Partida Rol por web

Harry Potter: Secuelas

1.- Vuelta a Hogwarts

Cargando editor
06/10/2013, 18:29
Eve Colleman
Sólo para el director

Maldita sea. Menuda mierda de primer día de prefecta. Y además la culpa era mía indirectamente. 

Suspiré largo y tendido cuándo justo apareció Aaron por los pasillos, con su habitual seriedad y diligencia.

- A eso iba. Intentaba averiguar algo del león... No se puede dejar pasar algo así, ¿verdad?  - sabía que esas palabras tan inocentes sonaban de otra manera en los oídos de Aaron : castigar a los culpables. Sin embargo, le dejaría eso a él. - Pero sí, voy a ir a hacer la ronda hacía allí - dije señalando el lado contrario. - Voy a echar un vistazo a los novatos, siempre van tan perdidos...

Recordaba mi primer día en el tren de Hogwarts aún nítidamente: la emoción, la incredulidad y la sensación de no tener ni idea qué debía hacer. Eso había cambiado drásticamente ya en el segundo año, algo que seguía sorprendiéndome, cómo en un año podía cambiar tu mundo de manera tan radical. 

Pues eso, hasta luego. - me despedí antes de alejarme pensando en lo ocurrido y sobretodo, en Bikkel. Menuda protectora estaba hecha...

"Seguro que el conejo diabólico de Carrie tiene la culpa. La chica le habrá hecho hacer algo. Es una manipuladora..."

Cargando editor
06/10/2013, 19:10
Narradora

http://www.youtube.com/watch?v=54d3qDLGsTc&lis...

El trayecto del tren a partir de lo ocurrido transcurre con toda la normalidad posible. Unos charlais amistosamente sobre temas triviales, otros planeais jugadas maestras y algunos, los más responsables, realizan sus correspondientes guardias por el tren, ayudando a los más perdidos o tranquilizando la efusividad de los más emocionados. Como siempre, la comida de la señora del carrito os deja satisfechos el tiempo suficiente para alcanzar Hogwarts con el estómago saciado por grageas, regalices y chucherías varias.

Termina por anochecer y sobre las nueve de la noche el tren hace su parada en Hogsmead. Rubeus Hagrid, guardabosques de Hogwarts y profesor de Criaturas mágicas, hace un llamamiento a los de primero para que vayan con él, mientras los demás alunmos recogen sus cosas y se encaminan a los carruajes tirados por nada más y nada menos que Thestrals. Si algo podéis tener más que la mayoría del alumnado que menor que vosotros, es la capacidad para observar a esas criaturas oscuras y esqueléticas, pues solo quien ha visto a la muerte de cerca puede verles a ellos, y por desgracia para vosotros, vivísteis mucho de eso a finales de vuestro primer año en el castillo.

Y finalmente... ¡ahí está Hogwarts! Al fondo. Majestuoso, intrigante, hermoso y mágico.

Una vista que nadie se cansa de observar os acompaña en vuestro recorrido a los terrenos y posteriormente al Gran Comedor, la primera parada de todo estudiante hambriento de Hogwarts en su primer día.

El salón no ha cambiado ni un ápice y todo está dispuesto para la selección de nuevos alumnos y la exquisita cena que hace las delicias de cualquiera. Incluso los estómagos, llenos de chucherías varias, empiezan a rugir ferozmente cuan león hambriento.

Kaitlin y Leonard toman asiento en su mesa, donde se reencuentran con sus compañeros, entre ellos Patrick, quien les ha guardado ya un sitio. Carrie y Oliver junto a su séquito de Slytherins optan por apartar a cualquiera que esté en su camino hacia sus sitios preferidos e Eve se reencuentra con Kyle, quien tiene entre sus brazos a una gatita pequeña que no ha querido separarse de él en todo aquel tiempo.

Los profesores toman asiento y con sorpresa veis que no solo el profesor Diggory es nuevo, sino que hay alguien más cuya cara os resulta de lo más familiar. McGonagall está de pie frente a un atril con forma de búho en posición de planear, esperando pacientemente que todos tomen asientos.

 

Cargando editor
07/10/2013, 19:24
Kyle O'Brien

Tras un viaje sin mayor incidente aparte de la lucha por ver quien se quedaba el gato, me preparo para la cena. Echo un último vistazo a mis espaldas, hacia los carromatos que nos han traído hasta las puertas de Hogwarts. Sé que, después de cinco años, debería haberme acostumbrado a sus tiradores. Al fin y al cabo, la muerte ha estado presente en mi vida desde bastante joven, pero me resultan unas criaturas tan fascinantes y tan distintas a cualquier otra cosa que hubiese visto antes que mis ojos siempre tardan una eternidad en despegarse de ellas. 

Por fin, me resigno a dejar de admirar el espectáculo y a dirigirme hacia el Gran Comedor, todavía con Bikkel entre mis brazos. Cuando atravieso la puerta busco con la mirada a Eve, a la cual veo sentada en la mesa de Ravenclaw. Ando con paso firme en esa dirección y con una amplia sonrisa en el rostro, le planto a la gata frente a los ojos. 

Creo que esto te pertenece. La he encontrado por ahí en un camarote.- bromeo, guiñándole un ojo. Acomodándome a su lado, añado- Bueno...¿qué tal el viaje?, ¿mucho alumno descarriado por los pasillos?

Echo un vistazo a mi alrededor barriendo con la mirada las caras nuevas y centrándome en los conocidos, los cuales son mayoría. 

Cargando editor
07/10/2013, 20:12
Eve Colleman

El resto de la tarde pasó sin incidentes y me relajé en uno de los carruajes hasta llegar al castillo, ese lugar que tanto adoraba. Los Thestrals eran visibles para muchos alumnos por culpa de la batalla que había ocurrido hacía unos años pero de hecho yo los había visto desde el primer día en Hogwarts. Aunque los alumnos de primero iban en barcas, había visto a lo lejos los extraños y negros corceles, lo cuál me había parecido de lo más normal al ser el tiro de los carros. Los carros no se movían sin caballos en el mundo muggle... Con el tiempo aprendí que de hecho no era normal verlos, que sólo aquellos que experimentaban la muerte de cerca podían verlos, aunque pronto dejó de ser algo realmente especial cuándo la mitad del colegio vio la muerte con sus propios ojos.

Una vez en el comedor la presencia de alguien desconocido pero a la vez familiar junto al profesor Diggory llamó mi atención por unos instantes, pero fue rápidamente reemplazado por algo más importante para mí. Al ver a Kyle aparecer con Bikkel en los brazos y "devolvérmela", una sonrisa enorme de alivio se dibujó en mi cara y abracé al chico.

- ¡Oh, gracias Kyle! Estaba preocupada... - fue entonces el momento de darle atención a la pequeña, cubriéndola de caricias y muestras de afecto mientras la colocaba en mi regazo. - No ha habido líos, excepto por el que vosotros habéis montado. Por cierto, ¿Qué es lo que ha pasado? Os vi correr de un lado a otro, luego un león...

Agité la cabeza mientras fruncía el ceño, pues todo había sido de lo más raro, antes de prestar total atención a las posibles explicaciones de Kyle.

Cargando editor
07/10/2013, 20:42
Kyle O'Brien

Le devuelvo el abrazo, todavía sonriente, antes de pasarle a la pequeña. - Un placer. Creo que le he gustado- señalo, acariciando la suave cabeza de la gata, que se acomoda en el regazo de su ama. Se me escapa una carcajada ante la mención del incidente.

Ah, eso. Nada...el conejo loco de la Slytherin, que le ha dado por merendar gato y nos ha metido a todos en una persecución algo descontrolada... Lo hemos hecho por ti- añado en tono tranquilizador, para evitar una reacción indeseada por parte de Eve.- Fíjate si nos importaba la gata, que hasta Leo se ha convertido en león para atrapar a la pequeña Bikkel.- Con un brillo de emoción en los ojos, prosigo.- Ha sido alucinante. ¡Qué callado se lo tenía!- Solo entonces me doy cuenta de que quizás he sido un poco bocazas. Espero que no lo haya oído nadie que no tuviese que oírlo. - El único momento algo tenso fue el momento en el que acabamos en el suelo del nido de serpientes. Fueron algo desagradables.- Cierro los puños algo tenso al recordar la escenita pero enseguida me relajo y le dedico otra sonrisa a Eve, esperando su reacción. 

Cargando editor
07/10/2013, 21:30
Eve Colleman

Desde cuándo los conejos comen gato... - pensé en voz alta. Carrie debía de ser más retorcida de lo que creía si educaba a un conejo (¡un maldito conejo! Un animalillo pacífico y vegetariano) para atacar a un gato. 

Sin emabrgo no tuve tiempo de ponerme a pensar en ello ya que Kyle me sorprendió, dejándome sin palabras, al decirme que Leonard ERA el león, no un conjuro.

¿En serio? ¿Cómo...? ¿Se ha convertido en animago?

Conseguir dominar la animagia era algo alucinante e increíblemente difícil. Pocos magos lo conseguían, y sobretodo tan jóvenes. ¿Quién le habría enseñado? ¿La profesora McGonagall? En el fondo sentí una punzada de envidia. Controlar la animagia... eso era increíble.

Cargando editor
08/10/2013, 00:09
Carrie Lewis
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
08/10/2013, 00:14
Carrie Lewis

Por fin se había terminado el viaje en tren, algo que había empezado como divertido había acabado con pesadez y ganas de llegar, buscando una comodidad y confort que el expreso no podía ofrecer. Lo mismo sucedió durante el trayecto en carruaje, momento en el que pagó su fastidio con Viky dedicándole un par de comentarios nada halagadores a la rubia.

En cambio, cuando la slytherin cruzó las puertas del Gran Comedor se sentía de mucho mejor humor, saludando a varios por el camino con una tenue sonrisa, gesto que nadie le correspondió, aunque a ella le dio absolutamente igual. Seguida por su séquito como si fueran perros de caza, Carrie se dirigió a su mesa con andares tranquilos y pausados hasta sentarse en su sitio habitual, que quedó desocupado al advertir su presencia.

Con ese gesto tan suyo, cruzó sus largas piernas con delicadeza y una expresión de satisfacción en el rostro a la par que le indicaba a Deirdre que tomara asiento a su lado.

Qué bonito es estar de nuevo en Hogwarts.

Cargando editor
08/10/2013, 00:53
Leonard O'Connor

Thestrals. Verlos me recordaba el por qué podía verlos, y me arrastraba a un marco temporal de mi vida que no acababa de gustarme. Verlos, me recordaba a mi madre, cayendo al suelo con los ojos blancos, vacios, sin vida. Y me obligaba a apartar la vista, con cierta cara de disgusto, chasqueando la lengua, mientras la oscuridad me obligaba a levantar las gafas de sol, dejándolas en el pelo, mientras rodeaba con el brazo a Kaitlin, en el paseo en carro hacia el colegio.

Y es que, había conseguido que los alumnos que debían ir con nosotros, fueran en otro carro. Me apetecía estar sola con ella, hablar de estas dos semanas que no habíamos estado juntos, y estar un rato tranquilos, sin tener que mantener ninguna conversación insustancial de relleno con, posiblemente, alguien que preguntaría sobre el incidente del tren. Y haciendo gala de un morro ancestral, y con poca o ninguna vergüenza, pide que el equipaje -todo él- fuera enviado a la habitación de la prefecta de Gryffindor. Vamos, que tenía en mente mudarse con su chica, ocupar su habitación y perpetuar ese descanso nocturno mutuo este año en el colegio.

Y cuando entro en el Gran Comedor, aun lo hago con la misma ropa que llevaba en el tren, ese traje de chaqueta blanco, con las gafas de sol en el pelo, pero, esta vez, llevo unas gafas de lectura puestas, mirando a mi alrededor, hasta ver a Patrick, levantando la mano, saludándole. Y vuelvo la mirada hacia Kaitlin. ...en realidad te imponen alguna marca distintiva, que te identifique simple vista. Y tienes que pensártelo bien, porque luego ya no puedes cambiar, aunque quieras ¿sabes? Y al alcanzar la mesa, le doy un fuerte abrazo a Peter, efusivo, palmeándole la espalda Joder tío, lo que se te echo de menos. ¿Donde te habías metido, gañan? Pregunto, entre risas, y me doy la vuelta, para sentarme, alzando la mano, moviendola de un lado a otro para llamar la atencion de Kyle y Eve con una amplia sonrisa, saludandoles, antes de tomar asiento. Y una vez sentado, les hago gesto de que despues iremos con ellos, que nos sentaremos con ellos.

¿Donde está la comida? ¿Decir que tengo más hambre que un León es forzar el chiste, verdad?  Bromeo, con Kaitlin, cuando me doy cuenta de que la directora esta en el atril, y me obligo a cerrar la boca, alzando el mentón para ver a McGonagall a través de las gafas.

Cargando editor
08/10/2013, 01:09
Oliver Carrow

Entro al Gran Comedor con el paso firme y seguro que me caracteriza. No me detengo a mirar a aquellos con los que nos encontramos. No estoy de humor. Pero a pesar de mi estado, el presencial cómo se abre hueco a nuestra llegada a la mesa de slytherin me saca una ligera sonrisa cargada de superioridad. Parece que las cosas siguen su rumbo sin necesitar de reajustar el timón. Perfecto.

Antes de que Dreidre eche a andar detrás de Carrie, el acaricio la mano de manera casi imperceptible. Apenas he intercambiado cuatro palabras con ella desde que salimos del tren, y parece que la cosa todavía se hará esperar. Sin decir palabra echo a andar por el otro lateral de la mesa hasta situarme frente a Dreidre y Carrie, y no es hasta estar acomodado en el asiento que les asiento ligeramente con la cabeza en señal de conformidad.

- Inicio de curso. Perfecto para atar los cabos sueltos - comento en un susurro mirando hacia Kyle, sin mostrar expresión en mi rostro. Lentamente, pongo la mano sobre la mesa y empiezo a acariciar los cubiertos, deteniendome en el mango del cuchillo.

Cargando editor
08/10/2013, 01:24
Kaitlin O´Hare

Lo cierto es que nunca sé cómo se las apaña Leo para conseguir hacer esas cosas, pero el hecho de que haya conseguido que vayamos solos en el carruaje me ha parecido algo genial. Sobre todo porque, al igual que él, la visión de los Thestrals me recordaba a mi padre y, desde primer curso, aquel trayecto siempre conseguía hacerme sentir un pellizco en el estómago.

Aún así, Leo había conseguido alejar mis fantasmas de allí, por segunda vez en aquel día, aunque él no lo supiera. Y, tras hablar de las dos últimas semanas del verano y de lo mucho que lo habíamos echado de menos, acabamos llegando al Gran Comedor.

Mientras llegamos juntos a la mesa de Gryffindor, no puedo evitar sonreir, como siempre que entro en aquel Salón tan lleno de vida y de alegría. Parece que los años no han pasado en balde y que todos intentamos pasar página, hacer borrón y cuenta nueva, y apartar la imagen de aquel mismo salón repleto de heridos y de los cadáveres de nuestros seres queridos de nuestras cabezas.

En su lugar, los estudiantes se saludan, ríen, intercambian besos y abrazos... Y nosotros no vamos a ser menos, sobre todo teniendo en cuenta que, nada más llegar, vemos que Peter ya está allí, y que hasta nos ha guardado un sitio- Ajá... asi que por eso decidiste tener esa marqui... ¡Pete! - exclamo, llamándolo por su apelativo, dejando que Leo se separe de mí para ir a su encuentro. Yo misma espero mi turno para abrazarlo, contenta de verle. El hecho de que sea el mejor amigo de Leo, y de que también sea irlandés, como nosotros, ha hecho que, desde siempre hayamos tenido buena relación entre nosotros- ¿Cómo estás? Sí que te hemos echado de menos, sí... ¿Cómo fue el verano? - y, cuando veo que Leo se calla de repente, alzo una ceja, extrañada. Y es solo cuando veo a MacGonagall allí cuando yo misma me callo, dándole un pequeño codazo a Peter, para que haga lo propio.  Tampoco es plan de empezar el curso como prefecta perdiendo puntos, ¿no? Así que, al igual que el resto, me dispongo a prestar atención a lo que la directora tenga que decirnos este año.

Cargando editor
08/10/2013, 23:56
Kyle O'Brien

Me encojo de hombros ante las preguntas de Eve. Estoy tan perdido como ella. No tengo ni idea de cuánto tiempo hace que Leo es animago, aunque me da que debe ser bastante. Por un momento, me ofende que no haya confiado en mí lo suficiente como para contármelo, pero está claro que tenía sus motivos. No sé muy bien como funciona, pero seguro que hay leyes o restricciones respecto a la práctica y el dominio de la animagia. 

- Eso creo...me intriga tanto como a tí, la verdad.- En esos momentos, levanto la vista al percibir un movimiento repetitivo en la mesa de Gryffindor. Leo nos saluda efusivamente con la mano. Le devuelvo el saludo al tiempo que doy unos toquecitos en el banco junto a mí, indicándoles que se vengan si quieren pero él se adelanta gesticulando algo que da a entender que esa es precisamente su intención.

Poco a poco, un silencio sepulcral se va adueñando de la sala. Apoyo los dos codos sobre la mesa y reposo la cabeza sobre mis manos abiertas, centrando toda mi atención en la profesora McGonagall, que se dispone a hablar. En un gesto algo infantil, cruzo los dedos de una de mis manos disimuladamente, deseando que por una vez el discurso de la directora sea breve y directo al grano. 

Cargando editor
10/10/2013, 13:24
Minerva McGonagall

Una vez en silencio todo el Gran Comedor, McGonagall se termina de acercar al atril y os mira, siempre estricta pero al mismo tiempo cercana.

- Buenas noches a todos y bienvenidos un año más a Hogwarts vuestra casa durante los próximos meses y lugar de convivencia y enseñanza. Espero que vengais preparados para dar lo mejor de vosotros este año. Este año contamos con nuevas incorporaciones al profesorado. Dejad que os presente al profesor de Transformaciones a partir de este año: Cedric Diggory.-  Cedric se levanta del asiento exhibiendo una cálida y algo seductora sonrisa mientras los alumnos, sobretodo chicas, aplauden a rabiar. Algunas comentan que será un año interesante en Transformaciones. Los chicos las miran algo envidiosos.- Por otro lado, tenemos un nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras. Neville Longbottom que, además, será el jefe de la casa Gryffindor.- algo más torpe y tímido que Diggory, Neville se levanta y recibe los aplausos con la cabeza algo agachada.- En otro ámbito, y como ayudante de la señora Pomfrey, contamos con Albert.-  los aplausos también son fuertes para este atractivo hombre que dedica una sonrisa espléndida a todo el alumnado. Las chicas ya están planeando qué hacer para que les atienda.- No es necesario añadir que la entrada al Bosque está terminantemente prohibida y que a partir de las once todos debéis estar en vuestras salas comunes. Y ahora, antes de que comience el banquete, pasemos a la selección de alumnos.

Los niños de primero entran entonces al lado de Hagrid que les saca como diez cuerpos más. La mayoría están asustados, otros parecen demasiado seguros de sí mismos, como un chico rubio de mirada penetrante y seriedad suprema. Entre estas personas está el hermano de Kaitlin y Deidre que intenta encontrarlas sentadas en sus asientos.

El sombrero Seleccionador es colocado encima del taburete y comienza la selección sin más preámbulos. La hermanita de Duncan pasa a Ravenclaw y el chico esboza una grata sonrisa. Por otro lado anuncian a Robert Bolton y el chico rubio de mirada penetrante y dura sube al frente. Ni siquiera ha hecho falta colocarle el sombrero para que éste lo coloque en Slytherin. Su mirada y la de Zac chocan y ambos sonríen con superioridad. La prima de Peter va a Gryffindor y éste en vez de alegrarse se queja porque tendrá que cuidar de ella. Y, finalmente, llega el momento de Patrick. El asustado y confuso Patrick.

Sube a lo alto y le colocan el sombrero. Durante unos minutos nadie dice nada y el chico mira a ambas mesas. Deidre se ha colocado más erguida y seria, casi fulminando con la mirada a su hermano pequeño y muy atenta. ¿Valdrá realmente la pena su hermano pequeño? Su vista pasa a Kaitlin y repasa a su gemela de arriba a abajo como puede entre la multitud. El silencio continúa. ¿Por qué dudará tanto el Sombrero? Finalmente habla con voz estridente:

- ¡GRYFFINDOR!

Patrick parece muy aliviado y ahora sí que va hacia la mesa de Kaitlin mientras Deidre pone los ojos en blanco y se muestra claramente decepcionada por la basura de hermano que tiene.

Terminada la selección ha llegado el momento de la cena.

- ¡Disfrutad de la cena! Mañana comienzan las clases a las 9.00 de la mañana.

Notas de juego

Podéis hablar y moveros. ^^

Cargando editor
10/10/2013, 21:15
Eve Colleman

Escuché a McGonagall con atención, aunque no había mucho de interés aparte de los nombres de los nuevos profesores. Neville Longbottom era el otro profesor, otro héroe de la batalla de Hogwarts, joven y tímido al parecer. Defensa Contra Llas Artes Oscuras iba a ser su asignatura, lo que parecía poco posible viendo lo torpe que parecía. ¿Qué le habría pasado al anterior profesor? Tendría que preguntar por ahí. Tal vez Aaron lo sabá: siempre parecía saber todo lo relacionado con la burocracia del colegio.

Cuando la hermanita de Duncan fue puesta en Ravenclaw aplaudí con energía y acto seguido tiré de la manga del escocés para acercarle más a mí y así dejar espacio a su hermana a su lado, a cuál le hice un gesto para que se sentase ahí.

No la querrás dejar sola en la primera cena, ¿verdad? - le pregunté bromeando un poco a Duncan - A ver si el niño ese tan mono de su curso se va a acercar demasiado... - añadí señalando a un niño de dorados bucles al que habían puesto también en nuestra casa.

Aplaudí también con fuerza la entrada del hermanito de Kaitlin a Gryffindor, mirando con genuína felicidad a mi mejor amiga. Sabía lo unida que estaba al niño y lo mucho que significaba que hubiese caído en Gryffindor en lugar de en Slytherin, dónde Deirde había sido escogido años atrás. 

Cuando por fin se sirvió la comida no tardé en servirme una gran cantidad de comida pero manteniendo el equilibrio saludable. No era bueno, además, zampar hasta morir antes de dormir. El estómago era un poco delicado durante la noche, no sabía bien porqué (al fin y al cabo no estudiábamos biología en Hogwarts) pero lo sabía por experiencia propia.

Mientras cortaba un poco de pastel de carne recordé lo del león (nuevamente) y levanté la mirada buscando a Leonard. Me di cuenta entonces de que, para variar, no llevaba el uniforme. Fruncí el ceño de manera desaprobadora. Con los años había cambiado la manera en la que requería atención, pero no había resuelto el problema por completo. Le volvería a dar la charla sobre los uniformes de Hogwarts contra los que tanto parecía luchar. No parecía entender que el tema de los uniformes en Hogwarts no era una cuestión de disciplina o control, sino una manera de crear un vínculo entre los alumnos desde el primer momento: independientemente del origen, recursos, educación y edad, todos eramos magos. Suspiré mientras negaba con la cabeza. 

"Esperaré para el discurso, pero lo del león me tiene mucho más intrigada."

Chicos - pregunté a mi alrededor - ¿Alguno sabía lo de Leonard? O desde cuándo... - no quería decir nada más en voz alta, pero Duncan, Laura y Kyle sabrían seguro a qué me refería.

Cargando editor
11/10/2013, 10:58
Leonard O'Connor

Buenas noches, directora McGonagall Susurro, como todos los años, como respuesta. No era un acto de rebeldía, hablar cuando no tocaba, mas bien, todo lo contrario. Desde su punto de vista, era un gesto de educación. Seguro que debía ser un peñazo subirte al atril y que nadie te responda. Si yo estuviera allí, me gustaría que me respondieran.

Al ver a Cedric, recuerdo haberlo visto en el Tren. En el vagón de prefectos, cuando pasamos corriendo detrás de los bichos de Carrie y Eve. Eso explicaría muchas cosas. Sobre todo, cuando McGonagall lo presenta, y su nombre me arranca un largo Ooohhh.... Ahora si lo ubicaba y reconocía, incluso me lleve la mano a la sien, dándome un par de golpecitos con los dedos índice y corazón, como si ese gesto me ayudara a recordar. Cedric Diggory, no solo estuvo allí, si no que sabía que muchos de nosotros estábamos vivos gracias a que el, como el profesor Longbottom, habían luchado y protegido a una manada de niños indefensos años atrás. Aplaudí a Cedric como nuevo profesor de Transformaciones. Era una clase que me gustaba, pero no podía evitar pensar que habría sido de Flitwick. Luego metería las narices. Quien si recibió un aplauso mas efusivo por mi parte, fue Neville. Entre otras, porque me llevaba bien con él, e impartiría mi clase favorita. Me alegraba de que estuviera allí.

Mira que contento parece tu hermano. Le digo a Kaitlin, con un pequeño codazo, y señalando sin disimulo hacia Albert. ...espero que a la hora del té también este en la enfermería. No puedo evitar reír por lo bajo, bromeando, y acabando con un carraspeo, disimulado. Aunque teniendo en cuenta que no tengo planes de pasar por allí... Puede estar tomando el té cuanto plazca, claro... Y es que las conversaciones sobre instrumental médico en casa de los O'Hare era algo que siempre había conseguido perturbarme y ponerme nervioso a partes iguales.

Cuando Hagrid hace acto de presencia con los alumnos de primero, mi mirada repasa los alumnos de primero. Busco sobre todo a quien es mi pequeño cuñado, Patrick. Cuando mira en dirección a Kaitlin, levanto el pulgar para ofrecerle nuestro apoyo, guiñándole el ojo y haciendo algunos aspavientos, llevándome las manos a la cabeza, recordándole nuestra conversación en el tren.

En cuanto la selección comienza, el manojo de nervios soy yo. Por Patrick, principalmente. Aquella no era otra rencilla mas entre Kaitlin y Deirdre, pero esta vez, determinaría la vida de Patrick, y por mi cabeza solo pasaba la idea de que, si Patrick iba a Slytherin, lo pasaría muy mal. Y yo no iba a permitir eso, estaba claro. Cuando es el turno de Patrick, no puedo evitar ponerme en pie, a pesar de que todo el mundo vaya a mirarme. Que el sombrero tarde tanto en decidir nunca era buena señal. Lo había visto más veces... Venga... Si todos lo tenemos claro... Maldito trapo despeluchado, sabes que tienes que...

Cuando escucho que vendrá a nuestra casa, esbozo una enorme sonrisa, indicándole a Patrick que venga corriendo para darle un abrazo y ánimos. Acto seguido, a quien miro es a Deirdre, guiñándole el ojo con una amplia sonrisa, y encogiéndome de hombros. Lo sentimos, perdedora, quien vale, vale y quien no vale, va para Slytherin. Mi sonrisa de superioridad y de quien ha ganado una batalla es más que evidente. Y tras esos segundos de disfrute personal, de satisfacción, me doy la vuelta, en busca de Patrick.

No solo le doy un fuerte abrazo, contento, si no que además, le despeino un poco. Felicidades, campeón. Sabía que acabarías con nosotros. Me alegro un montón... ¡Y luego cumpliré mi promesa! ¿Si? Acabo por sonreír de medio lado, levantando el dedo pulgar en gesto aprobatorio, y me vuelvo hacia Kaitlin.

Princesa, deja a tu hermano con sus compañeros... Que lo disfrute. ¿Vamos a la mesa de Ravenclaw? Siempre les ponen mejor cena que a nosotros. Mentira, la comida siempre era igual, pero era la excusa perfecta -y típica- para ir con sus amigos. Y de paso te piensas el discurso ¿Has pensado en algo?  Pregunto, mirándola de reojo, con un guiño gracioso.

Me acerco junto a Kaitlin hacia la mesa de Ravenclaw, y tras ponerme tras Laura, le pongo las manos en los hombros, mirando a Eve. ¿Desde cuándo qué?  Pregunto, metiendo el hocico en lo que estaban hablando. ¿Nos hacéis sitio? A vosotros os ponen el mejor pastel de carne. Señalo el plato que se está sirviendo Eve, con todo el morro. Posiblemente, porque es lo primero que vi en la mesa. Y estoy hambriento. Añado, con una sonrisa alegre, bromeando.

Cargando editor
11/10/2013, 12:21
Kaitlin O´Hare

Reprimo una carcajada que camuflo en un pequeño carraspeo cuando escucho a Leo, como cada año, responder al saludo de la profesora MacGonagall. Es un gesto que siempre me ha parecido de lo más divertido por su parte, y que siempre consigue arrancarme una sonrisa.

Entonces la directora presenta a los dos nuevos profesores y aplaudo, efusiva. Me sorprende ver allí también a Neville Longbottom. También lo reconozco como uno de los alumnos mayores que durante el ataque más colaboraron en la defensa de los alumnos y del colegio. Me alegro de que ambos estén alli. Y es que, aunque, como en el caso de Cedric, su presencia me trae a la mente recuerdos bastante dolorosos, por otra parte sé que estaremos en buenas manos. Y cuando escucho ese "Ohh" de labios de Leo, asiento, y me acerco a su oido un instante.

-Estuve hablando con Diggory en el tren, luego te cuento... - le susurro en medio del aplauso. Sin embargo, mi sonrisa se congela cuando presenta a la última nueva incorporación. Albert. Mi "queridísimo" hermano Albert. Su presencia allí hacía que me sintiera juzgada, que sintiera que se me estaba evaluando a cada segundo. Y es que Albert es así: recto, inflexible y exigente. Y un maniático de las normas, la puntualidad y el orden. Sin embargo, el comentario de Leo me acaba por arrancar una sonrisa que lo cierto es que agradezco sobremanera.-No sé... si quieres luego le llevamos unas pastas...- le guiño un ojo, riendo, sabedora de que Leo no pisará la enfermería ni loco. Ni yo tampoco, si puedo evitarlo, aunque por diferentes razones.

Entonces aparecen los de primero y, de inmediato me giro hacia la fila, sintiendo cómo el corazón me da un vuelco cuando veo a Patrick, a mi hermano pequeño, mi ojito derecho. Sé lo que ha sufrido estos últimos días con la presión de la elección y, sobre todo, por culpa de Deirdre. Así que, cuando pasa por nuestro lado, alzo un pulgar y le sonrio, en un claro gesto de apoyo.

No obstante, yo misma estoy hecha un manojo de nervios cuando el pequeño de los O´Hare acaba por sentarse en el banquillo. Esperaba una elección rápida y clara. Patrick es un Gryffindor, eso lo saben hasta los hipogrifos, así que no entiendo por qué el Sombrero Seleccionador tarda tanto con él. Me llevo una mano a la boca, mordiendome irremediablemente las uñas en un gesto de nerviosismo que termina en el mismo momento en el que el sombrero pronuncia la palabra mágica: Gryffindor.  Dejo escapar la respiración que he contenido hasta ese momento y aplaudo efusiva, con una sonrisa radiante, recibiendo a Patrick con los brazos abiertos y un enorme beso cuando se dirige a nuestra mesa. Estoy feliz. Muy feliz. Y, mientras lo abrazo, no puedo evitar que mi mirada se desvíe hacia Deirdre. No es una mirada de desafío, ni mucho menos. Es una mirada de "Te lo dije". Y de profundo alivio. No habría soportado que hubiera acabado siendo como ella. Con una Deirdre en la familila ya tenemos bastante.- Así se hace, Patrick... Estoy orgullosa de ti. - le digo, despeinándole el pelo.

Sin embargo, en cuanto Leo me sugiere ir con el resto de nuestros amigos, a la mesa de Ravenclaw, asiento, y me despido de Patrick con un beso, deseándole suerte con sus nuevos amigos. Y allí voy yo junto a él, con mi túnica de prefecta y aquella cadenita de plata con dos anillos colgando por fuera de ella. Claro que lo he hecho adrede: el regalo de Leo me ha gustado tanto, que no dudo a la hora de lucirlo, orgullosa. Y vamos camino de la mesa de Ravenclaw, cuando Leo me recuerda lo del discurso: Oh... el discurso... Pffff... Pues... la verdad es que... - niego, y el nerviosismo se desata en mi de repente. No, no habia pensado en nada de qué hablar, y acabo de reparar en ello- Pues no tengo ni idea, Leo... Bueno.. ya.. ya improvisaré, no pasa nada... -digo, aunque esa frase de autoconvencimiento va más para mi que para él.

Llegamos entonces junto al resto y Leo se coloca tras Laura, sonrío, colocandome junto a él, colocando en mi caso la mano en el hombro de Kyle, dedicándole un ligero apretón- Eso digo yo... ¿Ya no queréis cuentas con nosotros o qué? -Y acabo mi gesto con una enorme sonrisa, mirándolos alternativamente- A ver si es verdad eso que dice Leo de que en Gryffindor nos timan con la comida... - digo, siguiendo la broma, deseando sentarme tranquilamente un rato con mis amigos.

 

 

Cargando editor
11/10/2013, 19:32
Duncan Mckenzie

Duncan se deja llevar por Eve, apartándose un poco para hacerle hueco a su hermana. Se le nota más que orgulloso por la selección del sombrero y come felz.

- ¿Lo de Leo? Ni idea. Pero más quisiera yo saber también. ¡Tiene que ser increíble!

Laura:- Ya lo creo. Por cierto chicos, he pensado convocar los entrenamientos de selección de quidditch para la semana que viene. Se nos han quedado un par de plazas libres y quiero llenarlas cuanto antes. Eve, ¿podría poner el aviso en el tablón de la sala común?

- Descansar un poco, mujer. ¡Y disfruta de la comida!

Es entonces cuando llegan Leo y Kaitlin. Laura os hace hueco a su lado.

Duncan:- ¡Mirad a quién tenemos aquí! Alucinante, Leo. Alucinante. ¿Podrías enseñarme?

Cargando editor
11/10/2013, 20:42
Carrie Lewis
Sólo para el director
- Tiradas (1)
Cargando editor
12/10/2013, 09:50
Eve Colleman

"Increíble... sí, sin duda." - había leído el (corto) libro de animagos hacía un par de años y ser animago era sin duda una excepción. Posiblemente había habido magos tiempo atrás que no se habían registrado, pero aún así la lista era muy corta: tres magos antes del registro, la profesora McGonagall, una bruja que se convertía en gato negro, Rita Skeeter (que había sido ilegal hasta que se enteraron) y 3 otros magos que Harry Potter había incluído, pero ya fallecidos (su padre, su padrino y un mortífago). Ahí se acababa la cosa y ahora resultaba que Leo era animago. 

La pregunta de Laura me sacó de mis cavilaciones y asentí con (tal vez) demasiada efusividad.

- Claro, claro. Sin problemas, haré espacio especial. - acabé contestándole.

Dejé la comida a un lado cuándo Leo y Kaitlin aparecieron (educación frente a todo, claro), y sonreía nte la broma, siguiéndoles el rollo.

- Por supuesto que tenemos la mejor comida, nuestra casa se merece eso y más. Tenemos un trato con lso elfos para que os pongan las sobras a vosotros, por eso de reducir costes.

Escuché con atención la pregunta de Duncan y me uní al coro. 

Eso, ya estás dándonos más detalles si no quieres un interrogatorio con tortura...

Cargando editor
12/10/2013, 14:07
Oliver Carrow

Me tomo mi tiempo para volver mi atención hacia la señora McGonagall, terminando de repasar detenidamente todo lo que está ocurriendo en estos momentos en el Gran Comedor. Las cosas no han cambiado nada, pero no me sorprende. Tampoco esperaba grandes sorpresas para el inicio de curso. Cuando presenta a los nuevos profesores giro mi cabeza hacia Deirdre y giro los ojos en un movimiento prácticamente imperceptible.

- Instruídos por los héroes de la guerra.... qué honor - hago el comentario sin mucho entusiasmo. Aun así, mi atención permanece en ellos durante prácticamente toda la selección. No me interesan los nuevos, al menos no por el momento. Pero entonces es el turno de Patrick. Y, por supuesto, no es seleccionado para Slytherin. Busco la mirada de mi novia y asiento ligeramente con la cabeza. No necesita más para saber lo que pienso al respecto.

- Sin mucha novedad, después de todo. O al menos, nada que me sorprenda - sentencio. No saco a relucir el tema de Patrick pero mis ojos van directos hacia Carrie. Dudo que ella haga lo mismo.