Partida Rol por web

En un visto y no visto, los alumnos habían hecho desaparecer un pedazo de muro, aturdido a un intruso desconocido, y desarmado a otro. Jo... ¿por qué no había ningún profesor cerca? Aunque no sabían muy bien si se habrían inflado a puntos para sus casas o se habrían llevado un tremendo castigo, o quizá ambas cosas...

Gary y Álex apuntaron con sus varitas al gordinflón pelirrojo, mientras este retrocedía un par de pasos alucinado. Max corrió a situarse detrás de él para impedirle la huida, intentando que no se notara que temblaba como un flan. Todos notaban cómo la adrenalina les corría por las venas, sin casi poder creerse la suerte que habían tenido y lo bien que les había salido la jugada.

- Malditos criajos... -siseó el tipo que continuaba despierto, mientras Álex recogía las varitas de ambos maleantes.

Se notaba que estaba furioso, muy furioso y que era un hombre peligroso. Seguro que no dudaría en partirles el cuello si tenía la oportunidad... debían ser muy prudentes. De todos modos, el asalto había sido tan fulgurante que no parecía que ese desconocido fuera a intentar nada. Seguro que ni siquiera le parecían alumnos de primer curso.

- Devolvedme mi varita inmediatamente y os ahorraréis disgustos -amenazó entrecerrando los ojos en cuanto se le hubo pasado la sorpresa inicial.

Punta al tipo gordinflón con su varita situándose junto a Max para tenerlo bien vigilado. Los otros alumnos deberían ir a buscar a un profesor ahora que se ve el castillo medio oculto por la nube de ese hechizo de oscuridad total. Y si las cosas se ponen mal, Max siempre puede intentar desmayar al gordo.

Mira al resto del grupo* y les hace un gesto con la cabeza para que vayan a buscar a los profesores.

-Tus amenazas no nos asustan - bueno... al menos eso es lo que quiere aparentar -. Nadie que entra en Hogwarts sale como si nada.

La suave brisa mueve su túnica y su cabello. Tras ellos el imponente cielo azul recortado por la silueta de Hogwarts.

Despues de recoger las varitas, las guarda en un bolsillo de su tunica. Sin dejarse intimidar por las palabras del hombre, camina hacia él, siempre manteniendo una distancia prudente. Si le llegaba a coger, era muy posible que todo su plan acabara. Ademas, parecian muy peligrosos y seguro que no les importaria acabar con unos niños.

-Os equivocais. Vosotros sereis los que sufrireis un disgusto. Decidnos ahora mismo lo que estabais planeando o...-Alex hace girar su varita entre sus dedos, como si sopesara la idea de realizar algun hechizo. En realidad esta tan nerviosa que necesita calmarse y pensar sus proximas palabras. Despues de unos segundos en completo silencio, vuelve a hablar, de nuevo con un tono amenazante.-Y como se os ocurra acercaros a uno de nosotros o intentar algo, no dudaremos.-sujeta ahora su varita con solo una mano, y la vuelve a apuntar hacia el hombre.-Somos cinco magos armados contra dos sin varita, uno de ellos inconsciente. Creo que el resultado esta claro.

La tensión se puede respirar en el ambiente y con su actitud intenta dar una buena base a las amenazas de Alex. Sin duda, tendrían que darles el premio a mejor actor porque lo están clavando y encima saliéndose con la suya... sólo falta que el resto del grupo vaya a por los profesores, o al menos uno de ellos, y todo habrá acabado... aunque se lleven una buena reprimenda.

Viendo como se sucede la siuacion trago saliva y abro mucho los ojos, todo ha sido increíble y totalmente surrealista pero ¿Por que no real? Los griffindor han conseguido desarmarles despues de que yo hiciera desaparecer el muro que nos separaba. Algunas con magia y otras recogiendo las varitas como siempre han conseguido acorralar a los hombres y mantenerles intimidados

Observo como las griffindor intimidan a los hombres y si no fuera por la adrenalina mezclada con el miedo abriría la boca, son dignas de su casa y sus frases son totalmente de ella, eso me da fuerzas a mi también, su valentía se contagia.

Miro como Max se sitúa detras de uno de ellos y con la situación medianamente controlada me giro a los demás alumnos que observan la situación quietos y en silencio pero bastantes enteros.Si, hogwarts es un gran lugar, les hablo

-Chicos,unos cuantos id hacia el castillo y buscar un profesor para contarles lo que pasa y donde estamos, tened micho cuidado. Los demás sacad la varita o coged una piedra...no nos van a tocar ni un pelo-

Levanto también mi varita dispuesta a hacer lo que sea, como si es hacer desaparecer su ropa y que se mueran de frio.

El hombre gordo miró a todos los alumnos que le rodeban, y se dio cuenta de que realmente estaba en una mala situación. Su rostro era una máscara de furia, y casi podían oírle gruñir.

Mathilda dio instrucciones a algunos compañeros y estos, a pesar de que estaban aterrorizados, se dieron cuenta de que tenían que obedecer. Dos o tres de ellos sacaron las varitas para ayudar a contener al hombre, pero la mayoría echó a correr en dirección a Hogwarts. El hombre pelirrojo trató de calmarse y habló de nuevo, esta vez con voz más tranquila.

- Chicos, chicos -susurró con una sonrisa peligrosa-. ¿No os dais cuenta de lo que estáis haciendo? Vale, nos habéis ganado por la mano... Lo reconozco. Pero nuestro jefe llegará de un momento a otro, ¿y qué haréis entonces?

Aquella amenaza era inquietante. La verdad es que los chicos les habían oído hablar de algo de eso, pero por otra parte... tal vez no viniera nadie, o quizá tardase tanto que diera tiempo a que los niños avisaran al director Dippet o a algún profesor.

-Y qué crees que te hará a ti por haber perdido contra uno niños?

No se dejará influenciar por sus palabras. Lo que quiere es distraerlos para que pueda lanzarse contra ellos y quitarles las varitas. Es verdad que son personas peligrosas, pero si los profesores llegan antes, aunque les metan bronca, seguro que el criminal ese no tiene nada que hacer contra sus profesores... además, sus compañero son rápidos corriendo... para lo que quieren.

-Estás hablando con la casa Gryffindor y con la casa Ravenclaw... no nos dejaremos engañar tan fácilmente. 

Max asintió a las palabras de Moira y agarró aún con más fuerza su varita. De todos modos, no pudo evitar tragar saliva. Más valía que los compañeros no tardaran mucho en encontrar un profesor.

Poco a poco, el chico se acercó a pequeños pasitos a Mathilda, y sin dejar de vigilar al intruso gordo le susurró:

- ¿Estas bien...? Lo del muro ha sido increíble.

Y la miró con una sonrisa de verdadera admiración.

Debemos tratar de averiguar quien es su jefe.

Y quien es vuestro jefe?, el preso escapado de Azkavan?. Que creeis que haran los profesores cuando se enteren que estais colaborando para esconderle aqui?.

Creeis que sabiendo todo eso nos dan miedo vuestras amenazas?.

Mas vale que no intenteis nada si no quereis salir mal parados.

Escuche al hombre hablarnos y aunque a mis compañeros no les amedrentaban sus amnenazas yo empece a pensar que posiblemente tenian razon.Entonces escuche a max y me puse roja al instante sin ni siquiera darle las gracias por el cumplido

Pense antes de hablar, demasiadas cosas eran raras aqui, estaban desarmados si pero ¿como habian podido entrar en hogwarts si es imposible y nadie puede aparecerse ni desaparecerse? y si tenian que ver con ese criminal escapado....Entrecerre los ojos y me acerque un poco mas a él

-Bueno lo hecho hecho esta, y ya nopodemos dar marcha atras ¿no? asi que en vuestra posicion y hasta que llegue un profesor que os patee, tienes la posibilidad de decirnos de que va todo esto y quien es tu jefe o hago desaparecer tu ropa y te congelaras de frio..-

Elcaso es que era ridculo pero si nos rendiamos ahora nos matarian asi que...habia que aguantar

Aquél hombre se ponía nervioso por momentos. Los alumnos podían notar que lanzaba continuas miradas al castillo, y a la ruta por la que los compañeros habían ido a buscar a un profesor. Empezó a sudar copiosamente, preocupado.

- ¡Herb, maldita sea! ¡Levántate! -le gritó a su compañero inconsciente.

No ocurrió nada, pero el sujeto empezó a gruñir. La amenaza de Mathilda de dejarle sin ropa sólo le puso más nervioso. Miró uno a uno a los chicos, evaluando cuál de ellos sería el más débil. Luego fijó su vista en la varita que Álex le había quitado. Entonces lanzó un grito de rabia y saltó sobre ella.

El comentario de Mathilda y la desesperación del hombre hacen que se lance a por Álex, la más débil en ese momento. Tienen que actuar todos rápido o el hombre se apoderará de la varita y entonces todo estará perdido. ¿Qué están haciendo sus compañeros, buscar un mapa del castillo para encontrar a los profesores?

-Mathilda! Haz desaparecer la tierra que quiere delante y que se cree un hueco! Max! Intentemos el desmaius!

Se concentra para imitar los gestos de Max y la vocalización del conjuro para intentar dormirle... aunque nunca lo ha hecho antes.

-Desmaius!

Gary que estaba tento a todo y que piensa que el plan es una locura y no debian haber iniciado esto, no deja de onservar a los apresados. Sin duda no se quedaran sin hacer nada ante unos chiquillos como ellos.

Asi pues no le sorprende la reaccion de uno de ellos de abalanzarse sobre Alex.

Gary reacciona intentando evitar que el individuo ataque a Alex.

Pero entonces mi amenaza produce el mismo efecto que si acorralas a un tigre, y solo tengo tiempo para sorprenderme cuando el hombre se lanza a por Alex ,aun así consigo reponerme y escuchando a moira apunto hacia el suelo debajo de sus pies para intentar concentrarme

-Evanesco!-

Pero entre los nervios y la sorpresa y que solo soy una alumna de primero cuando abro los ojos veo con horror algo bastante probable...No ha funcionado mi hechizo

-Noo!-

Max sintió cómo la sangre se le helaba en las venas cuando aquella mole saltó sobre la pobre Álex, decidido a recuperar su varita y acabar con todos ellos. Sin pensárselo dos veces apuntó al desaprensivo y exclamó el hechizo que conocía:

- ¡Desmaius!

Pero de nada sirvió, pues su concentración no fue suficiente para que el conjuro aturdiese al intruso. Max no pudo hacer nada salvo contemplar aterrado cómo ese hombre se lanzaba sobre Álex.