Partida Rol por web

Gary despertó a mitad de la noche. Por algún motivo, no había dormido profundamente y su instinto le despertó para que pudiera acudir a la cita en la Torre de Astronomía con sus compañeros. O quizá la magia tuvo algo que ver. No lo sabía, pero tampoco importaba.

Sus compañeros de habitación aún dormían. Se levantó con mucho cuidado de no despertarlos y se vistió con su túnica. Tomó su varita, y al hacerlo, fue cuando se dio cuenta de algo raro. A la luz de la luna, su mano era más clara que de costumbre. Se miró la otra y en efecto, comprobó que ambas eran ahora de un color mucho más claro. Corrió al cuarto de baño para mirarse en el espejo y casi se cayó de espaldas cuando vio al chico de piel blanca y pelo castaño y ondulado que le miraba. ¡Era él! El contrahechizo de Dumbledore debía haber hecho efecto y había anulado el encantamiento que había sobre él.

Quizá pudiera hacerle preguntas al profesor más tarde, en ese momento lo urgente era dirigirse a la Torre de Astronomía, poniendo todo su empeño en que no le descubriesen.

Moira y Álex despertaron en sus respectivas camas, casi a la vez. Afuera brillaban la luna y las estrellas, y todo el colegio estaba en completo silencio. Las chicas se levantaron con cuidado y se vistieron con sus túnicas. Estaban muy nerviosas, pero sabían que era el momento y no debían echarse atrás.

Su siguiente parada sería la Torre de Astronomía, y para llegar allí más valía que no las viese nadie o tendrían muchos problemas, tanto ellas como sus compañeros.

Lo que ahora se preguntaba era si sus compañeros estando la situacion como estaba y con la certeza de que uno de ellos iba a ser el causante de un gran mal, su nuevo aspecto no iba a poner las cosas dificiles.

Su voz al menos no habria cambiado seguramente.

Decidido a averiguar si los demas creian en el, salio sin hacer ruido hacia la zona comun de su casa.

Ashley caminaba por el Bosque Prohibido. A su alrededor, todo eran árboles grandes y retorcidos. Sin embargo, se sorprendió al comprobar que no estaba tan oscuro como habría imaginado. El sol parecía penetrar a raudales por entre las ramas y las hojas de los árboles grises.

Entonces se preguntó qué hacía allí y cómo habría llegado. Se sintió nerviosa y deseó salir, así que se dio la vuelta. No bien lo hubo hecho, se encontró que de pronto estaba fuera del Bosque, junto a una cabaña de la que salía un hilillo de humo por la chimenea. No recordaba haberla visto nunca, pero de fondo podía ver el castillo de Hogwarts, así que no podía ser muy lejos...

Iba a dirigirse a la cabaña cuando cerca de ella pasaron corriendo tres niños. Eran sin duda estudiantes de Hogwarts, pues llevaban una túnica oscura y corbatas rojas y doradas, aunque la vestimenta era ligeramente diferente de la de Ashley. El chico más alto era pelirrojo, con la cara surcada de pecas y una nariz fina y larga. La segunda era una chica más bajita, con una gran melena de pelo castaño y ojos marrones y avispados. El tercero fue el que más le llamó la atención a Ashley, pues tenía gafas redondas y el pelo negro y despeinado, con una cicatriz en la frente en forma de rayo.

Los tres fueron hasta la cabaña y llamaron a la puerta. Ashley observaba sin decir nada, fascinada, teniendo la sensación de que todo aquello era extraño y ella estaba fuera de lugar. Entonces oyó algo a su espalda.

- Hola, Ashley.

Era una voz familiar. Se volvió y pudo ver a su lado a Morgan White, de pie y muy sano, sonriéndola. Se quedó con la boca abierta, pero antes de que pudiera preguntar nada, Morgan volvió a hablar.

- Me alegro de que podamos hablar -dijo-. ¿Qué te parece todo esto? Esta es la época de la que vengo...

John despertó en su habitación, a mitad de la noche. Miró por la ventana y descubrió que afuera brillaban las estrellas y la luna en un cielo limpio de nubes. Era el momento de levantarse con cuidado y dirigirse a la Torre de Astronomía para encontrarse con el resto de sus compañeros.

Después de ponerse la túnica, se dispuso a salir de su cuarto, esperando encontrar a Ashley fuera en la Sala Común de Hufflepuff. Se sentiría más seguro si no andaba sólo de noche por el castillo.

Mathilda abrió de pronto los ojos, muy despierta. No sabía cuánto había dormido, pero ahora estaba alerta y aguzó el oído para captar el más mínimo ruido. Todo estaba silencioso, así que se levantó con cuidado y se vistió. Tomó aire y se relajó. Era el momento de acudir a la cita con sus compañeros.

Afuera, brillaba la luna y ninguna nube oscurecía las estrellas. Esa noche averiguarían si podían evitar la guerra mágica que estaba a punto de comenzar, según el hombre del Bosque Prohibido.

Después de que todos los alumnos se hubieran marchado de la Sala Común de Slytherin, los minutos fueron pasando y se convirtieron en horas. Ni Godric ni Amy se movieron de sus escondites, aunque empezaba a apoderarse de ellos un terrible entumecimiento por no poder cambiar de posición, y además empezaban a tener bastante sueño. El día había sido agotador y comenzaban a notarlo.

Después de dar un par de cabezadas, sin embargo, hubo movimiento en la mazmorra. Escucharon unos leves pasos, y se asomaron con cuidado. Tom Riddle estaba en el centro de la sala, con las manos a los costados, completamente relajado. Tenía una media sonrisa en el rostro pálido iluminado por la luz de la luna.

Tom miró a un lado y a otro de la mazmorra y permaneció quieto en su sitio.

- Ya podéis salir todos -dijo, sin molestarse en bajar demasiado la voz.

Para sopresa de Amy y Godric, ambos descubrieron que había muchos más muchachos escondidos en la Sala Común de Slytherin. Salieron de los sitios más insospechados, como de detrás de una armadura, o de debajo de una mesa con mantel. Pronto, la pandilla de Tom Riddle estuvo al completo, y él los miró con satisfacción, como si fuera un jefe orgulloso de sus tropas. Sin embargo, continuó sin moverse.

- He dicho todos, chicos... -añadió, mirando directamente al lugar en el que se escondían Godric y Amy. A estos se les heló la sangre en las venas. ¡Riddle sabía que estaban ahí!

Tom ha notado su presencia... ¿desde cuándo? Seguramente desde el principio. No es chico tonto y tiene pinta de ser bastante astuto y retorcido... así que no le extraña. Hace un gesto a Godric para que salga con ella.

Sale de su escondite y mira a Tom y a todo su grupo, que parece mayor de lo que imaginaba.

Sale de la habitación con el mínimo ruido posible y baja las escaleras de puntillas para llegar a la sala común. Está atenta a cualquier ruido que pueda oír y que esté fuera de lugar para poder esconderse y que no la pillen. Como los profesores las descubran, están perdidas...

Mira hacia atrás para cercionarse que Alex la sigue y sale por el retrato de la Señora Gorda.

Pero...¿qué?...¿dónde estoy?...Los árboles le envolvían totalmente mientras pequeños rayos de sol se filtraban entre las grandes ramas y hojas hasta tocar su blanca piel. Ashley se detiene un instante y mira a su alrededor intentado hacer memoria y saber donde estaba. Parece el Bosque Prohibido...piensa asustada. Por un momento le invade cierto temor al encontrarse allí sola y mirando siempre al suelo para no tropezar con las grandes raices de los árboles, comienza a caminar e incluso correr hacia lo que parece el linde del bosque.

No tuvo que recorrer mucha distancia antes de salir de allí pero una nueva imagen le llama la atención y se detiene de repente. Una cabaña aparece ante ella...Esto...¿Siempre ha estado ahí?...se pregunta duditativa. No lleva mucho tiempo en Hogwarts asi que no puede asegurar que esa cabaña no estuviera ahí antes, pero no cree recordarla y eso le asusta de nuevo. Se encuentra pensando en todo eso cuando ve aparecer a tres alumnos del colegio corriendo pero ellos parecen no prestarle ninguna atención. La niña se queda parada viéndoles con interés pero otra nueva sorpresa le espera.

Como si de una aparición se tratase, Ashley escucha una voz y cuando se gira ahí estaba Morgan, sano y salvo, esperandola. Ante tal sorpresa, primero se queda totalmente parada y con los ojos muy abiertos y poco a poco una sonrisa se le asuma en la cama. Ash corre hacia él y lo abraza.

-¡Morgan,e stás bien!-se separa de él y lo mira sin darse cuenta todavía de lo que le acaba de decir-Pensé...pensé que te habías muerto...

Entonces reparó en lo que le acababa de decir y vuelve a quedarse parada.

-¿Eso quiere decir que estoy en tu tiempo? ¿Cómo he llegado aqui?...no me acuerdo de nada...-le pregunta confundida pero a la vez contenta por verlo bien.

Morgan sonrió y apoyó un brazo en el hombro de Ashley.

- No te preocupes por eso ahora, pronto volverás al lugar en el que te corresponde estar -le dijo-. De momento, te he traído aquí para poder explicarte lo que ayer no pude.

Señaló a los tres chicos que esperaban frente a la cabaña a que alguien les abriera la puerta. Se oyeron unos ladridos potentes.

- Esos chicos que ves allí -empezó Morgan-, son tres de los magos más valientes que jamás he conocido. O mejor dicho, lo serán en tu futuro. Tú no lo sabes, pero uno de tus compañeros en Hogwarts se convertirá dentro de algunos años en el mago oscuro más terrible que jamás haya existido. Se hará llamar a sí mismo Lord Voldemort, y su poder será tan terrorífico que nadie podrá derrotarle... ni siquiera Albus Dumbledore.

Ashley escuchaba el relato de Morgan sin dar crédito a lo que oía, pero en ese momento cobraban sentido muchas cosas.

- Ese mago malvado, matará a mis padres, que por otra parte serán grandes amigos vuestros en el futuro. No sé que será de vosotros, pues la mayoría desapareceréis sin dejar rastro antes o después... pero supongo que no correréis mucha mejor suerte -dijo con pesar Morgan.

La puerta de la cabaña se abrió, y tanto Ashley como Morgan miraron en su dirección. En el umbral de la puerta había un hombre enorme, de más de dos metros de alto y tremendamente corpulento. Tenía una gran barba y una cabellera hirsuta, pero sus ojos eran amables y sonrió enormemente al ver a los muchachos. Abrió los brazos y les hizo pasar dentro, de modo que Ashley los perdió de vista. Morgan continuó.

- Esos tres muchachos nacerán dentro de algunos años. El chico de las gafas se llamará Harry Potter, y será el responsable de que Lord Voldemort sea derrotado -dijo con una sonrisa-. Nadie sabe por qué, ni cómo... pero Lord Voldemort matará a sus padres y después intentará matarlo a él cuando sólo sea un bebé. En ese momento, perderá sus poderes y deberá huir convertido en menos que una sombra. Pero unos años después conseguirá volver... de manera que los tiempos oscuros y el miedo retornarán con él.

Suspiró, mientras la cabaña se cerraba y Ashley se quedaba a solas con él en el exterior. De dentro de la cabaña venían risas y el sonido de una conversación alegre. No supo por qué, pero la niña sintió en ese momento una gran nostalgia.

- No sabemos qué hacer para detenerle, Ashley -reconoció Morgan-. Ni a él, ni a sus partidarios. Tú ya conoces a algunos. Rosier, Avery... Estaban con él en el colegio, y después fueron los responsables de decenas de asesinatos y familias destrozadas. Dumbledore lleva toda su vida combatiendo contra Voldemort de forma secreta, gracias a una sociedad llamada la Orden del Fénix. Yo formo parte de ella, pero no hemos conseguido absolutamente nada. Él es demasiado poderoso...

Miró a Ashley a los ojos.

- Por eso forcé ese giratiempo hasta límites nunca antes intentados por ningún mago. Es posible que me cueste la vida, pero en mi tiempo ya no me queda nada. Mi sacrificio valdrá la pena si vosotros podéis hacer algo.

Se agachó y tomó por los hombros a la niña rubia. La miró muy intensamente.

- Tú y tus amigos sois buenas personas. Siempre lo seréis. Esta noche, él va a descubrir algo que le hará tremendamente poderoso. No sé lo que es, pero estoy seguro de que será hoy. La madrugada del día de la niebla negra en Hogwarts. Él mismo se lo contó a uno de sus partidarios. Tenéis que detenerle, Ashley, cueste lo que cueste -sentenció-. Tenéis que impedir que tantas y tantas personas inocentes mueran en el futuro. Detened a Tom Riddle.

Ashley estaba a punto de responder cuando Morgan se desvaneció. Se quedó un momento desorientada, pero luego descubrió que estaba en su cama, en la habitación del castillo de Hogwarts. ¡Todo había sido un sueño!

Sin embargo... no podía ser. Ashley estaba segura de que había algo verdadero en todo aquello. Y comprobó que tenía razón cuando miró su mesilla y descubrió un frasquito de cristal, lleno de una extraña sustancia luminosa que se arremolinaba dentro de él. Había una nota al lado del frasco, que Ashley leyó a la pálida luz de la luna:

"Siento haberme colado en tu cuarto, Ashley. Tenía que volver a verte.
Ahora me marcharé y aceptaré mi destino, sea el que sea. Te dejo
mis pensamientos, para que puedas demostrarles a tus compañeros
que es verdad todo lo que te he contado. Podréis verlos si encontráis
una vasija grande y ancha, decorada con runas. Sé que te creerán.
Cuídate mucho y dale las gracias a Dumbledore por haber intentado salvarme.

Hasta siempre, Morgan"

Ashley leyó la nota dos veces más, pero su contenido no cambió. Morgan se había ido, y por lo tembloroso de su caligrafía, la niña esta vez sí sintió que para siempre. Una lágrima se deslizó por su mejilla, pero Ashley se la enjugó en seguida. Sabía que tenía que ser fuerte y encontrar a sus compañeros. Ahora sabía por lo que luchaban.

Se levantó, se vistió en silencio, y se encaminó a la Sala Común de Hufflepuff para encontrarse con John.

Cuando me desperte aun me costo acostumbrarme a la luz y sobre todo a la situacion, hasta habia un instante que habia pensado que todo era parte de un sueño, pero escuchar las respiraciones de mis compañeras a mi lado en la habiatcion me hizo ver que no

Despacio y aun en la oscuridad me vesti y saliendo lentamente cruce las escaleras. La luz de la luna iluminaba tenuemente el espacio pero tantee buscando donde debiamos encontrarnos, vi unas figuras

-Max...?- susurre

Esperaba enocntrarle alli tal y como habiamos acordado, agarre bien mi varita

Alex siguió a Moira en silencio, atenta al mas mínimo ruido que no fuera el de sus pisadas sobre la fría piedra de las escaleras. Había pensado que harían menos ruido si llevaba calcetines en vez de zapatos, pero ahora tenía que soportar el frío en sus pies. "Todo sea por una buena causa" pensó mientras se acercaba a Moira cuando estaba a punto de salir por la puerta.

-¿No deberíamos esperar a Gary?-pregunto en un susurro, no sin asegurarse antes de que todos los personajes de los cuadros que guardaban las paredes estuvieran durmiendo.

El ruido del despertador sacó a John de su sueño, y como un resorte, éste se lanzó a apagarlo para evitar que sus compañeros se despertaran. Durante unos segundos se mantuvo quieto, esperando oir a alguno de sus compañeros de cuarto levantándose, pero no oyó nada aparte de las respiraciones de los otros, junto con algún ronquido esporádico.

Por ahora, todo va bien pero, ¿quien me manda meterme en este asunto? Seguro que acabamos metiendonos en un gran lio por esto.

Por un momento, estuvo tentado de volverse a la cama y olvidarse de todo hasta la mañana siguiente, y de no saber que Ashley le estaría esperando en la sala común probablemente lo habría hecho, pero no podía dejar que su compañera fuese sola.

Al final, se levantó, se puso un abrigo sobre el pijama para no pasar frío, y con cuidado de no hacer ruido fué hacia la sala común.

Ashley escucha con atención todo lo que Morgan le cuenta, no lo interrumpe ya que el relato es muy importante y no quiere olvidar ni una sola palabra de lo que dice una vez regrese a su tiempo. Puede imaginarse las caras de sorpresa, miedo e interés que debe estar poniendo mientras el chico narra todo lo que sabe. Podía parecer una historia rocambolesca pero Ash sabe que es cierto, quizás no tenga ninguna prueba pero confía en Morgan y sabe que no le miente. Sin embargo, la niña nunca podría haber imaginado el final de aquella narración y menos aún al oir la revelación del nombre sobre el niño que años después iba a causar tanto mal. ¿Tom Riddle?!...el espanto se debió de reflejar en su cara porque vio la reacción de Morgan. Se dispone a contestar y preguntarle miles de dudas cuando siente como si se cayese y al instante se dio cuenta de que estaba en su cama, en la habitación del colegio.

Morgan...-susurra asustada y jadeando mientras busca al chico en la oscuridad.

La angustia le invade y cuando va a salir de la cama ve aquella botella en la mesilla y la nota de Morgan. Ashley la lee en silencio varias veces mientras las lágrimas recorren sus mejillas. Se ha ido...pero intentaré que nuestro futuro sea diferente y lo vea crecer...piensa mientras se seca las lágrimas, se viste y sale hacia la Sala Común en donde ya la debía estar esperando John.

Se gira hacia Alex.

-No sabemos si ya se ha ido y nos está esperando fuera... sería mejor esperar a todo el mundo en la Torre de Astronomía.

Es peligroso quedarse allí, a medio salir. Podrían descubrirlas en plena fuga si alguien se digna a bajar las escaleras o a querer entrar por el cuadro, a pesar del toque de queda. Al fin y al cabo, ellas están saliendo.

Alex asintió con la cabeza, dándole la razón. No había pensado en eso.

-Sí, entonces sera mejor que vayamos ya.-susurro mirando por última vez la sala común antes que salir al pasillo, siempre detras de Moira, siempre atenta al menor ruido o cosa que pudiera ver u oir.

Godric salio de su escondite.Como se imanaba el chico les habia pillado.

- ¿Bien ,cual es el plan ?por cierto has engañado muy bien a esos de gryffindor y el resto ,pero bueno esos crios son un poco simples -le dijo al tal Tom