Partida Rol por web

No se lo pregunte, y dudo que me hubiera respondido si lo hubiera echo. El como resucito solo se que el no tuvo nada que ver algo en esa sala tiene que ver con todo esto. Y claro que es un juego, sinceramente dudo que los que esteis aqui esteis muertos de verdad.

- Entonces, Peeves, ¿Cuál es tu papel en todo esto?

 Yo...no... - entiendo...

 Le miró con seria preocupación. Se puso en pie, nerviosa. No podía estar muerta.

 Negó.

Si estaba muerta significaba que los demás tendrían que hacerlo solos, que no podría ayudarles. No era una cuestión de orgullo, era una cuestión práctica.

 Ella sabía que podía ayudar, pero...¿Cómo confiar en ellos si su estancia allí no confirmaba que fuesen o no los causantes de las muertes?

Mi papel es básicamente de vinculo, estoy aquí, para informar a los de aquí de lo que pasa allí, y a los de allí de lo que pasa aquí, aunque me resulta mas divertido que los de allí no sepa lo de aquí, por que si empiezan a creer que las muertes no son reales el cometido de la sala se vería comprometido.

- ¡Brillante Peeves!

 Eso demostraba que lo que Hermione había intuído no era tan extraño, Peeves también tenía una sospecha igual...eso, o era uno de sus trucos y sólo trataba de hacerle creer eso. No obstante, ¿Cómo explicarlo todo?

 Hermione pudo incluso sonreir, aunque fue una sonrisa triste y fugaz, la de saber que no todos habían fallecido...que aún había esperanza.

 - Terry y yo llegamos aquí a la vez. ¿No es así?

 Eso significa que hay más de un mortífago, o...que alguien se está tomando la justicia por su mano. - había personas capaces de aquello, como Snape, aunque no acusaría a nadie deliberadamente, no tenía sentido hacerlo.

 ¿Debía ser paciente entonces?

 - Debe de haber alguna forma de que ayudemos.

 Quizás alguno de nosotros podamos contribuir, y si se da el caso de que volviesemos, informar de todo lo que hayamos podido acumular entre todos.

 ¿No?

 Dijo de nuevo emocionada, con esperanzas reales de que aquello acabase bien.

 - Alguna conducta que no nos pareciese apropiada...o...algo.

 James.

 Usted...

 ¿Ha notado algo extraño en sus compañeros, Sirius y Lupin? - tragó saliba con cierta dificultad. No era agradable hablar de ello, quizás al padre de Harry no le sentase demasiado bien que Hermione sospechase de uno de ellos...

 - Lupin...me ha resultado extraño. No tengo pruebas. Pero jamás pensé que se rendiría, y sus palabras no concuerdan con sus actos.

 Esperó la reacción del padre de Harry, y miró con satisfacción a Kreacher, era un alivio que no estuviese muerto. Los elfos domésticos no tenían porqué pagar los abusos de los magos.

Yo tambien creo que el "perraco" esta actuando extraño. Me parece a mi que puede que se reúna con nosotros antes de lo que creemos. Pues no soy el único con esa opinión y mas de una tiza escribirá su nombre.

La niña habia parecía estar petrificada, pero cuando arrancó, arrancó. Me ponia orgulloso ese espíritu, era una digna Gryffindor, una digna amiga de Harry. Sonreí.

_Es posible que tengas razón, Hermione. Dumbledore y yo también llegamos juntos aquí.

La chica podía ser útil para resolver el caso, era inteligente.

_Lamentablemente no es mucho lo que pude hablar ni con Sirius ni con Remus. Solo puedo decir que Remus ES extraño. A pesar de eso tiene un gran corazón y es mi amigo, no desconfío de él. Más extraño me pareció Sirius. Se comportó raro cuando Kreacher te abrazó.

James reflexionó entonces sobre algunas palabras de Hermione.

_Es curioso lo que dices. Estuve hablando con Albus cuando estuvo aquí. Se mostraba como dices que se muestra Remus. Por primera vez parecía darse por vencido. Si llega a cambiarse de bando no se cómo lo detendremos...

Finalmente quiso sacarse una duda.

_¿Qué opinas de Charles Weasley? Se mostró agresivo conmigo desde que llegamos a la sala.

- Los Weasley...verá, estoy segura de que para mi es tan complicado desconfiar de ellos como lo es para usted desconfiar de Remus o de Sirius. - Le explicó llevandose las manos al pecho con aflicción.

 - Pero ni el tonto de Ron se ha dado cuenta. - Le recriminó y posiblemente si estuviese presente le hubiese dedicado una fría mirada de indignación. No trataba de insultarle, sólo hacía referencia a su inocencia - Me parece un agitador.

 - Sus intervenciones son escasas y pobres, cada vez que habla lo hace para criticar de forma encubierta, estoy segura.

 ¡Y lo hace deliberadamente! - dijo algo frustrada.

 - Es de uno de los que más sospecho, junto con Remus. Aunque supongo que ahí...todo es diferente, temía que decir la verdad pudiese atraer la atención de...su atención.

 Soy una estúpida. - Concluyó con una llama muy viva en su interior, con coraje y con ganas de aceptar aquello que se había hecho mal - Debí exponerlo desde el primer momento.

 ¡Todos temen ser acusados! ¡Todos temen que se confundan sus intenciones y sean castigados! - Expuso inclinandose hacia adelante, con una expresión decidida, vocalizando cada una de sus palabras, sin arrepentirse.

- El amo debe morir. Me obligó a abrazar a esto.- Kreacher escupió a los pies de Granger.- Pero ahora Kreacher está muerto, o en el limbo, o en las cocinas del colegio por lo que el amo ya no me puede mandar y Kreacher... ¡¡Kreacher es libre!!

_No digas idioteces, Kreacher. Sirius es tu amo y hasta que él no te libere serás su sirviente. Ni siquiera sabes si estás muerto, así que hasta que estés seguro de que estés muerto compórtate. Ya sabes que Sirius puede venir aquí o tú volver allá.

Hermione hablaba mucho. Harry debía quererle mucho para soportarla.

_Hermione, tranquila. Tú y Peeves dicen que Remus se comportaba extraño. ¿Qué era exactamente eso tan raro que hacía?

Wojojo, como esta el ambiente allí arriba, las cosas están calentícas.

Gente que empieza a acusar a otra gente, gente que empieza a decir secretos...

Y han salido hasta nombres como por ejemplo el de Hermione Granger. Los rumores decian que podias ver gente...

Gente que mataba a otra gente. Cuanto hay de verdad en eso.

 No le disgustó tanto el acto de Kreacher como le pesó en su corazón que el elfo doméstigo guardase tanto odio en su interior. No podía culparle, era una víctima más de Voldemort, de los que creían en aquello que creía el que no debe-ser-nombrado. Evitó reprocharle nada, lo miró, con los ojos brillantes en su sorpresa, para que no pudiese sentirse ignorado, pero no le habló.

 Tras un pequeño salto atrás con la itnención de evitar el esputo del elfo doméstico, se dispuso a contestar a las preguntas del padre de Harry:

 - Se trata de su comportamiento Señor. - contestó formal pero decidida, asintiendo - Abogaba por no pensar en nadie, sin embargo siempre tuvo en mente a alguno de los presentes.

 Jamás le había visto pedir a nadie que se rindiera, sino lo contrario. Valga que pensase que todo esto era una locura... - Dio una vuelta sobre si misma, caminando, acariciandose las sienes con la diestra mientras miraba a ninguna parte, concentrada.

 - Pero no es propio de él decirnos que abandonemos toda esperanza.

 Aquello había sido lo decisivo. Sonaba como las palabras de alguien que ha renunciado y se ha dejado convencer por el otro bando, el bando ¿ganador? No era así para Hermione. No podían rendirse, y era mejor la muerte que vivir con la vergüenza de renunciar a sus ideales.

 Le sorprendió la intervención de Peeves y lo miró preocupada.

 - No sería prudente contestar a esa pregunta si no sabemos con certeza quien de los presentes es o no es un traidor.

 ¿Quién inició tal rumor?

Se interesó, quizás porque para ella eso supusiese saber si alguien mentía o decía la verdad.

Esa pirada de Luna Lovegood, alli arriba hay literalmente una caza de brujas y ellas esta en el ojo del huracan. Un huracan llamado Neville Lombotton.

Todo eso era muy extraño. Habían muchas cosas sobre las que pensar y sacar conjeturas, pero era al mismo tiempo muy poco lo que podían hacer desde donde se encontraban. De todos modos, viendo que algunos volvían, había que investigar.

_Peeves, dime algo. De los que estamos aquí, ¿quiénes han sido atacados por mortífagos y quiénes han muerto por las tizas?

Miró a Hermione.

_Primero que todo, puedes llamarme James. Eres la mejor amiga de mi hijo, no me trates como si fuese un profesor o un extraño. Eres inteligente y quizás puedas guiarme en mis pensamientos.

Hizo una pausa, como para que Hermione comenzara a prestar atención.

_Es difícil que los mortífagos se maten entre ellos. Supuestamente quienes hayamos sido atacados por ellos deberíamos ser de confianza y solo deberíamos dudar de quienes fueron asesinados por las tizas. Por otro lado es muy llamativo lo que dices porque Albus aquí se comportaba igual que Remus. Jamás había visto a Albus Dumbledore perder la calma o bajar los brazos. Por eso hubiese sospechado tanto de Remus como de Albus, pero a Albus lo mataron los mortífagos al mismo tiempo que a mi, llegué a ver la luz verde. Eso me genera duda...

Se acercó a Hermione hasta tomarla con suavidad por los brazos.

_¿Es ese rumor cierto? ¿Pudiste ver a alguno de los mortífagos? Es importante saberlo, por si alguno puede regresar como hicieron Albus o Severus.

Luego retomó algo que dijo Peeves.

_¿Pero Neville y Luna no eran amigos? Esto es muy raro, ¿qué ha ocurrido alli?

De aquí los asesinados por tizas han sido el profesor Snape y el elfo domestico.

Y si se suponía que eran amigos no se que mosca les habrá picado.

 Estar en presencia de James era casi estar en presencia de Harry. Era agradable, pero también la llevaba a olvidar la fría lógica y dejarse llevar por los sentimientos. James podía no ser quien decía ser, ¿pero como se vuelve un padre contra un hijo?

 No sospechaba de él...y eso en parte asustaba a la joven Gryffindor porque podía ser un error fatal.

- Pero eso es sólo una suposición.

 Intentó urdir otra clase de procedimiento, de conclusiones.

- Las tizas no nos aportan ningún dato fiable, sólo quien sospecha de quien, y seguramente los mortífagos traten de engañarlas sospechando de nuestros alidos sin un patrón lógico, sólo para confundirnos.

 Yo no he visto nada. No sé quien lanzó el conjuro que nos trajo aquí, aunque viese el característico color verde...

 Eso quiere decir que si Luna lo afirmó rotundamente, miente. Si sólo lo intuía, me parece precipitado juzgarla.

 Si, por otro lado, ha comenzado a dirigir sus envites hacia Neville y otros por iniciativa propia, es...sospechoso. Si es a la inversa, la situación es la misma. Neville podría ser un mortífago.

 Asintió a la petición del padre de Harry para que no le tratase como un desconocido, agradecida.

 - Lo que deberíamos preguntarnos es si hay dos mortífagos y por ello dos fallecen cada noche, como nos ha ocurrido a nosotros, o si sólo existe un mortífago entre nosotros ...y alguien, de confianza, se está tomando la justicia por su mano.

 Todo parece más complicado de lo que debe de ser en realidad...

 Luna había actuado extraño, y si había afirmado que ella había visto algo, entonces...mentía.

Hermione no había entendido su planteo, pero la idea de que quizás alguien confiable estuviera tomando justicia por su propia mano restó importancia a lo que James había querido expresar inicialmente. Igual había otra cosa que lo inquietaba más.

_Hermione, me sorprendes. Hace tan solo unos segundos dijiste

Cita:

- Lo que resulta evidente es que sospechas del director Dumbledore.

 Mientras estuvo con vida fue uno de los más activos participantes en la búsqueda de los mortífagos, eso no nos ofrece nada, James. Sólo pensar en lo que queramos, o que lo hace para encubrir su cambio de bando, o es un defensor evidente de los que queremos una solución para este mal.

 Dumbledore siempre ha tomado estrategias y decisiones confusas y dificiles de seguir, puede ser su papel, sólo  una interpretación.

 Aunque con ello no pretendía protegerle. Después, frunciendo levemente el ceño trató de defenderse:

 - No es una contradicción, es la búsqueda de una convicción.

 Ladeó la cabeza, mirandolo extraño...estaba claro que no era Harry, casi sentía como la estaba acusando de algo terrible.

 - Dije que no sería prudente revelar esa información. ¡Claro! - trató de hacerle ver - sólo quería algún dato más con el que poder empezar.

 Pero es evidente que no llegaremos a ninguna parte procediendo así.

 apretó los labios y continuó:

 - Cuando Peeves nos dijo que había sido lunáti....Luna Lovegood, tuve que tomar la decisión de decir la verdad.

Porque almenos Peeves si es de confianza. Está claro que él no es un mortífago. - Declaró convencida - Sólo puedo decir con total claridad que no he visto nada, y eso quiere decir que Luna miente o se ha defendido de una forma poco ortodoxa.

 Es decir, no es prudente que yo afirme que Luna miente al decir eso de mi, pero eso no me niega la posibilidad de arriesgarme.

 concluyó, con valor, porque si no fuese con coraje no podrían afrontar aquello. Ella no había visto nada, aunque había decidido esperar.

_Niña, que te permita llamarme James no implica que te vengas a hacer la sabelotodo conmigo.

En el tono de Potter se sentía su enojo.

_¿Tú me vienes a hablar a mi de Albus Dumbledore? ¿De la lucha con los mortífagos? ¿Con cuántos mortífagos has luchado en tu vida?

La mirada de Potter atravesaba a la joven.

_Albus Dumbledore era y es mi amigo. ¿Cuánto lo conoces tú? Éramos compañeros en la Orden del Fénix, ha sido mucho tiempo combatiendo juntos. ¿Has hablado mucho con él fuera del colegio?

James se dio vuelta, buscando tranquilizarse.

_No tienes una idea de lo que perdí por combatir a los mortífagos. He perdido la vida, y he perdido a mi familia... dos veces ahora.

Se limpió las lágrimas que corrían por su rostro.

_No vuelvas a hablarme así Hermione Granger. Y olvídate de la prudencia por ahora. ¡Eres una Gryffindor! Lo que resulte de todo esto puede llegara determinar el destino de todos. No, la prudencia no es un lujo que nos podamos dar en estos momentos.

Kreacher no dejaba de observar todo cuanto ocurría alrededor suyo. La sangre sucia, el padre del de gafas, todos ellos muertos, pero sin embargo el poltergeist parecía poder estar en ambos mundos a la vez. Kreacher se sentía intrigado por tener esa habilidad y se preguntó si sería posible teletransportarse de un mundo a otro. Tal vez si su amo lo llamara podría acudir a su llamada...aun estando muerto. Claro que por otra forma, al estar muerto y lejos de su amo este no podía ordenarle nada por lo que no tenía que hacer nada y eso era exactamente lo que pensaba hacer. Nada. Que el infierno se lleve a los sangre sucia y a los mortífagos, Kreacher ahora mismo es lo más cerca de la libertad que iba a estar nunca. 

 El padre de Harry, si realmente era él, dejó a Hermione helada en aquel sitio, completamente inmovil y puede que, incluso empalideciera tras aquella terrible reacción. Casi parecía la señal que anunciara necesitar para saber si era aconsejable confiar en él o no hacerlo. Hermione se mostraba como la víctima de un petrificus totalus.

 Su interés por que todos los aquí presentes sean inocentes, su ánimo por acusar a Dumbledore pero no tan directamente a Lupin aún cuando Albus, como Hermione, habían desconfiado de él...su reacción, casi violenta, explosiva, junto con su mostrado deseo de regresar cuanto antes para confesar todo cuanto pudiese...

  ...Por las barbas de Merlín...

 Se sorprendió pensando en lo peor, aún encogida por aquella explosión de rabia que se convirtió en tristeza. Hermione no compartió sus lágrimas.

 La prudencia es la más grande de las virtudes, sólo a través de ella puede uno llegar al valor sin detenerse en la cobardía o sobrepasar los límites de la temeridad.

 Se dijo a sí misma, como réplica. Una que no diría en voz alta.

 - Lo...lo lamento, James. - susurró con voz melódica pero afectada.

 - No debe de haber sido sencillo pasar por todo aquello y ahora tener que revivirlo. - Pero no se compadecía, sólo trataba de apoyarle con su entendimiento.

 - Estoy segura de que no tengo hazañas que contarle en mi lucha contra los mortífagos... - le costaba no reprocharle que aquello no se trataba de una competición. - y que no conocía a Albus Dumbledore ni la mitad de lo que tu le conoces.

 Concedió sin reparos.

 - Pero no creo que reaccionar así le aporte nada bueno...ni tampoco a Harry. - no le tembló la voz al nombre a Harry, para ella era seguro que seguía con vida.

 - Puede pagarlo todo lo que quiera conmigo, con mi ignorancia. - le ofreció - pero seguiré siendo prudente mientras pueda, porque mi deseo es proteger a los que están siendo juzgados "ahí arriba" - tomó las palabras de Peeves - Y seguiré haciendolo aunque no sepa nada.

 Luego se giró y se dejó caer de nuevo sobre el asiento, en silencio. Sus senos ascendían rápido con el bombeó rápido, frenético de su corazón. No dejaba que aquello la sobrepasase, que James la asustara. No sabía si sólo había demostrado una fidelidad envidiable a Dumbledore, o que era una mente que no debería estar allí...deshecha por el dolor y la muerte de tantos seres queridos.