Partida Rol por web

Cerca de la clase de aritmancia se encuentra la clase de Runas Antiguas. Al igual que la clase de aritmancia, la clase parece no usarse mucho, salvo por esa clase, y no parece estar todo lo cuidada que estaría si la clase perteneciese a una de las asignaturas obligatorias durante toda la enseñanza en Hogwarts.

El profesor ha acondicionado la clase para el uso que se le da. Ha retirado las mesas que sobran y ha colgado telas con las runas a estudiar. 

El profesor Black se encuentra de pie, junto a la puerta, para dar la bienvenida a ese nuevo curso a sus alumnos.

-Ya podéis pasar, chicos. Sentaos en las filas de delante. Espero que el verano haya ido bien.

 Fui el primero en sentarme, satisfecho de haber sido el primero en llegar. Miré al profesor y le saludé con el debido respeto que se merecía un docente:

 - Buenas tardes, profesor...

 Tenía muchas ganas de empezar y también curiosidad por lo que hoy nos iban a enseñar y nosotros aprender. Mientras esperaba a que el resto de mis compañeros llegasen, miré con mi siempre insaciable curiosidad todo lo que había en el aula, buscando siempre cualquier cosa que me llamase la atención...

Bastante más limpio que en la clase anterior, entro en el aula, mucho más relajado. Me siento en el lugar detrás de Serpens, con un poco de suerte la otra Slytherin se sentaría con él y no tendría a ninguno de ellos curioseando al girarse, si es que él era la décima parte de estricto que ella.

-Buenos días, profesor.

Aprender el lenguaje de las runas era complicado, pero no sabía hasta que punto podía ser útil.

-Buenas tardes -dijo Alana sentandose en uno de los lugares del frente, como siempre. Tenía la vista en los trozos de tela. las runas, por mas que fuesen una legua muerta por asi decirlo, siempre le habían fascinado de cierta forma, El lenguaje de la magia en su forma mas pura, pero a la vez terrenal y palpable. Sonrió levemente.

Katie entra en la clase, y para cuando quiso saludar al profesor dandole las buenas tardes, se queda pasmada viendo las telas que ve ante sí con las runas a estudiar. Ha comenzado a caminar más despacio, deteniendose a mirar lo que tiene ante sí, sin comprender mucho, pero con la esperanza de hacerlo en un futuro

Se sienta y aún los admira, olvidandose de las formas y el protocolo

Entra en clase de Runas. Parece que a sus compañeros les va mas lo que es el ciudado de las criaturas mágicas, porque no hay nadie de Gryffindor en la clase, pero bueno... algunos de ahí le caen mejor que otros. 

-Buenas tardes...

Se sienta en uno de los pupitres de la segunda fila y espera a que comience la clase.

Cierra la puerta al ver que todos los alumnos están en la clase su se acerca al escritorio del profesor. Da una palmada y sonríe, expectante.

-Bien, bien... me gusta que unos cuantos os mantengáis en mi clase. El dominio de las palabras es muy importante, como todos sabéis. Quizá penséis que solo con la habilidad mágica que aprendéis en encantamientos o transformaciones es suficiente para llegar a lo más alto.

Apunta a Alana.

-Señorita Michaelis, ¿por qué cree que pueden ser importantes las palabras?

-Practicamente pasamos el día haciendo uso de la palabra para comunicarnos, básicamente. Pero, mas allá de eso las palabras tienen su propio poder oculto, lejos de entrar en el tema de la hechicería y la conjuración. -comenzó lenta y estudiadamente- Nuestras palabras son producto de lo que uno piensa, siente y cree. Nuestras creencias determinan lo que decimos, nuestros sentimientos nos impulsan a pronunciar lo que sentimos, y nuestros pensamientos están basados en lo que sentimos y creemos, es por ello que lo que hablamos tiene que ver con todo esto, porque todo esta entrelazado.

Hizo una pausa, acomodandose un mechón de cabello ceniza.

-Son estas cosas antes mencionadas, las que nos diferencian de las demás personas. Por eso cuando hablamos las personas pueden conocernos, por que nuestra manera de hablar exterioriza, quienes realmente somos. Y esto provoca influencias en otros, por si solas. Grandes acontecimientos, protagonizados por personajes históricos estuvieron acompañadas de las mismas, porque la forma de motivar e influenciar puede crear un antes y un despues...algunos ejemplos de esto pueden ser los seguidores de una causa, de grandes reyes o emperadores. Algo mas mundano es la división de familias enteras por una riña. Podría mencionar mas cosas pero creo que ya me he extendido demasiado.

Por supuesto que se todo eso, por eso es que ahora tengo una persona en la que puedo confiar. Las palabras pueden crear y destruir, aún sin magia.

Cuando Alana acaba de hablar, mira hacia los demás mientras abre los brazos para abarcarlos a todos.

-Alguien puede añadir algo más? He comenzado por Michaellis, pero me gustaría saber la opinión de todos. Podéis hablar voluntariamente o puedo deciros yo a dedo.

Espera a que alguien se ofrezca voluntario para mejorar lo que ha dicho Alana.

 Levanté la mano, para pedir permiso al profesor, antes de responder:

 - Bueno, no creo que pueda añadir mucho más a lo que mi compañera ha respondido, está demostrado que las palabras, sobre todo en ciertos idiomas, tienen poder. Un ejemplo que me viene a la mente es el Parsél, la lengua que da poder a quien la usa para controlar a las serpientes. 

No me sentía cómodo hablando en voz alta de uno de los poderes más conocidos del señor tenebroso, pero tampoco quería quedar como un necio que no sabía nada.

Estaba saludando a Christine con la mano, ya que se había sentado a mi lado, y nunca habíamos coincidido, me parecía lo mínimo. Al girarme para ver como iban los discursos, veo al profesor Black, que me miraba fijamente, esperando una respuesta. Al parecer, había interpretado mi gesto como una intervención. Sin saber muy bien donde meterme, improviso, las palabras y yo no nos llevábamos bien, eso es para la gente que sabe lo que tiene que decir, y como ya me habían dicho más de una vez, no tenía ni idea de cuando callarme.

-Las palabras son...las palabras...umm... Las palabras son el medio necesario para pensar, no podemos hacerlo de otra forma, y por tanto, son la expresión de la voluntad propia. Por eso son fundamentales y facilitan tanto el lanzamiento de encantamientos, permiten al mago enfocar su voluntad en un único objetivo, haciendo que la magia fluya.-Una vez superado el lapso inicial me lance con ello.- De hecho, incluso para aquellos que aprenden a lanzar hechizos sin pronunciarlos, necesitan identificar lo que quieren hacer con las palabras adecuadas en su fuero interno. Sin las palabras no podríamos identificar todo lo que nos rodea, y andaríamos tan perdidos por el mundo como si perdiéramos la vista.- Después me acuerdo de la profesora ciega de Adivinación, y añado.- O más según el caso. Y en todo caso, una runa, es algo más elaborado que una palabra, puesto que no solo identifican una cosa de forma individual, si no que lo hacen describiendo sus características y circunstancias, creo.

Estaba cruzando los dedos por debajo del pupitre, esperando que alguien me interrumpiera.

Se atreve a alzar la voz, después de momentos de duda, mientras escuchaba a sus compañeros, complementandose unos a otros:

- Las palabras crean y destruyen. Perdonan o condenan - dice a media voz, sin atreverse más allá de lo mucho que ha hecho.

Ha cruzado un límite que no suele atravesar con facilidad, apenas habla si no se le dirige la palabra directamente. Esperaba no recibir reprobación por lo que había dicho

-Me gustan vuestros razonamientos, pero... las palabras por si solas no tienen poder... el poder reside en la convicción y el sentimiento que les otorgamos. Con la suficiente convicción en mis ideas, podría convenceros a todos de que hoy es viernes... y vosotros al principio dudaríais y luego acabaríais creyéndome.

Se acerca a una de las telas que cuelgan de las paredes, con las runas puestas.

-Pero las runas... las runas tienen poder por ellas mismas. Como bien ha dicho Ollivander, describen con sus características aquello que quieren decir... así pues, si yo escribiese esta runa - señala una de las muchas de la tela - podría hacer que una piedra fuera tan ligera como una pluma. ¿Alguna pregunta?

 Escuché con mucha atención y interés las explicaciones del Profesor Black, mientras observaba la runa que nos enseñaba. Si lo que decía era cierto, y no había motivos para creer que no lo fuera, esta asignatura podría ser la más útil de todas para mí, más de lo que pensaba cuando me apunté a ella:

 - ¿Sería posible usar runas para, por ejemplo, proteger magicamente un lugar, para que nadie pudiera entrar sin permiso?.

 Tenía otras ideas, claro, está, pero no me parecía prudente exponerlas en clase, pero la respuesta me serviría como referencia para otras cosas...

Levanto una ceja, intrigado. "Ya eres perfecto, tienes autoridad sobre el resto del alumnado ¿A quién necesitas impedir entrar donde?" Sonrío mientras saco mi agenda indiscreta y apunto los intereses de Serpens, al lado para que no se me olvido apunto las reacciones de Alana en Aritmancia. 

En un solo día estaba sacando información de unas cuantas personas. Solo había que escuchar atentamente. Cada vez me sentía mejor conmigo mismo, parecía el único sin problemas personales.

-Eso sería muy complicado ¿No? Quiero decir, si las runas tienen significados completos, conseguir un conjunto de ellas cuyo poder se active o desactive en base a una condición, sería muy enrevesado. Me refiero a que estarías anulando parte del poder de la runa que implica formar una barrera para establecer la condición. Porque al darle la posibilidad de abrirse, el significado del "muro"...- hago el gesto de las comillas en el aire con las manos".-... se vería disuelto en parte. Ya que el concepto que refleja cada runa lo hace de forma metafórica, no literal. Si no recuerdo mal de años pasados.

Saluda a Spencer con una sonrisa para que no les enganche el profesor, aunque parece que él no ha tenido tanto cuidado porque acaba hablando y todo eso. Ella espera a que los demás hablen porque hay gente mucho más inteligente y que seguro que saben más del tema.

-Pero para eso estamos aquí... hay cadenas de runas que se van fortaleciendo unas a otras. Si eres capaz de hacer una composición rúnica perfecta, ni los más experimentados podrían romper tu barrera protectora o salir de ella. O dejar que entren y salgan solo los que sean mujeres o los que sean niños.

-Pero nada es perfecto. Si no la fórmula de la inmortalidad, la juventud eterna y la invulnerabilidad, todo a la vez, sería tan simple como hacerse un tatuaje. De hecho podrías conseguirlo, y quedar convertido en piedra. Eso cumpliría las tres condiciones, por ejemplo.

Le sonrío entusiasmado. Hablar sobre los significados de las runas y las trampas que esconden en su formulación me estaba alegrando la clase. Nunca había hablado con ella, pero ciertamente era alguien a quien merecía la pena escuchar.

Sonríe ante la intervención de Spencer. Parece que los demás se han quedado callados o no quieren intervenir en el debate... cosa rara porque los dos Slytherin se creen superiores en todo, así que deberían ser los primeros en estar debatiendo sobre ese asunto.

-Las runas no te permiten conferirte tales cualidades... no existe nada inmortal en este mundo, por ejemplo. Sólo una persona consiguió realizar el elixir de la inmortalidad, Nicolas Flamel, gran alquímico. Las runas lo que hacen es conferir ciertas propiedades a objetos inanimados. Tratar de cambiar la naturaleza de una persona es tan complejo que se necesitarán años y años para perfeccionar un entramado rúnico para hacerlo. Para hacerlo más sencillo, no puedes describir la inmortalidad con una sola runa, no conocemos sus características ni sus consecuencias.

- Si pudiera hacerse, todos nosotros estaríamos intentando hacer cosas extraordinarias - se lanza a defender - Por suerte, la propia naturaleza de la magia nos pone límites. Porque entonces todos nos excederíamos en la magia, y sería terrible.

Comprende que ha estado cerca de traspasar la línea de la prudencia, y enmudece de pronto. Se hunde en su asiento y mira de reojo al profesor, esperando que no se percatase demasiado de lo que había dicho.