buena dote.

Lo que no sospechaba es que todo lo relacionado con la noche de bodas sería demasiado extraño para una niña de aquellos tiempos y acabó por huir. En aquella huida resultó muerto Ranjit y con ello la desgracia sobrevino a la familia de Mimi... Al menos esa era la razón que usaba para ensañarse con su hija.

Desde entonces Nairobi había sido testigo muda de los acontecimientos pues aquello no era su obligación... Resultaba irónico cómo ella defensora del orden en la sociedad, del valor de las deudas y las obligaciones entre los seres humanos... No pudiera hacer algo por Mimi, por defender aquella obligación paternofilial.

–Y tú, ¿dónde has estado? Llevo un rato buscándote.

Notas de juego

Me gusta cómo has planteado lo de Mimi. Me tomo la libertad de completarlo...

Aprovecho para plantearte tras la pantalla algunas cuestiones cuya opinión como la persona más conocedora de los conceptos de obligación: Persigues las deudas impagadas y los fraudes como vimos con Asher Goldman... ¿Impartir justicia a alguien que sabes viola la obligación paternofilial no debería entrar en tu deber? Eres una juramentada, cuál es tu juramento... ¿Cuándo actúas y cuando no? ¿Quién decide que te extralimitas o no?

Límite próximo turno: MARTES a las 18.00 

PD. He retocado una imagen para ponerle una cicatriz y casi ni se nota xD

Cargando editor
06/08/2019, 11:19
Nairobi

No pude evitar sentir calor al escuchar la animada voz de la joven ¿Es alegría? No era bueno, la alegría podía llevar rápido a los excesos si se la dejaba. Mi vista se dirigió a la cicatriz de la pobre Mimi, testigo mudo del cáncer que asolaba la sociedad. No es justo que una persona tan pura como una niña hubiera sufrido y siguiera sufriendo tanto.

“Por eso luchas”

La recogí un mechón de pelo que tenía sobre la cara y se lo coloqué tras la oreja de manera cariñosa. Me gustaba estos momentos con ella.

- Ya sabes. Trabajo. Por aquí y por allí. –

No era ningún secreto ni para quien trabajaba ni qué hacía pero era raro encontrar alguien que lo dijera en voz alta. Por lo general, un miedo reverencial inundaba el mercado. Si estaban de acuerdo con lo que hacíamos o no era algo que se guardaban para ellos, era mejor así.

La pequeña seguía con su verborrea cuando de entre la multitud vi una figura alzarse y un escalofrío recorrió mi espalda. Mi maestro, Daremo, estaba plantado en medio de la calle y su rostro, aun tapado por una extraña venda, me miraba acusadoramente. La gente pasaba alrededor como si no lo viesen, pero claro, seguramente no lo verían. Tal era su habilidad con el Velo. El hecho real era que ni siquiera estaba ahí, pero me estaba diciendo que estaba descuidando mi labor y que debía volver y todo eso sin decir una sola palabra. Me giré seria hacia Mimi.

- Debo dejarte un rato. Cosas de trabajo. Tal vez podamos vernos luego y te invito a comer algo. –

Volví a alzar la mirada y la figura del Maestro ya no estaba. Suspiré aliviada. Tras acariciar el rostro de la joven una última vez, me volví a perder entre la multitud de gente, moviéndome grácilmente entre ellos. Mientras me acercaba a nuestra Sancta Sanctorum me sentía inquieta, había obrado mal al pararme antes de cumplir la misión. Siempre había que informar del resultado a Daremo antes de poder volver a ser “Un Durmiente”, un asesino aletargado a la espera de una nueva misión.

Finalmente llegué a donde quería un oscuro y pequeño callejón entre dos puestos eternamente cerrados y cubierto por una lona. Un sitio frio y anodino en el que la gente nunca reparaba ¿Era solo por parecer un sitio sin importancia o una vez más, era la influencia de nuestro Lider sobre el Velo? No lo sabía, pero como siempre, me adelanté y apoyé mi mano sobre el grafiti de una carita sonriente. Al hacerlo, varias luces se encendieron en la pared, el velo se despejó y una puerta metálica apareció que se abrió con un ligero zumbido. Tras contener durante un segundo la respiración, avancé al interior.

El lugar era bastante austero, pero extremadamente tecnológico. Un estrecho pasillo daba acceso a una sala rectangular blanca sobre cuyas paredes podían verse pantallas holográficas en las que se proyectaban noticias sobre el mundo. Un recuerdo de todo lo que teníamos por hacer. A izquierda y derecha se abrían dos pasillos que daban a las zonas donde residíamos los asesinos, así como a las salas de meditación y de mejora. Pero yo tenía que ir por otro lado, un pasillo que tenía en frente y que descendía a las profundidades, perdiéndose en la oscuridad.

Mi paso era lento pero firme, no era la primera vez que bajaba, pero siempre me inquietaba. Llegué al final, y se abrió ante mi una habitación en forma de cúpula esférica. No había nada en la sala, salvo miles de cables que salían del techo y se concentraban en un casco situado en el centro de la sala. Y con el casco puesto, se encontraba Daremo, siempre conectado al Velo, siempre vigilante. La oscuridad del lugar, tan solo alumbrado por pequeñas luces de emergencia daban a nuestro Lider un aspecto oscuro y amenazador.

- Nairobi presentándose para el reporte señor. Se ha hecho llegar el mensaje y cobrado el pago –

Y quedé en silencio esperando a que se dirigiera a mí.

Notas de juego

Me gusta cómo has planteado lo de Mimi. Me tomo la libertad de completarlo...

Completa, completa que de eso se trata Pbta, de ir montando la historia entre todos. Me mola el trasfondo de Mimi, me da mucha pena la pequeña.

He retocado una imagen para ponerle una cicatriz y casi ni se nota xD

Si te fijas mucho, se nota XD

Aprovecho para plantearte tras la pantalla algunas cuestiones cuya opinión como la persona más conocedora de los conceptos de obligación: Persigues las deudas impagadas y los fraudes como vimos con Asher Goldman... ¿Impartir justicia a alguien que sabes viola la obligación paternofilial no debería entrar en tu deber? Eres una juramentada, cuál es tu juramento... ¿Cuándo actúas y cuando no? ¿Quién decide que te extralimitas o no?

A medida que pienso y voy imaginándome una organización que es una mezcla entre Samurais y hassassin. Es decir, tenemos un código de valores y buscamos un bien común pero no hacemos nada si no es aprobado por Daremo, líder absoluto e indiscutible de la organización. Solo él puede decidir quien es un objetivo y aunque es nuestro deber informar de cualquier posible objetivo, no podemos tomar la justicia por nuestra mano. Y no se discuten sus órdenes, nunca, aunque tampoco ha ocurrido.

¿Debería entrar en mi deber? Desde luego y aunque seguro que informé en su momento a Daremo, este nunca ha dado el nombre del padre de Mimi como objetivo ¿Por qué motivo? ¿Qué guía a Daremo? ¿Es realmente un iluminado? ¿Busca el bien común y tiene un plan que nosotros, simples peones no llegamos a vislumbrar? ¿O es un loco con un ejército de fanáticos personal? ¿Nos utiliza para su simple beneficio? ¿Éxiste realmente Daremo? No tengo respuesta a estas preguntas y me encantará irlas descubriendo poco a poco jaja. Si ves que me excedo planteando preguntas dimelo que muchas veces me vengo arriba.

Cargando editor
06/08/2019, 22:45
Daremo

Silencio... El silencio fue toda la respuesta que alcanzó a dar Daremo

Durante esa larga e incomoda respuesta Nairobi pudo fijarse más detenidamente en el rostro de su maestro, un rostro mutilado con algún implante para reforzar sus conexiones con el casco neural que estaba utilizando en aquel momento. Igualmente sus brazos contaban con algún receptor conectado a sendos cables que permitían usar su cuerpo como si un jostick en el Velo se tratase, en ese momento estaba moviendo las manos como si quisiese cambiar entre varias pantallas de visualización. Al menos así era el movimiento que usaba Nairobi con su holotransmisor móvil cuando quería navegar entre diferentes imágenes.

Lo más inquietante de todo no era el casco neural... Rara vez le había visto sin él y ya era mundana la visión de los cables que nacían en el casco, para acabar por perderse reptando en algún lugar de la oscuridad de la que venía el suave ronroneo de los ventiladores que se aseguraban de que aquello no se convirtiese en una sauna. Lo escalofriante era que aún rodeado de toda esa hi-tech, un anacrónico cigarrillo estaba extinguiéndose en sus labios. De cuando en cuando, esos mismos labios expulsaban el humo sobrante que generaba aquel cilindro blanquecino, un vicio de la vieja era lo llamaba Daremo.

—Nairobi... —Dijo finalmente—. No deberías encariñarte con esa chica, servimos a un orden superior. 

Su tono estaba impregnado de cierto reproche dirigido a su pupila.

—¿Qué harías si tu próximo mensaje debes enviárselo a esa chiquilla? —Advirtió entonces que estaba a punto de tener la réplica que no deseaba escuchar y habló antes de que la joven la materializase:

—Sólo actuamos si nos piden que solventemos una deuda, no somos justicieros... Tan sólo devolvemos el orden natural a aquellos que reclaman un agravio. Si pueden pagarlo por supuesto... Esto es el siglo XXI, nada es gratis. ¿Lo has entendido?

Notas de juego

Me gusta esa descripción del velo que has hecho. Eres la primera persona que puntualiza algo y me gusta esa manipulación del velo para que sólo tú la veas, igualmente donde todos ven una chapa con un grafiti vosotros como miembros veis una entrada.

Me mola el trasfondo de Mimi, me da mucha pena la pequeña.

Estuve dudando de si hacerlo así o no porque era muy chungo y podía ser incómodo. Pero consideré que al final todos tenemos tarjeta X así que si algo molesta o incomoda pues dilo...

Finalmente decidí dejarlo así porque tristemente es una realidad muy común hoy día y de eso va cyberpunk de un futuro distópico que realmente es el presente y los problemas del mundo en el que vivimos hoy día.

Si ves que me excedo planteando preguntas dimelo que muchas veces me vengo arriba.

Para nada... Me gusta que las plantees así saber por dónde tirar. No me imaginaba a Daremo así cuando le describías como tu maestro, al verle ahora como el líder de la organización del que podrías conocer mucho, o no, me das un nuevo enfoque. Veremos por dónde sale.

Límite próximo turno: JUEVES a las 22.45 

Cargando editor
08/08/2019, 20:17
Nairobi

Escuché la voz de mi maestro aleccionándome por mi actitud para con Mimi. No era una buena actitud, me debía a nuestra misión. Mientras hablaba, permanecía con la cabeza gacha sin atreverme a interrumpirle o increparle. No era la primera vez que me indicaba que la relación con la joven era una mala idea y sin embargo, siempre volvía a verla ¿Por qué? ¿Tanto añoraba los sentimientos? No debería, ellos me llevaron a una espiral en la que hundí toda mi vida. No. Los sentimientos no eran buenos. ¿Pero entonces, por qué no podía dejar de hablar con Mimi? Seguía sin tener respuesta.

- Lo entiendo Maestro. Lo único importante es la misión. Debemos centrarnos en eso. –

Incliné aun más la cabeza hasta casi tocar el suelo con la punta de mi nariz.

- Le pido disculpas por mi comportamiento –

 Finalmente alcé la mirada hacia él, más calmada aunque con la sombra de la duda aun acechando en mi interior.

- ¿Tiene alguna nueva misión para mí? ¿O puedo retirarme? –

Quede a la espera de su respuesta.

Notas de juego

Estuve dudando de si hacerlo así o no porque era muy chungo y podía ser incómodo. Pero consideré que al final todos tenemos tarjeta X así que si algo molesta o incomoda pues dilo...

Me parece correcto y genial que lo hayas indicado para todos. Por lo general, conmigo no tendrás problema, Precisamente el rol me gusta porque permite, si se sabe relativizar, tratar temas espinosos. Como bien dices, aunque el trasfondo de Mimi haya ocurrido en un futuro ciberpunk, es en verdad una realidad que muchas niñas viven en el mundo hoy en día. A veces es bueno recordar lo terrible que es la vida para algunos para aprender a valorar lo que tenemos y lo mucho que aun falta por hacer.

No me imaginaba a Daremo así cuando le describías como tu maestro

Yo tampoco la verdad, por eso, cuando se me apareció la idea, me pareció genial aceptarla. Creo que es de lo más divertido de los Pbta, el ir metiendo cambios y cosas que vayan enriqueciendo todo incluso cuando no te lo esperabas, independientemente de si es bueno o malo para mi como personaje jaja. Veremos a donde lleva esto.

Cargando editor
08/08/2019, 23:49
Daremo

—No —contestó, esta vez inmediatamente. —Buen trabajo Nairobi y nunca olvides quién eras en el pasado.

Con esas palabras se entregó a la meditación y dejó de centrarse en lo que sucedía en aquella habitación para devolver su atención a un mundo que no estaba en el aquí y ahora. Era extraño que necesitase todo eso cuando, como dijo, hacían los trabajos cuyas deudas eran reclamadas.

No había necesidad de profundizar en el velo... ¿O sí?

Notas de juego

Tengo algunas ideas en mente pero no te las puedo colocar ahí sin más si no que tienen que ir apareciendo de manera desgranada así que te paso la pelota a ti, así que cuéntame, sales y algo sucede, o te diriges a hacer algo... ¿Qué es?

Cargando editor
15/08/2019, 18:56
El Velo

Notas de juego

¿Todo bien? Hace una semana que no sé de ti... Recuerda que la idea era ir a un ritmo de post cada 48h

Cargando editor
21/08/2019, 23:51
Nairobi

Me retiré en completo silencio sin atreverme a mirarle directamente. Como si importara. Daba igual donde me encontrara o qué estuviera haciendo, siempre sentía que Daremo me vigilaba desde el Velo. A pesar de todo, cuando salí de la sala, aumenté el paso para salir de allí. Estaba nerviosa ¿Por él? ¿O por mí? No quería darle más vueltas, solo tenía en mente salir y perderme entre la multitud para despejarme.

Cuando finalmente recorrí de nuevo aquella habitación y salí al exterior, cuando el olor a suciedad, humo y humedad me inundó las fosas nasales, respiré aliviada. Elevé el rostro hacia lo alto y perdí mi mirada en las metálicas paredes del lugar. Algunas gotas, reminiscencias de aquella lluvia que hacia apenas un rato había caído, golpearon contra mi pelo. Una sensación de frio me recorrió y esa sensación purgó de dudas mi piel.

A veces me llegaba a preguntar ¿Y si ni la lluvia era real? ¿Qué era real? En un mundo en el que se podía controlar lo que veíamos y sentíamos, ¿Cómo definir la realidad? Sentí el peso de la espada a mi espalda, y la determinación de mi misión. Ese era mi pilar y me aferré a él para evitar que aquella realidad me devorase. Finalmente, comencé a andar.

Llevaba un rato perdida entre la multitud, escuchando las vanas conversaciones de cientos de transeúntes en sus quehaceres. Casi mi ánimo se había restaurado, incluso había intentado buscar a Mimi entre el gentío, pero no la llegué a localizar. No me preocupé, era muy normal que esa chica fuera de aquí para allá ¿Entonces me detuve y sonreí sarcásticamente. Sin darme cuenta estaba haciendo lo mismo por lo que me habían reprendido y que había prometido controlar ¿Acaso no podía hacer nada?

Un grito me sacó de mis pensamientos. Un grito acusador y un dedo que me señalaba entre la multitud, con una katana en la mano. La gente se apartó de entre el recién llegado y yo. Le oí hablar de venganza por una vida sesgada ¿Sería por algún antiguo trabajo? El joven, de pelo negro y barba de varios días, me miraba rabioso exigiéndome una explicación. Di dos pasos y alcé mi rostro hacia él.

-¿Quién eres?

Cargando editor
22/08/2019, 23:30
El Velo

—¡Hija de puta! ¿Jodes a tantas personas que eres incapaz de recordar sus rostros? —¿Te acuerdas de un chiquillo, al que encaraste hace seis meses. Él desarmado y tú con tu maldito arma? Una vez lo acorralaste le hiciste confesar malditos pecados que en la vida había cometido.

Entonces sacó su brazo a relucir, un armatoste metálico ahí donde se supone que debía haber habido carne. Aquel implante eran un conjunto de engranajes y pistones que permitían articular aquella mole de titanio.

—Hablaste del pago de mis afrentas a cambio de mi maldito brazo... Y todo por una maldita confesión bajo amenazas con tu maldito arma... Hoy te haré confesar a ti... Tú serás quién pague las afrentas esta vez. —Dijo al tiempo que sin previo aviso extraía de debajo de su abrigo una escopeta recortada de corte antiguo, parecía de principio... Tal vez de una chatarrería o un museo.

Aquella aparición fue seguida por un chillido agudo y de pronto el caos se adueñó del mercado mientras numerosas almas pugnaban por alejarse de aquel lugar. Se iban empujando provocando que algunos cayeran a riesgo de verse aplastados por la marabunta humana en la que se había convertido el mercado. 

Notas de juego

Datos del arma: Escopeta (Daño 3, Corto, Ruidoso, expansiva)

Me ha gustado esa amenaza que has creado. Tras su discurso grandilocuente saca el arma y antes de que haga nada, ¿qué haces?

Límite próximo turno: LUNES a las 23.30 

Cargando editor
03/09/2019, 23:22
Nairobi

Notas de juego

Vale, vista la situación y como ya no es un objetivo, no lo quiero matar. Quiero utilizar el movimiento Neutralizar (Tiro directamente y describo según resultados? ¿Tiro y espero que me digas? ¿O describo justo antes de la acción de neutralizar? En cuanto me digas escribo.

Me ha gustado esa amenaza que has creado. Tras su discurso grandilocuente saca el arma y antes de que haga nada, ¿qué haces?

Me gusta que te guste. Solo espero que no se me vaya de las manos el ponerme complicaciones. La ultima vez, en la partida de Chemo, me costó volar por los aires jajaja)