Partida Rol por web

-Sugiero que busques en la biblioteca. Allí está toda la información necesaria para estudiar esas criaturas fantásticas. Y ahora, ve a clase o a descansar... no puedes estar dando vueltas por aquí sin motivo alguno.

Se despide de Madelain y se marcha en dirección a su caballa. Seguramente tenga trabajo que hacer.

De camino a los establos Henri estaba emocionado, casí podría decirse que estaba realmente feliz. Creía que había descubierto  lo que iba a encontrarse y si estaba en lo cierto nunca antes había estado cerca de uno y le hacía mucha ilusión.

Le había dado a su compañera las gracias mil veces por ayudarlo a salir de la enfemería y no paraba de hablar de lo emocionado que estaba, pero aún así había algo le rondaba por la cabeza, bueno en realidad varias cosas, una era la extraña relación que tenía la chica con dos de sus mejores amigos, pero ya se enteraría en su momento, cuando hubiera un ganador y tuviera que consolar al otro.

Cuando estuvieron solos le habló de lo que más le preocupaba- Siento lo de ayer en la sala de los menesteres- se disculpó- lamento haberme comportado como un niño y estropearos la reunión. No volverá a pasar.¿Os enfadasteis mucho?

Scarlet disfruta de la conversación, aunque sólo hablase Henri. Al fin y al cabo, era lo que mejor se le daba hacer a la chica silenciosa: escuchar atentamente todo lo que dice.

También disfruta del sol brillante que baña todo el terreno del castillo y más allá, de vez en cuando cierra los ojos y respira relajada, mientras deja que el viento se mezcle con sus mechones azabaches.

Cuando menciona lo de la Sala de los Menesteres, Scarlet niega con la cabeza lentamente, quitándole importancia para que no se sintiera culpable.

-No te pre-preocupes.-le dice conciliadora-Los im-imprevistos ocurren, no creo que te co-comportases co-como un crío, todos te-tenemos cosas que ne-necesitamos desahogar... Creo yo.-se encoge de hombros con timidez, no solía dar su opinión a la gente que apenas conocía.-Por mi pa-parte no te preocupes, no me e-enfadé pa-para nada.-finaliza con una sonrisa tranquilizadora y amable.

Gracias Scarlet- le contestó, saber que la gente no estaba enfadada con él le hacía sentirse mejor. Era raro, por lo poco que había hablado este curso Henri empezaba a pensar que era una chica bastante sensible y agradable. Se preguntaba porque no se había molestado en hablar con ella nunca en los cuatro años anteriores cuando él se solía llevar bien con casi todo el mundo.

Casí sin darse cuenta llegaron a la cabaña del guardabosques.

TOC, TOC- Henri llamó a la puerta de la cabaña esperando a que le abriera el profesor.

Al ver que no abren Henri volvió a tocar a la puerta.

¡PROFESOR GORDON!¡PROFESOR GORDON! ¿ESTÁ EN CASA?

Dio un par de pasos hacia atrás para que si el profesor abría la puerta no se lo encontrara pegado a ella. Y le dijo a Scarlet- Sino está en casa igual deberíamos acercarnos a los establos por si está allí.

Parece que el profesor no está en la cabaña del guardabosques y tampoco parece que esté por los alrededores. Tras la cabaña, cerca del linde del bosque, se puede ver una edificación que parece más nueva que el castillo y tiene forma de unos pequeños establos. Seguramente no los usen para animales grandes.

Scarlet arruga el gesto ligeramente cuando Henri golpea la puerta y grita. Odiaba los ruidos fuertes y los gritos, aunque sabía que no lo había hecho con mala intención. Aguardó a que el profesor abriera la puerta, pero parecía que no estaba allí.

Se separó de la puerta junto con Henri y miró por los alrededores, en los lindes del bosque divisó los establos.

-Tal vez esté a-allí.-le dice a su compañero-¿Mi-miramos o e-esperamos a Spencer?

Esperaba que Henri dijera que sí, ya que le picaba enormemente la curiosidad por saber qué había ahí dentro, aunque tampoco quería meterse en problemas.

Henri no se dio cuenta del gesto de su compañera. Parecía que el profesor no estaba en su casa.

Scarlet señaló algo parecido a unos establos cerca del bosque y preguntó si se acercaban.

Por supuesto- le contesto mientras comenzaba a caminar-, no sabemos cuanto tardará Spencer, podríamos esperarle aquí horas.- estaba tan emocionado que inconscientemente daba pequeños saltitos.- Seguro que el profesor está allí trabajando.

Scarlet no puede disimular la sonrisa espléndida que se le dibuja en los labios cuando el chico da una respuesta afirmativa.

-Sí, seguro que e-está allí. Va-vamos.-se apresura a decir ella echando a caminar hacia los establos. Mira a todas partes por si hay algún profesor o prefecto cerca que les pueda llamar la atención por acercarse demasiado al bosque.

Al pensar en el bosque recordó lo que Spencer le contó que querría hacer la noche anterior, pero no se pudo hacer por motivos obvios.

-Por cierto, Henri.-dice frenando el ritmo y frenándole cogiéndole de la manga de la túnica con suavidad y mucha timidez, lo cual hace que se le ruboricen ligeramente las mejillas. Se queda a una distancia algo alejada por si el profesor estaba allí y podía oírles, aunque hablase casi en un susurro:-Spencer me co-contó que iríais a-al bo-bosque... ¿Se-seguís pensando ha-hacerlo?

La puerta del establo esta abierta y parece escucharse la voz del profesor en interior. El interior tiene poca iluminación debido a que hay pocas ventanas, pero no parece un lugar tétrico y al que de miedo a entrar, como pasaría con las mazmorras del castillo.

Cuando entran, pueden escuchar también la voz de una chica, parece que están hablando muy bajita porque no se entiende lo que están diciendo.

Henri notó que le tiraban de la túnica, se paró y al girarse encontró a Scarlet ruborizada preguntandole sobre el bosque prohibido, no tenía ni idea de que estaba hablando la morena.

No sabía nada, pero si Spencer te dijo que iriamos al bosque seguro que acabaremos dentro. De momento no veo motivos para hacerlo pero seguro que Spencer los tiene, sino no te habría dicho nada. - Le contesto con sinceridad, sabiendo que si Spencer se lo pedía él no desaprovecharía la oportunidad de entrar en el bosque- Pero venga, los establos nos esperan.

Al llegar a los establos se da cuenta de que el profesor está con otra persona, por gestos y sin hacer el menor ruido de pregunto a Scarlet si tocaban a la puerta para decir que estaban allí o si se metían en silencio para oir la conversación.

Scarlet asiente lentamente y le sigue hasta los establos, donde se escuchaban dos voces: la del profesor y la de una chica. Ve como Henri le dice por gestos las dos opciones que tenían.

La chica se llevo la mano a la barbilla, con gesto pensativo. Si entraban sin permiso y les pillaban podrían castigarles o quitarles puntos a sus casas... Pero si anunciaban que estaban allí, seguro que dejaban de hablar y estaba más que claro que el profesor no querría decir de qué estaba hablando... y Scarlet sentía que la curiosidad por saber de qué podían hablar la recorría de arriba a abajo; aunque si avisaban al menos verían a la chica, que probablemente fuese alumna. Pero lo más probable es que fueran asuntos de clase... pero para ello no hablarían tan bajito...

Finalmente, se decanta por entrar sigilosamente un par de pasos, sin alejarse demasiado de la puerta y le indica a Henri que la siga con cuidado. Así a lo mejor escuchaba algo y si el profesor reparaba en su presencia, ellos podrían decir que estaban buscándole y que le escucharon ahí y fueron a mirar. No estarían mintiendo realmente.

¡Bien, Scarlet tiene agallas!.- Por un momento pensó que la ravenclaw preferiría tocar la puerta a colarse a investigar, pero al final resulto gratamente sorprendido.

Sigilosamente sigió a su compañera a dentro de los establos para intentar descubrir quien era la misteriosa acompañante del profesor Gordon.

Con paso decidido y firme como era habitual en mí, salgo por las puertas traseras del castillo, en dirección a la cabaña. No sabía por donde andarían aún Henri y Scarlet, pero tampoco andarían muy lejos. Mientras paseo por el verde césped les busco con la mirada por los alrededores, finalmente me decanto por ir directamente a los establos con la esperanza de que Gordon no estuviera presente.

Y parece que todas las esperanzas de espiar lo que está haciendo Gordon quedan por los suelos cuando Spencer hace acto de presencia. Gordon sale de donde está y mira a los chicos.

-Buenas tardes chicos, ¿venís por los unicornios?

Se acerca como si nada a los tres chicos con una sonrisa. Quizá mira de reojo hacia el lugar en el que ha estado antes, pero tras unos segundos deja de hacerlo.

-Spencer ya ha estado antes, así que os puede guiar por lo que tenéis que hacer.

Scarlet escucha pasos desde fuera, al girarse ve a Spencer y está a punto de indicarle que no haga ruido, pero se le hace demasiado tarde. El profesor les ha oído y les mira con una sonrisa... Por lo menos no les ha pillado en su pequeña investigación. Scarlet mira de vez en cuando en la dirección que lo hace el profesor, intentando ver algo.

-Buenas ta-tardes, profesor Gordon.-saluda formalmente-Sí, Spencer nos ha-habló de ellos y que-queríamos ayudar.

Se lleva las manos a la espalda, entrelazando los dedos, consiguiendo darle una apariencia más frágil e inocente de la que ya tiene y añade con voz suave:

-Fu-fuímos a buscarle a la ca-cabaña... pero no estaba y vi-vinimos aquí. ¿E-estaba ocupado, profesor?

Me.te.patas.- Solo con que Spencer hubiera llegado dos minutos después habrían descubierto quien era la misteriosa acompañante del profesor y de que estaban hablando. 

Aunque en cuanto hablo de los unicornios se olvido todo lo demás, para centrarse en la autentica razón por la que estaba allí.

Vale profesor Gordon, que Spencer nos guíe.- dijo con una cara que no podía esconder la felicidad que sentía, por primera vez iba a estar cerca de un unicornio.

-Si ¡Claro! Yo me encargo.- Les guío al interior de los establos, donde los tres potrillos, con las heridas en la parte superior de los cascos, tenían restos de sangre y piel levantada por la mordedura de los cepos.

Tras señalarles donde se encontraban las herramientas y que había que hacer, nos repartimos el trabajo. Cada uno se encargaría de uno de los unicornios.

-¿A que ha venido lo de antes Henri?¿He llegado en mal momento?

¡Guau, unicornios!- Henri estaba realmente contento, pero aquellos potrillos estaban heridos, parecía que por cepos, horrorizado pregunto.- ¿Sabes quien les ha hecho esto, Spencer?

Antes de contestarle su amigo le hizo una pregunta, Henri enrojeció por momentos. ¿Como se habría enterado de lo que pensaba? Tal vez su amigo pudiera descifrar sus expresiones y era para él como un libro abierto o es que Spencer era mucho mejor en legeremancia de lo que admitía ser.

Henri decidió que lo más probable fuera la primera opción, igual que cuando él día anterior el había adivinado que que animal era el pelo aunque el profesor no había dicho nada. Mientras comprobaba que no había nadie alrededor de dijo en voz baja- No, bueno, en realidad has llegado un pelín pronto. El profesor Gordon estaba cuchicheando algo con una desconocida, estábamos a punto de saber quien era y de que hablaban justo cuando has llegado, así que no nos hemos podido enterar de nada.

Pero no te preocupes, seguro que no era nada interesante, alguna alumna preguntando al profesor como mejorar sus notas.