Partida Rol por web

La suerte de Eve le volvía a sonreír nuevamente. De camino a la sala común se encontró a solas por el pasillo a Jackie que parecía ir pensativa, sin percatarse siquiera que la prefecta de las águilas estaba acercándose de frente.

Solo la identificó cuando distaba un metro de ellas.

- Hola Eve. ¿También tienes guardia?

Le extrañaba verla por allí, puesto que creía que su guardia tenía que hacerla con Cormac.

- Está claro que tampoco hay nada que contar... - contestó Leo a Victoria cuando se marchó. La siguió con la mirada, con el ceño ligeramente fruncido y con cara de más bien pocos amigos. Esa actitud prepotente le había tocado los huevos, se había metido con la familia y no se había cortado en montar el espectáculo.

Siguiéndola con la mirada, vio a Deidre junto a Kaitlin. Esperó que la segunda tranquilizara a la primera, y que aquella relación entre hermanas acabara en buen puerto. Aun estaba pensando en que pasaría ahora, que Deirdre, Victoria y Carrie compartirían habitación.

O no. Depende de si Oliver la mete en su habitación como premio anual. Sería hasta inteligente. Pero Leo creía que, en el caso de que Oliver hiciera algo, no sería precisamente para mantener la paz y tranquilidad en Villa Serpiente. Aun estaba flipando por como se había comportado en el Gran Comedor, olvidándose de que era el Premio Anual deliberadamente.

Fue cuando Jackie volvió a hablar, que Leo rompió relación con sus pensamientos, y giró el cuerpo hacia ella, quedando de frente a ella ahora. - No ha sido culpa vuestra, no te preocupes. - Negó con la cabeza y un gesto de la mano, restándole importancia. - Si tenéis problemas avisadnos ¿Vale? - Comentó, segundos antes de que Jackie pusiera la mano sobre su antebrazo y le diera un beso en la mejilla. - No hay nada que agradecer, de verdad. -

La despidió con un leve gesto de la cabeza, y esperó un par de segundos, antes de marchar en dirección a la sala común, pero vio a Kaitlin a lo lejos, y desvió su objetivo hacia ella.

- Princesa. - Fue su saludo, mientras se acercaba hasta Kaitlin. Miró a su alrededor, viendo que ya no estaba con Deirdre. - ¿Ya se marchó tu hermana? ¿Cómo esta? - Preguntó, antes de nada. Acto seguido, se cruzó de brazos, soltando un largo suspiro, y negando con la cabeza.

- La que se ha liado en un ratillo... ¿Has enviado a los nuestros a dormir? - Preguntó, mirándola de reojo. - Oye... ¿a quién le toca guardia esta noche? - Preguntó, ya que como de costumbre, no recordaba a quien le tocaba. Y él comenzó a caminar hacia el Gran Comedor, esperando a que Kaitlin le siguiera para dar el aviso a los chavales de Gryffindor de marcharse a la cama.

- ¿Te has enterado de algo? -

No creía en la suerte, pero sí en la magia. Encontrarme con Jackie en este preciso instante me decía que Hogwarts de un modo u otro quería ayudarme. Viendo que Jackie parecía tener la mente en otro lado, no quise sorprenderla así que esperé hasta que ella me vio.

- Buenas noches Jackie. No, no tengo guardia - ¿para qué mentir? - vengo del despacho de la directora. He ido a hacer una petición formal, de la que además tengo que hablar contigo. Pensaba que tendría que esperar hasta mañana, pero para qué dejar para mañana lo que se puede hacer hoy. 

Miré a mi alrededor para asegurarme de que no había nadie cerca. No quería mantener en secreto esto pero no quería tampoco que antes de que la decisión se tomase Oliver se enterase. Más bien temía que se enterase. Me daba la sensación de que el chico había perdido todos los escrúpulos - o nunca los había tenido y antes lo pretendía - y que por no perder esa posición de poder podía hacer daño a alguien.

- He solicitado que le retiren a Oliver el Premio Anual. - presenté a Jackie las mismas razones que a la profesora McGonagall aunque de manera más informal* antes de añadir cosas nuevas en la argumentación - Sin ir más lejos ya has visto cómo se ha comportado en el comedor, de manera cruel y arrogante.- dije obviamente refiriéndome al encontronazo con Carrie y el llamarle claramente "prostituta"  delante de todo el mundo - Un Premio Anual no puede ir por ahí haciendo eso, su trabajo es mantener el orden no deshacerlo; castigar a aquellos que no cumplen las normas, no incumplirlas; dar ejemplo, no ser cruel con el resto del alumnado. Oliver no se merece esa insignia y se está aprovechando de la autoridad que le da para salir inmune de cualquier cosas.

Ahora seguramente Jackie se estaría preguntando por qué le contaba todo esto, así que igual que con la profesora, me adelante a su pregunta.

- La profesora McGonagall me ha explicado que para revocar el Premio Anual de Oliver debo habalr con los prefectos de su casa, es decir, con Zac y contigo. Si vosotros estuviéseis de acuerdo y si no le he entendido mal, se le retiraría. Si no, se haría una reunión de prefectos para votarlo. Sé que es de tu casa y que tal vez eso deteriore la imagen de poder que ostenta Slytherin teniendo un Premio Anual en sexto, pero creo que es mucho peor que siga aprovechándose de eso, ya que además él también está destrozando la imagen y la unidad de la casa. No te quiero vender la moto - me di cuenta de que era una expresión muggle y Jackie no sabría que es una moto, así que hice un gesto con la mano y rectifiqué - perdona, quiero decir que no quiero engañarte y convencerte de nada. Todo lo que te he dicho lo pienso con sinceridad como prefecta y alumna de Hogwarts, no es nada personal, y te pregunto qué opinas al respecto del mismo modo. 

El gesto de Zac ante la presencia de Oliver le resultó divertido, como si ella fuera a abalanzarse sobre el Premio anual en un intento de arrancarle los ojos de sus cuencas al más puro estilo felino. En su lugar caminó por la Sala Común con toda la pasmosidad del mundo hasta las escaleras, donde se despidió de Zac para marcharse a su habitación.

Seguían bajo el hechizo de insonorización así que al pie de las escaleras Carrie pudo hablarle sin temor de ser escuchada.

- Todo esto me ha hecho pensar que tenemos que poner en marcha la siguiente parte del plan cuanto antes; tal vez deberíamos tener una pequeña reunión de equipo, aunque sin Oliver, por supuesto. Piensa en ello.

No dijo nada más aunque la forma en la que Carrie enarcó la ceja fue suficiente significativa para que él comprendiera en qué pensaba. En lo extraño que era, después de tantos días juntos, partir cada uno hacia habitaciones diferentes. Sin embargo no lo dijo, ni siquiera hizo el amago de darle un beso de despedida. Se fue, sin más, pensando en todo lo que deseaba y en lo cerca que se creía de conseguirlo.

Deshice el camino hasta el lugar en el que habia dejado a Leo, con una delgada sonrisa en los labios propiciada por las dos ultimas palabras de mi hermana. Deirdre no era demasiado dada a sentimentalismos y un gesto asi por su parte solia ser de valorar.

Mi sonrisa se ensancho, al ver alli a Leo, con Jackie, a quien salude con una sonrisa, alzando la mano, a modo de despedida. Entonces me acerqué a Leo, dejandole un beso en los labios, para asentir acto seguido- Bueno... ya sabes como se toma eso de que la llamen pobretona... Pero creo que ya esta algo mas tranquila... - dije, sonriendole ligeramente, mientras me agarraba a su brazo, dispuesta a echar a andar- No he enviado a nadie a ningun sitio... Estuve con Deir, y me he enterado de alguna cosa, si... -dije, asintiendo, mirando a Leo por el rabillo del ojo- Por lo visto el dia del cumpleaños de Carrie, Zac reto a Oliver a un duelo para librar a Carrie del compromiso, y Zac gano. Y, desde entonces, parece ser que Oliver se ha dedicado a prometerse con Victoria, a saber por que... algo del honor, en teoria. Ya ves tu lo honorable que es liarse con esa comadreja... - suspiré, negando- Le pregunte a Deir por lo de Katherine y me dijo que todo era una tapadera... Que no sabemos nada de Oliver, pero que no es quien dice ser... No se, Leo... a mi todo esto me parece cada vez mas extraño...  -suspire, negando ante su pregunta sobre los turnos- Y no se a quien le toca, no. ¿Quieres que vayamos a preguntar? -dije, señalando en direccion a la escalera. Y, acto seguido, añadi- ¿Y a ti como te fue? ¿Se han tranquilizado ya las fieras? ¿A que vino lo de Jackie, por cierto?

Las palabras de Laura me sorprenden. Hace tan sólo unos minutos parecía que estaba a punto de iniciar una conversación bastante trascendental y de golpe y porrazo se iba. ¿Qué había cambiado? ¿Habían conseguido mis palabras el efecto contrario y en lugar de hacerla sentir cómoda habían conseguido hacerle sentir más incómoda todavía de lo que estaba? 

Al percatarme de que me he quedado con la mirada perdida, enfrascado en mis pensamientos, vuelvo a posar los ojos en la chica. Y es justo en ese momento cuando se acerca hasta mí para posar un suave beso en mis labios. Suave como una pluma e igual de ligero. Casi parece como si nunca hubiese estado ahí y se tratara únicamente de una caricia del aire. 

Me quedo sin aliento y sin palabras al mismo tiempo. Debería haberlo visto venir. Había tantas señales: su mirada el otro día en el callejón irlandés, la forma en que reaccionaba a la defensiva o con comentarios teñidos de celos cuando otras chicas parecían mostrar un interés en mí...En fin, con eso quedaba demostrado lo estúpido e inocente que podía llegar a ser en esos temas. Permanezco bloqueado, como si mis músculos se hubiesen convertido en piedra. Únicamente se mueve mi mano para posar las yemas de mis dedos sobre el lugar donde hace un instante estaban los labios de Laura. Y entonces su voz llega a un pequeño rincón de mi mente y logro reaccionar, levantándome y acercándome hacia ella. Le tomo suavemente del brazo para impedir su huida. 

- Quédate.- mi tono de voz es bajo, casi como un suspiro, y en mi mirada se lee una súplica. Me acerco un poco más a ella, bajando la mirada a sus labios, deseando probarlos de nuevo. Había pasado tanto tiempo y, aunque no me lo admitiese a mí mismo, seguía sintiendo algo por aquella chica. Sin embargo, por algún motivo no consigo devolverle el beso. Quiero pero no puedo. No me atrevo. ¿Por qué me resulta tan difícil si con Aly fue tan fácil? Claro que aquello fue distinto. Lo de Aly era una broma, una forma más de colegueo. Con Laura era más complicado. Indeciso pero a la vez reticente a dejarle marchar digo algo que hace apenas una hora me había propuesto no contarle a menos que me lo preguntara. Pero, ¿qué narices? Confío en ella y por primera vez soy consciente de que se lo puedo contar. - Hay algo que prometí contarte. Quizás quieras quedarte a escucharlo...- le miro intensa y fijamente a los ojos esperando un sí por respuesta. 

La arrastro conmigo al sofá y me acomodo junto a ella, de forma que pueda seguir manteniendo ese contacto visual. Preferiría estar mirando a cualquier otro lado para decir lo que le voy a decir, pero quiero que sepa que confío en ella. Tiene el privilegio de ser la primera persona a la que le voy a desvelar mi pasado.- Era mi padre...- comienzo, manteniendo el tono de voz bajo por si alguien más entrase en la sala.- Aquel hombre era mi padre adoptivo.- Siento que me acabo de quitar una pesada carga de encima y me doy cuenta de lo mucho que necesitaba compartirla con alguien. Que ese alguien sea Laura sólo lo mejora. Permanezco en silencio, esperando su reacción, sin saber muy bien cómo continuar ni qué contarle exactamente.

Totalmente sorprendida por la reacción de Kyle, Laura se quedó parada, mirándole. ¿Sería posible que al fin Kyle se hubiera dado cuenta de lo que pasaba? Tampoco es que ella hubiera estado muy acertada en adivinar sus propios sentimientos, por lo que no había nada que echarle en cara por así decirlo.

Se dejó llevar nuevamente hasta el sofá, sentándose, quizás, algo más cerca del chico que antes. Se quedó ahí, sentada, mirando a Kyle, sin saber qué hacer o qué esperar, hasta que Kyle cumplió su promesa. Se le notaba incómodo y nervioso y no era para menos. Que aquel chico le estuviera contando aquella trágica verdad halagó en grado sumo a la chica.

Tardó en reaccionar una vez se enteró de quién era aquel hombre. Lo cierto es que nunca habían hablado del pasado de Kyle; si bien, cuando fueron novios hacía tantos años, más bien parecía un simple juego de niños, por lo que no resultaba raro no haber llegado a tal grado de complicidad.

- ¿Tu... padre adoptivo? Pero... ¿qué pasó? ¿por qué... por qué intentó...?- no se veía capaz de terminar la frase por lo fuerte de las palabras. ¿Cómo decir que por qué su padre adoptivo intentó matarla en Navidades?- ¿No lo has denunciado?

Aquella era la mejor noticia que Jackie había recibido en mucho tiempo. El hecho de que alguien no tan cercano a Carrie como ella, pensase de igual manera con respecto a Oliver la alegraba, pues significaba que su grado de objetividad continuaba por encima del subjetivo.

La prefecta de Slytherin sopesó las palabras de Eve, pensativa. Lo cierto era que Colleman tenía razón en todo y no sería ella, solo por no estropear el supuesto nivel de la casa Slytherin, quien la contradijese.

- Lo acepto. Puede que el nivel de Slytherin parezca descender pero en mi opinión está cada vez en peor estima teniendo Premios Anuales que no saben comportarse como es debido. Estoy de acuerdo en que debemos hacer algo al respecto y muy raro sería que Zac no lo aceptase también. Puede que lo haga simplemente por Carrie, pero lo hará. Hablaré con él y mañana a primera hora iré a hablar con McGonagall. A no ser que prefieras hablar tú con él.

A los pocos minutos de que Carrie y Zac se marchasen apareció Victoria. Al encontrarse con Oliver ahí, sonrió y acudió a él casi dando saltitos de alegría.

Se agachó y le dio un beso en la mejilla.

- ¿Me estabas esperando, Oli?

Antes de terminar, leyendo las facciones de Jackie, ya tenía la sensación de que no diría que no. Cuándo habló me alegré de no equivocarme. Una pequeña parte de mí se sentía mal porque al fin y al cabo le estaba "quitando" algo a alguien, y no me gustaba hacer eso, pero esa parte se acallaba con rapidez con la voz de la responsabilidad y la justicia que habitaba en mí.

- Me alegra que entiendas el problema. Si crees que vas a ver a Zac y no es molestia alguna, confío en que sabrás expresarle el problema. Si no, o si estás cansada, ya lo haré mañana por la mañana yo. Ahora de todos modos supongo que ya estará en la sala común y ahí no tengo permitido el acceso. - aunque haga unas semanas traspasase esas normas... - Gracias Jackie, buenas noches. - le dije estirando la mano para despedirme y para dar por cerrado el "trato".

Jackie no dudó en estrechar la mano de Eve. Siempre se había llevado bien con ella y en aquella ocasión no era para menos.

- Gracias por tu esfuerzo. Deberías ser Premio Anual el año que viene. Buenas noches.

La Slytherin se sentía bien. Después del desastre ocurrido en la cena, nunca estaba de más encontrar personas que lo daban todo por un bien común.

- Si necesitas lo que sea, no dudes en decírmelo. Ahora... debería seguir la ronda.

- ¿Lo dudabas?

Su pregunta llegó acompañada de una contenida aunque atractiva sonrisa. Durante unos segundos permaneció recostado en el sofá, con la nuca apoyada en la parte superior del respaldo y la mirada perdida en las chispeantes llamas. Estaba agotado. De su máscara, de la inutilidad humana y de chocarse una y otra vez contra las mismas piedras.

- Necesito que hagas algo por mi.

Despacio recolocó su postura, cogiendo a Victoria de la mano y empujando lentamente para que acabara sentándose en sus piernas. Sabía que con un gesto tan mundano como ese podía tenerla a sus pies.

- Necesito que te comportes frente a Lewis y los demás. No me entiendas mal - añadió rapidamente, asegurando la contención suficiente para que no echara injustificadamente el grito al cielo. - No es por ellos.

Sabía que la curiosidad y la envidia le carcomían. Se dio el placer de tardar un poco más.

- Si queremos derrocarles de su 'reino' debemos hacerlo bien. Solo tendremos una oportunidad, y no podemos quedarnos en las medias tintas. - La dureza de sus palabras quedaba contrarrestada con las suaves caricias en su pelo. Bajo todavía más la voz, hasta que quedó en un susurro. - ¿Podrás hacerlo?

- Espera, espera, espera, espera, espera... - Pidió, haciendo gestos con las manos para sugerir calma. Miró un momento a Kaitlin, después de escuchar parte de la información que le había dado, y ahora estaba procesándolo. Abrió la puerta del Gran Comedor, comprobando los chicos de Gryffindor que quedaban allí.

- Un segundo. - Pidió a Kaitlin, y se acercó a la mesa de Gryffindor. - Chicos. Chicas. Damas, Caballeros. Todos a la cama. - Dijo, alzando la voz para que lo escucharan. - Dentro de media hora todos en la sala común, donde podréis seguir hablando de las vacaciones y daros los regalos. Venga, todos a la sala común, por favor. -

Y esperó unos segundos a que todos se marcharan, acercándose hasta donde estaba antes sentado y cogió las dos cajas que había dejado allí, y volvió hacia Kaitlin. - Ahora sí, princesa, vamos. - Le guiñó el ojo, con una sonrisa, y salió del gran comedor en dirección a la sala común de Gryffindor.

- Entonces... Carrie invitó a todo el mundo a su fiesta. Zac retó a Oliver, este perdió contra Zac... Rompió el compromiso... ¿Pueden romperse los compromisos tan fácilmente? - Preguntó entonces, pero siguió hablando. - Y Oliver se compromete con Victoria, que ahora odia a Carrie, y... uf... Menudo lio... - Negó con la cabeza, sin darle mayor importancia.

- Lo de Oliver... ¿todo una tapadera? - Preguntó, extrañado. Se negaba a pensar que Oliver, amigo suyo, fuera todo mentira. - No... no puede ser ¿no? Quiero decir... no sé... joder, era nuestro cuñado. ¿Segura? - Volvió a preguntar, para confirmar.

-Bueno, resulta ser que voy yo y le digo a Victoria que a que coño ha venido todo lo que ha pasado, y esta me dice que tiene lo que se merece. Y viene entonces Jackie y le dice "Eh, calla guapa que no tienes ni idea" y Victoria le pregunta que si ella si tiene idea y que Jackie ha saido aprovercharse de Carrie sin que esta sospeche. Entonces, Jackie, entra en furia, y le dice que si vuelve a hablar de Carrie de esa manera le parte la boca. Intenté poner calma, pero no sé... le dije a Jackie que si necesitaban ayuda que nos avisaran. - Comentó, mientras iban subiendo escaleras sin parar.

- ¿Qué te parece? -

¿Yo Premio Anual? No iba a negar que era todo un alago, ni que sabía que en cuestión de rectitud y responsabilidad podía cumplir con el papel. Pero yo no era una persona carismática que pudiese ser un modelo a seguir, no creía que muchos quisieran ser cómo yo.

- Claro, buenas noches. Y gracias a ti también. - dije antes de seguir mi camino hacia la torre de Ravenclaw. ¿Estarían ya durmiendo, el resto? No lo creía teniendo en cuenta que era día de reencuentro y que el tema de Carrie, el de Oliver y Victoria y la pelea en el comedor había caldeado el ambiente. Pero quién sabe.

Respeto ese momento de silencio que sabía que iba a venir después de mis palabras, aunque no puedo evitar removerme inquieto en el asiento. De momento no había dicho nada altamente alarmante pero ¿qué iba a pasar cuando le contase el motivo por el cual mi padre quería matarme? Porque una vez llegados a ese punto, ya tenía que contárselo todo. Necesitaba verbalizarlo para poder poner en orden mis pensamientos. Cuando por fin rompe el silencio, lo hace con dos preguntas de lo más lógicas. Decido empezar por lo fácil y respondo primero a su segunda pregunta. 

- Lo hablé con James- dado mi todavía patente nerviosismo, olvido aclarar que James es el squib del orfanato.- y me dijo que se encargaría de ello. - No había vuelto a preguntarle por ello, pero suponía que se habría encargado de informar a alguien que pudiera poner fin al asunto. Cuando tuviera un rato lo comprobaría. Tenía que hablar con Mc Gonagall, o quizás directamente con el Ministerio de Magia. Además, si comentaban lo de mi infracción respecto al uso de la magia, tenía testigos de que había sido en defensa propia. Por mucho que Laura pudiera llegar a odiarme por mi historia, confiaba en que seguiría saliendo en mi defensa. 

- En cuanto al por qué...- toma una gran inspiración llenando de aire mis pulmones e invocando el valor que me iba a hacer falta para continuar con mi confesión. Nunca imaginé que sería tan duro. - Es...una venganza...por lo de su casa...por el fuego...- me paro. Mis palabras están siendo incoherentes y poco esclarecedoras. Lanzo un suspiro resignado. Tendría que contarle toda la historia. 

- Lo mejor será empezar por el principio...Te sugiero que te pongas cómoda.- Me paso las manos por el pelo, alborotándolo ligeramente mientras mis ojos se concentran en un punto fijo de la pared que se encuentra tras de Laura y mi mirada se pierde en una época pasada, enterrada en mi memoria. - Cuando tenía cinco años, este hombre me adoptó. No porque quisiera un hijo, no...Me había visto hablar con una serpiente y por lo visto decidió que podía resultarle una herramienta bastante útil. ¿Qué pasa? Que se equivocó. Y eso no le gustó nada.- Me interrumpo. Tan solo con recordar todas las penurias y castigos por los que ese cabrón me hizo pasar en los años posteriores a mi adopción me hierve la sangre y ese odio que siento hacia ese malnacido se refleja en mi mirada. Cuando continúo mi voz es un poco más profunda. - No voy a entrar en detalles sobre los años que pasé con él...- No quiero que Laura sepa todo lo que ese hombre me hizo ni que sienta pena por mí. No se lo cuento con ese objetivo.- El caso es que llegó un día que me harté y unas cosas llevaron a otras y sin siquiera saber cómo, acabé prendiendo fuego a su casa con ambos dentro...- Como si volviese de un sueño, poso mis ojos sobre los de Laura.- No me siento orgulloso de ello. Es más, en parte me doy asco...pero tampoco me arrepiento de haberlo hecho. - Guardo un breve silencio antes de continuar.- Huí de ahí y con el tiempo descubrí que lo que él y sus amigos hacían era magia y que al grupo al que pertenecían se hacían llamar mortífagos. - Obvio decir que mi motivo de entrada a Hogwarts fue vengarme de él. Por hoy ya había desvelado demasiado. - Tras la batalla de Hogwarts pensé que habría sido capturado, que ya no seguiría en libertad...Por lo visto me equivocaba. 

Bajo la mirada al sofá, pues no quiero que Laura vea toda esa ira concentrada en ella, y permanezco callado. Por una parte, acababa de quitarme un gran peso de encima. Por otra, ahora era yo quién se estaba planteando irse a dormir. Demasiadas emociones en muy poco tiempo. 

Asentí, comprendiendo que todo lo que acababa de decir a Leo en tiempo record no habia hecho sino aturullarle. Estaba a punto de entrar a ayudarlo con los chavales, pero lo cierto es que agradeci que el se encargara de aquello por los dos: lo cierto es que en aquel momento no estaba demasiado centrada como para ponerme a guiar a un grupo de chicos.

Sonrei entonces, al verlo volver con las cajas, dedicandole un cariñoso guiño y un silencioso "gracias", para acto seguido asentir ante su resumen de lo que acababa de explicarle- Si, basicamente. Y no estoy segura, pero por lo que me dijo Deirdre parece que si fue suficiente. Lo que no sé es si ahora Carrie y Zac estan prometidos o no...Porque creo que no... Quiero decir... Yo le pregunte a Deir que si estaban saliendo y me dio a entender que ni ella lo tenia muy claro y que tenian un rollo raro entre ellos, o eso me parecio entender...No sé, cariño... - dije, intentando poner orden y sentido en mi cabeza a toda aquella informacion que Deirdre me habia dado minutos antes- Si llegamos a saber que era tan facil como eso... - suspire, mirando a Leo de reojo, con una diminuta sonrisilla.

Sin embargo, esa sonrisa se esfumó de un plumazo cuando Leo comenzó a hablar de Oliver. Negué, apretando los labios en una mueca de agobio- No lo sé, cielo. Lo cierto es que no se ya que pensar... Por un lado, me niego a pensar que Oliver sea un cabronazo.. Joder, llevamos con el un monton de años y siempre ha sido un tio legal con nosotros, a pesar de todo... Pero no sé... Primero engaña a Deir con Katherine. Luego, cuando tiene oportunidad de hacer lo de Katherine publico va y se compromete con la imbecil de Victoria... -dije, gesticulando, con el ceño fruncido en una expresion pensativa- Entonces... ¿por que me dio a entender antes de vacaciones que se arrepentia y que queria a Deir? No tiene ningun sentido... Ademas... ¿Tu has visto como se ha comportado hoy? Se ha enfrentado a todos, sin importarle quienes éramos. Solo le ha preocupado sacar la cara por ella.

Suspire, negando, con cierto agobio.- No se, Leo, no quiero pensar mal de el pero, ¿Y si Deir lleva razon? Hay que reconocer que Oliver ha cambiado mucho, mucho este año... - añadi, mirándolo, esperando saber su opinion, qué le parecia todo lo que acababa de decirle.

Entonces me contó su parte, y acabé alzando mis cejas en una mueca de escepticismo. -Espera, espera,... A ver que yo me entere... Entonces... Jackie se ha metido con Victoria, y Victoria le ha dicho a Jackie que es una aprovechada y Jackie casi le parte la boca a Victoria... Y tu le has dicho a Jackie que si necesitan ayuda ya saben, ¿no? - ¿en serio? ¿pero a qué venia todo aquello? -No entiendo nada, te lo juro... Es decir... Si el problema es que Victoria se ha prometido con Oliver y ha resultado ser una gualtrapa... ¿Que tiene que ver aqui Jackie? ¿Y por qué se ha puesto asi? Madre mia... yo creo que necesitan todos tranquilizarse un poquito, porque vaya tela...

Resoplé, saturada por toda aquella informacion, mientras subiamos en direccion al retrato de la señora gorda- Bueno, yo tambien le dije a Deir que si Carrie o ella nos necesitaban, que ya sabian donde estabamos... Despues de todo... Nosotros ya hemos pasado por todo eso de quedarnos sin un duro... y quizas entendamos a Carrie mucho mejor de lo que ella podria pensar... Aunque claro... dudo que vaya a recurrir a nosotros, pero ahi queda...

Esboce una sonrisa apagada. No me gustaba nada todo aquello. No me gustaba que la gente estuviera enfrentada, ni me hacia gracia que nadie pasara por todo lo que estabamos pasando nosotros, ni aunque se tratara de Lewis. Suspire, entrelazando mis dedos con los de Leo, mirandolo de reojo -Este año esta siendo una locura...

Laura escuchó en silencio toda la historia que le fue contando Kyle, sintiéndose cada vez más sorprendida y algo confusa. Jamás se habría imaginado que Kyle hubiera podido tener contacto directo con mortífagos y de solo pensar en un chico de cinco años siendo torturado por un hombre así sentia lástima. Viendo la eterna sonrisa de Kyle durante todo aquel tiempo, jamás se le había pasado por la cabeza que su infancia hubiera podido resultar tan extremadamente dura.

Con toda la caña que le he dado con el quidditch... espero que no se sintiera amenazado...

Una vez el chico terminó, pareciendo realmente incómodo y casi evitando por completo su mirada, Laura, que siempre había vivido de una manera acomodada y en un ambiente feliz, no pudo evitar sentir la necesidad de abrazarle. Y eso es lo que hizo. Le abrazó, apoyando su barbilla en el hombro del chico.

- Ahora todo estará bien. No te preocupes más, ¿vale? Seguro que terminan dando con él. Eres muy valiente.

Justo cuando Eve traspasaba el hueco y entraba en la sala común, se encontró con una escena bastante singular.

Laura y Kyle estaban solos en la sala común, abrazados en un claro momento íntimo. Ni la capitana del equipo, ni el propio Kyle se habían percatado de la presencia de Eve. ¿Qué haría? ¿Se daría a ver o intentaría subir en sigilo hacia las habitaciones?