Partida Rol por web

Estúpida.

La furia que sentía en su interior era tan grande que necesitó concentrar todos sus esfuerzos en mantener una expresión de asombro y perplejidad. Había estado a punto de echarlo todo a perder. Por suerte, Oliver se había encargado de establecer en los últimos años una bases demasiado sólidas como para que su tapadera no quedara descubierta por completo. Aun así, sabía que la duda se había instalado en varios de los presentes, sobre todo en aquellos con los que nunca había llegado a tener afinidad.

Se lo haría pagar, por supuesto que se lo haría pagar. ¿Quién se creía que era? No era más que una estúpida niña malcriada necesitada de constante atención. Se creía muy adulta, y luego acababa explotando a la mínima presión por esa infantil rivalidad con su hermana gemela.

Apretó los puños para tranquilizarse, que quedaron cubiertos por el mantel. Aunque lo que más deseaba en ese momento era salir en su busca, debía esperar. El show continuaba, y tenía un papel que interpretar. Un papel que, por el momento, estaba bordando.

Casi no tuve tiempo para reaccionar cuando Leo demostró por qué era mi novio y Kyle demostró por qué era mi mejor amigo. Ambos fueron rápidos, muy rápidos. Leo interponiéndose  delante mío para que me sintiera protegida y Kyle lanzándose directamente a por la serpiente, a pesar de las indicaciones del profesor Slughorn que, dicho sea de paso, sirvieron para cualquier cosa menos para tranquilizarme.

Si te mueves te atacará. Si te mueves te atacará...

Aquello era lo único que mi mente era capaz de repetirse, una y otra vez. Y quizás por eso mismo, lo que más me extrañó fue ver que Kyle no tenia miedo al animal. Y luego estuvo aquella extraña frase. ¿Que ya la conocía? ¿Que era inofensiva?

De repente, una idea cruzó mi mente. No, no podía ser. Sin embargo... Lo cierto era que...

-Ky...Kyle... ¿Es... tuya? - la voz casi no me salia del cuerpo, y me aferré a Leo con fuerza, o más bien a su antebrazo.  Y es que, caí en la cuenta de que, en todo aquel tiempo nunca, jamás, había visto a Kyle con ninguna mascota.

Cuando Kaitlin habla vuelvo la cabeza lentamente hacia ella y le lanzo una mirada cargada de confirmación y de súplica. sin embargo, las palabras que pronuncio a continuación no se corresponden para nada con el mensaje en mi mirada. 

- No. La encontré el otro día en los terrenos y la acerqué hasta el bosque. No pensé que volvería.- Me duele mentir a mis amigos pero no puedo decirles la verdad. No en ese momento, con el profesor presente. ¿Quién sabe lo que podría pasar después de tanto tiempo ocultándola? Quizás hasta me estaba jugando la expulsión de Hogwarts: algo que no me podía permitir. 

Era suya.  No sabría decir lo que le hizo más gracia, sin la cara de susto de Kyle al descubrir lo mucho que había metido la pata, o el hecho de que, debajo de esa fachada de pelirroja-hiperactiva aguilucha, había una pequeña culebrilla intentando salir. Estos pensamientos se quedaron reposando en su mente, hasta que acabó desechando la segunda opción. No, Kyle necesitaría mucho más para poder llegar a la suela de los zapatos de un slytherin.

- Kaitlin... ¿cómo se te ocurre pensar que nuestro compañero iba a tener como mascota este tipo de animal? - Su pregunta rompe el incómodo y más que tenso silencio que se ha producido. - Tendrá sus cosas, pero como buen ravenclaw el señor O'Brien conoce a la perfección la normativa de este colegio. ¿No es así, Kyle?

Su tono de voz era, cuanto menos, preocupante. Era tan aséptico, que se hacía imposible saber si estaba defendiendo al joven o a punto de lanzarlo por el precipicio.

Tuve que reprimir u gritito cuándo el profesor tiró de la cola de la serpiente. ¿Es que se había vuelto loco? ¿Quien en su sano juicio hacía eso? No sólo porque obviamente cabrearía a la serpiente sino porque son jodidamente flexibles. ¿Y si era venenosa y se daba la vuelta para morderle. ¿¡Y él era el adulto?!

Kyle intentó calmar al profesor ya que, aparte de Kaitlin por culpa de su pánico, parecía el más nervioso. Eso Kyle, habla con tono tranquilo y bajo...¿eso ha sido un siseo?

¿Había oído bien? ¿Había hecho eso a drede para llamar la atención de la serpiente? No estaba segura, pero poco importaba. Sobretodo cuando empezaron a discutir-charlar como si nada ocurriese.

- Chicos, está muy bien, pero qué tal si sacamos primero la serpiente de aquí y luego hacemos las preguntas... Profesor, porqué no la deja y se aleja con cuidado, Kyle lo tiene controlado. - o eso espero - Lo peor que podemos hacer es ponerla nerviosa...

¿Y si atcaba a Kyle porque ahora estaba nerviosa? ¿Funcionaba el vipera evanesca con serpientes reales o sólo invocadas? ¿Que le haría a una serpiente real? Lo último que quería era dañar al animal y menos aún tener su muerte pesando sbre mi conciencia... Pero entre Kyle y ella, debía escoger a Kyle.

Vamos Kyle, sácala de aquí, que no tengamos que arreoentirnos de nada...

Ante aquel siseo, tanto Laura como Zac, que continuaban mirando la escena desde sus asientos sin presentar nerviosismo ni miedo, entrecerraron los ojos de forma simultánea, conscientes de lo que aquello había sido.

No ha sido un simple siseo.

El profesor continuaba siendo amenazado por la serpiente que sacaba de vez en cuando su lengua viperina y realizaba un pequeño balanceo hacia adelante y hacia atrás.

Slughorn:- Muchacho, aunque creas conocer a un animal, éste no te hará caso.

Zac:- A no ser que sea una serpiente y el humano sepa hablar pársel.- puntualizó entonces Zac con total normalidad, observando ahora la copa de vino en su mano.-¿Qué nos dices, Kyle? ¿Acaso sabes hablar el idioma más relacionado con las artes oscuras?- Parecía que la pregunta de Zac Bolton iba sin ningún tipo de ataque por su tono; si bien había logrado captar la atención de Cormac además de la de Laura que ya había estado sospechando anteriormente.

La cara del profesor se ensombreció ligeramente ante aquel comentario pero estaba tan preocupado por su propia integridad que prefirió dar prioridades.

Slughorn:- O'Brien, si realmente puedes sacarla creo que eso será lo primero. Se me están durmiendo los glúteos.

Así que no me lo había imaginado... Sí había siseado y era.... Bueno, a drede en el sentido de que quería llamar la atención de la serpiente, pero algo me decía que no era su intención airear ese secreto ahí en medio. Lo que no comprendía era porqué nos lo había ocultado a nosotros tanto tiempo, si es que era cierto.

¿Es que no confiaba lo suficiente? ¿Creía acaso que le íbamos a juzgar? Yo podía asegurar que no sería el caso, sin ir más lejos en primero casi me mandan a Slytherin y ellos lo sabían, no se lo había ocultado a pesar de sus obvios prejuicios. Y no sólo eso... Hablar pársel, por mucha mala reputación que tuviese, a mi me parecía un signo de genialidad. Era un don único y eso te hacía especial, no malvado per se. 

Miré a Kyle con un amago de sonrisa. Quería expresarle que si de verdad era cierto lo que decían, para mí él seguía siendo mi amigo y compañero de casa que había sido siempre. Pero también le hice un gesto que venía a decir "aprésurate antes de que muerda a alguien, por favor." Lo pasaba fatal cuándo alguien estaba herido...

La presión de mi mandíbula superior contra la inferior es tan fuerte que casi hace rechinar mis dientes. Con sus últimas palabras y su mirada cargada de suspicacia, mis temores no hacen más que confirmarse: Zac habla pársel. ¿Cómo si no estaba tan seguro de que el dueño, y no la dueña, de la serpiente estaba en esa sala? y ¿cómo podía acusarme tan a la ligera de algo que podían haber sido perfectamente imaginaciones suyas? Y lo que es más, ¿cómo podía estar tan sumamente tranquilo? En mi agitada mente sólo cabía una explicación: tenía que haberla oído ( y no me refiero a oír como lo haría cualquier humano normal) al entrar. Sin embargo, no puedo evitar lanzarle una mirada asesina, sin molestarme en responder a su pregunta, mientras pienso que aunque aquel capullo me esté llevando directo a su trampa, en el fondo no tengo elección. Ni siquiera puedo devolverle la acusación. Aunque fuera verdad que Zac habla pársel, ni en un millón de años dejaría que fuera él quien interaccionase con la serpiente. Podría volverla contra todos nosotros o tratarla como a una bestia: algo que no iba a permitir. 

Cuando Slughorn parece dar su consentimiento a lo que el Slytherin sugiere, me armo de valor y acabo por ceder con cierta tristeza en la mirada. Puede que en ese preciso instante esté echando por la borda todo lo que he conseguido en Hogwarts: ganándome la expulsión y traicionando la confianza de mis amigos, lo cuál valoro casi más que todo lo demás que la escuela de magia y hechicería me ha aportado. 

- "Tranquila. Nadie te va a hacer daño"- de mis labios escapa lo que para cualquier oído humano sería una dulce melodía sibilante, mientras alargo mis manos con calma y lentitud hacia la serpiente colocando una cerca del sitio por el que Slughorn todavía la tiene agarrada y otra cerca de la cabeza.- "Ahora este hombre te va a soltar y estarás conmigo. Yo te sacaré de aquí. Sobretodo no le ataques. Se estropearía todo"- Y con ese todo no me refiero únicamente a la tensa situación que estamos viviendo ahora mismo en la sala. En mi conversación no incluyo nombres ni ningún tipo de información que pueda vincularme a la serpiente. ¿Quién sabe cuantos oídos indiscretos estarían escuchándola en esa sala?

Sin mover un ápice mi posición, levanto la mirada hacia el profesor.- Profesor, suéltela. Déjeme que la saque de aquí.- Espero que mi actuación haya sido suficiente para convencerle de que efectivamente la situación está bajo control. Puedo notar la amenazadora presencia de la varita de Leo cerca mío y estoy seguro de que Eve tiene varios hechizos en mente listos para ser utilizados. Estoy a punto de pedirle a Leo que baje la varita pero decido no hacerlo. Un exceso de seguridad sería descuidado por mi parte. Al fin y al cabo, la situación ha terminado por alterar al animal y puede que no esté tan seguro como creo. 

No puedo dejar de mirar al profesor, esperando su reacción y respuesta. No termino de entender por qué ha actuado de esa forma. Para empezar, las serpientes son el símbolo de su casa. Cualquiera daría por hecho que sabe cómo tratarlas y no es precisamente tirando bruscamente de su cola. Además, es el profesor de pociones. Habrá tenido que lidiar mil y una veces por envenenamientos causados por serpientes. Y los antídotos casi siempre surgen de la misma fuente que el propio veneno. En este caso, la serpiente. Un motivo más para conocerlas bien. Con ánimo de hacerle relajar y conseguir que deje de preocuparse por su persona y su puesto, algo que obviamente está haciendo, añado un último comentario. 

- Si me ataca, diga que no lo vio venir, que se la arrebaté de las manos. Écheme la culpa a mí. Curarme no debería ser problema. Usted es profesor de pociones y seguro que tiene un antídoto contra picaduras de serpientes. - Nunca me había planteado si ella era venenosa o no. Supongo, que no se dio el momento adecuado.

Atónita. Así era como me encontraba en aquel momento. Comprendi perfectamente la mirada de Kyle y me limité a asentir. Claro que no lo delataría. Era mi amigo. Ya tendría ocasión de decirme después de qué iba todo aquello.

Sin embargo, cuando me disponía a dejar que Kyle sencillamente sacara de allí a la serpiente, Zac arremetio contra él, acusándolo de hablar parsel. ¿Cuándo habia sucedido aquello? Debia haber estado tan nerviosa con la presencia de la serpiente que ni siquiera me habia dado cuenta de que Kyle hubiera siseado nada.

Abri los ojos de par en par, notando como el corazón me daba un vuelco y agarré la mano de Leonard, apretándola en un gesto inconsciente.  Eso no podía ser. Era Kyle. ¿Como iba Kyle a hablar pársel? Eso era algo que solo hacian los magos oscuros. Y Kyle no era uno de ellos, eso seguro.

Me llevé la otra mano a la boca, en un gesto de sorpresa que no logré ocultar. Y la cosa no hizo sino aumentar en cuanto escuché cómo Kyle confirmaba aquellas acusaciones, y comenzaba a sisear a la serpiente, en un idioma capaz de poner el vello de punta a cualquiera.

-Kyle... - susurré, sencillamente. No, no había decepcion en mi tono. Tampoco enfado, ni tristeza. Solo habia preocupación. Una total y absoluta preocupacion por mi mejor amigo, por lo que podria suponer lo que acababa de hacer. Sabía que aquello podía costarle la expulsión y alababa, más que nunca, que en un momento como aquel, en lugar de salvar el culo, estuviera intentando ponernos a todos a salvo. No, definitivamente no podía ser un mago oscuro.

Seguía aferrada a Leo, a quien miré de reojo, con una expresión angustiada, tragando saliva. La serpiente alli, Kyle hablando pársel, Zac sin dejar de echar más leña al fuego, en su línea, y la sombra de un montón de nefastas consecuencias cerniéndose sobre el Ravenclaw.

Quizás por eso hice lo unico que podía hacer. Clavé mi mirada en Kyle, durante un par de segundos y sencillamente asenti, dandole a entender que tenia todo mi apoyo. Llevabamos años siendo amigos y todos nosotros habiamos pasado demasiado junto como para que ahora se tambaleara todo de aquella forma. 

No, a Leo y a mi no nos perdería. Eso lo tenia claro.

Slughorn se terminó de apartar de la serpiente con movimientos lentos, con una clara expresión de terror en el rostro al escuchar a Kyle hablando párselo. No era la primera vez que alguien le mostraba la lengua de las serpientes, pero relacionarle con Tom Riddle no resultaba un buen augurio.

- Sácala muchacho. Sácala de aquí. Y lo demás. En cuanto se marche, debéis volver a vuestras salas comunes. Me temo... que la cena ha concluído.

Kaitlin hizo exactamente la misma pregunta que estaba pasando por su cabeza. Mantuvo el ceño ligeramente fruncido, con la vista clavada en la serpiente, y la mano en la varita. Estaba preparado, tensando los músculos del brazo, preparando la actuación y concentrándose para dar lo mejor que podía ofrecer en materia de en reflejos si el caso lo llegara a reclamar. 

Desvió la mirada hacia el rostro de Kyle, cuando este fue a responder a Kaitlin. Puede que Leo no entendiera exactamente aquella mirada del Ravenclaw a la Gryffindor, pero si sabía cuando Kyle mentía. Y mantuvo la mirada durante unos segundos más en él, hasta que volvió a centrar la vista en la serpiente. - Evidentemente - fue Leo quien contestó a la pregunta de Oliver dirigida a Kyle.

Que Leo fingiera que ignoraba las palabras de Zac, no quería decir que lo hiciera realmente. Porque lo que en un inicio era una sospecha descartada por imposible, tras las palabras de Zac todo retomó peso. Tragó saliva sin romper el silencio. Silencio que Kyle si rompió cuando comenzó a hablar en pársel. En contraste a la sorpresa de Kaitlin, Leo se puso serio. apretó los labios, y mantuvo el aire en los pulmones, mientras mantenía aquella arruga en la frente, mezcla de preocupación y seriedad.

Aquello confirmaba la sospecha y suposición. La pregunta era ahora porque no les había dicho nada en todos aquellos años. Temió que fuera falta de confianza, temor por lo que los demás pudiéramos decir... o miedo a uno mismo por lo que es capaz de hacer. Fuera como fuera, Kyle seguía siendo Kyle, nuestro amigo. Y Leo miró al Ravenclaw, asintiendo con la cabeza, dándole la confirmación de que lo apoyaría pasara lo que pasara. Y giró la muñeca que sostenía la varita, dándole a entender que no actuaría si no era estrictamente necesario.

Tenía que hablar con él. Y creía saber cómo debía sentirse... así que más que hablar con él, él querría hablar con sus amigos. Así que se limitó a esperar, preparado para actuar por si acaso, y que Kyle sacara de allí la serpiente.

Todos los que sabían sumar dos más dos habían deducido que Kyle hablaba pársel, incluso los que creían que el resultado de dicha suma era cinco habían sospechado aunque sólo fuera ligeramente que el ravenclaw dominaba el idioma de las serpientes, aquel que se decía limitado a los miembros del linaje de Salazar Slytherin.

Por fin aquellos indecisos por las evidencias decidieron aceptar la realidad cuando definitivamente el chico se rindió a la presión de grupo y empezó a sisearle a la serpiente de un modo que más que escalofriante a Carrie le parecía gracioso. Estaba casi deseando que al siguiente siseo soltara un gargajo sin querer que diera a la espantada cara de Slughorn cuando cualquiera que fuera el intercambio de palabras cesó y el joven se dirigió al profesor, momento en el que la slytherin reparó en las diferentes emociones y reacciones de sus compañeros. Su labio superior se alzó levemente, mostrando sus blancos dientes en una levísima señal de estupefacción.

- ¿Y qué más dará si habla pársel? - preguntó con incredulidad. No estaba defendiendo a Kyle, todos sabían que no se llevaban especialmente bien, pero aún así era incapaz de ver dónde estaba el problema -. Ni que los demás no tuviéramos a algún que otro muerto escondido en el baúl - frunció las cejas repentinamente con extrañeza. ¿Aquella expresión era correcta? ¿O era en el bolsillo? ¿En la varita?

Terminó por encogerse de hombros a la par que se levantaba y le lanzaba una mirada interrogativa a Leo que él entendería.

Nunca pensó que esa cena podía resultar tan reveladora e interesante. Ahora resultaba que la aguilucha sí que apuntaba maneras de serpiente. Toda una noticia digna de expectación.

La situación era de lo más graciosa. Ahí estaban todos, observando el 'tira y afloja', escuchando salir de su boca una de las lenguas consideradas más tenebrosas. - A ver cómo sales ahora de esta, O'Brien. - pensó divertido.

- Carrie tiene razón - continuó, enlazando la intervención de su compañera; una circunstancia que no se producía desde hacía algunas semanas. - Y como bien dice el profesor Slughorn, no tenemos nada más que hacer aquí - concluí, haciendo un pequeño gesto de asentimiento hacia Horace, en señal tranquilizadora. Tras eso miró al resto de los presentes, haciendo una apuesta consigo mismo por ver quién sería el siguiente en intervenir.

La serpiente, de forma asombrosa para los presentes, reaccionó ante los siseos de Kyle. Cambió la visión hasta mirarle a él y poco a poco se fue relajando.

La escena resultaba de lo más asombrosa. E incluso lo fue más cuando Kyle logró sacar a la serpiente de la sala, como un dueño saca a pasear a su perro.

Una vez que por fin parece que he conseguido la aprobación del profesor salgo de la sala, despacio pero sin pausa, no vaya a ser que se le ocurra cambiar de opinión. Cuando atravieso las puertas de la estancia y me encuentro solo en el exterior, apresuro el paso para alejarme cuanto antes del lugar. Rita me había dicho que unos niños de Ravenclaw le venían persiguiendo y no me agradaba precisamente la idea de que nos encontraran.

No podía dirigirme a la torre de Ravenclaw ni podía guiar mis pasos de vuelta a la estancia dónde se encontraban la mayoría de mis amigos. Aunque antes de salir había creído visualizar en su conducta que a pesar de lo que acababa de salir a la luz todavía confiaban en mí, en esos momentos, lo único que quería era estar solo con mi fiel compañera. Aires de tormenta se cernían sobre mí y debía hacer todo lo que pudiese para minimizar el golpe. 

Mis paso me llevaron a los terrenos del castillo y de ahí a las afueras del bosque prohibido. Asegurándome de que nadie me seguía ni podía verme, me adentré en él lo suficiente como para lograr un momento de intimidad. En todo el camino no había abierto la boca. Ya bastaba con haber revelado a todos los prefectos del castillo mi secreto como para arriesgarme a que se enterase toda la escuela. Además, a pesar de haberle "salvado la vida", el rostro del profesor cuando me había oído sisear de esa manera, había sido de terror. No quería generar esa reacción en otro y sabía que el hecho de que la hubiese generado en uno de los jefes de las casas me iba a traer problemas a corto plazo. Había muchas preguntas que habían quedado sin respuesta en aquella sala. 

Me acomodé en la raíz de un árbol, que sobresalía de la tierra y deje a la serpiente sobre mi regazo. Acerqué mi frente a la suya, si es que se puede hablar de frente en un animal de esas características, pidiéndole calma y dejé que una lágrima de rabia y pena por lo que acababa de pasar, resbalara por mi mejilla hasta caer sobre la piel escamosa de mi compañera. 

- "Saldremos de esta, Rita. Llevamos muchos años juntos y hemos salido de peores situaciones. No creo que sea precisamente ésta la que logre acabar con todo."...- Permanezco en silencio unos instantes antes de continuar.- " Pero tengo que pedirte algo...No puedo llevarte de vuelta al castillo conmigo. No en este momento. Estoy seguro de que querrán saber cómo he conseguido que no atacaras y sospecharán que te tenía escondida conmigo. Por eso, debo volver solo, de momento. Y tú tendrás que buscar refugio aquí, en el bosque".

Otra lágrima recorre mi mejilla, esta vez de dolor. Aunque esté aquí al lado, no quiero separarme de Rita. Ha sido testigo de mis confesiones durante mucho tiempo y también mi más fiel amiga. 

- " Pero, vendré a verte. Y cuando todos se hayan olvidado de lo ocurrido hoy, volveré a por ti. Te lo prometo."

La dejo en el suelo frente a mí y, con la tristeza empañando mi mirada, le hago un gesto con ambas manos, instándole a marcharse, a alejarse de ahí. 

Kaitlin contuvo la respiracion hasta que Kyle salio de la habitacion con la serpiente. En aquel momento, dejo de cortarle la circulacion de la mano a Leo, y soltó todo el aire que tenia en sus pulmones, aliviada. No podia evitarlo; sencillamente, era superior a sus fuerzas.

Y, en cuanto el pelirrojo salio de alli y Slughorn les indicó que se marcharan, Kait se giró hacia Leo e Eve, con una expresion de angustia. Ahora mismo lo que más habria deseado seria mostrarle su apoyo a Kyle, hablar con él y, sin embargo, una vez más las circunstancias se habían precipitado, y todo parecía sucederse tan rápidamente que ni siquiera podria decirse que pudiera controlar las circunstancias.

Sin embargo, su preocupacion era más que latente. Por eso, en lugar de marcharse de alli inmediatamente, se dirigió al profesor, con el ceño ligeramente fruncido- Profesor Slughorn... - dijo entonces, con un hilillo de voz, casi temiendo formular aquella pregunta- ¿Puede sucederle algo por.... por lo que acaba de suceder? - preguntó, tensandose ligeramente, mientras esperaba la respuesta a aquella pregunta. No quería que expulsaran a Kyle. Era un buen chico, él no tenia culpa de hablar pársel, no era algo que se elegia.

Y, desde aquella misma posición, apoyó la cabeza en el hombro de Leo, con el estómago encogido en un puño.

El espectáculo había terminado. Para bien o para mal, había llegado a su fin. Kyle se había marchado con la serpiente, y el profesor los había invitado amablemente a que se marcharan. Pero aun había demasiadas cosas que hacer, y allí era necesaria organización rápida.

Leo sintió la cabeza de Kaitlin en su hombro, y la miró de reojo. Le dejó un beso en el pelo, y apretó ligeramente su antebrazo como gesto de aprecio, apoyo y cariño. Pensaba lo mismo que ella, tenía sus mismos temores y mismas esperanzas. Había que hablar con Kyle, que tuviera claro que estaban con él, que seguía siendo el de siempre para ellos. Por desgracia, no era lo único que debían hacer aquella noche. Así que pasó el brazo por la cintura de la pelirroja, dándole un pequeño apretón contra él. Le susurró al oído algo, antes de separarse de ella.

Miró a Eve y asintió con la cabeza. Acto seguido miró a Kaitlin, dándole el mensaje de que ella le diría todo lo que Leo iba a hacer a continuación. Pasó de largo de la Ravenclaw, acercándose a Oliver. - Tenemos que hablar ¿Vale tío? - Como despedida, le dio un golpecito en el costado, una palmadita que estaba a medio camino entre la despedida y un gesto de aprecio.

- Profesor Slughorn, lamento que la cena no saliera como es debido. Espero que podamos, más adelante, repetirla. Nos veremos mañana en clase. Ha sido un placer. - Despidió así al profesor, y siguió de largo hasta situarse junto a Carrie, señalando la salida con la mano, esperando que le acompañara al exterior. - Las damas primero -

- Tengo que hablar con Carrie sobre... Eso. Y debería hablar con Oliver para saber que coño le pasa de verdad, de una vez por todas. Parece que siempre que quiero hablar con él, alguien mete el hocico por medio. Si en media hora no estoy en "la sala" esperame en la sala común. Buscad a Kyle, dile que estamos con él, que no este solo. Te quiero. -

Sí, Carrie tenía toda la razón. Había dicho en voz alta lo que yo pensaba y eso me pareció lo más extraño del mundo. Una especie de señal extraña, como si los astros se hubiesen alineado para que hacer que por primera vez mi opinión y la de Carrie fuesen 100% la misma. O al menos la primera vez que yo era consciente, claro. No podía meterme en la cabeza de la Slytherin...

Vi como Kyle sacaba la serpiente y cómo KAit iba directa amostrar su preocupación al profesor Slughorn. Entendía sus motivos pero algo me decía que no podían echarle. Si no me equivocaba, leyendo historia de Hogwarts y la biografía de "El niño que vivió", Harry Potter también hablaba pársel y se había descubierto ante todo el colegio en segundo curso. Y ahé se había quedado estudiando. DEfinitivamente, si iban a meter a Kyle en algún tipo de lío por tener un don, en el colegio eran más hipócritas de lo que nunca hubiese podido imaginar (y algo estúpidos...).

Devolví el gesto a Leo aunque no estaba seguro de a qué se refería. Seguramente algo como "apoyamos a Kyle y hay cosas que hacer, vamos a fuera". O eso pensé yo.

- Gracias por la cena, profesor. - dije con un gesto de la cabeza antes de salir por la puerta y esperar a Leo y Kait... y aparentemente, tras ver lo que hacía-decía Leo, también a Oliver y Carrie.

Era muy interesante ver la reacción de todos los presentes. Parecía que ante ellos había aparecido una amenaza en potencia contenida por la amistad y la confianza que les había vertido el joven ravenclaw durante tantos años. Se pondrían de su parte hasta la muerte, algo que quedó más que confirmado con la primera pregunta de Kaitlin. Por supuesto, Oliver no estaría entre ellos.

- Cuando quieras - contestó a Leo, mirándole directamente a los ojos. Después, su mirada fue directa hacia el profesor Slughorn. No le pasó desapercibido el gesto del Gryffindor hacia Carrie, ni el hecho de que saliesen juntos de la habitación. Dejó que todos salieron de la sala, hasta quedarse a solas con el profesor.