Partida Rol por web

El comentario de Deidre volvió a hacer surgir esa atractiva sonrisa del Slytherin, aunque esta vez no pudo verla. La cabeza del chico ya estaba deslizándose por su cuello descendiendo peligrosamente hacia sus pechos.

- Más que preparado.

Sin decir más, continuó haciendo una de las labores que mejor se le daban hacer. No tenía ninguna prisa. Era consciente de que estaba rememorando algo que le costaría demasiado volver a tener. Y teniendo en cuenta el panorama, iba a echarlo de menos mucho más de lo que estaba dispuesto a reconocer.

Miré alternativamente al elfo y a Kyle, apretando ligeramente los labios. No, aquello no nos daba ninguna respuesta mas alla de lo que ya sabiamos. Sin esperar siquiera a que Kyle reaccionara, lancé mi ultimo cartucho, preguntando de forma mucho mas directa al elfo.

-Entonces... ¿No hubo nadie que pudiera manipular las bebidas aqui? ¿Quien lo hizo tuvo que hacerlo ya en la fiesta? - pregunté, intentando hacer ver al elfo con claridad a dónde quería llegar.

-Estamos intentando adivinar si, en algun momento, alguien pudo verter algo aqui abajo, en las cocinas... Seria de gran ayuda saber si, aparte del profesor Diggory y Aaron, visteis algo más que resultara raro, o sospechoso... Es muy importante. - añadi, mirando al elfo con gravedad, esperando tener una respuesta totalmente clara de una vez por todas.

Sus ojos siguieron el movimiento de Zac al ir a descorrer la cortina sin verdadera curiosidad, meditando de veras la idea de echarse una cabezadita cuando apareció precisamente la persona con la que quería hablar: Jackie. Entrecerró los ojos e hizo un esfuerzo por retreparse y quedar semierguida en la cama, momento en el que descubrió a Leonard, que seguía de cerca a su amiga.

No tuvo tiempo de hacer el comentario mordaz que había estado saboreando desde que recuperó la conciencia porque Jackie se acercó a ella como una exhalación, depositando el libro en sus manos cual ofrenda de paz. Por su expresión, nadie hubiera podido asegurar si funcionaba o no pero como delataron sus siguientes palabras estaba claro que al menos había servido para que aplazara la discusión con su amiga.

- Un libro, ¿eh? - acarició la portada antes de abrir el libro y pasar las páginas con ademán distraído -. Esto puede darnos una pista de qué narices quiere o quieren. O tal vez no. ¿Volvía a estar en la tercera planta? - preguntó, esta vez en dirección a Leo, en el mismo momento en el que reparaba que con la llegada de Eve y Duncan su cama empezaba a ser un lugar demasiado concurrido -. ¿Y dices que hay un listado de ingredientes? ¿Qué poción preparan?

- Volvía a estar en la tercera planta. Subimos por las escaleras del ala este, y nada más girar la esquina de la tercera planta, la vimos en el pasillo con este libro en el suelo, abierto, y tocando una especie de... botones en la pared. Cuatro botones, cada uno con un símbolo de una de las casas. Abrió la pared, entró y cuando llegamos se cerró. Hemos probado algunas combinaciones, pero no dimos con ella. - Explicó, haciendo algunas señas con sus manos, indicando el camino que habían seguido en un plano imaginario, e indicando en tal plano imaginario, a qué altura del pasillo estaba aquella puerta.

En cuanto Carrie preguntó por la poción que debía estar preparando, Leo miró a Jackie de reojo durante unos segundos. - No nos dio tiempo a mirarlo. Jackie insistió en venir cuanto antes a enseñarte el libro, ya que la idea había sido tuya. Cuando llegamos la tercera gemela tenía el libro abierto por una página. Doble una de las esquinas inferiores de la página para no perderla. - Y señaló el libro, para que lo abriera y pudieran comprobar de que poción se trataba. O al menos los ingredientes e intentar deducir cual era.

Leo se centró en aquel asunto para olvidar donde estaba. Aquella sensación de peligro inminente y muerte seguía recorriéndole la medula espinal, como si de un recuerdo del pasado se tratara.

- No, señorita. Nadie pudo echar nada en las bebidas, señorita. Nosotros estábamos aquí y lo habríamos visto. Debieron de ponerlo en el Gran Comedor, señorita. Los elfos somos de confianza. Nunca haríamos eso si no se nos pide y la señora directora jamás nos diría algo como eso. Nada raro. Todos trabajando como siempre con visitas de vez en cuando. Como siempre.

- Todo lo que dice Leo es cierto. No sabemos a dónde dará ese pasadizo, pero ya tendremos opción de investigar más a fondo. Ahora lo importante es qué hay en ese libro, concretamente en esa página.- Jackie parecía realmente emocionada con el descubrimiento. Y no era para menos. ¡Tenían una nueva pista!- ¿Os imagináis que se trata de un nuevo veneno? ¿O de algo mucho peor? Venga, Carrie. Ábrelo.

Duncan:- Sí, ábrelo que nos tienes en ascuas.

Todos tenían la mirada fija en el libro que Carrie sostenía en sus manos. ¿Estaría allí la clave para detener al intruso del castillo?

No pudo evitar alzar las cejas algo desconcertada al escuchar el "Leo" surgir de la boca de Jackie. De nuevo el comentario mordaz estaba en su mente, dispuesta a saltar a la yugular y sin embargo se abstuvo. Los slytherins empezaban a tener fama de airear los trapos sucios en publico y aquel era el mejor momento para demostrar que también sabían callarse cuando era preciso.

Sus dedos acariciaron los picos de la página en busca del pico doblado que según Leo él había dejado marcado, y aún así, no abrió la página por el punto. Estaba ansiosa por saber lo que su enemigo pretendía y sin embargo aquello suponía hacerlo público. Frunció la nariz, incómoda. Pero ella no iba a mostrarse indecisa ante los demás así que finalmente abrió el libro por aquel punto, esperando, no, deseando, que aquello fuera esclarecedor en grado sumo.

Que a él se le ocurriera, la cosa debía estar entre una poción, un elixir o un veneno. No podía imaginarse algo peor, pero tampoco hubiera imaginado que alguien intentara envenenar y matar a todo el colegio. Miró de reojo cuando Jackie hizo aquel comentario de "¿Os imagináis que...?" La última vez que lo dijo, se cumplió al pie de la letra... al menos la primera parte. Si esto era igual, debían estar delante de un veneno.

Si vuelve a acertar, la próxima vez me la pido de compañera en adivinación.

Miró a Carrie cuando esta alzó la mirada con las cejas levantadas, mirándolos. ¿Qué ha dicho Jackie? Se preguntó, sin hacer pública su pregunta. Entonces, esperó a que Carrie abriera el libro, y Leo intentó leer que ponía en aquella página de aquel libro ahora abierto por Lewis.

La curiosidad lo estaba matando.

Al oír la respuesta del elfo, se me cae el alma a los pies. La única posibilidad que se me ocurría se había esfumado al confirmarme que, como era lógico, estaban bajo las órdenes de la directora Mc Gonagall. Voy a abrir la boca para añadir algo, pero me detengo al ver que Kait interviene, yendo directa al grano.

Pero la respuesta que obtiene, aunque aclaratoria, no es mucho más satisfactoria que lo que ya nos habían dicho. Me paso la mano por el pelo, dejando escapar un pequeño suspiro de frustración. Si no fue en las cocinas, tenía que haber sido durante la fiesta. Y eso complicaba bastante las cosas. Me vuelve a pasar por la cabeza la referencia de Duncan al tráfico de pociones entre Liliana y Oliver. Tendría que hablar con esta primera y sonsacárselo de alguna forma. O tal vez...

Me vuelvo inmediatamente hacia el elfo para cerrar la conversación.

- Mmmm entiendo. Gracias por hablar con nosotros. Creo que lo mejor será que os dejemos trabajar.- digo, tomando a Kaitlin del brazo.- ¿Nos vamos, Kate?

Una vez fuera, me vuelvo hacia mi querida pelirroja y le comento mi idea, en una voz lo suficientemente tenue como para no ser oída.

- Kait...¿recuerdas lo que comentamos de la poción multijugos? Quizás en lugar de usarla para interrogar a Victoria, deberíamos usarla con Oliver. Ya sabes, hacernos pasar por Liliana y ofrecerle alguna poción...no sé. Igual no funciona y nos pilla pero...por intentarlo que no quede.

Antes de poder decir nada más, me veo arrastrada por Kyle al exterior de la cocina -Pero Kyle, ¿que...? -comence a decir, mientras tiraba de mi hacia el exterior.

Y, cuando estaba a punto de quejarme, Kyle se volvio hacia mi, hablandome entretando del porqué de su reaccion- ¿Pocion multijugos para transformarse en Liliana? Claro. Eso sería buena idea... Al parecer no hay muchas mas opciones, al menos por aqui... Asi sabremos al menos si es cierto que envenenaron la bebida... - dije, esbozando una media sonrisa, asintiendo a su propuesta- Si quieres puedo hacerme pasar por ella... Asi, ademas, si me ve contigo casi que sospecharan menos... ¿no? - añadi, encogiendome ligeramente de hombros- Hay que conseguir pocion multijugos. - mire a Kyle con determinacion, asintiendo ante su idea- Necesitamos hacerla... o conseguir alguna que ya esté hecha... Vamos, necesitamos a Eve. Ella sabe más que nadie de libros y todas esas cosas. - espere su visto bueno, o algun comentario suyo para volver a la enfermeria.

- No podría haberlo expresado mejor.- digo, sonriente ante la sugerencia de ir en busca de Eve y el hecho de que Kaitlin parezca estar conforme con mi plan. Miro hacia lo lejos, hacia las escaleras de subida.- ¿Crees que seguirá en la enfermería?- No había estado lo suficientemente atento, concentrado como estaba en eliminar el sabor amargo de mi boca, a lo que le habían dicho a Eve, así que no tenía ni idea de cuántas horas más se suponía que tenía que permanecer recluida. Sonrío ante un pensamiento absurdo que me pasa por la mente en ese instante: También podríamos pedírsela a Liliana, pero resultaría irónico pedirle poción multijugos justamente a la persona por la que nos vamos a hacer pasar. Irónico y, además, una gran cagada si nos pillaban.

Viendo que Carrie finalmente reaccionaba y se centraba en el libro, Duncan no perdió el tiempo a esperar qué era lo que ponía, sino que cogió de la mano a Eve y la condujo hasta que pudieran ver el contenido del libro, tal y como había hecho Leo. Por su parte, Jackie y Zac esperaban algo alejados, muy expectantes. No todos podían ponerse alrededor de Carrie y ver el libro a la vez.

De lo desconocido a lo oculto: el Elixir de la Muerte

La piedra filosofal es, a pesar de la creencia popular que se sostuvo hasta 1360 aproximadamente, algo demasiado real y a la vez demasiado esquivo, pues sólo una persona ha logrado descubrirla y poseerla, aún a día de hoy. Sólo él, junto a su mujer, disfrutan de los frutos de este maravilloso descubrimiento como es la vida eterna.

Los libros de historia han empezado a sostener la creencia equívoca de que Nicolas y Perenelle Flamel son unos grandes sabios de su época por dicha hazaña pero nada más lejos de la realidad. Nadie que hiciera semejante descubrimiento con tintes de cambiar la vida en la comunidad mágica para siempre guardaría el secreto para sí, pero ambos son, de hecho, criaturas egoístas y a pesar de las utilidades que se le reconocen a la piedra nunca han querido compartir sus frutos, condenando a la muerte a miles de personas. Es por eso que El Ministerio de Magia decretó en 1482 que, a pesar de los seguidores, ninguno de la pareja recibiría ni ese día ni nunca la Primera Orden de Merlín, fuera en vida o póstuma [...]

[...] A pesar de que sus cualidades más conocidas y aquellas que los Flamel han pretendido popularizar se limitan a la transmutación del oro en plomo y del Elixir de la Vida, hay otras funciones que sólo aquellos que hemos podido obtener información sobre el objeto hemos podido siquiera vislumbrar, a pesar del celo con que la pareja lo oculta. Dicho secreto es que hay dos tipos de elixir que pueden ser fabricados con dicha piedra. El Elixir de la Vida y el Elixir de los Muertos. A pesar del nombre tenebroso del segundo es el que tiene sin duda efectos más interesantes, o de más repercusión, pues con él se puede resucitar a los muertos [...]

[...] El problema sin embargo surge ante la imposibilidad de poder utilizar la piedra para fabricar uno u otro elixir dado que los Flamel se niegan a compartir esa reliquia con nadie, por eso he estado creando, con éxito, una poción que permite recrear la Piedra Filosofal mediante su esencia [...]

Poción de la Piedra Filosofal:

• 1/2 de onza de polvo del lugar en el que estuvo la piedra filosofal (1/4 si hace menos de un mes que ha estado en dicho lugar).
• 10 Aguijones de Billywig Secos
• 25 onzas de cuerno de dragón pulverizado
• 1 y 1/2 onzas de hígado de dragón troceada fina, cruda
• 200 ml de pus de Bubotubérculos diluída en alcohol
• 1 cáscara de Linelfen
• 1 raíz de Luna de Medianoche
• Higueras Podadas de Abisinia

Preparación:

• Es una poción relativamente sencilla de preparar, sólo consiste en tratar adecuadamente los ingredientes (es importante que estén frescos y bien cortados los que se deben cortar y pulverizados los que se tienen que pulverizar) y echarlos en el orden anterior, remover cada diez minutos una vez en el sentido de las agujas del reloj y una vez en sentido contrario durante las primeras dos horas mientras se cuece a fuego lento.
• El proceso es largo, la preparación dura 3 meses y 5 días en los que se tiene que remover del mismo modo una vez al mes por espacio de dos horas. Mantener en un espacio sin cambios de temperatura brusca y en seco.

Elixir de la Muerte

• Piedra Filosofal
• Esencia de llama de dragón
• Restos de la persona fallecida
• Huevos de...

​El final de la página aparecía arrancado de modo que no se puede ver cuáles son los siguientes ingredientes ni su modo de preparación.

En la página de al lado de ésta, lo que había eran pergaminos escritos a mano pegados por el borde al libro. Eran anotaciones y en ellas ponía:

Poción de la Piedra Filosofal:

• 1/2 de onza de polvo del lugar en el que estuvo la piedra filosofal (1/4 si hace menos de un mes que ha estado en dicho lugar). Cámara de la Piedra Filosofal, 3r piso
• 10 Aguijones de Billywig Secos
• 25 onzas de cuerno de dragón pulverizado
• 1 y 1/2 onzas de hígado de dragón troceada fina, cruda
• 200 ml de pus de Bubotubérculos diluída en alcohol
• 1 cáscara de Linelfen
• 1 raíz de Luna de Medianoche Bosque Prohibido, 31 enero
• Higueras Podadas de Abisinia

La otra nota era una página claramente sacada de otro libro y arrancada:

Luna de Medianoche

Nocte Luna, también conocida como Luna de Medianoche, es una extraña planta que aparece negra durante todo el mes excepto el último día, los quince minutos posteriores a la medianoche, en que su tallo y hojas se tornan esmeraldas y unas grandes flores violetas y azules se abren en todo su esplendor, con sus estambres dorados resplandeciendo en la oscuridad de la noche. Suelen encontrarse en lugares aislados y húmedos, ocultos de los ojos del hombre y de los posibles herbívoros. No necesitan la luz de ningún tipo.

Y finalmente una pequeña tira de pergamino bastante más desgastada y descolorida que las anteriores:

- Tenemos sus restos, haz tu trabajo y el Señor Tenebroso volverá a reinar antes de que llegue el verano.

+ Mira lo que me han enviado. ¡Sigamos así!. Te quiero,

                                                                                                                                                                                            K

Kyle y Kaitlin entraron en ese momento en la enfermería, encontrándose cómo había una reunión de personas en la zona de la cama de Carrie. Para sorpresa de ambos quienes estaban alrededor de la chica, observando un libro que sostenía en sus manos, eran Eve, Leonard, Duncan, Jackie y Zac. Todos parecían muy concentrados.

-Supongo que si... en principio creo que tenia que quedarse hasta mañana... - fui diciendo a Kyle, como respuesta a su pregunta. Caminé con el por los pasillos, con bastante apremio, hasta llegar a la enfermeria.

Sin embargo, la imagen que me encontré alli distaba mucho de lo que habria imaginado. ¿Nos estabamos volviendo locos? Habiamos salido de alli para buscar a Leo, y ahora Leo estaba alli, como si jamás se hubiera movido de aquel sitio. Y no solo eso: todos estaban alrededor de Carrie, observando un libro que ésta tenia entre sus manos.

-Chicos... - dije, a modo de saludo, apresurándome a dirigirme hacia la camilla de Carrie- ¿Qué hacéis? ¿Qué es eso? -pregunté, acercándome al grupo, inclinandome sobre el libro, mientras dedicaba una  cariñosa caricia en la cintura a Leo, a modo de saludo- ¿Ha pasado algo?

Leo se llevó la mano derecha al pantalón, del cual sacó unas gafas que limpió con el margen de su túnica durante poco más de unos segundos. Acabó por ponerse las gafas, entrecerrando los ojos y comenzando a leer. Nada más leer el titulo, le obligó a soltar la túnica que había estado usando para limpiar las gafas y fruncir ligeramente el ceño. No había sido un encuentro fortuito, aquello era algo importante.

Dejó que el aire entrara por su nariz, hinchando el pecho lentamente para acabar por resoplar por la nariz, armándose de paciencia y valor, comenzando a leer. A través de los cristales de las gafas, podían verse los ojos de Leo pasar de un lado a otro, leyendo cada palabra hasta que llegó a una parte que le pareció realmente interesante.

Texto que tuvo que leer una segunda y tercera vez. Aquella que hablaba de los otros usos de aquella piedra. Desconocía por completo aquellos otros usos de los que hacía mención el libro. Fue lo que leyó líneas más abajo lo que hizo que su respiración se interrumpiera y su sangre se helara durante unos segundos. Se quedó mirando una y otra vez aquellas cinco palabras que finalizaban el tercer párrafo.

Su temor e imaginación se abrazaron y crearon un monstruo que atormentó durante unos segundos a Leo. Una parte de su alma le recordaba donde estaba. Otra parte, le señalaba el libro. Una parte más oscura le invitaba a hacer justicia en aquel mundo, traer consigo a sus padres. Y una parte más noble le recordaba que todas aquellas oscuras fantasías, no debían ni podían ser. Fue esta última parte la que se impuso en su ser, con dolor y sufrimiento, mientras sentía como dejaba escapar por propia voluntad, abrazar a sus padres.

Soy un monstruo... pero no sé si es por pensar que los deseo de vuelta a cualquier precio... o precisamente por rechazar y olvidar esta posibilidad. Soy... soy un monstruo.

Apretó la mandíbula. Por un momento, sintió el dolor en sus propios dientes ante tal presión. Tensó la mandíbula, y acabó por cerrar los ojos, mientras llevaba la mano izquierda bajo sus gafas, intentando serenarse.

Apartó la mano de su cara, y siguió leyendo. La lista de ingredientes le pareció dispar. Algunos de aquellos ingredientes eran relativamente fáciles de conseguir. Otros no tanto... ni mucho menos. En especial posó su mirada en dos. La primera, la media onza de polvo del lugar en el que estuvo la piedra filosofal. La segunda, la Raíz de Luna de Media Noche. No tenía ni idea de donde conseguir aquellos ingredientes.

¿Polvo de donde estuvo la piedra filosofal? Se preguntó, y continuó leyendo... hasta el trozo que estaba roto. - ¿Uhm? - emitió aquel sonido, extrañado, acercándose para comprobar que estaba roto. - Falta un trozo de página... ella no tuvo tiempo para arrancarlo, por lo que debía estar roto de antes. - Explicó a los presentes, aun con el ceño fruncido.

Ahora, más cerca, su vista se posó en aquellas notas. - Parece que tienen casi todos los ingredientes... mirad... - Señaló la parte de la anotación donde rezaba "Cámara de la Piedra Filosofal, 3r piso" - Aquel pasillo podría conducir a esa Cámara. Lo que querría decir que ya tiene el polvo. - Comentó sobre todo a Jackie, quien sabía a qué pasillo se refería con exactitud. - Tiene la mayoría de ingredientes, le falta la raíz. En el bosque prohibido a final de mes... quizás ya sepa dónde está y está esperando al día indicado. -

Y por último vio aquella nota. Lo primero que miró fue la firma.

K. ¿Katherine?

- No puede ser... déjame verla de más de cerca... - Susurró, tomando la nota y observándola más de cerca. Su corazón comenzó a latir con más fuerza. Pudo sentir el sudor frío por la nuca y como las manos amenazaban con comenzar a temblar como hojas en un día con viento. - No... puede... - Tragó saliva, releyendo una y otra vez aquella nota. - Esta parece... no. Esta es... la letra de Oliver. - Concluyó, ofreciéndosela a Carrie para que confirmara sus palabras. Miró a Eve durante un momento, viendo como Kaitlin se acechaba ahora junto a Kyle.

Leo estaba más pálido. Más callado, más preocupado. - Es... una larga historia... - contestó así a la pregunta de Kaitlin, con un hilo de voz. ¿Cómo podían haber estado tan ciegos?

De lo desconocido a lo oculto: el Elixir de la Muerte

La piedra filosofal es, a pesar de la creencia popular que se sostuvo hasta 1360 aproximadamente, algo demasiado real y a la vez demasiado esquivo, pues sólo una persona ha logrado descubrirla y poseerla, aún a día de hoy. Sólo él, junto a su mujer, disfrutan de los frutos de este maravilloso descubrimiento como es la vida eterna.

Los libros de historia han empezado a sostener la creencia equívoca de que Nicolas y Perenelle Flamel son unos grandes sabios de su época por dicha hazaña pero nada más lejos de la realidad. Nadie que hiciera semejante descubrimiento con tintes de cambiar la vida en la comunidad mágica para siempre guardaría el secreto para sí, pero ambos son, de hecho, criaturas egoístas y a pesar de las utilidades que se le reconocen a la piedra nunca han querido compartir sus frutos, condenando a la muerte a miles de personas. Es por eso que El Ministerio de Magia decretó en 1482 que, a pesar de los seguidores, ninguno de la pareja recibiría ni ese día ni nunca la Primera Orden de Merlín, fuera en vida o póstuma [...]

[...] A pesar de que sus cualidades más conocidas y aquellas que los Flamel han pretendido popularizar se limitan a la transmutación del oro en plomo y del Elixir de la Vida, hay otras funciones que sólo aquellos que hemos podido obtener información sobre el objeto hemos podido siquiera vislumbrar, a pesar del celo con que la pareja lo oculta. Dicho secreto es que hay dos tipos de elixir que pueden ser fabricados con dicha piedra. El Elixir de la Vida y el Elixir de los Muertos. A pesar del nombre tenebroso del segundo es el que tiene sin duda efectos más interesantes, o de más repercusión, pues con él se puede resucitar a los muertos [...]

[...] El problema sin embargo surge ante la imposibilidad de poder utilizar la piedra para fabricar uno u otro elixir dado que los Flamel se niegan a compartir esa reliquia con nadie, por eso he estado creando, con éxito, una poción que permite recrear la Piedra Filosofal mediante su esencia [...]

Poción de la Piedra Filosofal:

• 1/2 de onza de polvo del lugar en el que estuvo la piedra filosofal (1/4 si hace menos de un mes que ha estado en dicho lugar).
• 10 Aguijones de Billywig Secos
• 25 onzas de cuerno de dragón pulverizado
• 1 y 1/2 onzas de hígado de dragón troceada fina, cruda
• 200 ml de pus de Bubotubérculos diluída en alcohol
• 1 cáscara de Linelfen
• 1 raíz de Luna de Medianoche
• Higueras Podadas de Abisinia

Preparación:

• Es una poción relativamente sencilla de preparar, sólo consiste en tratar adecuadamente los ingredientes (es importante que estén frescos y bien cortados los que se deben cortar y pulverizados los que se tienen que pulverizar) y echarlos en el orden anterior, remover cada diez minutos una vez en el sentido de las agujas del reloj y una vez en sentido contrario durante las primeras dos horas mientras se cuece a fuego lento.
• El proceso es largo, la preparación dura 3 meses y 5 días en los que se tiene que remover del mismo modo una vez al mes por espacio de dos horas. Mantener en un espacio sin cambios de temperatura brusca y en seco.

Elixir de la Muerte

• Piedra Filosofal
• Esencia de llama de dragón
• Restos de la persona fallecida
• Huevos de...

​El final de la página aparecía arrancado de modo que no se puede ver cuáles son los siguientes ingredientes ni su modo de preparación.

En la página de al lado de ésta, lo que había eran pergaminos escritos a mano pegados por el borde al libro. Eran anotaciones y en ellas ponía:

Poción de la Piedra Filosofal:

• 1/2 de onza de polvo del lugar en el que estuvo la piedra filosofal (1/4 si hace menos de un mes que ha estado en dicho lugar). Cámara de la Piedra Filosofal, 3r piso
• 10 Aguijones de Billywig Secos
• 25 onzas de cuerno de dragón pulverizado
• 1 y 1/2 onzas de hígado de dragón troceada fina, cruda
• 200 ml de pus de Bubotubérculos diluída en alcohol
• 1 cáscara de Linelfen
• 1 raíz de Luna de Medianoche Bosque Prohibido, 31 enero
• Higueras Podadas de Abisinia

La otra nota era una página claramente sacada de otro libro y arrancada:

Luna de Medianoche

Nocte Luna, también conocida como Luna de Medianoche, es una extraña planta que aparece negra durante todo el mes excepto el último día, los quince minutos posteriores a la medianoche, en que su tallo y hojas se tornan esmeraldas y unas grandes flores violetas y azules se abren en todo su esplendor, con sus estambres dorados resplandeciendo en la oscuridad de la noche. Suelen encontrarse en lugares aislados y húmedos, ocultos de los ojos del hombre y de los posibles herbívoros. No necesitan la luz de ningún tipo.

Y finalmente una pequeña tira de pergamino bastante más desgastada y descolorida que las anteriores:

- Tenemos sus restos, haz tu trabajo y el Señor Tenebroso volverá a reinar antes de que llegue el verano.

+ Mira lo que me han enviado. ¡Sigamos así!. Te quiero,

                                                                                                                                                                                            K

Aquello era serio. Era algo grande. No era moco de pavo precisamente. Algo me decía que estábamos cerca de llegar al fondo del asunto.* Leí con detenimiento todo. Creía poder conseguir los ingredientes que nos faltaban en la nota arrancada. Había decenas de libros dónde indagar y el profesor Slughorn era un maestro en pociones. Incluso podía pedir permiso a McGonagall para pedir ayuda al retrato del fallecido director Severus Snape, quién decían había sido el maestro de pociones más brillante en cruzar la escuela (aunque no tan querido profesor). Estaba bastante positiva con esas ideas en mi cabeza cuándo llegué a leer las últimas anotaciones. Al parecer le faltaban dos ingredientes muy complicados y sabíamos dónde iba a conseguirlos. ¡Era nuestra oportunidad de pillarle! 

Fue entonces cuándo noté cómo leo se tensaba al leer un trozo de pergamino extra. Esperé a que lo dejase para leerlo yo misma, aunque no entendí del todo la tensión. Esa K... Podía ser KAtherine, estaba en mi lista de sospechosos a pesar del veritaserum, pero eso no era para tanto... Y entonces lo dijo. Oliver. Esa letra era de Oliver. Mis instintos no me habían fallado. Sabía que escondía algo y que era peligroso. 

Sin embargo ese pensamiento no me hizo sentir bien, triunfadora y sabelotodo. No. Lo que me dio fue un sentimiento de desasosiego difícil de explicar.

- Creo que ahora más que nunca debemos poner el plan en marcha... - susurré a Leo. En ese momento me percaté de que KAitlin y Kyle llegaban. Me aparté para dejarles espacio para leer el contenido del libro, esperando sus reacciones. Sin embargo, me acordé de algo importante.

- No puedo quedarme en la enfermería, tengo que ir a hablar con ella. - pensé en voz alta. Miré a Duncan, Kyle, Leo y Kait. Tras la reunión deberían caer en la cuenta de a quién me refería. Después miré a Jackie, Bolton y Carrie. Estaban de nuestro lado... - Tengo que ir a hablar con Hermione Granger.

El color de mi cara fue cambiando radicalmente nada más ver el contenido de aquellas páginas. Me llevé una mano a la boca, estupefacta, con el rostro completamente desencajado.

Mis ojos pasaron de un documento a otro, leyendo, rapidamente, el contenido de cada uno de ellos. Lo estaban haciendo. Estaban intentando llevar a cabo aquella pocion, aquellas notas lo dejaban bien claro. Pero, ¿para qué?

Aquella era una pocion de la vida. Un elixir contra la muerte. Algo capaz de hacer resucitar a los muertos. Algo capaz de devolverles la vida. De devolversela a el, a todos ellos...Incluso al señor Oscuro.

-Dios mio... - un nudo atenazó mi garganta cuando lei aquellas ultimas notas, en las que hablaba de su regreso. Del regreso de Elquenodebesernombrado, de aquel que tanto dolor y tantas muertes habia causado. Del mismo monstruo que habia acabado con la vida de mi padre, con los padres de Leo, con la vida de tanta gente inocente tras las paredes de aquel castillo en el que estábamos en aquel preciso instante.

Las lagrimas acudieron a mis ojos, y una profunda angustia me invadio. ¿Quien podria ser capaz de algo asi? Habria entendido que alguien hubiera querido devolver la vida a un ser querido. Yo misma seria capaz de llevar a cabo aquella pocion, ahora que conocia de su existencia, con tal de devolver a mi padre y a los padres de Leo a la vida, por poder disfrutar de todos ellos algunos años mas.

Pero... ¿resucitar al culpable de todo aquello? Solo el ser más ruin, la mas monstruosa criatura, carente de alma y de humanidad, sería capaz de desear algo asi.

Y entonces, de repente, mi mundo se tambaleó. No, no fue aquella K que tan peligrosamente se parecia a la propia K de mi nombre, o al de Kyle... o al de Katherine. No, eso no fue lo que me hizo aferrarme a Leo, como si estuviera a punto de caerme, completamente palida.

Aquella letra. Fue aquella letra que reconoci inmediatamente.

-No... no, por favor. No, no, no ,no.... - comencé a negar, una y otra vez. Era la letra de Oliver, no habia duda. Del mismo Oliver que, durante tanto tiempo, se habia sentado a la misma mesa que nosotros en Navidad, y en cualquier evente especial. El mismo a quien todos habiamos querido y habiamos acogido. Aquel a quien mi hermana habia amado, que habia estado a nuestro lado en los momentos de mayor dolor, y que habia recordado con nosotros aquellos duros momentos tras la muerte de mi padre. El habia agarrado la mano de mi hermana, la habia consolado en los momentos mas dificiles. Y ahora era el, precisamente, quien queria traerlo de vuelta.

-Hijo de puta. ¿Como se puede ser tan hijo de puta? Él sabe lo que hemos pasado. Lo sabe. Ha estado ahi para verlo...Nos ha visto sufrir. Nos ha visto llorar cada dia.  ¿Por que hace esto? ¿Como puede ser tan... hijo de la gran puta?

Las lagrimas empapaban a aquellas alturas mis mejillas, y me eché a llorar irremediablemente, acabando por derrumbarme. Sentia angustia, tristeza y decepcion. Una profunda decepcion. Me sentia traicionada, como no me habia sentido jamás. Y, en aquel momento, solo podia pensar en una cosa: en que pasaria con Deirdre cuando se enterara de aquello.

Lo primero que hago al entrar a la enfermería con Kaitlin es buscar con la mirada el camastro de Eve para, para mi sorpresa, encontrarlo vacío y a su ocupante de pie e intacta a pocos metros de ahí, reunida en un grupo de lo más peculiar alrededor de la cama de Carrie. Alzo la ceja ante la extrañeza de aquel cuadro y me acerco también hasta ahí. Poso la mano sobre el hombro de Eve para preguntarle qué tal se encuentra, pero algo me impide hacerlo. Y ese algo es el comentario de Leo. ¿Una nota? ¿La letra de Oliver? pero...¿qué cojones está pasando?

Me inclino hacia delante para ver la nota que está causando tanto revuelo. A mí la letra con la que está escrita no me dice nada, pero por la reacción de los Griffindor, creo que ha quedado bastante claro que es la de Oliver. Oliver Carrow. CA-RROW. Pero si estaba delante de nuestras narices. No sé por qué, muy en el fondo había albergado ciertas dudas acerca de su implicación en todo aquello.

- Carrow...pues claro. Tendríamos que haberlo imaginado...¿qué puede salir bueno de alguien con ese apellido?- digo, con un tono bastante irritado. Releo la nota...Ya de por sí me parecía malo el querer resucitar a una persona. Los muertos están bien donde están. Solo de pensar en las imágenes de películas muggles de zombies, me entraban escalofríos. Pero...querer resucitar a Voldemort...el mundo debía haberse vuelto loco. Además, un niñato de 16 años...¿para qué cojones necesitaba hacer tal cosa?

Me abro un poco más de espacio entre los presentes para ver el resto de los documentos. No, si encima iban a tenerlo montado de puta madre. Les faltaban tan solo dos ingredientes... Aprieto mi puño contra mi frente, intentando relajarme, pues en esos momentos me encuentro de bastante mala hostia, y rumio unas palabras.

- Malditos mortífagos. Siempre jodiendo la vida a las personas...manda cojones. - Primero John, luego Oliver....- ¿Cuándo vamos a deshacernos de ellos de una vez por todas?- Me iba a costar mucho controlarme cuando volviese a ver a Oliver y aún así, tenía que hacerlo. Él no podía saber que sabíamos lo que sabíamos. Ni siquiera pienso mis palabras al decirlas, sin ser consciente de la presencia de Zac, Jackie y Carrie presentes,  que posiblemente más de uno tuviese miembros de esa orden en sus familias.

Siento mi varita en el bolsillo de mi túnica y me entran ganas de partirla en dos y lanzarla por la ventana, solo de pensar que hubo una época en la que perteneció a una persona tan despreciable como ellos. Me doy la vuelta, apartando mis ojos de aquellas hojas por una breve fracción de tiempo e inspiro hondo, antes de girarme de nuevo hacia los presentes.

- Hay que detener esto cuanto antes.- digo y, justo en ese momento Eve decide marchar. Le tomo del brazo.- Espera Eve. Antes necesitamos que nos digas los ingredientes de cierta poción...- digo, lanzándole a Kaitlin una mirada bastante significativa. Nuestro plan seguía viniéndonos como anillo al dedo para esta nueva situación.