Partida Rol por web

Gordon se dirige a su cabaña, quizá para asearse un poco, y tras unos 10 minutos sale en dirección al castillo. No parece que haya nada sospechoso en su comportamiento y tampoco parece tener una gran prisa por llegar ni parece estar nervioso. Quizá solo tenga un encuentro o reunión en la sala de profesores.

La verdad es que no hay nada extraño en él.

Lissy chasqueó la lengua cuando escuchó las palabras del muchacho. En Howgarts los gryfindor tenían fama de ser los vlientes y los bravucones, sin embargo eran los de las otras casas los que los provocaban con estupideces para luego ir corriendo a sus prefectos o directores de casa y decirles que tal o cual había infringido alguna norma. Lissy estaba convencida de quelas normas de ese colegio estaban dirigidas a hacerle la vida imposible a Gryfindor.... y esas eran una de las razones más poderosas que hacían que la chica estuviera cada vez más orgullosa de ser una leona.

-No hay ningún cartel que diga que este árbol te pertenezca-le respondió Lissy con voz gélida-A mi no sólo me preocupa aprobar sino aprender magia, hacer la pelota a lo profesores sólo servirá para graduarte. Me sorprende que un Ravenclaf como tú diga esas cosas, según tengo entendido sois vosotros los empollones, los que sacáis las buenas notas porque poseéis el mayor intelecto...es una pena comprobar que eso se debe a que habéis aprendido los trucos para que el profesorado haga la vista gorda con vosotros...una auténtica pena...

-Oh, yo no he tenido que hacer nada de eso, tengo un talento natural para aprobar... sois vosotros los que tenéis que usar ese tipo de cosas. Sobre todo este año en los TIMOS. Los profesores serán especialmente duros con vosotros. Y con vosotros, me refiero a Gryffindor y Hufflepuff.

Por todos es sabido que a los profesores les gusta aprobar a los Slytherin y que se ceban bastante más con Gryffindor y Hufflepuff. Con Ravenclaw a penas pueden hacer nada porque la mayoría de las veces pueden salir sin problemas de las dificultades que les puedan plantear los profesores... por eso son los empollones del colegio.

-Aunque con los cursos inferiores estoy notando un leve descenso de la inteligencia... tendremos que presionarles un poco más. Se lo tendré que comentar a Naomi.

Con cuidado para no ser visto por el, tan sigiloso como me veo capaz de ser, sigo al profesor una vez cruza todo el campo abierto que hay entre la cabaña y el Castillo. Rápidamente camino con paso firme, como si no le estuviera siguiendo para que el resto de los alumnos no me presten atención. Una vez llego a las puertas me pego a la hoja y miro por el umbral para ver hacia donde se dirige.

Si fuera algo común me hubiera dicho que le iba a tener ocupado.

- Puf... lo que os sale de forma innata es ser desagradables... No merece la pena malgastar saliva con un cabeza cuadrada como la tuya. Todos sabemos que el mero hecho de haber sido seleccionado en Slytering o Ravenclaf supone un aprobado por la cara... lo que no entiendo es como sois capaces de enorgulleceros de eso. Aprobar o sacar buenas notas perteneciendo a una de esas casa no tiene mérito... Y ahora si me disculpas he de irme, no me gusta perder el tiempo. 

Lissy se dió la vuelta dispuesta a regresar al Castillo

Bueno, la actitud del subdirector deja mucho que desear, pero tiene que soportarle de todas formas y tratarle lo más cordial posible.

-Los cepos parecen de origen muggle. De momento los centauros no se han visto afectados por las trampas y no he visto a otros animales heridos. El problema es averiguar quien ha introducido estos cepos muggles en Hogwarts.

Aquello había pillado por sorpresa a Mandos.

-¿Objetos muggles, dices?, ¡eso es imposible! -declaró escéptico.

El subdirector se aproximó a uno de los ventanucos que daba hacia el linde del bosque oscuro, escudriñándolo con la mirada a traves del cristal.

-Hogwarts no ha sufrido ningun acercamiento muggle desde los tiempos anteriores al nuevo régimen... -dijo guardando un breve silencio, meditabundo, antes de girarse de nuevo hacia el profesor- no, ¡más timpo aún!, ¿como podrían además sobrevivir unos simples muggles allí donde los hechiceros incluso corren peligro?

La pregunta, por supuesto, era retórica. Carak-Band desestimaba casi por completo tal eventualidad... aunque siempre se había jactado de ser un hombre precavido y cauteloso en el proceder.

-¿Puedes mostrarme alguna de esas trampas?

-Eh, gatita! Se te ha caído esto! - grita desde donde está enseñándole el estuche donde se guardan las plumas y las tintas para no manchar toda la mochila con ellas.

No hace ni un ápice en acercarse a donde está ella. Si quiere recuperarlas, que se acerque ella y las coja. Aun mantiene su actitud superior, pero bueno, es la que tienen todos los Ravenclaw inteligentes. Pueden tener una actitud incluso más superior que las serpientes.

Lissy se paró en seco cuando escuchó al chico de Ravenclaf y se dio la vuelta. Se maldijo a sí misma por haber tenido aquel descuido. El aguilucho no parecía querer acercarse a ella para devolverle el estuche, muy caballeroso por su parte, pero ¿qué podía esperar de un empollón tan desagradable como aquel?

Con un suspiro desando sus pasos y se plantó enfrente del muchacho.

- Gracias... ¿Me lo devuelves?- le dijo con educación y malestar contenido, no deseaba hablar seguir hablando con él y menos tener que soportar sus provocaciones, si quería ponerse a pelear que se fuera al patio y buscase a otra persona, no a ella.

Le pasa el estuche de plumas, pero no lo suela y se inclina hacia ella con una sonrisa de suficiencia en la cara.

-Si hay algo que te da problemas, puedes venir a verme a la biblioteca. Conozco todos su secretos y donde están los libros que pueden ayudarte - le susurra antes de dejar el estuche y comenzar a caminar hacia la entrada del castillo como quien no quiere la cosa.

Antes de entrar en el castillo levanta la mano y se despide de ella y luego desaparece en el interior del edificio.

Lissy se quedó con cara de besugo cuando escuchó las palabras del chico y se despidió de ella sin darle tiempo a replica alguna. Vió como se alejaba y se perdía entre los alumnos de Hogwarts, sin saber todavía que pensar de él. Primero se había comportado como un prepotente para después tenderle la mano... y luego decían que las mujeres eran complicadas...

Miró el estuche pensativa, lo guardó en la mochila y se dirigió hacia el castillo sin rumbo fijo, se acordó entonces del resto de sus compañeros y quiso ir a buscarlos, para ver como les había ido la tarde.

Hay muchos alumnos que han pasado del Club de Duelo para disfrutar del aire libre, pero no parece ser problema porque la gente no suele acercarse al Sauce Boxeador para descansar a su sombra... más bien se alejan lo máximo posible de ese lugar. Así pues, al llegar allí, manteniéndose a una distancia prudencial, no hay ni un alma.

-Parece que estamos de suerte... quieres hacer los honores? Tienes que apretar un nudo en el tronco para que deje de moverse...

El Sauce Boxeador parece bastante tranquilito, salvo por algún movimiento que hace que los pájaros se espanten.

-Creo que cada año el club de duelo es más decadente si cabe... aunque he tenido la sensación de que Madelain quería retarme a mí...

¡Será un autentico placer!- dijo Henri y un paso tras otro se encamino decidido al tronco del arbol para tocar el nudo. Parecía que no supiera lo que podía hacer el Sauce boxeador a quien se acercaba. Las ramas del Sauce le darían tal paliza que el castigo de Fiore parecería un simple arañazo en la mano.

Pero justo en el límite donde alcanzan las ramas se detuvo, se giró y miró a Chistine, - Solo por ver la cara que has puesto ya ha merecido la pena venir hasta aquí.- le dijo alegre. Durante su segundo curso, Ashton y él, junto con otros huffelpuf habían pasado muchas tardes jugando allí, intentando demostrar quien era el más valiente, quien se atrevía a acercarse más al Sauce y a base de cortes y arañazos tenía tomada conpletamente la medida a aquella zona.

Se agachó recogiendo una piedra del suelo, y comprobó su estabilidad lanzándola al aire verticalmente unos centímetros, luego la lanzó contra el nudo del tronco, para un cazador aquello era un juego de niños.

¿Madelain? No me di cuenta, la verdad. ¿Le has hecho algo más aparte de no dejarle entrar en la sala de los menesteres? - Sonrió, pues él había hecho casi tanta campaña como ella para evitar su admisión.

Dijiste que este lugar era importante- menciono, pues no había olvidado ninguna palabra de su conversación eldía anterior.- ¿Que paso en ese túnel?

Le da una colleja por haber hecho eso solo para que se preocupase así que decide no contarle nada de ese sitio hasta que se lo suplique de rodillas. Cuando el Sauce Boxeador parece haberse detenido por completo, se acerca al tronco y busca una apertura entre las raíces del árbol.

-He decidido que mi trato hacia ella sea más... frío. Una persona que deja a quien, en teoría, quiere y más por carta, no merece mi respeto... esas cosas hay que hacerlas de frente.

Se deja caer entre las raíces por lo que parece un pequeño tobogán y se introducen en la tierra. Frente a ellos un túnel no muy grande, de pareces húmedas y oscuro, en el que tienen que pasar a gatas. Saca la varita y apunta hacia delante.

-Lumus - la punta de la varita se ilumina y deja ver lo que tienen delante -. No te contaré lo que pasó... como castigo.

Se lanzá por el tobogan justo después de la pelirroja - ¿Te llevabas bien con ella el año pasado?- le pregunta- Si Alex le ha perdonado, o por lo menos puede hablar con ella civilizadamente. ¿No deberíamos los demás hacer lo mismo? - No le caía muy bien la ravenclaw, pero acumular rencor contra ella tampoco le servía para nada.

Miró a su alrededor, allí había espacio suficiente para hacer la poción que le permitiría ver a su primo, pero según le había contado Chris ese tunel llevaba a la casa de los gritos, por fín podría entrar y ver lo que se escondía en su interior, desde segundo había imaginado como sería por dentro y ahora no se lo perdería por nada del mundo.

Lumos.- Encendió la varita.- En otra situación te dejaría pasar a ti la primera, pero si dentro de ese túnel hay algo que decide atacarnos no.... no me gustaría que te hiciese daño por ayudarme.

Ya dentro del túnel mientras gateaba – Perdona lo del susto, no sabía que te preocuparas tanto por mi.- le dice, unos metros después continua- ¿De verdad vas a castigarme? ¿Y si te lo pido por favor? Cuentamelo, técnicamente puede decirse que te lo estoy pidiendo de rodillas.

-Es posible, pero no me lo estás pidiendo en una posición muy decorosa que digamos... 

Y es cierto porque a parte de rodillas también está gateando y la visión de un trasero moviéndose de un lado para otro no es que sea muy agradable... tras unos 10 minutos gateando consiguen llegar a una parte más alta y el suelo pasa a ser de madera más trabajada.

En seguida se pueden poder de pie y frente a ellos hay una oscura casa que seguramente ha pasado por días mejores. A pesar de todo, aun se mantiene en pie y se puede caminar entre las habitaciones sin correr peligro de hundirse con la casa.

-¿Sabes por qué se llama la Casa de los Gritos? Aquí encerraban a un estudiante que era hombre lobo en los días de luna llena, para que no hiciese daño a los demás estudiantes.

Es lo máximo que le contará... al menos hará que le ruegue más para que le cuente cosas aun más interesantes.

Henri vuelve a ponerse rojo, por suerte para él, la chica no puede verle la cara en ese momento y para cuando ha terminado de gatear ya se le ha pasado el rubor.

No sé- dice un poco desilusionado ante la casa- Tantos años pensando en como sería por dentro y ahora que la veo... no sé, es como si le faltara algo. Me había imaginado muchisimo más tétrica y con fantasmas recorriéndola a todas y chillando durante ciertas noches del año.

Después dela primera impresión recorre la casa, sin perder detalle, evaluandola.- Este sítio es perfecto, Chris. Podremos hacer la poción sin que nos molesten, incluso podemos dejarla reposar bajo la luz de la luna. Gracias por enseñármelo, a pesar de saber quien lo usará.

Tras escuchar atentamente sus palabras sobre el origen del nombre le contesta- ¿Un hombre lobo estudiaba en Howarts? Ya claro, seguro que sí.- lo hace de buen humor, pensando que le esta gastando una broma para vengarse de lo del sauce, pero la cara de Christine desmiente los pensamientos de Henri, eso o es una actriz muy muy buena. - ¿De verdad?, ¿Y sabes quien era?, ¿Ha habido más? ¿.....

La chica permanece en silencio sin contestar.- Vale, tú ganas. Siento haberte gastado la broma en el sauce boxeador, ¿Me perdonas?

Sonríe ante las disculpas de Henri y se pasea por ahí, pasando un dedo en las superficies y comprobando la cantidad de polvo que se ha acumulado con el paso de los años. Le extraña que no hayan derruido ese lugar, aunque quizá sea gracias a la presión... eso de tener una casa encantada siempre atrae a los curiosos y da dinero.

-Un hombre lobo llamado Lunático... es uno de los creadores del Mapa del Merodeador. También conocido como Profesor Lupin, miembro de la Orden del Fénix y el que enseñó el patronus al enemigo del director - no quiere decir Harry Potter porque seguramente tienen métodos de detección.

Camina un poco más por la casa y se detiene en un punto especialmente lleno de polvo.

-Lunático era amigo del padre de - en el polvo escribe Harry Potter y cuando Henri lo ve, pasa la mano para borrar todo rastro de ese nombre - que era Cornamenta.

La escucha embobado mientras se pasea por la casa, Christine se mueve con soltura por aquella casa. Él sabe muy poco de todo lo que le está diciendo, el único nombre que reconoce es el de Harry Potter, cree que lo ha escuchado en clase, si ahora lo recuerda, fue en clase de historia y tenía que hacer un trabajo sobre él. Cuando termina le contesta.- Al final entre unos y otros vais a conseguir que muestre verdadero interés en el trabajo de historia de magia.

Este sitio es perfecto para nosotros, gracias otra vez Chris. - le dice momentos después- Y ahora toca hablar de ti, ¿Ya has pensado en tu momento alegre? 

Se gira hacia Henri y le mira con una ceja alzada.

-Así que Henri Hudson tiene motivos ocultos para traerme aquí... ni la mente más perversa de slytherin se compara contigo.

Se apoya en lo que parece que hace mucho tiempo fue un piano o algo por el estilo y se cruza de brazos. No tiene pensamientos felices... desde siempre solo recuerda el tener que esconderse, el tener que ver como muchas personas se sacrificaban para que no se la llevasen... incluso sus padres biológicos a los que ni recuerda. ¿Qué pensamiento feliz puede tener en un mundo como ese? Los demás pueden recordar esos momentos, pero ella lo único que ha hecho ha sido fastidiar a los demás.

-Ya te dije que era demasiado difícil para mí tener ese tipo de recuerdos.