Partida Rol por web

-Parece que despues de todo, no habrá clases -respondió a Gabriel aparentemente complacida- con eso me basta.

Miró desde la otra punta del salón a Alex, que había hablado lo suficientemente alto para que todos lo escucharan.

-Es verdad. El profesor es algo...estricto. -se notó de lejos que había suavizado cualquier otro adjetivo que pudiese haber encajado aún mejor en el final de la frase, y luego añadió- Seguro será abstante creativo a la hora de castigar, si es que se le da la chance.

Un relampagueó momentaneo pareció cruzarle la vista, con algo bastante cercano al odio. Sin embargo bajó la vista  adquiriendo su aspecto delicado y apacible sin esta, guardando las cosas de la clase.

- Vaya, me parecía una materia interesante... - añadí con una media sonrisa a Alana, ciertamente las artes oscuras, y la defensa contra las mismas me parecían sinceramente interesantes, el único prblobema podría ser el profesor que la impartía.

Continué ojeando el libro mientras escuchaba a los demás hablar, al parecer aprovechaban para atentos a sus propios asuntos. - ¿Qué tal si aprovechamos para practicar un poco? - comenté. - Al fin y al cabo si decidiera aparecer el Basilisco en el último momento y nos viera a nosotros practicando... creo que demostraría nuestro... compromiso con la clase a diferencia del resto de... compañeros ¿No crees? - Pregunté a Alana en voz baja de tal modo que solamente ella pudiera escucharme.

Alex asintió a las palabras de Alana, mirándola con la cabeza ladeada en el pupitre. Tras ello volvió a desviar la mirada a Lissy, esbozando una media sonrisa, parcialmente de compromiso dada la información revelada sobre su amigo.

- Lissy, he preguntado si sabías algo de él, no la naturaleza de vuestra relación- explicó en tono explicativo y ligeramente condescendiente-. Pero eh, me alegra ver que lo llevas bien- añadió guiñando un ojo, punzante.

Era obvio que si había saltado era porque estaba harta del tema y que, por tanto, no lo llevaba muy bien.

- Has hecho lo correcto, yo no hubiese hecho más que tú. Me sabe mal por él, pero hay según qué cosas que, efectivamente, no se pueden ir diciendo a la torera. Yo intentaba frenarle constantemente, pero nada. Le perdía la lengua- habló en tono bajo, para ella, acercándose lo justo para que la confidencia se quedase en eso.

Tras el cuchicheo se separó, clavando los ojos en el libro de conjuros de Lissy.

- ¿De qué conjuros hablamos?- preguntó. Aquello le sonaba ligeramente a excusa, pero no le molestaba. Alex, tras cuatro años a la espalda, había aprendido a ignorar multitud de posibles nimiedades. Lo contrario que Logan, vaya-. En la clase anterior practicamos el conjuro de Gorgona, pero no es muy recomendable practicarlo sin el profesor. Ya sabes.

-Si el profesor no muestra el suficiente compromiso con nosotros al asistir a la clase, no veo porque deberíamos nosotros mostrar algo. -No es que tuviera algo en contra de Gabriel, aparentemente tenía mas bien algo en contra de la clase. Guardó las cosas, raudamente.

Ladeé la cabeza a izquierda a derecha, mostrando cierto acuerdo con mi compañera. - Tal vez tengas razón, en ese caso quizá debiéramos irnos, estar aquí sin profesor es una pérdida de tiempo... - Añadí, si el Basilisco no estaba allí después de tanto rato, sus motivos tendría. Imité a Alana y guarde mis cosas.

El reloj del castillo toca las 22:00, hora de acabar la clase de MAO y el profesor ni si quiera ha hecho acto de presencia. Los alumnos, que al final han decidido quedarse, se levantan de mala gana murmurando entre ellos cosas que nunca hubiesen dicho con el profesor delante.

Muchos salen de la clase enfadados.

POCIONES

La mañana comienza con la clase de pociones donde el profesor Jones les espera sentado en su escritorio con una amplia sonrisa en los labios. Seguramente tiene algo tramado ese profesor o al menos es lo que les indica esa sonrisa suya. Una vez todos los alumnos están ya sentados se prepara para hablar.

-Bien, queridos alumnos, hoy haremos una magnífica poción... se trata de "La mano de Dios". No, no la busquéis en vuestro libro... porque ésta es mía. ¿A que tiene un nombre bastante... sugerente?

¿Una poción de autoría propia? Interesante.

Alana miró con bastante espectativa al profesor, delante del caldero de peltre. Desde el fallido intento del Veritaserum, quería algún otro reto, y aparentemente se le estaba presentando la oportunidad, o eso esperaba. Quizá la clase solo se limitara a algo teórico, pero tenía la esperanza de que pidiera replicar pócima.

Alex entró ligeramente somnoliento y se sentó, nuevamente, en primera fila. Ya, total, lo mismo le daba. Aquel profesor, pese a su lenguaje informal y cercano le seguía infundiendo respeto por la mera apariencia física. Buscó con la mirada a sus compañeras y puso caldero y cachivaches sobre la mesa. No había ingredientes, claro.

La Mano de Dios era un nombre grandilocuente para una poción, y casi dudaba entre si quería o no ver sus efectos. La curiosidad mató al gato, y él quería mucho a su Sotek. Que fuese suya no lo hacía en absoluto mejor, aunque ponerle ese nombre le daba cierto énfasis.

Me dirigí al sótano y entré en la clase de pociones. El profesor se encontraba allí y mientras me dirigí al caldero junto a mi compañera Alana el profesor presentó una poción, que según el mismo dijo era de su propia cosecha. El nombre era bastante grandilocuente, tal vez algo egocéntrico por su parte pero llamaba bastante la atención, quería ver qué efecto tenía. - Bien, veamos si podemos prepararla. - Apuntillé, dirigiéndome a Alana, mientras dejaba mis utensilios en mi sitio.

El profesor de Pociones se encontraba ya en clase cuando Lissy llegó, pero aún no había dado comienzo, así que entró en silencio y se sentó al lado de Alex.

-¿La mano de Dios?- susurró para sí misma cuando el profesor les informó. No había escuchado aquella poción, conjuro o lo que fuera en su vida. Su padre tenía la costumbre de preparar cosas extrañas pero jamas había escuchado eso. Tenía pinta de ser un invento del propio Jones y de que sería de todo, menos aburrido. 

Mira a los alumnos que tiene en clase y que parece que opinan más bien poco sobre el sugerente nombre de la poción y que encima esperan poder prepararla solamente.

-Que poco participativos... los alumnos de la otra clase opinan más... que le vamos a hacer.

Hace un gesto y aparece una urna de cristal con una hermosa flor dentro, de un color irisado.

-Esta hermosa flor nos mostrará lo que es la "Mano de Dios". ¿Qué encontráis de extraño en la flor? Y quiero que todos den su opinión.

Hmm...

Alana miró la flor, se veía como un adorno bastante bonito dentro del cristal a buenas primeras, peroera obvio que la clase no iba a ir sobre pisapapeles encantados o algo así. Se inclinó un poco hacia adelante para captar bien lo que le estaban mostrando, con interés.

Lissy se incorporó mejor para ver la flor. Había que admitir que era bonita, de color llamativo y... que era mejor no fiarse de las apariencias, sobretodo dentro de Hogwarts, aún así comentó en voz alta.

-A simple vista parece una orquidea, pero ni su color ni la forma del bulbo son normales, podría ser cualquier especie de planta. No soy muy buena en herbología pero me da la sensación de que esta en concreto posee alguna habilidad cambiaformas. Lógicamente le he dado mi mera impresión, no tengo ni idea de lo que es.

Alex miró con detenimiento la flor. Largo y tendido. Levantó una ceja, escéptico. Casi le dieron ganas de levantarse y ponerse a mirarla por cada lado con una lupa, no fuese a ser que se estuviese quedando completamente ciego.

- Yo no veo nada inusual- se limitó a decir.

Era mejor eso a decir que no tenía ni idea sobre flores, más allá de generarlas con su varita de una forma absolutamente mundana.