Partida Rol por web

Me alegré de que Laura considerase mi sugerencia. Laura me agradece su ayuda y me aconseja ir a la ducha. Me miro de arriba a abajo. Tiene razón. Estoy sudando la gota gorda. Estoy a punto de seguirla hacia los vestuarios pero al ver a Ian y Rose todavía sobre las escobas, agotados, cambio de opinión. 

- Gracias. Pero antes me gustaría dar la enhorabuena a nuestras nuevas incorporaciones. Ve tú, luego nos vemos. 

Me alejo volando primero hacia Ian, a quien le pongo mi mano levantada frente a la cara, esperando el choque de las suyas.

- Buen trabajo Ian. Se nota que las horas de entrenamiento han dado su fruto. 

Sigo un poco más adelante, hasta llegar a Rose. Me paro delante de ella y le dedico una amplia y sincera sonrisa. 

- ¿Dónde has aprendido a hacer esas paradas? Lástima que al final no haya sido suficiente. - Colocándole una mano sobre el hombro añado.- He apostado por ti como bateadora. Sé que podrás hacerlo. No me falles.- Le guiño un ojo y empujo el mango de mi escoba para descender hacia la última y más importante incorporación: Eve. 

Conforme me acerco, empiezo a percibir señales: el nerviosismo de Duncan, el ligero sonroje de Eve... que me indican que ese no es un buen momento para interrumpir lo que sea que está sucediendo que, por el comentario anterior de Duncan en las alturas, tengo una idea bastante aproximada de qué puede ser. Aprovecho un pequeño instante de silencio en su conversación para acercarme a Eve y darle un par de palmaditas en la espalda. 

- Bien hecho Eve. El puesto es tuyo. Nos vemos en la comida. - Y sin decir más me alej

o, mirando momentáneamente a Duncan con los pulgares alzados en su dirección como señal de ánimo. Y ahora a la ducha.- pienso, detectando por primera vez desde que comenzó la prueba el tenue olor salubre procedente de mis sobacos. 

Hola Princesa. Le saludó, poniéndose en pie para devolverle el beso, comenzando a caminar. Agradeció salir de allí, alejarse de la enfermería. Incluso tuvo que volver la vista, comprobando que se alejaban de allí, cuando se marcharon. Sintió cierto escalofrió poco agradable al volver la vista.

Pasó la mano por la cabeza del chaval, manteniendo el silencio durante unos segundos. El castigo. El castigo... Como cualquier otro. Creo que los echaba de menos, tanto tiempo libre, me aburría. Ya sabes... Las viejas costumbres nunca se pierden. Le explicó a Kait, sobre su castigo. No hizo mención de nada de lo encontrado allí.

Centró su atención en Patrick, cuando comenzó su relato. ¿En serio? Eso es impresionante, hiciste muy bien. Espero que a esas serpientes les quedara claro el mensaje. Si vuelven a molestarte, dímelo ¿Vale? Ha sido genial, se nota que eres un león de cabo a trabo.

Hizo una pausa, parándose en una de las intersecciones de los pasillos. ¿Alguno tiene hora? ¿No deberíamos ir a la biblioteca? Le preguntó a Kaitlin, ante la marcha de Oliver, desconociendo que había pasado en el transcurso de aquellas horas.

-Ha sido un valiente. Y Albert dice que no ha sido nada. -dije, con una sonrisa, acabando por agacharme frente a mi hermano, despues de que le contara a Leo lo sucedido y tras el aviso del Leo sobre la biblioteca- Patrick... ¿Quieres ir ya con tus amigos a contarles lo que ha pasado o prefieres quedarte? - pregunte, sin querer hablar del tema delante del crio. Y rei, ante el comentario de Peter, negando- No seas celosillo, que me alegro de verte a ti tambien... Aunque no me creo yo eso de que lo estuvieras protegiendo de las de cuarto, ¿eh? Como si no os conociera yo ya a los dos... - rei, agitando una mano en el aire, sin darle importancia al hecho.

Hice un gesto a Leo, dandole a entender que ya le explicaria despues, cuando estuvieramos a solas y mire a Peter, con aire complice- ¿Te importa llevar a Patrick al comedor? Nosotros vamos enseguida... Tenemos que hablar de... con que escoba sorprenderte y vamos a buscar modelos en la biblioteca...

Y rei, aunque tras mi risa se ocultaba una de esas miradas de "sigueme el rollo".  Y me agarre a Leo, con aire resuelto, de mucho mejor humor ahora, esperando que nos dejaran a solas.

Peter entrecerró los ojos y después les señaló con un acusador dedo:

- Os veo. Andais tramando algo.

Se llevó dos dedos a los ojos y después los dirigió a la pareja antes de sujetar a Patrick por los hombros.

- Anda, vámonos, Patrick. ¿No tienes hambre?

Y ambos se marcharon, quedando solos Leonard, Kaitlin, Bikkel y el camaleón de la pelirroja.

¿Cómo que no te lo crees? Alzó una de las cejas, sorprendido ante las palabras de Kaitlin. Bueno, la próxima vez que un escuadrón de niñas de tercero en adelante venga a por mí, no me resistiré, alla tú. Acabó por sacarle la lengua, con una media sonrisa.

Levantó las manos cuando Peter les dijo que los veía. Me has pillado. Estamos buscando la manera de que puedas casarte con Carrie. Bromeó, en una media verdad, la especialidad de Leonard. Si anulaban el compromiso entre Carrie y Oliver, le dejaría vía libre a una hipotética e imposible relación entre la Slytherin y el Gryffindor. Así que no le mintió, pero tampoco le dijo nada. Así que tira para el Gran Comedor, anda, ahora nos vemos. Le dijo, con una media sonrisa, dándole una palmada en el hombro. Hasta ahora, Patrick. Recuerda... ¡El mejor! Le dijo, animándolo, cerrando la mano en un puño, mirándolo con una media sonrisa, seguro.

Solo cuando marcharon, Leo miró a Kait. Me teníais preocupado. ¿Cómo ha ido? ¿Estás segura que está bien? Señalo hacia el pasillo, sin decir nada, refiriéndose a Patrick. Y por cierto... ¿Oliver le estaba dando la mano a Deirdre? ¿No se lo ha dicho?

-Entonces tendre que sacar mi varita y comenzar a lanzar imperdonables. Alla tú. - respondi, con una sonrisa de oreja a oreja, mirando a Leo, con una mueca burlona. Alce luego la mirada hacia Peter, sonriendole, con un gesto de eterno agradecimiento, que acompañe de una media sonrisa- Te puedes comer mi postre, va... por majo. - le dije, a cambio de aquella "mentirijilla piadosa" que acababa de contarle. Obviamente, no era algo que se pudiera contar asi como asi, y mucho menos delante de Patrick.

Y, en cuanto me quedé a solas con Leo, me abracé a el, con una expresion de absoluto alivio, dejando escapar toda la tension que habia acumulado hasta aquel momento- Uff... Menos mal que no ha sido nada, Leo... Cuando he llegado al lago, lo tenian rodeado entre cuatro y uno de ellos estaba a punto de lanzarle un conjuro. Menos mal que Deir y yo llegamos a tiempo... - le dije, esta vez sustituyendo el orgullo anterior por una inmensa preocupacion- Deir casi se los carga... No sé que les habran hecho, pero le pedi a Oliver que los llevaran con Slughorn mientras nosotras ibamos a la enfermeria- lo que era una señal inequivoca de que Deirde, aunque pareciera mentira, se habia comportado como un ser humano- Te juro que cuando lo he visto en el suelo, entre mis brazos, he visto a mi padre, Leo... Y casi me muero de la angustia de pensar que podia pasarle algo.. - en realidad, no tenia muy claro si estaba dejando escapar ideas inconexas o no. Lo unico que queria era vaciarme, soltar todo aquello que llevaba dentro y que acababa de sentir. Y Leo era la unica persona a la que le confesaria algo asi.

Cogi aire, separandome de lo justo para mirarlo a la cara, con los ojos ligeramente brillosos, pero sin intencion de llorar. Y negué entonces, ante su pregunta- No, Oliver aun no ha hablado con Deirdre... Ella esta tan feliz... Y él está... Bueno.. No esta bien Leo, por mucho que quiera aparentar que si. Antes estuvimos hablando y... tenemos que ayudarle. Él está demasiado enfrascado en ese mundo elitista suyo y en lo que debe y no debe hacer como para darse cuenta de que se están condenando de por vida...

Y miré a Leo, con una expresion que lo decia todo, frunciendo ligeramente los labios, entre preocupada y agobiada.

Me quedé completamente muda. Necesitaba que alguien me pellizcase para demostrarme a mí misma que eso era real. En cambio lo que pasaba era que Ducan me agarraba de la mano con fuerza. Notaba una especie de electricidad recorriendo mi cuero de arriba a abajo y rezaba porque Duncan no lo notase. 

"Oh no, no puede ser, no..."

¡Me estaba pidiendo ir al baile con él! ¡Eso era imposible! O creía que lo era, pero ahí estaba. Estaba segura de que mi expresión de incredulidad era parecida a la que había puesto cuándo Nixie me pidió lo mismo, pues no me había esperado ninguna de las dos proposiciones. Por supuesto ésta la había soñado, pero no la esperaba. Son conceptos distintos.

No llegué a escuchar la frase de Kyle, y si lo hice, mi mente la apartó porque tenía algo mucho más impactante en lo que trabajar. Tenía que decir algo antes de que Duncan, y cualquiera con un par de ojos, pensase que me había lobotomizado o algo por el estilo.

- Sí. - conseguí decir con un tono que rogué porque no hubiese sido tal. Era una mezcla de la emoción de la mañana de navidad al ver un regalo cuándo eras pequeño (aunque en mi caso había oído eso mucho pero no lo había experimentado mucho) y la desesperación de agarrarte a algo que está a punto de romperse. Y para acabarlo de redondear, sonreía como una imbécil. Tuve que agitar un poco la cabeza para despejarme y poder hablar con más normalidad, aunque le nerviosismo seguía siendo palpable - Sí quiero. Osea, el baile. Contigo. Vayamos juntos. 

"Gran actuación Eve, ahora todo el mundo pensará que eres retrasada... cómo poco."

- No me esperaba esa pregunta. - le dije con sinceridad. Recordaba haberle dicho a Nixie algo parecido esa misma mañana, pero el tono era el opuesto. Cuándo a ella se lo había dicho había pena con la confusión, ya que no quería hacerle daño. Ahora, junto a la confusión, había una felicidad que sólo un adolescente enamorado que no tiene ni idea de lo jodido que es el amor tiene. Pero eso me daba igual. ¡Iba a ir con Duncan al baile!

Duncan sonrió bastante aliviado y más relajado y se rió ante el comentario de que no se esperaba aquella pregunta.

- Resulta que yo también soy impredecible entonces.- volvió a reír y entonces sonó la hora de la comida. Entre la selección y la espera para ver quienes se quedaban con el puesto la mañana había pasado volando.  Solo entonces Duncan dejó libre la mano de Eve.- Será mejor que me vaya a cambiar antes de ir a comer. Nos vemos en el Gran Comedor.

Continuaba sonriendo, quizás de forma inconsciente, pero el caso es que hasta cuando le dio la espalda a Eve seguía con la misma expresión de felicidad.
 

Entre charlas, selecciones de quidditch, peleas y demás, llegó la hora de la comida en pleno domingo. La gente se reunía nuevamente comentando cosas sobre la fiesta, algo que sin duda resultaba ser el tema principal del día. La mayoría ya tenía pareja e intercambiaban ideas para los disfraces, otros, como Will, ponían mala cara ante la perspectiva de que nadie de su curso querría ir con él al baile.

Oliver, con una buena marca de dedos en la mejilla, apareció, sentándose al lado de Jack que le había reservado la comida a su lado, Deirdre entró a continuación, seria pero caminando de forma altiva y segura, tal y como acostumbraba. Pasó de largo el saludar a Oliver y se sentó frente a Carrie y Jackie que habían llegado juntas y charlaban de cosas triviales.

Duncan, Kyle y Laura llegaron al mismo tiempo, recién cambiados y duchados. La noticia de que Eve Colleman se había hecho con el puesto de cazadora en el equipo no pasó desapercibida para los demás estudiantes del colegio. De igual modo que la otra noticia que la afectaba directamente. ¡Duncan McKenzie iría al baile con ella! De hecho, Duncan se sentó con ella en vez de con sus amigos de séptimo.

En la mesa de Gryffindor, Katherine disfrutaba de una lectura aparentemente interesante, sumida tanto en ella como en la comida, sin levantar la cabeza para nada. Liliana charlaba con sus amigas medio en secretos, pero con las miradas furtivas que les eschaban a Kyle, se notaba a leguas que hablaban de él. Por tal motivo Laura suspiró y puso los ojos en blanco.

Peter y Patrick charlaban y hacían bromas colocándose las patatas fritas en la nariz e imitando a una foca morsa, Leonard y Kaitlin aparecieron juntos, tal y como acostumbraban. Muchos les saludaban pero nadie se molestaba en invitar a ninguno de los dos a la fiesta. Aaron llegó de los últimos y se sentó solo en el extremo más próximo a la puerta de salida, partió un trozo de pan y comenzó a comerlo. Zac y Nixie llegaron juntos y juntos se sentaron, charlando.

Bonnie, por su parte, bromeaba y comía con sus compañeros de casa.

Se respiraba un ambiente de excitación máxima en la sala y el buen rollo predominaba para la mayoría que incluso planeaban qué podían hacer a la tarde.

No habían pasado ni diez minutos desde que había llegado al Gran Comedor y mi plato estaba prácticamente vacío. Tenía hambre y poca ganas de conversación. Por suerte, Jack había respetado mis más que visibles deseos. Cosa que no habían hecho los ruidosos y molestos alumnos que constantemente entraban en el Gran Comedor, haciéndonos a todos partícipes de su estúpida ilusión por el baile.

Dejé que mi mente divagara y maldiciera un poco más, hasta que Deidre pasó junto a mi. Por supuesto, sin decirme nada. Aunque no esperaba otra actitud por su parte, verla sentarse junto a Carrie me molestaba mucho más de lo que estaba dispuesto a admitir.

- No hay nada como soltar la mano para amansar a la fiera... - el comentario me instintivo y lo suficientemente alto como para que todos los que estuviesen a mi lado lo escucharan. Estaba resentido con Carrie, con Deidre y con mi familia, pero sobre todo lo estaba conmigo mismo.

Carrie, tardía para llegar a clases pero siempre pronta a la hora de personarse en el Gran Comedor, estaba degustando con lentitud una crema junto a Jackie. Parecía visiblemente más tranquila que por la mañana aunque la forma en la que cuadró los hombros cuando Oliver pasó por su lado daba a entender que no estaba del todo superado.

Se inclinó con discreción hacia Jackie para susurrarle algo al oído que las hizo reírse a ambas justo en el momento en el que el chico dejó caer su comentario envenenado. Lo ignoró felizmente antes de mirar a su amiga pelirroja, que acababa de sentarse ante ella y decir con voz clara y maliciosa.

- Ah Deirdre, contigo quería yo hablar. ¿Ya te ha contado esa joyita que tienes por novio a qué se debía nuestro desacuerdo, por decirlo finamente, de esta mañana? Apuesto a que sí, ¿eh? Seguro que debes estar dando palmas por haberte librado por fin de él.

- Cuando puedas, dile a Jack que le diga a Carrow que tenemos que hablar. En el invernadero número 3 después de comer. Toda precaución es poca - susurró para explicar por qué no le daba el mensaje ella misma y recurría por contra a ese método infantil de pasar la información -. Y ahora vamos a reírnos Jackie.

- Sí, Carrie. Ya me he enterado de tu gran desgracia.- comentó en tono lo suficientemente alto como para demostrar que le importaba poco que la escuchasen.- Me pregunto quién podría estar al suficiente nivel para acompañarme al baile...

Lo dejó caer así, mientras la mayoría de los chicos de quinto, sexto y séptimo interrumpían sus conversaciones para mirar directamente a Deirdre.

Mientras, Jackie depositaba un beso en la mejilla del callado Jack y regresaba a su conversación con Carrie.

Jackie:- A todo esto, Carrie. Alguien ha debido de caer de nuevo tu bote de champú. Otra vez huele toda la habitación a frutas. No es que me queje, la verdad es que tu champú huele muy bien, pero...- Jackie paró su explicación al escuchar la tos de Deirdre que se acababa de atragantar de forma violenta y no paraba de toser.- ¿Estás bien, Deirdre?

Deirdre continuó tosiendo unos segundos más antes de levantar la mano y con voz ronca decir un "no te preocupes" y empezó a beber del tirón el zumo de calabaza.

Jackie:- Está bien. Pues como te decía, Carrie. Que deberías taparlo bien, es un desperdicio.

Jack se inclinó levemente hacia Oliver y le susurró de manera prácticamente imperceptible:

- Dice Jackie que Carrie quiere verte después de comer en el Invernadero número 3.

Entrecerré os ojos molesto al escuchar el ofrecimiento de Deidre a encontrar una pareja, aunque no hice ningún comentario. Eso sí, ninguno de los presentes se libró de mi gélida mirada. Después de aquello, se pensarían dos veces acercarse a ella y pedirle ser su acompañante.

El repentino ataque de tos de Deidre hizo que por un momento me olvidara de lo que había ocurrido entre nosotros. Estaba a punto de preguntarle a mi ya exnovia si se encontraba bien cuando Jack se inclinó hacia mí y me dijo algo al oído. Asentí y apuré el resto de mi plato. Me levanté sin decir palabra y le puse una mano sobre el hombro. Suficiente para que Jack entendiera lo que le quería decir. Tras eso, eché a andar hacia la mesa de Gryffindor, más concretamente en dirección a Katherine Lestrange.

Finalmente, Kaitlin y Leo acabaron por entrar en el Gran Comedor. Quien sabía de que estarían hablando, pero Leo se encogió de hombros nada más entrar.  Historia Verdadera. Tal y como te lo cuento. Sentenció, asintiendo con la cabeza, como si hubiera acabado de explicar alguna verdad universal, difícil de creer.

Comenzó a caminar junto a Kaitlin hacia la mesa de Gryffindor, mientras iba parándose, cada pocos pasos, para saludar a alguien. Una retaría de "Hola" "Buenas Tardes" "¿Qué tal, tío?" "¿Como lo llevas?" o "Eeeeyyy" acompañado de saludos con la mano, sonrisas o algún que otro guiño gracioso.

Cuando llegó a la mesa, saludo a los presentes ¡Hola! ¡Que aproveche! Les dijo, saludándolos con una amplia sonrisa. No tomó asiento, cuando escuchó a uno de sus compañeros la noticia sobre Eve. Le sorprendió, y miro a Kaitlin. Se nos está haciendo mayor... Bromeó, y pensó que se lo guardaría para decírselo después a ella. Deberíamos ir a felicitarla, preguntarles como fue el entrenamiento, y devolver a Bikkels. Comentó a Kaitlin, mirando hacia la mesa de Ravenclaw. Y también deberíamos... Cortó allí la frase, viendo por encima del hombro de Kaitlin, a Oliver acercarse.

No tardó en discernir que Oliver no parecía muy contento, y que se dirigía hacia Katherine. Pues... ahora sí que se lo ha dicho, fijo. Susurró a Kaitlin. Los había molestado una vez, no habría una segunda. Aunque tenía una broma genial para Oliver... Se la tendría que guardar para después.

Salió al encuentro de Oliver, dándole una palmada en la espalda, a modo de saludo. Cuando puedas, hablamos ¿Vale? Es lo único que dijo, dándole un par de golpecitos, a media espalda, a modo de saludo, y espero a Kaitlin para marchar hacia la mesa de Ravenclaw.

Los ojos de Carrie se entrecerraron con incomprensión al no entender las palabras de su amiga, aunque no necesitó penar mucho en ello para deducir que la noticia no le había sentado bien en absoluto. Interesante... No sabía si aquello era un inconveniente o una ventaja, pero lo descubriría.

- ¿Mi champú, dices? - preguntó distraída mientras su atención se centraba nuevamente en los presentes -. Que raro... bueno, ya le pediré más a mi padre - acabó por encogerse de hombros con indiferencia mientras seguía comiendo con calma -. ¿Estás bien, Deirdre?

¿El champú? La mente de Carrie trabajaba a toda velocidad mientras se esforzaba en mantener la fachada de indiferencia. ¿Tal vez alguien había descubierto su broma a O'Zebra? Pero, ¿cómo? ¿Cómo habían sabido que era ella? Intercambió una mirada penetrante a Deirdre, una de las tres personas enteradas de su broma, junto con Zac y ella misma. Sin duda ellos también tendrían curiosidad sobre ese incidente.

-Nooooo. Venga ya. - dije, negando, entre risas, a lo que acababa de contarme Leo. Me acerque con el a la mesa de Gryffindor, aun estupefacta por lo que acababa de contarme- Entonces ese disfraz ni de coña. Descartado. - dije, mientras alzaba la mano para saludar al resto de compañeros de casa. Me acerque un instante a mi hermano, pasandole una mano por el pelo, cariñosa, y despues me uni a los demas.

Sonrei, contenta, al escuchar las noticias sobre Eve, aunque eso me trajo a la cabeza dos cosas que llevaban atormentandome media tarde: que tenia que devolverle a Bikkel, tal y como me recordó Leo, y que no habia podido ir a sus pruebas de Quidditch a animarla, tal y como le prometi.

Asenti entonces, torciendo el gesto, con un pequeño suspiro- Si, vamos a verla... Le debo una disculpa.. Con lo de Patrick no me ha dado tiempo a ir a verla... - le dije a Leo, con cierto aire de culpabilidad.

Y, por si fuera poco, ver a Oliver no ayudo, igual que tampoco lo hizo ver la expresion que traia. Si, ya habia hablado con Deirdre. Mi mirada se poso instintivamente en mi hermana, en un enorme gesto instintivo de proteccion. Si hubiera sido otra persona me habria acercado a preguntarle cómo estaba, pero siendo Deirdre sabia que habria sido en vano. Al menos alli.

Apreté el antebrazo de Oliver en un gesto cariñoso y me acerqué a su odio durante un solo segundo, lo que necesite para susurrarle algo al oido.

Despues continue con Leo en direccion a la mesa de Ravenclaw dispuesta a darle a la campeona su merecido homenaje.

Despues de comer en la biblioteca.