Partida Rol por web

- Resuelto - dijo con calma antes de volverse a la gemela pelirroja de la casa de los leones -. Deirdre ha dicho que no lo tiene, vete a buscar a otro lado.

Y sin más, colocó la mano en la espalda de su amiga y la obligó a girarse a la par que les hacía un gesto con la cabeza a Zac y Jackie para encaminar la comitiva hacia su sala común.

Y.... aquí tenemos a Deirdre. Gritando, Pegando, Robando el Camaleón, Mintiendo... A este paso necesitaré una lista para cuando vaya a comentarlo a los profesores. Por suerte Eve es lista, se acordará de todo. No hace falta que me ponga a apuntar nada. Pensó Leo, con las manos en los bolsillos todavía. ¿Por qué grita? Parece que es de algún barrio de Manchester...

Todo esto es bastante fácil, en realidad.  Intervino Leo. Dos de Hufflepuff tenían al camaleón, han dicho que tu, Deirdre, les amenazaste y te llevaste el camaleón porque te gustaba. Podemos solucionar esto aquí, ahora, o simplemente denunciar que alguien robó el camaleón, con el consiguiente incumplimiento de las normas del colegio. Así que tranquilizaos. Colabora a buscar un objeto robado de un alumno, y todo solucionado. Leo estaba tranquilo. Y aquello, posiblemente, era algo que no pudiera decirse si era algo bueno, o terriblemente malo.

Carrie, nadie te dio vela en este entierro. Miró a Carrie, serio. Ella se estaba jugando algo bastante más importante que donde estaba un camaleón, pero visto lo visto, lo mejor sería prescindir de ella.

- Ni a ti - respondió sin perder ni la calma ni los modales, cosa que no podía decirse del prefecto, que a pesar de intentar sonar fríamente amenazador fallaba estrepitosamente en el intento -. Y aún así, nos vamos - no dejó de empujar a Deirdre, a pesar de que ella tenía la cabeza de lado para mirar hacia atrás -. Denunciad el robo, nosotros no hemos sido y en realidad me importa poco quién lo haya hecho. Ahora podéis marcharos o seguirnos hasta la sala común e infringir algunas leyes, aunque eso lo sabréis mejor vosotros que para algo sois prefectos. Adieu.

A mi sí. Naturalmente, estas equivocada, pero demasiado centrada en tu propio ombligo como para verlo. Me das pena. Como prefecto tengo que investigar los robos. Al igual que debería hacer Zac. Añadí, sonriendo falsamente.

Leo se cruzó de brazos, aquello le daba la razón a Kyle por el tema de Carrie, y los indecisos como él mismo, lo ponían en situación de favorecer la opinión del Ravenclaw. Dejó que Carrie tirara de la correa de su séquito, sintiendo pena por cómo se rebajaba alguien como Deirdre a ser poco más que una mascota. Adiós, Carrie. Ya recibiréis noticias. Contestó, con una sonrisa amable.

Nota mental: Tachar a Carrie de la lista. Darle la razón a Kyle. Reconocer a Kyle que cualquier comentario de la mañana fue un episodio de locura transitoria. Conseguir el Ovillo. Tengo que decirle estas cosas a Eve que luego me olvido. Siguió pensando, y miró a Eve, negando con la cabeza durante un par de segundos.

Princesa. Le pidió a Kait, poniendo la mano en el antebrazo. Vamos a hablar con Longbottom. Se giró hacia Eve y Kait, señalando las escaleras de subida con un gesto de la cabeza. Además, Duncan y Kyle nos estan esperando.

Durante apenas un segundo estuve a punto de perder la calma. Sin embargo, ver lo penosa que resultaba Deirdre hizo que me reflejara en un espejo en el que no quería ser yo quien diera aquella imagen de barriobajera. Sin embargo, de repente, una idea cruzó mi mente; una que hizo que perder el tiempo con acusaciones en aquel pasillo no fuera necesario.

-Ten cuidado, Carrie. A veces se te descontrolan las mascotas y no te hacen quedar bien. Yo de ti les enseñaria a tener cierto nivel de educación, ya sabes...

Pronuncié cada palabra mirando a mi hermana, con el corazón latiéndome a mil por hora. A aquellas alturas tenia algo claro: Deirdre, para mi, habia muerto, con todo el dolor de mi corazon... o sin él. Entre lo de Leo y esto mi vaso habia rebosado.

-Hay más formas de solucionar esto. Leo tiene razón. Vámonos. No pienso seguir perdiendo el tiempo. - añadi, sonriendo ligeramente a Leo, agradeciendo su gesto.

Y, curiosamente, en mi cabeza pasó algo similar a lo que habia ocurrido en la de Leo: Carrie había quedado, automáticamente, descartada de mi lista de personas con las que compartir ciertas cosas.

-Vamos chicos... Como dice Leo, tenemos que hablar con Longbottom.

Y, ni corta ni perezosa, comencé a andar, cogiendo a Leo de la mano y esperando que, obviamente, Eve se uniera a nosotros. Ya habia tenido suficiente.

Zac se quedó aún quieto, dejando espacio entre Carrie, Deirdre - que a su vez hizo intentos por darse la vuelta y enfrentarse a su hermana y a Leonard- y Jackie. Estaba tranquilo, aún con las manos metidas en los bolsillos y contestó como si se tratase de una reunión formal al chico cuando le mencionó:

- Por lo que veo es que no ha habido ningún robo. Habéis sido vosotros los que molestásteis a una alumna sin pruebas contundentes, incluso llegando al insulto fácil. Ella ha dicho que no. Por lo que el robo no tiene que ver con ella.

Jackie:- Si queréis que como prefectos os ayudemos a resolver el robo solo tenéis que pedirlo.- añadió Jackie, que se había acercado de nuevo al grupo cuando Deirdre parecía ya más alejada y vigilada por Carrie.- Pero desde luego estas no han sido formas de intentar resolverlo, como comprenderéis.

Zac:- Desde luego... cinco prefectos y que Carrie haya sido la única que haya solventado la situación. Tsk, tsk, tsk.- negó con la cabeza mientras chasqueaba la lengua.- En fin, lo dicho. Si necesitáis ayuda con este problema, tal y como ha dicho nuestra compañera, solo tenéis que pedirlo amablemente.

Jackie:- Por supuesto, si recurrís a los profesores, estaremos encantados de ofrecer nuestra versión de lo sucedido aquí mismo.

Zac:- Pensadlo bien, chicos. Podéis meteros en un lío.

Y tras exponer su opinión ambos se dieron media vuelta y se encaminaron a reunirse con Carrie y Deirdre que casi habían desaparecido ya por el hueco a la sala común.
 

Apenas tuve tiempo de pensar antes de que las cosas se desbordasen. Kait y Deirdre gritándose, Carrie interviniendo y Jackie y Zac poniéndose obviamente de el lado de la Slytherin soltándo amenazas. ¿Pero qué la pasaba a todo el mundo? ¿No éramos adultos?

"No, somos adolescentes de 16 años." - me dijo una vocecita que aclaraba todo lo ocurrido. Sin embargo algo se me ocurrió de repente. Y sí...

- ¡Esperad! - grité al grupito de Slytherin antes de que se metiesen en su sala común. Me acerqué dejando un espacio prudente entre la entrada y yo misma, pues no era tonta y además no incumplía las normas sin más.

- Deirdre, ¿puedo hablar un momento contigo? - le pregunté con amabilidad, soprendiéndome a mí misma y seguramente al resto. - A solas. - añadí mirando tanto a los Slytherin como a Kait y Leo. No quería fricciones, ni intervenciones, ni gritos ni amenazas. Quería una conversación lo más razonable posible. - No serán más que dos minutos.

- Nos acaban de intentar envenenar y tengo entendido que es mejor no armar follones innecesarios en estos momentos pero eh, perdonad por intentar calmar la situación - la chica esbozó una sonrisa peligrosa que demostraba que su calma habitual empezaba a resquebrajarse -. Y Kaitlin, de mascota nada pero por desgracia Deirdre tiene cierto temperamento gryffindor que a veces es mejor frenar, forma parte de su encanto por supuesto- se encogió de hombros, ya frente a la sala común -. No obstante, la creo plenamente al decir que ella no ha sido, sino te devolvería al bicho ese sólo para perderos de vista. Pensaba que conocías más a tu hermana y que sabrías que si tu acusación fuera cierta y ella pretendiera mentirte no perdería los papeles como lo ha hecho - enarcó las cejas, instándola a pensar -. De todas formas, respaldo lo dicho por Jackie y Zac, cualquier investigación sobre el asunto será bien recibida puesto que no tenemos nada que ocultar. Es más, si queréis me ofrezco voluntaria para ayudaros incluso. Pero por supuesto si lo encontrara ni me creeríais, ¿verdad? Supondríais que habría manipulado la situación.

De todos los presentes Colleman fue, junto a Zac y Jackie, la única que mantuvo la calma e intentó razonar la situación así que se permitió el lujo de dirigirle una sonrisa agradable - o todo lo agradable que podían ser las sonrisas de Carrie - y apartó la mano que mantenía "presa" a Deirdre.

Deirdre pareció más calmada cuando Eve se dirigió a ella, sin signos de echarle nada en cara, de reñirla o de mostrarse amenazadora. Sin duda sabía cómo tratar con las personas. Incluso logró que cuando respondiera, la pelirroja hubiera bajado la voz y su tono fuera más tranquilo que no del todo. Todavía continuaba con el corazón a mil por hora y la rabia que sentía por cómo se había dirigido a ella su hermana no menguaba.

- Vale.- accedió. Al fin y al cabo era la más educada del grupo ajeno a los Slytherin.

Se apartaron a un lugar que nadie pudiera escuchar y se quedó mirando a Eve, con los brazos cruzados.

- No te castigaré siempre que sepas cómo sobornarme... - aproveché su gesto para terminar de acercarla hacia mi. Mis brazos rodeaban su cintura como si se tratara de un armazón, aunque lo hacían con la delicadeza propia de un caballero. Dejé que su caricia recorriera mi piel, cerrando durante unos segundos los ojos para disfrutar de ese instante. - Porque sino ya no sería tan mágico... ¿no crees? - la pregunta estuvo acompañada de mi mirada y sonrisa más pícara, aunque no tardé en recuperar el tono de voz normal. - Estoy bien - continué, esta vez dirigiéndo yo mi mano hacia su rostro - Pero estaba preocupado por ti... - me callé durante un momento, como si se tratase de una confesión que no debería haber sido revelada. Entonces, mi rostro se endureció. Al instante, volviendo a ser el frío y distanciado Oliver Carrow que siempre me había caracterizado. - ¿Tienes idea de quién ha podido estar detrás de todo esto?

- ¿Estás seguro tío?- aventuro, con una ceja levantada en una expresión dubitativa, cuando afirma que ya hemos llegado. Todo lo que veo ante mí es pura y llanamente un trozo de pared.

Cuando me da instrucciones decido que no hay nada que perder. Lo cierto es que tiene razón: puede ser divertido. Comienzo a andar pensando en qué es lo que necesitamos. A ver...tendría que ser un sitio donde podamos hablar tranquilos pero que al mismo tiempo tenga un espacio de entrenamiento protegido por si se escapa algún hechizo y bueno...no estaría mal que tuviera materiales, utensilios, etc... Podríamos tener una mesa redonda como la de aquellos caballeros de las leyendas muggles...o una de esas salas de interrogatorio que aparecen en las películas de policías muggle... 
¿Cómo llamaría a un lugar que tuviera todo esto? Mmm...¿guarida?

Cierro los ojos y plasmando una imagen de todo aquello en mi cabeza echo a andar pasando tres veces por delante de la pared de piedra como había indicado Duncan y musitando la frase. - Quiero una guarida- una y otra vez. Cuando termino paro, abro los ojos y echándole un vistazo a Duncan de reojo me quedo esperando a que algo pase. 

Deirdre miraba directamente a los ojos de Eve sin pestañear casi. Aún continuaba molesta por cómo la habían avasallado y desde luego le habría dado una lección a su hermana, pero allí estaba, delante de la prefecta de Ravenclaw esperando a que le dijera lo que le tuviera que decir:

- Adelante. No tengo todo el día.

- ¿Yo? ¿Saber? Te puedo asegurar que no tengo la más remota idea. Bonnie y yo somos rebeldes y bromistas, pero de ahí a envenenar al colegio hay un trecho. Por ejemplo, hace un mes más o menos, conseguimos hacer poción multijugos y estuvimos enreando por el colegio haciéndonos pasar por la gente.- en su cara se dibujó una sonrisa al recordar un hecho acontecido.- Hasta Bonnie logró hacerse con un camaleón. Claro que hasta entonces no supimos que podía ser el camaleón de Kaitlin... - su rostro cambió de expresión a una de pequeña culpabilidad por un momento antes de regresar al de diversión.- Como sea. Eso fue algo divertido pero sin intención de dañar a la gente. Admito que los de los escregutos fue peligroso, pero no esperaba que Hagrid fuera tan tonto, todo sea dicho. ¡A lo que voy! Que no se me habría ocurrido atentar así contra todo el colegio, porque es lo que ha sido: un atentado.- Hizo una pausa y después retomó su expresión pícara, alzando las cejas.-¿Ya dejo de ser tu principal sospechosa?

¿Por dónde empezar? ¿Cómo abordarlo sin que Deirdre me saltara al cuello? No la estaba acusando de nada, de hecho y aunque fuera en contra de todo pronóstico creía que no mentía. Los niños no tenían motivos para inventarse todo eso y su terror no era fingido, pero por eso mismo Deirdre no pondría tanta energía en molestarse en negarlo si fuese cierto. Ante su impaciencia me di cuenta de que llevaba varios segundos callada.

- Sí, perdona. Estaba pensando en como decir esto sin ofenderte, ya que no es mi intención, pero tal vez te lo tomes así tras lo ocurrido... - respiré mientras ordenaba los pensamientos en mi cabeza. Había algo que hasta ahora se me había pasado y era la reacción de Bikkel hacia Kait el día que la atacaron. En ese momento no me di cuenta pero el hecho de ver lo mismo en los niños de tercero había hecho que atase cabos - Mi gata fue atacada al principio de curso y al igual que con esto del camaleón, hay ..."pruebas" - dije poniendo énfasis en las comillas para que viese que usaba esa palabra a falta de otra mejor, pero que no la acusaba - De que tú lo hiciste. Sin embargo - añadí con rapidez antes de que ella tuviese tiempo a decir nada - creo que no fuiste tú. 

Seguramente Deirdre estaría pensando ¿para qué narices me molesta esta idiota con una adivinanza? Pero es que tenía que empezar por ahí.

- Te creo. Creo que no has sido tú la del camaleón pero los niños no mentían, estoy segura. Y mi gata reaccionó agresiva al ver a Kaitlin antes de darse cuenta de quién era, lo que me dice que pensaba que eras tú. En otras circunstancias habría pensado que simplemente te parecía algo divertido pero están pasando cosas muy raras... Deirdre, ¿sabes de alguien que podría hacer pasarse por ti, o por tu hermana, para hacer daño al resto? ¿Te ha pasado algo raro últimamente, cómo que alguien te recuerde haciendo algo que no has hecho o digan que te han visto en un sitio en el que no estabas?

Sabía que todo esto sonaba a locura. Lo sabía mejor que nadie pero las piezas no me encajaban y si las piezas no encajan es que no van en ese puzzle. No podía decir esto frente a Leo y Kaitlin pues aparte de ser una teoría que podrían tachar de absurda tal vez me acusasen de estar de el lado de Deirdre, de traición o algo así. No era el caso, por supuesto. Estaba del lado de la verdad... Yo no podía odiar a nadie sin motivos. Yo creía en que todo el mundo tenía algo bueno dentro, sólo tenías que saber encontrarlo.

Ignoró a Zac de forma deliberada. Desde la primera palabra que dijo, hasta la última, le pareció una estupidez. ¿Meterse en un lio por informar de un robo a un alumno? El único que se metería en un lio sería el ladrón. -Jackie, os expliqué la situación, todo lo que ha pasado y todo lo que sabíamos, y luego pedí que colaborarais. Y aun así, lo único que escuché fue que me fuera a buscar a otra parte.- Comentó, resoplando, cansado ya de todo aquello. Aun así, estaba tranquilo, calmado.

-Y sí, informaremos del robo por que como ya sabéis, Kaitlin avisó a la directora de la desaparición del animal, así que lo propio es que sepa que fue robado.- No, no estaba amenazando, estaba informando de lo que haría, porque era lo mejor en el proceder, al menos para él.

Entonces se dirigió a Carrie cuando esta dijo que se ofrecía voluntaria. -¿Te ofreces voluntaria? Bien.- Hizo una pausa de un par de segundos -¿Nos acompañas?- Señaló hacia atrás con el dedo pulgar, por encima de su hombro. ¿Quieres ayudar? Demuéstralo. Hechos, no palabras.

Deirdre entrecerró más los ojos, pero el ápice de peligrosidad había desaparecido por completo. Al parecer Eve había logrado captar toda la atención de la chica que en algunas partes alzaba una ceja, ambas o cambiaba el peso del cuerpo de una pierna a otra.

- Te puedo asegurar que no toqué a tu gata. Y al parecer me crees.- se encogió de hombros y luego movió la cabeza para destensar los músculos del cuello.- Ciertamente se agradece. Y raro... aparte de haber sido envenenada ayer...bueno, suficientemente raro es que tu novio te ponga los cuernos con una Gryffindor.- Entonces algo debió conectar en la mente de la chica, chasqueó los dedos de una mano y el rostro se le iluminó.- ¡Eso es! Lestrange. Si alguien quiere ir jodiéndome esa es Lestrange.

Estaba cansada de peleas de gente (o animales) sufriendo. Sólo quería descubrir quien era el que se dedicaba a hacer daño, a pelear amigos y familiares. Asentí atne lo que me dijo Deirdre hasta que dijo lo de Katherine, lo que me hizo poner expresión sorprendida.

¿Katherine Lestrange? ¿Oliver poniénole los cuernos a Deirdre con ella? Nunca habría dicho que Oliver era así y Katherine siempre me pareció buena chica. Testaruda, imprudente e impulsiva, pero buena al fin y al cabo. No quería inmiscuirme en lo de los cuernos ya que me parecía tener poco tacto el preguntar... 

- Está bien, tomo nota. Puedes volver con tus amigos si quieres, no te molesto más. - le dije con amabilidad, aunque ante de que se fuese se me ocurrió algo que añadir - Y Deirdre... No es cosa mía, bueno, un poco porque Kaitlin es mi mejor amiga pero... Bueno, simplemente quería decirte que Kaitlin te quiere. Eres su hermana. Y sufre cuándo la tratas mal. - si lo que decían de Deirdre era cierto y no tenía corazón esto podía ser una invitación ara hacerle la vida más dura a Kaitlin, pero yo confiaba que bajo esa fachada de maldad había un corazón. No sabía que había llevado a Deirdre a crear esa personalidad destructiva, pero no creía que fuese pura maldad, sino una máscara para protegerse.

"Cómo la de Carrie." 

Por lo visto, Leo estaba dispuesto a tomarle la palabra, algo que a decir verdad no esperaba que hiciera. Le dedicó una mirada levemente irritada puesto que aún no había podido echarse y ahora veía como él pretendía posponer aún más su momento de descanso. Sopesó sus opciones, barriendo la escena con los ojos desde las apartadas Eve y Deirde hasta Jackie y Zac, que la contemplaban con curiosidad para saber qué era lo que haría.

¿Por qué ellos son los primeros que se han ofrecido pero me toca a mí cumplir?, pensó con fastidio. Carrie no era una persona de honor así que le daba igual incumplir una promesa y en aquel caso ni siquiera había existido. Sin embargo ahí entraba en juego algo más importante que el honor. Era el placer de tener la última palabra. De demostrar, tal como había afirmado de entrada, que tenían razón, que ellos no habían sido.

Se pellizcó el puente de la nariz entre el índice y el pulgar a la par que cerraba los ojos, cansada.

- Está bien - acabó por decir con pesadez, apartando la mano con brusquedad de su rostro y abriendo los ojos con determinación -. Vamos a encontrar al dichoso animal y espero que después os disculpéis por las acusaciones - hizo una mueca, a sabiendas de que no iba a obtener esa disculpa y que en realidad poco le importaba recibirla o no pero queriendo hacer hincapié en ella de todas formas -. ¿Tenéis alguna idea de por dónde seguir o sólo estabais atrapando humo?

Deirdre se preparó para marcharse pero paró cuando Eve volvió a hablarle, entonces se giró, mirándola directamente, de forma intensa como siempre hacía y regresó a hablar de forma contundente, fuerte, pero para nada agresiva. Así era ella, directa y segura:

- Escucha, Colleman. No sé qué te habrán contado pero no le he hecho absolutamente nada. No es mi culpa que mi hermana sea francamente idiota. ¿Qué hice? ¿Decirle que Leonard le había ocultado durante meses y meses que se había enrollado conmigo? ¿Que se había acostado con ella, en casa de mis padres todas la noches, que se había aprovechado de mi madre y su buena voluntad, engañando a Kaitlin sin contarle que, aunque fuera por un estúpido error, se había enrollado conmigo cuando ellos ya salían? Creo que no hice mal, Colleman. Creo que ya era hora de que ella supiera la verdad. Pero fue tan estúpida como para no ser capaz de estar enfadada con ese lerdo y sí culparme a mí. Siempre es más fácil culpar a Deirdre.

BUM. Si me hubiese soltado un puñetazo en el estómago habría sentido lo mismo. ¿Que Leo había hecho...qué? ¿Por qué Deirdre me decía todo esto? ¿Había al vez asumido demasiado pronto que era inocente y se aprovechaba para meterme algo raro en la cabeza? No... ¿Por qué iba a inventarse algo así? Sabía que Kaitlin era mi mejor amiga y que confiaba en Leo así que no se arriesgaría a inventarse algo tan serio que fuese fácil de desenmascarar. Además su mirada... ¿Es que tal vez pensaba que yo ya sabía eso, que Kaitlin me lo había explicado? Por un lado me hizo sentir mal ya que si a mí me pasase algo así Kaitlin sería la primera a la que acudiría en busca de apoyo. Por otro lado me hizo sentir pena por Deirdre, ya que parecía realmente dolida por el hecho de que su hermana creyese a Leo antes que a su gemela. 

Pero yo sólo quería decir... Buen, ¿qué? Las miradas, los comentarios... Sólo me refería a esos pequeños gestos de Deirdre que afectaban a Kaitlin. Yo no sabía...

- Lo siento... Yo no... Me refería... - no sabía que decir. - No debería haber dicho nada. Lo siento Deirdre. - dije finalmente antes de despedirme con la cabeza dejarla atrás. ¿Quién me mandaba a mí meterme en ningún sitio? Sólo quería que mi amiga y su hermana pudiesen ser como... bueno, como a mi me habría gustado ser con mi hermana si hubiese tenido alguna vez una. Sólo quería que no se peleasen y pudiesen ser amigas, pero pensaba que las conocía mejor de lo que en realidad lo hacía al parecer. 

Al ver que el resto aun no se había marchado intenté evitar que se viese nada raro en mi expresión. No era el momento de preguntar nada.

- Perdón por haceros esperar.