Partida Rol por web

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Reunidos y con las cosas claras, el grupo de investigación emprendió la marcha hacia el interior del bosque. Era una noche fría y seca. El vaho salía de las bocas de los chicos con cada respiración mientras caminaban con cuidado, procurando hacer el menor ruido posible en el interior del silencioso bosque. La serpiente les guiaba serpenteando y casi fusionándose con la oscuridad de la noche. Solo sus ojos amarillos y su siseo les permitían seguirla.

Sonidos en la noche. Sonidos tenebrosos que amenazaban con mostrarles las peores criaturas habidas y por haber en aquel bosque prohibido. Nunca antes se habían podido sentir tan acongojados. Nunca antes la muerte parecía acecharles en cada lugar. El bosque parecía consciente de que esa noche la flor saldría y parecía querer protegerla a toda costa.

Además, estaba el extra de que no serían los únicos humanos deambulando por allí. Una persona, o quizás dos, estarían caminando en dirección a la flor también. Personas dispuestas a hacer todo lo posible por lograr que el mago más temido de todos los tiempos se alzase otra vez.

Caminaron durante media hora, en silencio, varita en mano y expresiones nerviosas. La serpiente les guiaba y el bosque les vigilaba.

Finalmente el resto del equipo se internó en el bosque. Con solo cinco pasos dejaron de verse e Eve se quedó a solas con Zac mientras caminaban hacia una zona intermedia entre la puerta del castillo y el bosque. Ahí tendrían ventaja para todo una vez viesen la señal.

El chico no tenía problema ninguno con estar callado pero algo le decía que si estaban haciendo equipo, no vendría mal ser un poco amistoso. Además, ella también estaría preocupada.

- Seguro que todo sale bien.- Decidió empezar por un tema en común y proseguir con otro igual.- ¿Cómo estás de las costillas?

Estaba nerviosa. Mucho. Era una persona paciente pero cuándo sabía que mis amigos podían estar en peligro la paciencia desaparecía. Saqué mi varita y jugueteé con ella en la mano, para tener al menos la sensación de que estaba preparada si algo ocurría. Sabía que iba a tener que esperar un buen rato hasta que anda ocurriese, pero eso no quitaba que mi mirada estuviese fija en el bosque. Cuándo Zac habló, parpadeé y le miré, confusa unos segundos, hasta que mi cerebro entendió sus palabras.

- Oh, sí, sí... Confío en ellos. Pero eso no quita que me preocupe. - dije encogiéndome de hombros con una sonrisa de medio lado - ¿Mis costillas? Ah, pues bien, bien. De hecho con el tratamiento de la señora Pompfrey creo que podría haberme ido de la enfermería directamente, pero me obligó a quedarme 24 horas... ¿Cómo está Carrie? No he tenido el momento de preguntar.

El chico asintió levemente, con su expresión seria y fría de siempre, pero mirando a Eve en todo momento demostrándole que le estaba prestando atención. También jugaba con su varita en la mano, nervioso como estaba; sin embargo, cuando la Ravenclaw le preguntó por Carrie, un pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Zac provocando que su expresión se dulcificara bastante.

- Está bien. Hasta podría decir que en plena forma.- intentó disimular, pero aquel brillo en su mirada demostraba grandes y buenos sentimientos hacia la chica.- Le costó un poco más recuperarse. Se tiró siete días en la enfermería, pero bueno. Ahora ya se recuperó. Es tan cabezota como fuerte.

Esa mirada de Zac era nueva y sorprendente, pero me gustaba. Demostraba que era mucho más humano y cálido de lo que pretendía, lo que ratificaba mi convicción de que todo era una fachada pero en el fondo eran buenas personas. Le devolví la sonrisa de manera espontánea e inconsciente.

- Me di cuenta de eso durante el partido, aunque si soy sincera no me lo esperaba. Antes no habría dicho que Carrie era capaz de algo así, siempre dejando las cosas de lado si ya no le parecen divertidas... O bueno, al menos los años anteriores. Este año está distinta, para mejor si se me permite decirlo. - dejé pasar unos segundos de silencio antes de decir algo más - Sonreír te queda bien, se te forman hoyuelos en las mejillas. - le comenté al final, esperando que se lo tomase como el cumplido que era y no una ofensa o algo así. 

- Por cierto, ¿Qué conjuros se te dan mejor? Tal vez podríamos prepararnos con la mejor combinación que tengamos.

Mientras escuchaba las buenas palabras sobre Carrie en boca de Eve, Zac continuó sonriendo, rememorando la imagen de Lewis en su memoria. Sobretodo en su memoria más reciente con la mirada perdida en el horizonte. Hasta que Eve le hizo el comentario sobre su sonrisa y, extrañado, la miró. Intentó dejar de sonreír en un principio, pero era imposible. De hecho le había gustado lo que le había dicho Colleman, incluso atreviéndose a ampliar la sonrisa y reír.

- Gracias. No es algo que me digan muy a menudo.

Pararon entonces, en el mejor punto donde pasar desapercibidos pero poder entrar en acción en menos de un segundo

-¿Te parece si nos sentamos aquí?- sin esperar respuesta, el chico se sentó en la fría hierba, colocando sus brazos en las rodillas mientras continuaba varita en mano.- Los hechizos... en realidad todos se me dan bien. Aunque si te digo un secreto espero que no se lo digas a nadie:- estaba medio bromeando. Sabía que todo se le daba bien, pero era un modo de parecer más cercano y simpático. Se acercó un poco a Eve y le dijo antes de volver a apartarse- me cuesta hacer hechizos de Transformación. Así que prefiero hechizos más directos como el desmaius, impedimenta... cosas así.

Se encogió de hombros, pensativo.

- ¿Y a ti?

Intentaba ser amable y el hecho es que no le estaba costando. Estaba de especial buen humor y confiaba tanto en Deirdre, como Jackie y Carrie para llevar a cabo con éxito el plan. Aunque lo cierto es que Colleman era bastante impresionante. No sabía qué era, quizás su brillantez o su decisión en todo, pero realmente se alegraba de que estuviera allí fuera. Era la única que podía echar el plan a perder porque era la única a la que creía peligrosa. Y, además, por otro lado, quizás por admiración debido a eso, a Zac le caía simpática.

Cuando le dijo lo de la sonrisa una pequeña barrera se rompió entre ellos. Algo que a Zac no le gustaba. Demasiada cercanía podría poner el plan general en problemas. ¿Pero qué más podía hacer?

Casi se ríe ante la actuación propia sobre los hechizos. Decir que las imperdonables eran sus favoritas no habría sido oportuno. Debía continuar con la fachada de ser bueno aunque en el fondo no lo fuese. Con Eve no sería complicado en ese aspecto. Veía lo mejor de las personas.

Cuándo la sonrisa de Zac se ensanchó, parecía una persona completamente distinta, pero me alegraba de ver esa faceta suya.

- Entonces deberías sonreír más a menudo. - le dije divertida.

Miré de nuevo al bosque antes de aceptar la invitación. Prefería estar depié para estar más preparada, pero lo más probable es que tuviésemos que esperar un rato de todos modos, así que me senté al lado de Zac.

Escuché lo que me decía de los hechizos, con atención. No era precisamente un secreto que Zac parecía haber nacido con la varita ya en la mano, pero lo que me interesaba era saber con qué hechizos se sentía más cómodo para preparar posibles planes. Desmaius, perfecto. Dejar fuera de combate al contrario sin dañarle.

- Diría que lo que se me da mejor es el Protego Totalus, ya que pasé mucho tiempo perfeccionándolo. Eso que dicen que una buena defensa es el mejor ataque, supongo. Y el Desmaius es mi hechizo predilecto en duelos. Creo que si debemos combatir a Oliver podríamos optar por ese conjuro. Tal vez yo puedo protegernos mientras tu le desmayas. Es mejor que combinemos los ataques y defensas para ir con ventaja, ¿no te parece?

Cada paso que Leo daba, le hacía sentir que se internaba cada vez más en la boca del Lobo. Cada vez le parecía que aquello estaba más oscuro, y cada vez tenía la sensación de que más ojos los estaban observando. Caminaba con los ojos entrecerrados, buscando ver en la oscuridad más allá de un par de metros. Empuñaba la varita en su mano izquierda, y con cada paso sentía más frío, un desaliento mayor.

Decían que los Gryffindor no tenían miedo. No era cierto. Los Gryffindor tenían miedo, pero también tenían el valor y las agallas para enfrentarse a ese miedo, a sobrepasarlo y seguir avanzando pasara lo que pasara. Debemos seguir adelante. No tenemos alternativa. Todo depende de nosotros.

Y no podía evitar preguntarse como una serpiente sabía cómo era una Raíz Lunar. No podía evitar desconfiar del animal, a pesar de las palabras de Kyle. Pero... a pesar de ser reticente a sus propias conspiraciones y paranoias, confiaba en Kyle. ¿Hasta qué punto las Serpientes son inteligentes? Leo llegó a preguntarse que estarían pensando los demás... o cuanto faltaría hasta llegar al lugar donde estaba aquella flor. No pudo evitar pensar que estaba volviendose paranoico por momentos...

Zac sopesó la propuesta de Eve unos segundos, entrecerrando los ojos ligeramente mientras pensaba. Hasta que finalmente se encogió levemente de hombros y asintió.

- Si al final resultará que haremos buen equipo y todo.- comentó con aire despreocupado.- Tu novio quedaría bastante sorprendido.- No le gustaba nombrar a Duncan. No se habían llevado especialmente bien en todos aquellos años. La rivalidad y el ser completamente opuestos no ayudaba a forjar una amistad. Siempre habían sido rivales y cuando no lo eran pasaban el uno del otro- Pero imagino que sería más para mal que para bien.- sonrió con cierta ironía.
 

En cuanto aparecio la serpiente, no pude evitar sentir un escalofrio. Me quedé paralizada unos instantes, mirando al animal, aterrorizada. Era superior a mis fuerzas. Aunque fuera la serpiente de Kyle y aunque supiera que jamas permitiria que me atacase, aquel miedo irracional a las serpientes iba mas alla de cualquier pensamiento razonable.

Me retrase ligeramente, dejando cierta distancia entre la serpiente y yo, intentando que no se me notase mucho. Sin embargo, no era solo mi inusitada palidez lo que me delataba. Mi frente estaba perlada por un sudor frio y mi respiracion se notaba agitada, casi jadeante.

Tragué saliva, cerrando los ojos, y me mentalicé a mi misma de que tenia que hacerlo, de que no habia más opciones. Estaba asustada y nerviosa, y lo unico en lo que podia pensar era en coger la maldita hierba y salir de alli cuanto antes.

Y asi comencé a caminar hacia el interior del bosque, manteniendo la distancia con Rita, atenta a cualquier cosa que pudiera estar sucediendo a nuestro alrededor.

Aquel lugar era, ciertamente, siniestro.

Me aparté un mechón de pelo de la cara mientras sopesaba las palabras de Zac. Cierto que nunca se habían llevado bien, él y y Duncan, pero tampoco nos habíamos llevado bien con Carrie nunca y ahora estábamos colaborando. O bueno, sin ir más lejos, Zac y el resto también se habían llevado a matar siempre, y él y yo simplemente éramos corteses el uno con el otro. Nada más. Si hablasen un rato seguro que tendrían más cosas en común de las que se imaginaban.

- Mientras capturemos a los culpables y no me pase nada, creo que Duncan aceptará cualquier combinación de equipo. - miré al bosque, esperando cualquier señal y pensando en qué deberían estar haciendo en esos instantes y si estarían bien. - ¿Te habrías imaginado a Oliver haciendo esto, antes de ver lo que vimos? - Zac había vivido siempre con una perspectiva distinta a la del resto sobre Oliver, así que tal vez pensase distinto también.

Continuaron el camino, internándose cada vez más y más en el bosque. En alguna ocasión veían ojos acechando, sentían movimiento por detrás de ellos y oían los sonidos de las diferentes criaturas que se encontraban en el lugar. La oscuridad era prácticamente total de no ser por la luz que emitían las varitas de los adolescentes.

El frío era bastante intenso y las temperaturas cada vez descendían más y más. Entonces, la serpiente cesó su recorrido. Se paró en seco, siseando.

Gracias a la luz se pudo observar un pequeño reguero de un líquido rojo intenso por el suelo que guiaba hacia la izquierda. Rita lo tenía tan claro como los chicos:

Rita:-Es sangre... sangre humana... Alguien está aquí, herido en el bosque.

Zac continuó mirando al horizonte, pensativo ante las palabras de Eve. ¿Le pasaría a él igual si fuera Carrie? ¿Aceptaría que se quedase a solas con Duncan por el bien del plan? ¿Solo por su bien? ¿O su afán de protección jamás le permitiría tal caso?

Bueno, en parte ya la estoy dejando a sus anchas... en teoría es lo mismo.

Ante la pregunta sobre Oliver, no dudó ni por un instante.

- Sí.- fue directo y conciso. Lo tenía muy claro y su seguridad se transmitió con su mirada hacia la chica.- Algunas personas son simplemente lo que parecen. Esas personas son aburridas, predecibles y sin duda poco interesantes. Otras, como Oliver, son completamente opuestas a como los aburridos piensan que son. Yo calo muy bien a ese tipo de gente y por ello no dudo en que Oliver bien puede hacer eso o cualquier otra cosa.- entonces varió su seriedad a una medio sonrisa chulesca, medio entrecerrando los ojos.- ¿Y tú, Colleman? ¿Eres del primer grupo o del segundo?

Leo caminó por junto al grupo, vigilando uno de los flancos. No fue una ni dos veces en las cuales llegó a levantar la varita con intención de lanzar un conjuro, creyendo que los estaban acechando. La idea de caminar con luz no le pareció la mejor, claro estaba, pero tampoco había muchas más alternativas. Aquel lugar consiguió arrancarle un escalofrío por toda la espalda, similar al que sentía cuando entraba en la enfermería.

El chaval estuvo a punto de hablar varias veces. El silencio le parecía excesivo, y veía la necesidad de combatir de alguna manera los ruidos del bosque. Siguió caminando en silencio, teniendo cuidado por donde pisaba. Hasta que la serpiente paró, y él detuvo sus pasos solo un segundo antes de estrellarse con Kyle. Dio un paso lateral, agachándose a observar la sangre. 

-  Parece sangre... - Susurró, observando la sangre que había en el suelo. Miró a la serpiente sisear, y miró a Kyle, esperando a que tradujera. Por su parte, el alzó la varita para ver en que dirección iba la sangre, y si podía ver el animal o la persona herida, dueña de aquella sangre.

Camino sin apartar mi vista de la serpiente, pues no me haría demasiada gracia perdernos en mitad de aquel bosque. El silencio entre el grupo es tal que cualquier pequeño ruido de animal se intensifica de manera que todo suena como una amenaza. Algo que resulta inquietante y más sabiendo lo que estamos a punto de impedir que ocurra esta noche. Sólo espero que Oliver no llegue antes que nosotros.

El siseo nervioso de Rita me saca de mis ensoñaciones y me vuelvo hacia Leo, con la inquietud plasmada en mi mirada, para confirmar sus sospechas.

- Es sangre. Sangre humana...¿creéis que puede ser Oliver?- añado, mirando en la dirección del rastro de sangre y preguntándome si sería prudente seguirlo o estaríamos cometiendo una imprudencia. ¿El dueño estará muy lejos?

Me agacho para colocarme a la altura de Rita y le siseo una petición.

- "¿Crees que podrías acercarte para ver si es seguro socorrer al herido o nos estaríamos metiendo en la boca del lobo?"

Coincidía en que Oliver nunca había sido como aparentaba, pero yo hasta que no empezó este año, no lo habría visto capaz de eso. Sí que mantenía los prejuicios de pureza de sangre... pero de ahí a revivir a Voldemort había un buen tramo. Cuándo de repente me preguntó cómo era yo me cogió por sorpresa.

- ¿Yo? - tenía mis secretos, cómo todo el mundo, pero no era de las que aparentaban algo que no era. La honestidad era algo que valoraba mucho. - Supongo que soy de las aburridas. - le dije finalmente, sin perder la sonrisa. - No me gusta aparentar lo que no soy, prefiero ser honesta conmigo misma y con el resto. Tal vez soy predecible, y probablemente aburrida, pero estoy a gusto conmigo misma y no necesito crearme un alterego para ser feliz como soy.

Alzó una ceja, escuchando las palabras de Eve. Tenía que decir que en parte tenía razón. Siempre había sido una sabelotodo perfeccionista. El alma caritativa y buena del colegio incapaz de castigar a nadie si no era estrictamente necesario. Pero eso era antes. Aquel año parecía como si casti todos hubieran cambiado.

- Cualquiera diría que eres aburrida después del partido del quidditch.- comentó quizás de forma algo seca, pero sin cesar de exhibir una sonrisa. La sonrisa que siempre le dedicaba a Carrie y que solo ella había visto.- Odio decir esto, Colleman, pero empiezas a caerme bastante bien.

Lo dejó caer así, sin más. No dio explicación de ello. Solo aumentó la sonrisa y miró al cielo. La luna continuaba oculta bajo el gran manto de nubes negras.

Sin duda se estaba intoxicando. Aquellos momentos a solas con aquella chica le estaban cambiando en cierto modo. Era su dulzura, su inocencia, sus palabras y su sonrisa lo que provocaban en Zac cierta simpatía hacia ella. ¿Qué haría llegado el momento? Suponía que él no estaría en aquel duelo final, y hasta se alegraba. Él era un ser cruel, peligroso y con metas muy claras. Pero si con dos palabras aquella chica le había hablandado en cierto modo, ¿sería capaz de hacerle una maldición imperdonable llegado el momento?

¿Qué tenía Eve Colleman? ¿Por qué a su lado las cosas parecían calmadas? ¿Por qué el feroz odio que Zac Bolton tenía hacia los defensores de los muggles y hacia la Orden del Fénix menguaba a su lado? Quería odiarla, pero no era posible. ¿Qué haría Carrie en su situación? ¿Sería cierto que ella era mucho más peligrosa que él? ¿Ella se habría dejado contagiar de aquella paz de estar al lado de la Ravenclaw? ¿O habría sido fuerte a sus convicciones?

Le estás dando demasiadas vueltas, Zac. Sin duda mi relación con Carrie me ha suavizado bastante.

¿Qué pasaría con Duncan cuando se enterase de la pérdida de Eve? Zac no podía imaginarse su mundo sin Carrie. Nada, ni siquiera alcanzar el poder tendría sentido si no era a su lado. ¿Cómo podía ser consciente de la inminente muerte de Eve si se aparecía junto a O'Hare llegado el momento? ¡¿Cómo podría no hacer nada?! Miraba a Eve y veía a Carrie. Se imaginaba a Duncan destrozado y la misma sensación de vacío y dolor le acometía... ¿Qué hacer? ¡¿Qué hacer para evitarlo?!

Tengo que hablar con Carrie. Tengo que decirle que la deje con vida.

Rita asintió.

- Esperad aquí. No os mováis.

Empezó a serpentear, siguiendo el recorrido de sangre, a toda velocidad, orientándose gracias a al calor que aún desprendía la sangre por la zona. Se perdió de vista durante unos minutos, que fueron muchos menos de lo que podrían haberse imaginado. Cuando regresó miró directamente a Kyle.

- Es una zona rocosa con una cueva que se debió crear tras la guerra de Hogwarts. Es bastante empinada y muy difícil de escalar. Solo un animal con patas y garras podría hacerlo con gracilidad y además pasar desapercibido para el resto de criaturas. También puedo decirte que esa persona debe de estar muy herida, Kyle. Se desangra y sin ayuda no podría descender.