Partida Rol por web

Alan no percibe nada en el agua. Quizá no es el medio adecuado para poder realizar ese tipo de cosas. Mientras tanto Ginna se encuentra concentrada en los cálculos aritméticos para poder tratar de desentrañar alguna cosa sobre el destino de los amigos de Alan.

Parece que va para largo.

Alza una ceja ante los piropos de Spencer y se le queda mirando mientras el chico trata arreglar su metedura de pata con de atractivo y esas cosas. Ríe un poco por su incomodidad.

-Chico, siento defraudarte... pero no tengo esos gustos.

Le sonríe y le alborota el pelo.

-He llegado por una promesa... pero no se lo cuentes a nadie, eh? Y ahora puedes comenzar... queda poco para la siguiente clase, así que acicálalos un poco.

-No quería decir... déjalo.- Me sentí enrojecer, ¿Porqué me avergonzaba? la situación era embarazosa, pero no debería provocarme esas reacciones.- Es solo por lo que tengo oído.-De hecho si no me importaba ¿Por qué me estaba corrigiendo?

Agito la cabeza, confuso.

-Voy a ponerme a ello.

Frustrado por no haber podido obtener pista de sus amigos y al ver que su compañera todavía estaba realizando sus artes, Allan decide guardar silencio para evitar distraerla.

El profesor entra en el establo de nuevo y le remueve el pelo a Spencer.

-Van a comenzar las clases, tendrías que dejar lo que estás haciendo ahora. Te veo más tarde en clase... creo que les caes bien a los potros.

Espera que Spencer se levante y deje el establo para cerrarlo y que no entre nadie.

Como un resorte, me tenso al contacto de su mano. Era todo tan raro. Para no estar interesado me tocaba mucho "¿Pensará que es algún tipo de consuelo? ¿Porqué me preocupa?" . Agito la cabeza revolviéndo aún más mi cabello.

-Em, si, no quiero llegar tarde.-Escueto, estaba nervioso. Así que me fuerzo a decir algo más para no ser maleducado.- Son muy hermosos, no se quién podría quererles hacer daño.

Por un momento pienso en donde escogería este curso estar para activar el Giratiempo. y me doy cuenta de que necesito coger mis cosas para cada clase.

-De hecho, me voy corriendo. Aun tengo que coger mis cosas. Nos vemos. 

Se sobresalta con las campanadas del reloj del castillo, parece que ha llegado la hora de las clases y ella aun no ha acabado de hacer cálculos. Mira a Alan un poco triste por no haber podido acabar a tiempo con eso.

-No he podido acabarlo y tengo que ir a clase... lo siento...

Le devuelve la pluma y la tinta. el tozo de pergamino se lo queda para poder continuar con los cálculos cuando tenga un rato libre.

-Lo continuaré más tarde y te diré algo... nos vemos luego.

Sonríe y se levanta dispuesta a irse.

-No te preocupes, ya tendrás tiempo luego.  Yo tampoco eh descubierto algo útil-  Cuando ella se levanta le toma la mano –Espera.  Déjame acompañarte- dice sin soltarle la mano y, si ella se lo permite, la acompaña así hasta el castillo.  La chica le gusta, tiene un algo que le hace querer pasar todo el tiempo junto a ella.  Cómo le gustaría que perteneciesen ambos a la misma casa.  Siente ganas de besarla, de acariciarla y abrazarla, pero se limita sólo a tomarle la mano, al menos por el momento.  No quiere arruinar las cosas con Ginna

-Nos vemos luego Gi-  le dice cuando los caminos de ambos deben separarse -Me... me caes muy bien- sonríe y se va.

Camino con Henri en dirección al comedor. La cena podría esperar un par de minutos más.

- Yo también quería pedirte perdón. – ese parecía el día de los arrepentimientos. Ya sólo faltaba Spencer, aunque con ese no haría las paces tan fácilmente. – La verdad es que estoy muy susceptible. Me cabreo con nada, pero es que es un tema que me toca las narices*. Pero tú no tienes la culpa…

Le doy una palmada en la espalda. Los malos rollos no llevaban a ninguna parte, y tampoco estaba yo como para poder prescindir de amigos.

- No te preocupes, Spencer es… - un cabrón, un %$/&X#*, un hijo de su madre* - tu amigo, así que no creo que vaya a decir nada. Además, como le dije, no pasa nada porque lo diga. No es nada de lo que me avergüence.

Es sólo que me rompe el corazón**

- Por cierto, ¿qué te parece la idea de Alex? - digo cambiando de tema. - la verdad es que me ha pillado por sorpresa. Yo creía que me iba a contar algo sobre alguna chica, sobre cuando y como rompió con Madelain, pero ni de broma algo así.

La palmada en la espalda le indica a Henri que esta perdonado, aunque no se lo hayan dicho directamente y por un momento sus ojo se ponen vidriosos*.

Yo no me enfadé contigo, no te preocupes. Me cabreó un poco que prefirieras a la rubia antes que estar conmigo pero fue solo un momento....En cuanto a Spencer no sé si quiero seguir teniendo amigos así, el curso pasado no era así, ni se comportaba así con la gente, hablaré con él después.- Estaba claro que a Henri no le gustaban las personas "así".

Su voz se vuelve más triste si cabe.

Este verano cuando se llevarón a Hugo pensé en no volver este año e ir a buscarlo yo solo, pero me di cuenta de que no podría hacer nada. Tal vez el grupo de Alex no sirva más que para hacer algunas trastadas en el castillo, pero si como ha dicho es algo grande voy a ayudarle.

Algo se le debe haber metido en el ojo, porque Henri comienza a frotarselos. Al hacerlo ve la pulsera de su con el pelo de unicornio y recuerda como lo ha ganado.

No sabía que habían roto, - dijo en referencia a las palabras de Ashton, para luego añadir -Ella y tu os habéis hecho bastante amigos desde adivinación,  ¿Debo buscarme otra pareja para las clases? Alan y Katie son divertidos, pero..

Madelian aceleró el paso para alcanzar al profesor Gordon, quien después de la cena se encaminó a su cabaña. Tenía un rato antes de la próxima clase y quería averiguar unas cosas. Cuando lo alcanzó, le dijo:

_Hola profesor Gordon. Disculpe, quería hablar unos minutos con usted. ¿Tiene tiempo?

Se gira al escuchar que le llaman y ve a Madelain. Espera que su consulta no tenga nada que ver con la clase de esa tarde, al menos por lo que ha pasado y esas cosas.

-Buenas noches Madelain... tengo unos minutos. Pero ya sabéis que no se puede salir del castillo cuando cae el sol... 

Espera a que comente lo que quiere comentar.

_Oh, gracias profesor. En primer lugar quisiera agradecerle de nuevo por el premio. ¿Es acaso un pelo de unicornio? Vi al Sr. Ollivander muy seguro de qué era esto, pero yo no estoy tan segura -le digo sonriendo, y luego de su respuesta prosigo-. Y sobre lo que quería hablar es sobre los centauros. Algo que me ha llamado siempre la atención es por qué el señor tenebroso es tan tolerante con ellos, sabiendo que son de los pocos que se oponen abiertamente al actual régimen. Imagino que usted es el más indicado para responderme esto. Dado que viven en el bosque, nadie debe tener tanto trato con ellos como usted.

Lo miro seriamente, muy interesada en lo que pueda llegar a contarme.

Mira a Madelain con un poco de sorpresa por lo que le ha preguntado... ¿qué se le está pasando por la cabeza a esa chica? Preguntar esas cosas en el colegio... Sonríe de forma condescendiente y le indica con una mano el interior del castillo.

-Señorita Garden, creo que esas no son preguntas que tenga que hacerse una persona inteligente... el Señor Tenebroso tendrá sus motivos para hacer eso y no somos nadie para cuestionarnos sus acciones, ¿no crees? Es mejor que vuelvas al interior del castillo... y si es pelo de unicornio o no tendrás que descubrirlo tú investigando... que para algo soy el profesor de cuidado de criaturas mágicas, no?

Madelain se sonríe y da un paso como para volver al castillo, pero se detiene.

_¿Podríamos buscar en alguna clase un unicornio en el bosque, para así comparar el pelo? No sé dónde más que en los libros poder investigar eso, y no es lo mismo. ¿Puede recomendarme dónde investigar por favor?

Luego levanta las manos con las palmas hacia adelante, como queriendo explicarse, cuando el profesor le contesta sobre el otro tema.

_Oh, no, por favor, no me malentienda. Para nada pretendo cuestionar las decisiones del director, era simplemente algo que me llamó la atención. ¿Qué otras criaturas se oponen al régimen? Me gustaría hacer una investigación raza por raza para poder determinar patrones comunes que puedan explicar esa conducta entre las criaturas que se oponen a nuestro señor. Si pudiera decirme algunas le estaría muy agradecida, para poder comenzar con mi investigación.

-Señorita Garden, creo que no entiende la gravedad de lo que está diciendo. Si continua por ese camino, tendré que informar al subdirector... - pronuncia estas palabras con seriedad. Siempre ha sido uno de los profesores más amables del colegio, pero también sabe cuando cortar un tema y cuando sus alumnos van por el mal camino... y Madelain va por el mal camino si sigue esa "linea de investigación".

Coloca una mano en el hombro de la chica y la guía hacia el interior del castillo.

-En cuanto a los unicornios, el bosque prohibido, como bien indica su nombre, está prohibido y los alumnos no pueden entrar en él. Ahora, vuelve a tu sala común.

Madelain se deja guiar por la mano del profesor.

_¿Pero qué tiene de malo? -pregunta con una sorpresa sincera-. ¿Acaso a usted no le llama la atención que alguien quiera oponerse a nuestro señor? A mi me parece muy raro que alguien quiera hacerlo... -concluye pensativa, mientras camina-.

-Los alumnos no deben cuestionarse esas cosas, a no se que quieran ser castigados, claro... y supongo que no querrás ser castigada, verdad? Los centauros no se rigen por las leyes humanas, ni de muggles ni de magos, por tanto pueden o no estar a favor o en contra según les plazca, y no es algo de lo que tu debas preocuparte.

La deja en el interior del hall del castillo.

-Buenas noches, Madelain.

_Claro que no quiero ser castigada, pero usted me conoce hace años. Sabe que adoro el conocimiento, y no creo que eso esté mal...

Comienzó a alejarse del profesor.

_Buenas noches profesor. Ahh, y lo de los unicornios y del pelo... ¿dónde me recomienda que investigue?

Se notaba en su voz que había perdido algo de entusiasmo y que no volvería a tocar el otro tema.

Mientras esperaba la respuesta a su consulta, comenzó a buscar un papel entre sus cosas por si debía hacer anotaciones, al tiempo que pensaba cuánto tiempo le quedaría libre antes de tener que entrar a la próxima clase.