Partida Rol por web

Situado en una de las salas vacías del primer piso, parecida al Gran Comedor, pero un poco más estrecha, está el Club de Duelo. En el centro de la sala hay una pasarela donde se llevan a cabo los duelos, muchas veces bastante violentos entre los alumnos que combaten.

En cada extremo de la plataforma hay 1 profesor que actúa como padrino aunque nunca suele intervenir en el Duelo y casi siempre incita a practicar los hechizos más violentos que se conocen. En esos momentos los profesores que hay en la sala son el Profesor Black y el Profesor Wellington que no son habituales en ese tipo de reuniones, pero parece ser que les ha tocado esa vez.

con tranquilidad, me siento en una de las sillas que se encuentran pegadas a la pared. Saco la varita y hago el mantenimiento. Era de esperar que alguno de los abusones del año se hubiera vuelto a embrabuconar y quisiera meterse conmigo, habría que bajarles los humos.

Pero sobre todo había personas, con las que compartía clases, que querría establecer algún tipo de estamento. Había cabreado a unos cuantos, si querían rendir cuentas este era su momento...si se atrevían.

Entro en la sala, salpicada de gente a la que conoce y a la que no. Se queda en un punto indefinido de la sala, lo suficientemente cerca como para no perder los duelos que se desarrollan. Sin estar en primera fila, para no recibir la ira en el ambiente de los combatientes.

Aquí más de uno aprovechará para llevar a cabo sus pequeñas venganzas...

Después de dejar el despacho de su profesora Henri se acercó al club de duelo, no le gustaba el ambiente de aquel sitio, el tufillo a violencia que se respiraba era muy diferente al del campo de quidditch, donde aunque durante los partidos fueras golpeado por una o varias budger, o arañado por un rival que intentaba quitarte la quaffle de las manos o incluso intentaran derribarte de la escoba a empujones, cuando alguien atrapaba la snitch y el arbitro pitaba el final, los rivales dejaban de serlo, convirtiéndose sino en amigos en al menos compañeros del colegio a los que respetabas.

Cuando entró vio a muchos alumnos del colegio allí reunidos, había tanta gente que parecía más un baile que un club donde lanzar conjuros que podían despedazar al rival. De sus amigos encontró a Spencer sentado en la última fila y a Katie un poco más adelantada.

Mientras caminaba hacia donde estaba Katie buscó con la mirada al ravenclaw y levantó el pulgar. ¿Hay un sitio libre? - Le dijo a su amiga cuando llego a su lado.

Miro con curiosidad entre las cabezas, parte del club no sólo era demostrar que eras mejor mago. También era un evento social en si mismo, lanzar el desafío, aceptarlo con dignidad o rechazarlo sin caer en la humillación eran elementos del baile de capas que se daba. Era habitual que los de cursos superiores desafiasen a los jóvenes, probando su valía y estableciendo una jerarquía. 

Era una reorganización social, desde el momento en que entrabas en el club dejabas claro que eras un mago. Existía una moción para permitir el uso de pociones, entre otras cosas, puesto que no sólo los encantamientos demostraban los talentos de los hechiceros. Lamentablemente no había salido adelante. Aún. Saludo a Henri y a Katie, un poco mas adelante. Decido acercarme y sentarme con ellos.

- ¿Qué hacéis aquí? Sois de las últimas personas a las que esperaba ver por aquí.- Sonrío divertido. No lo decía por desprestigiarles, pero ciertamente, había resultado una sorpresa.

Me giro para ver a Spencer sentarse a mi lado. - Eso mismo estoy preguntándome desde que he entrado por la puerta- respondo sonriendo- Con la de cosas interesantes que hay para hacer un viernes por la tarde, podría estar practicando con la escoba o simplemente tumbado en los jardines. No sé por que, pero cada año me pasa, me siento extrañamente atraido a la primera reunión del club de duelo, aunque sé que és una completa perdida de tiempo.

Luego le preguntó sabiendo que su amigo era un apasionado de este club- ¿Y tú? ¿Ya has puesto a punto tu varita?

-Si, por supuesto. Está claro que como siempre he conseguido que unas cuantas personas se cabreen conmigo. Mejor un desafío por aquí a que me tiren por las escaleras ¿no?- Sabía que aprender hechizos era uno de los déficits de Henri, pero los que se sabía los lanzaba mejor que yo.- Piensa que esto es una competición.- Era curioso como él veía el quidditch como un deporte sano, cuando mas de un alumno se había matado cayendo de la escoba. Pero la historia era algo que no le importaba mucho a mi amigo.

Lissy entró corriendo a clase de Duelo, no le gustaba llegar tarde a clase y menos a esa... era cierto que tenía su eligro, pero es que rara era la clase en Hogwarts que no conyevara algún tipo de riesgo...aunque fuera psicológico, de echo los riesgos psicológicos podrían considerarse incluso más graves que los físicos...

- Creo que hemos llegado a tiempo Madie...-le dijo recuperando el resuello a la chica de Ravenclaf,después miró a Henri, Kattie y Spencer-Hola chicos-los saludó con la mano mientras pasaba a ocupar su asiento.

Asintió al comentario de Spencer, lamentando profundamente de que uno de los cabreado fuese su mejor amigo.

Gracias por el consejo, lo intentaré- pero sabía que no lo conseguiría nunca, no veía la competición por ningún lado dentro de aquella sala, solo veía ganas de pelea y afán de mostrar superioridad.

Mientras su mente volaba hacía los jardines llegaron Lissy y Madeleine -Hola-Les saludo timidamente, no sabía que actitud tendría hoy la gryffindor con él; en su última conversación había mencionado su preocupación por Logan y el resultado no había sido todo lo bueno que esperaba.

Entra en el club y se acerca a las caras conocidas de ese lugar. No es que suela frecuentar ese tipo de actos, pero siempre es bueno dejarse ver el primer día para que no piensen que se es un objetivo fácil o que estás tan cagado que ni siquiera te asomas por la puerta.

-Hola, parece que el ambiente está... cargado. Y que además los profesores no son los habituales... ¿qué estará haciendo Fiore?

Parece que los profesores quieren dar comienzo a ese suplicio y ambos suben a la tarima para dirigirse a los alumnos.

-Señores, damos por comenzado este primer encuentro en el club de duelo del vigente curso. Todos conocemos las normas que regulan los duelos y os pedimos que las respetéis... - ni los profesores parecen muy seguros de eso, pero es el protocolo - ¿Alguno de los presentes quiere inaugurar esta sesión?

Mira a los que van llegando, curiosa, y escucha las conversaciones que se dan lugar. Se aprendía más atendiendo que interviniendo directamente, aquello era una máxima en todos los aspectos.
Y por fin parece que se inaugura la sesión.

Se acerca para ver donde dan comienzo, aunque las palabras no suenen tan confiadas como debieran ser.
Mira a un lado a otro, esperando a ver alguien que se pronunciase. Se niega a ser primera en dar el espectáculo al ser vencida.

Madelain saludó a todos al llegar y luego a Christine, que llegó última. Esa chica estaba rara, siempre se habían llevado bien pero ese año ya una vez no la había saludado al acercarse a la mesa de Ravenclaw. Muchas cosas estaban raras ese año. Profesores distintos al frente del Club y de hecho pocos alumnos. Cuando finalmente se dio inicio, dio un paso al frente.

_Yo, yo quiero comenzar.

Nunca desde su llegada a la escuela se había sentido tan ansiosa por enfrentarse a alguien. Ya no era simplemente el placer de poder hacer magia sin miedo a recibir castigos, era también la oportunidad de ponerse a prueba y saber hasta dónde podría llegar.

-Señorita Garden, suba a la tarima. Yo seré su padrino en este duelo. ¿A quién le gustaría retar?

Le hace un gesto para que suba por el lado que le corresponde de la gran tarima alargada que ocupa el centro de la sala. Se respira un ambiente de competitividad y los allí reunidos parecen querer sangre. Es como un gran anfiteatro romano en el que los gladiadores van a luchar para darle al pueblo pan y circo.

Madelain hizo un gesto de asentimiento al profesor Black y subió a la tarima por el lado señalado. Desde allí arriba podía ver a todos los alumnos reunidos, podía ver sus gestos y adivinar en base a aquellos algunas de sus emociones: odio, temor, confianza, rencor y muchos otros.

En realidad no le interesaba quién fuera su rival, solo quería practicar, por lo que hizo una vista panorámica viendo si alguno le hacía algún gesto como para subir a competir con ella, así elegía a esa persona y no a otra.

Lissy saludó a los alumnos de otras casas que conocía, parecía que Henry, el muchacho de Huffelpuf quería entablar conversación con ella pero no terminaba de decidirse.

Entonces Cristine y el profesor decidieron que era hora de empezar, Madeleine se ofreció para iniciar la ronda. Lissy miró a ambos lados, parecía que ninguno de los presentes se decidía a alzar la mano para ofrecerse...

-Yo seré tu oponente-dijo a Madeleine subiendo al estrado, llevaba tiempo sin practicar duelo aquello le vendría bien.