Partida Rol por web

- Bien. No esperaba menos de ti, sobrino.- Se apartó de la mesa, dedicó una mirada a los cuadros que observaban en silencio la situación y se sentó nuevamente con gesto cansado en el sillón de directora.- Mantenme informada de los movimientos, pero con la mayor sutileza posible. No queremos llamar la atención. Puedes irte, Leonard.

Empezó a escribir un pergamino pero se paró y miró nuevamente al chico:

- Si me permites decirlo, eres digno hijo de tu padre y de tu madre. Estarían orgullosos de ti.

Después de un mes, la palabra sobrino en los labios de McGonagall aun le parecía extraño, aunque agradable. Aun así, escucharla y saber que se refería a él, le reconfortaba. Gracias. Agradeció con una diminuta sonrisa, mientras se ponía en pie. Sintió el cansancio en las rodillas, y como le pesaban los hombros, aun cansado del día anterior.

Durante la conversación, sobretodo el tramo en solitario, se había permitido el lujo de olvidar su estado físico y concentrarse únicamente en sus metas y objetivos, y ahora le pasaba factura. Escuchó a McGonagall mientras seguía hablando, mientras movía el hombro para acostumbrarse y acabar de desentumecer los músculos.

Lo haré. Pensaré la manera de mantenerle informada sin que nadie se dé cuenta. No dijo nada sobre la discreción, tenía en mente como procedería, y eso incluía a los demás. Asintió con la cabeza, a modo de saludo, cuando le dio permiso para marcharse. Hasta luego, tía.

Se dio la vuelta, caminando hacia las escaleras cuando escuchó el epílogo de la conversación. Lo detuvo en seco, girándose hacia Minerva en silencio, mirándola. Es... Hizo una pausa. Gracias. Acabó por decir, con un tono que reflejaba que aquel agradecimiento, había salido de lo más profundo de su ser. Es una de las mejores cosas que alguien como yo puede escuchar. Agradeció, con una sonrisa, mezcla de orgullo, mezcla de melancolía. "Nunca os olvidaré" Se repitió mentalmente, antes de darse la vuelta, y bajar las escaleras.

Estaba preocupado, pensativo e inquieto. No podía dejarme ver así ante los demás, sobretodo en aquel momento que nos encontrábamos ante una situación tan delicada. A medio camino en las escaleras, hizo una pausa, cogiendo aire, frunciendo el ceño durante unos segundos para seguidamente, cerrar los ojos. Lanzo un largo suspiro, y abrió los ojos, mostrando una media sonrisa.

El Leo de siempre, un poco más serio.

Apenas habían pasado un par de minutos cuando Leo también apareció, reuniéndose con sus amigos, que les esperaban intrigados. Kaitlin, Eve, Duncan y Kyle habían comenzado una conversación.

Asiento con una pícara sonrisa cuando Kaitlin nos advierte de que no hagamos nada raro. 

- Sí, mamá.- respondo, mientras lanzo una mirada de reojo a Duncan. No sé él pero yo no pienso quedarme de brazos cruzados. Raro o no raro, algo hay que hacer. 

Abro la boca para responder a su pregunta, acompañándome de un gesto de la mano que le resta importancia al asunto, aunque en realidad se trata de algo muy serio. 

- Na...tan sólo hipotetizábamos sobre los autores del "ataque", la posible implicación de un alumno...supongo que vosotros habréis sacado algo más en claro.- poso mis ojos en los de Kait, y seguidamente en los de Eve, buscando una confirmación.- Porque nosotros lo único que tenemos de momento es el presentimiento de Duncan. Aunque parece que de momento nunca le falla- concluyo con una triste sonrisa. Ojalá está vez esté equivocado. 

Tras ese último pensamiento vuelvo la vista hacia el lugar por donde aparece Leo. 

- Hey, tío. ¿Todo bien? -pregunto, intentando adivinar su estado de ánimo por la expresión de su cara.- ¿de qué quería hablarte McGonagall?

No le costó demasiado sumar dos más dos y deducir que aquella misteriosa mujer no era otra que su madre, aunque no dejaba de ser un descubrimiento sorprendente.

- Mi madre - le aclaró a su amiga que la miraba de hito en hito. Supuso que su padre le había sugerido que le llevara una muda de ropa limpia aunque era curioso que ella hubiera accedido, más teniendo en cuenta que se trataba de Carrie. Saber que había estado allí le desagradaba de una forma extraña, molesta por la idea de que aquella mujer le fuera a ver cuando estaba en ese estado.

Deirdre se sorprendió mucho. No había conocido a los padres de Carrie en todos aquellos seis años y ella nunca hablaba sobre su madre. Y ahora más o menos comprendía por qué. Y ahora lamentaba haber descrito a aquella mujer como "amargada" y "triste". ¿Se habría enfadado Carrie con ella por haber llamado eso a su madre?

A veces debería pensar antes de hablar...

- Ah...- fue lo único que fue capaz de decir en aquel momento.- Yo... bueno... no pretendía describirla como... probablemente estuviera preocupada, ¿no?

Otra vez. Parezco tonta. Mamá se habría quedado conmigo y no se habría movido.

Al principio no entendió la reacción nerviosa de Deirdre aunque sus titubeos le sonaron demasiado a disculpa como para permanecer en la inopia durante mucho más tiempo. ¿Era por haber dicho algo malo de su madre?

- Es una amargada, probablemente la obligaron a venir - dijo con aparente calma a la par que cogía un trozo de manzana y lo degustaba con lentitud. En realidad, aunque nada de aquello le importada, la conversación la incomodaba un tanto, pues no se sentía a gusto hablando de su madre.

Alcé una ceja, ante la "teoría conspiratoria" de Kyle y Duncan. No porque no pensara que habria alguna, sino porque la verdad era que no tenía muy claro quien podría ser el principal sospechoso de ambos.

-Nosotros no sabemos mucho más... A Leo se le ha ocurrido que podriamos ir a las cocinas a preguntar a Miah... Si alguien intento sabotear la bebida, es posible que los elfos lo vieran... - les dije, haciéndolos participes de la buena idea de Leo. Después torci el gesto, encogiendome de hombros -A mi también me cuesta pensar que un alumno sea capaz de hacer algo asi. De las trastadas de principios de curso vale, pero... ¿De intentar matar a todo el colegio? Me parece exagerado... -miré entonces a Duncan, con curiosidad, deseando saber a quién tenía en mente- ¿Quién crees que puede ser entonces? Porque después de lo de Carrie, creo que los Slytherin estan descartados.. ¿No?

Fue entonces cuando oi la gárgola moverse a mis espaldas y vi a Leo. Una sonrisa se ilumino en mi rostro y fui rápidamente a su encuentro, dejandole un beso en los labios y agarrándome a su brazo, con un gesto cariñoso y preocupado- Cariño... ¿que quería McGonagall? ¿Va todo bien?

Despues de la ultima charla con ella, una ya se preparaba para lo peor.

Leo se paró a medio trayecto de bajar las escaleras, y tras esa pausa que duró no más de un par de segundos, siguió su descenso hasta encontrarse con los demás. Nada más llegar abajo, le sorprendió la presencia de Duncan y Kyle allí, como si estuvieran esperándolos, y alzó ambas cejas con gesto de sorpresa. No lo esperaba, y miró a su alrededor, mientras Kaitlin se acercaba a él, y le besó. 

Leo le devolvió el beso, guiñándole el ojo y sonriéndole. Le ofreció el brazo para que se agarrara de él, volviendo con los demás. Ey, tíos ¿Qué tal? Preguntó, mirándolos. ¿Salimos fuera? Necesito que me dé el aire. No me miréis con esa cara, va todo bien, no os preocupéis. Intentó calmarlos cuando le preguntaron si todo iba bien.

Tenemos que hablar de muchas cosas. Acabó por decir, forzando una sonrisa, mientras rebuscaba en los bolsillos las gafas de sol.

Justo cuando Deirdre iba a contestar la puerta, que estaba entreabierta, terminó por abrirse y la voz del padre de Carrie llegó hasta ellas con la misma calma pasiva de siempre:

- Veo que ya has despertado. Una fiesta muy animada, por lo que veo.

Deirdre se giró para observar al hombre que entró en la sala con caminar elegante, muy parecido al de su hija. El hombre, sin apartar la mirada de su hija se dirigió a Deirdre:

- Déjanos a solas.

Al momento la pelirroja no dudó en levantarse y marcharse, sin emitir ninguna queja. Sabía que el rango de aquel hombre era mayor que el de ella con diferencia.

Una vez se quedaron a solas, David volvió a hablar:

- Si es una estrategia para que valore más tu vida y me piense lo de casarte... no te ha servido, Carrie.

Algo en la apariencia de su padre le hizo pensar que el hombre estaba molesto por su estancia en el hospital o tal vez por el motivo que la había llevado hasta allí. Su mirada siguió clavada en la espalda de Deirdre mientras esta abandonaba la estancia hasta que finalmente se dirigió a David con resignación e incluso aburrimiento. Ante sus palabras, su nariz se arrugó levemente por el disgusto.

- Lo dices como si mi estancia aquí fuera voluntaria - le reprendió en todo desdeñoso -. Cada cual piensa lo que quiere sobre el compromiso, padre, pero descuida, si tengo o no la intención de romperlo no va a ser algo que pase por manipularte a ti.

- Eso haremos entonces - respondo por inercia, sin aportar nada relevante a la conversación. Continuo andando sin decir nada, analizando todo lo ocurrido en las últimas horas. - Tenemos que empezar por Peter O' Reilly. Carrie es la persona más afectada, y él fue quien estuvo con ella constantemente. Alega quererla emborrachar solo para aprovecharse de ella. Nuestro trabajo tiene que ser corroborar que se trata de todo lo contrario. - junto las manos y me acaricio los dedos mientras mi mirada permanece frente a mi, pensativa. - Te encargarás tú de esto. Trabaja con Nicholas, le vendrá bien ponerse las pilas.

-Eh, pues lo de las cocinas es muy buena idea. Han tenido que ver algo seguro...- Estoy a punto de proponer que vayamos en ese momento pero lo dejo para más tarde.

Levanto la ceja extrañado cuando Kaitlin decide eliminar a la casa Slytherin de la lista de sospechosos. 

- Yo no los descartaría tan pronto... No podían prever que Carrie iba a beber tanto. Y si esto tiene que ver con lo de hace unos años- añado mirando a Duncan.- yo me inclinaría precisamente hacia esa casa. Al menos hacia alguien con familiares o antecedentes mortífagos.

Me muestro conforme a la sugerencia de Leo cuando hace su aparición y me aparto de la pared en la que seguía apoyado para comenzar a caminar. 

- Sí, anda. Vayamos a tomar un poco el aire y nos contáis. Que Duncan y yo estamos aquí en la ignorancia. Casi me arrepiento de haberme hecho prefecto- bromeo.

-Vamos fuera, si... - dije, echando a andar con ellos ya en direccion al exterior, esperando que los demás también nos siguieran. Miré de nuevo a Leo, con aire entre extrañado y preocupado. - ¿Hablar de muchas cosas? ¿Que te ha dicho  la directora McGonagall? - dijo, torciendo ligeramente el gesto, en una mueca pensativa.

Sin embargo, de repente, Kyle comenzó a explicar su teoria sobre los Slytherin. Lo cierto es que, por mucho que me fastidiara, llevaba razón... Ademas, no era la primera vez que se fastidiaban entre ellos mismos. Al mejor a alguien se le habia ido la cosa de las manos... a saber... 

Pero no fue eso lo que más me llamó la atención, sino su comentario sobre lo "sucedido en el pasado". Miré a Kyle y a Duncan alternativamente, deteniéndome incluso para hacerlo- ¿Con lo de hace unos años? ¿Quieres decir con lo de... Quien-tu-sabes? ¿Crees que puede tener que ver con todo aquello?

Palideci de repente. Seguia sin ser capaz de llamar a Lord Voldemort por su nombre, ni siquiera a pesar de que estuviera muerto. Era irlandesa, despues de todo, y aquel nombre estaba relacionado con la superstición y la mala suerte.

Sin embargo, la idea de que alguien pudiera intentar revivir todo aquel infierno me heló la sangre. Negué, lentamente, intentando alejar aquellos pensamientos de mi mente, algo que no tuve mucho éxito en conseguir- Leo... ¿Tu que crees? - dijo, mirando al chico, despues de dedicar una ultima mirada a Duncan, esperando a que o bien él o bien Kyle nos esclareciera algo más todo aquel asunto.

No cambió su expresión, mirando a su hija a los ojos en silencio. Diez segundos más tarde asintió ligeramente, se recolocó el sello que llevaba en el dedo índice sin prestarle atención y después comenzó a caminar hacia la puerta:

- Bien. Vístete. Es hora de que vuelvas al colegio. Pásalo bien y si necesitas que te envíe algo, no dudes en mandarme una carta. Y ten cuidado con lo que bebes, Carrie.
 

Su padre era tan frío como siempre, aún cuando su hija había estado a punto de morir. Sus cejas se crisparon levemente en señal de disgusto en el momento en el que él se marchó y ella se impulsó con las manos fuera de la cama para dirigirse hasta la bolsa con ropa.

Su expresión volvía a ser la misma de siempre cuando, ya vestida, salió de la habitación para encontrarse con su amiga. No quiso malgastar ni un pensamiento en su madre o en su padre, concentrada en cambio en su vuelta a Hogwarts y en no mostrar la debilidad física que en realidad sentida, convirtiendo cada paso en un esfuerzo.

Minutos después, uno de los hombres de su padre que la había esperado, las ayudaba en una aparición conjunta dejándolas en las puertas de su colegio para desaparecerse instantes después. Carrie contempló el largo camino que aún tenía por delante con cierta desazón pero aún así no se dejó amilanar y empezó a caminar sendero arriba con paso lento pero firme.

. ¿Tenemos reunión?

Bajo un poco el ritmo para quedarme a la altura de Kaitlin y contestar a sus dudas. Me encojo de hombros. 

- Bueno...Duncan parece estar bastante seguro de ello. Tiene una especie de presentimiento que únicamente le sobrevino en otra ocasión...hace unos años. ¿No es así?- Miro al escocés buscando una confirmación de mis palabras.- Yo...tengo mis dudas. Pero hay que admitir que es posible. ¿En la reunión habéis encontrado algún sospechoso del ataque?- termino por preguntar pasando mi mirada de Kaitlina Leo y viceversa. 

Deirdre se encogió de hombros, caminando al lado de Carrie con soltura aunque algo forzada. La verdad es que estaba agotada y le dolía todo, pero eso nunca lo mostraría en público. Era lunes y lo normal es que la gente estuviera ya en clase, si bien podía haber grupos de gente por los terrenos.

- He estado contigo toda la noche. No tengo ni idea. Aunque supongo que tendremos que ir a clase de pociones, pero todavía queda mucho tiempo. Probemos a ir a la sala común y ya veremos a quiénes nos encontramos. Además... ¿no sería muy peligroso reunirnos a partir de ahora?

Que hay que ser muy cabrón para envenenar a tus compañeros. Dejó claro nada más Kaitlin le preguntó. Y tengo... varias cosas en la cabeza. Por ejemplo... Si el veneno estaba hecho mal agrede, cualquiera en la fiesta podría ser el culpable. Si intentó hacerlo bien pero no lo logró, podría no haber bebido e imitar los síntomas de otras formas, como por ejemplo, pastillas vomitivas o tinte de lengua, lo que nos deja prácticamente como al principio. 

Aunque claro ¿Para qué hacer mal el veneno adrede? Lo único que haría es alertar a todo el colegio... A no ser que fuera una distracción ¿Pero de qué? Frunció el ceño, mientras caminaba, metiendo ambas manos en los bolsillos.

Me temo que saben poco más que nosotros, pero sospechan que un alumno debe estar ayudándoles. Suspiró, saliendo a los jardines. Leo hizo una pausa, poniéndose las gafas de sol y levantando la cabeza hacia el cielo, mirándolo durante unos segundos.

La teoría de Kyle sobre Duncan le obligó a mirar a este último durante unos segundos. Esperaba que soltara algo por su boca, algún nombre, alguna pista que pudiera ayudarles. El problema era que la paranoia había comenzado, ahora además s de más difícil hacer cualquier cosa, comenzaba la eterna pregunta ¿En quien confiar?

Un segundo. Pidió al grupo, y tras estar en medio del jardín, comenzó am mirar a su alrededor, buscando algo, mirando por el suelo. Tras unos segundos mirando, volvió. Bien... Antes de nada, cualquier cosa que os vaya a decir, no puede salir de aquí. ¿Ha quedado claro? Mi tía ¿Leo tiene familia? Me ha pedido que formemos un pequeño grupo de alumnos de confianza. Miró entonces a los presentes, más serio, más preocupado, más centrado de lo que posiblemente ha estado en toda su vida.

Quiere que investiguemos quien podría estar relacionado con los mortífagos. Kyle, Kaitlin, Eve y Duncan. Todas son gente de confianza, buena gente que siempre ha estado al pie del cañón. Es muy importante que nadie sepa que hacemos, o los culpables podrían esconderse... o ir a por nosotros.

Así que necesitamos algunas cosas... Un lugar donde reunirnos Levantó el dedo pulgar de la mano derecha. Una lista de alumnos. Levantó el dedo índice. Un ovillo de lana Levantó el dedo corazón. Un montón de veritaserum Levantó el dedo el dedo anular y llamar poco la atención. Levantó el dedo meñique.

¿Ideas? Llegados a este punto, miré a Eve, esperando que iluminara algo la conversación después de tanto rato callada. Exactamente, desde que bajé. ¿Estará enfadada conmigo?

- Peligroso será, sin duda, pero de algún modo tendremos que comunicarnos - se encogió de hombros a la par que se frotaba los ojos con cansancio. Ya avistaban las puertas de roble del colegio, lo que hizo sentir a Carrie secretamente aliviada -. No sé si ir a clase de pociones - confesó con una mueca de disgusto -. Estoy cansada y no me apetece ir pero quizás sería conveniente que la gente me vea con mala cara.