Partida Rol por web

Harvaka 1, Tierra de Piratas.

Capítulo 114. Silbatos en el Puerto.

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27/03/2018, 16:02
Director

Nadja dejó caer la cabeza de Patrick que sonó con un golpe secó al chocar contra el suelo. Por fin había vengado las afrentas que se habían cometido contra ella. Había vengado la muerte de sus muy queridos amigos Aswand y Zelandor, así como la mutilación que le había causado a Isidore el malvado rintoriano que por fin yacía seco bajo sus pies. Recordó entonces a Fadêl, aquel sureño también murió por culpa de Patrick Lefebre. Recordó a Tiac, hermano de Duran, muerto por acción del garfio de Roy a las órdenes de Huesomuerto.

Sin duda eran muchas las muertes vengadas esa tarde. Pero no solo quedaban saldadas las deudas con los muertos, pues recordó a su querida Madelenne. Perdió su negocio por culpa de Patrick y tuvo que salir de Duartala por miedo a represalias. Ahora podría regresar. Pero sin duda alguna, quedaba saldada la deuda más importante, la cual era con ella misma. El traidor que le robó su balandro y a su tripulación, el ruhín ser que la abandonó en aquella isla desierta para morir y el desalmado pirata que le había hecho la vida imposible desde hacía tantos y tantos meses, por fin yacía muerto.

Unos agudos sonidos sacaron a la capitana de sus más profundos pensamientos. Sonaban silbatos y aunque en un primer momento no supo reaccionar, enseguida entendió que la guardia portuaria de Alejandría se acercaba al lugar del combate. Los disparos, los gritos de pánico de la muchedumbre asustada y el cruce de espadas sin duda había alertado a las fuerzas del orden.

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27/03/2018, 16:03
Ediberto Dolfini

- Es hora de marchar. – Le dijo Ediberto a Nadja, quien había corrido hasta su posición.

Agarró a la mujer del brazo y tiró de ella para conducirla junto a la nave de Sid Ben Jezheri. Grudvik y Ragnar ya habían embarcado camino de las bodegas. Debían avisar a Dalla e Idunna de que todo había acabado. Sid también se encontraba abordo desatando los cabos que mantenían la fragata unida a tierra. Entre Tulius y Kronan ayudaban al malherido Gorbagog a subir atravesar la pasarla y Flajnagar cargaba con el cuerpo sin vida de su amada Jaranike. Tan solo tres de los hombres de Sid habían sobrevivido y ya se afanaban en poner todo a punto para zarpar.

- Si me dejas, yo me encargaré de cuidar del chiquillo, de tu barco y de que los caídos reciban una digna sepultura. – Insistió Ediberto que apartó la mirada solo un instante para cruzarse con la de Daito. – Mi buen amigo, si no embarcáis ahora la guardia os prenderá y sé que podré hacer algo para convencerlos de que os suelten, pero tres o cuatro noches de calabozo no os las quitará nadie. No tenéis tanto tiempo.

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27/03/2018, 18:27
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

El gran trasgo había sobrevivido a un impacto de bala que iba dirigida a la Capitana Pirata Nadja. Había conseguido seguir luchando con varias heridas de piratas que se interpusieron en su camino, y al final había combativo con Huesomuerto. En ese momento sintió que toda su preparación militar no había servido para enfrentarse a los grandes. Solo era carne de cañón ante los grandes espadachines que se movían por Gea. Gorbagog lamentó no estar a la altura, y que el estoque de Patrick rajase su torso y así dejarlo en el suelo desangrándose. Miró una vez más al cielo impoluto y pensó en su querida Elsabeth, el rostro más puro que jamás hubiera visto, y que a toda costa quería librarla del mal que se había adueñado de su vida. Pero su sueño se extinguía, y vio el rostro ceniciento de su amada que se dirigía hacia él para llevárselo a otro lugar donde ya no existía odio, ni maldad, donde todos eran iguales y allí también encontraría a sus viejos amigos, entre ellos a Jargar, el único trasgo con una inteligencia superior y un corazón a su altura. Por un momento gritó su nombre, ¡Elsabeth!, dijo mientras su vista se iba nublando.

Lo que escuchó no fue la voz de su amada sino la voz masculina y áspera de Kronan, - déjate de mujeres y piensa por una vez en ti, ¡te estás desangrando!, era la voz grave y desesperada del enano mientras sus manos iban taponando aquí y allí. El rostro de la bella mujer fue cambiando en un barbudo enano borroso. La imagen se le hacía de lo más confusa pero no se olvidó de él, ¡Kronan!, viejo amigo me alegre de verte aquí. Decía el gran trasgo mientras el enano le respondía. - ¡Cállate o quieres echar toda la sangre por la boca!, es lo último que habló cerrando los ojos y sintiendo todo el dolor que le provocaban sus heridas. Un dolor que soportaba desde hace muchos años, pero más era la aflicción de su corazón, al pensar en todos aquellos que había perdido, y su sueño por luchar hacia un mundo mejor se desvanecía. Entonces sintió como le abofeteaban el rostro, - ¡Gorbag!, ¡Gorbag! ¡Despierta! Soy Tulius, no defallezcas ahora, Elsabeth te necesita... Ese nombre pronunciado por otro que no era él, y la palabra clave que lo necesitaba, provocó que la vitalidad volviera al mastodonte trasgo, que apretó con fuerza la empuñadura de su espada, y se incorporó con ayuda de sus dos compañeros. Andando aunque no sabía ni de donde sacaba las fuerzas, solo percibía que un impulso interior lo estimulaba aunque su mente estuviera más allá de su control. Andaba con los ojos cerrados casi desmayado pero aún así se movía ayudado por sus dos compañeros. Pues si no fuera por él, no hubieran podido ni uniendo sus fuerzas trasladarlo, tanto pesaba aquella montaña de músculos que era el gran trasgo. Lo único que sintió fue caerse en una cama, antes que se oscureciera todo por el esfuerzo sobretrasgo que había hecho.

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29/03/2018, 07:02
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo

Tratando aún de recomponerse de las heridas sufridas, Daito no dudó en ofrecerle la mano a aquel al que ahora le debia, en parte, la vida.

-Eres un hombre de honor, Ediberto. Puede que el hombre que fuistes en el pasado jamás podría haber sido amigo del Daithoborg, hijo de Theodo que zarpó del norte, pero por lo que a mi respecta, ahora tengo un hermano catanés
con su mano estrechó la muñeca del aristócrata al que ahora consideraba más que un amigo y sin apartar la mirada dijo -Espero que esta deuda que hoy queda pendiente pueda ser cobrada algún día.
Y siendo consciente de que no había más tiempo para ceremonias y pese a que él estaba más maltrecho que la pelirroja, la alzó en brazos como si de una doncella shaltiana se tratase.
-Embarquemos sin demora. Tus heridas deben ser sanadas de inmediato tanto por tu bien como por la vida que albergas en tu interior - Con su mano derecha hizo cuenco y acomodó la mejilla de ella durante un segundo, mirándola con preocupación.
-¡Vamos muchachos! ¡No es el momento de llorar a nuestros muertos a no ser que queramos unirnos prepaturamente a ellos! ¡Hagamos que sus muertes hayan marcado la diferencia!
Con unos pocos de sus largos pasos embarcó en el navío que ya estaba siendo preparado y, tras dejar a su amante acomodada sobre unas cuerdas enrolladas sobre cubierta se afanó en ayudar a zarpar.

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01/04/2018, 13:06
Director
Sólo para el director

Notas de juego

Chiiiist!! No le va a quedar más remedio si no quiere acabar en un calabozo!!

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01/04/2018, 20:34
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo
Sólo para el director

Notas de juego

pues edítame y ponlo público

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05/04/2018, 14:14
Nadja la Roja

Se soltó de la presa de Ediberto y se arrodillo junto al cuerpo del elfo, y toco su pecho -No era tu turno aun, al final mi niño se ha quedado sin lo que hubiese sido un padrino ejemplar- suspiro y lo beso en la mejilla  -Descansa en paz Zelandor, y ya veras como tu amada te perdona cuando la veas y estés con ella- dijo con lágrimas en los ojos. Satisfecha, pues en señor de Peregasto había dicho que se ocuparía de la sepultura.

Luego se acordó de Isidore, seguramente perdería la mano, pero estaba vivo, era lo que contaba, fue a ver al pequeño -Hola Isi ¿comos estas? ya vas ha se un pirata de verdad con garfio y todo- intento quitarle hierro al asunto, le enseño su mano -yo también tengo un recuerdo- le acaricio la mejilla tiernamente.

Fue en busca de Sid -ya te debo más de una y más de dos, a este paso tendré que pagártelas trabajando para ti- bromeo -muchas gracias de verdad por todo- lo abrazo.

Y por ultimo fue hacia la cama donde había caído el corpachon del gran trasgo y se inclino, puso una mano en su hombro -Te agradezco que cubrieses nuestras espaldas, debes estar orgulloso, gracias a ti Isi y yo estamos vivos, además no puedes quedarte aquí Elsabeth te espera, descansa y recupera fuerzas- le sonrió, se volvió hacia los demás -a todos gracias de corazón-

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05/04/2018, 15:37
Ediberto Dolfini

Un centenar de guardias portuarios aparecieron de pronto en las cercanías del embarcadero. Todos ellos lucían el uniforme casaca de color ocre y calzones negros acompañados por una capa azul añil y portaban mosquetes preparados para detonar en cualquier momento y un sable al cinto. El sonido de los silbatos evidentemente provenía de los mismos soldados, quienes los hacían sonar con insistencia para avisar a los viandantes de que se apartaran  su paso, pues una urgencia apremiaba.

Adiós camarada. – Respondió a las palabras de Daito ofreciéndole su mano y el norteño le agarró el brazo a la altura del codo y chocó su pecho contra el del noble. - ¡Rápido embarcad! – Ordenó finalmente Ediberto. – Yo me ocuparé de dar las pertinentes explicaciones.

 

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05/04/2018, 15:37
Director

Así fue como todos los miembros de aquella extraña conjunción de astros se apresuraron a subir abordo. Todos excepto un afligido Flajnagar, pues sus ojos cubiertos de lágrimas y su corazón destrozado no podían hacer más que pensar en el futuro truncado que nunca viviría junto a la única mujer a la que había amado.

Cuando ya todos los hombres que durante tanto tiempo habían acompañado al capitán de sumaca y otros que había ido conociendo en su travesía estuvieron embarcados, el norteño reparó en su más antiguo compañero y amigo. Cuando ya habían soltado los cabos, el capitán saltó de nuevo a tierra firme y corrió hasta donde el pelirrojo cascarrabias se encontraba.

No le dio explicación alguna ni espero a que acabara de despedirse de la bella y desdichada Jaranike. Tiró de él hacia atrás y por mucho que el pelirrojo pataleó, forcejeó, se quejó, gritó y trató de zafarse, finalmente cedió y al ver como dos líneas de unos veinte soldados portuarios apuntaban con sus mosquetes hacia ellos acabó por correr por su vida.

Para cuando sonaron las detonaciones los dos norteños saltaron al interior de la inmunda agua del puerto y agarrados a unos cabos comenzaron a ser izados a cubierta mientras se alejaban del puerto. Vieron entonces como una partida de guardias portuarios rodeaban a Ediberto Dolfini, quien custodiaba al malherido Isidore apoyado contra sus piernas mientras presionaba la herida de su muñón.

Tras una breve conversación entendieron con quién estaban hablando y fue entonces cuando entre dos soldados recogieron al maltrecho niño y lo condujeron calle arriba, posiblemente en busca de un cirujano o un galeno. Por su parte Ediberto acompañaría a otros guardias hasta sus dependencias, pues mucho era lo que tenía que explicar. Por último, el resto de guardias comenzó a registrar a los cadáveres y a retirarlos del embarcadero. La vida continuaba y un campo minado de cadáveres de trasgos, piratas y sureños no era algo digno de Alejandría.

Notas de juego

Propongo que intercambiéis alguna conversación y narréis parte del viaje hacia el otro lado del mar de Tildas.  Podéis usar a los pnj que queráis. Grudvik, Ragnar, Dalla, Idunna, Flajnagar, Sid, Kronan, Tulius lo que queráis.

Ideas:

Gorbagog, puedes proponer poner rumbo a Lutus, la aldea pesquera donde pasaste un tiempo hasta regresar a Alejandría. Allí os acogerán bien. Teniendo en cuenta que viajáis al reino de Sauk, aliado de Angarkok (trasgos y humanos contrarios a Catán y sin demasiada simpatía por sureños), es la mejor opción.

Daito, creo que es momento de hablar con Faljnagar... ha sufrido un trauma grande.

Nadja, por tu parte podrías hablar acerca de los síntomas del embarazo tras el combate. También podrías tener una conversación con Ragnar, ya ha recuperado a su amada y tuviste una charla con él acerca de ello. Además, Daito te pidió que le adiestrases como nuevo capitán y aceptaste. No has dedicado demasiado tiempo a ello desde hace batsante!

 

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05/04/2018, 15:57
Director

POR SI NO RECUERDAS DE LO QUE HABLO!

- Deja que te eche una mano o me daré de cabezazos contra la mesa. - Se puso a su lado dándole un empujoncillo suave con confianza. - ¿Ragnar tú... estás bien? - Le preguntó mientras dejaba en la pila algunos trastos que se había llevado de la sala no oficial de reuniones, antes de mirarle con sincera preocupación apoyándose en el fregadero.

Ragnar miró sorprendido a la capitana. Que una mujer tan atractiva se preocupara por él era algo nuevo. Ragnar se apartó el flequillo rubio de los ojos. La incipiente barba de Ragnar denotaba que estaba madurando a pasos agigantados. Aquel muchacho de apariencia frágil había vivido muchas emociones desde la invasión del puerto Konvarskr.

Cuando fue secuestrado por los piratas trasgos de Sangaku nunca hubiera imaginado que tiempo después sería rescatado por uno de los pescadores de su aldea. Siempre pensó que su destino sería acabar de esclavo en alguna de las minas del este, que era al parecer el destino más normal de los jóvenes como él capturados por los trasgos. Pero no fue así. El destino le llevó tiempo después a formar parte de un grupo de marineros y amigos de la infacia, embarcados en una cruzada contra aquellos detestables seres que les habían arrebatado todo lo que más querían.

No fue el único que fue capturado aquella nefasta noche. Junto a él decenas de jóvenes fueron a parar a las bodegas de las goletas piratas. Entre ellos su hermano Grudvik con el que se reencontró tiempo después gracias al capitán Daito y junto a él emprendió la aventura en la que estaba inmerso. Esa misma noche también fue a parar a las bodegas del barco una joven muchacha de ojos verdes y fino cabello rubio llamada Elsabeth. Elsabeth era prima de los dos hermanos, pero era algo más que una prima cualquiera. Elsabeht se había criado junto a Ragnar y Grudvik como una hermana más. Sus padres murieron cuando ella era tan solo una niña y sus tíos la criaron como hija suya. Esa misma noche también fueron raptadas Dalla e Idunna, dos jóvenes que trabajaban como curtidoras junto a Elsabeth.

 - No. – Dijo secamente Ragnar mirando hacia el suelo. Al ver que aquella simple negación no convencía para nada a la capitana, Calzaspeludas sacudió la cabeza y esta vez fijó la mirada en la capitana. – La noche que fuimos secuestrados por los trasgos en Konvaskr, también se llevaron a Idunna. No se si está viva o muerta, pero por edad y cercanía correspondía que fuera mi mujer. Lo mismo pasó con Dalla, que tenía que ser la mujer de Grud. Y Elsabeth tenía que ser la de Daito.

Ragnar hizo una pausa y dio dos pasos hasta el fondo de la cocina. Miró por la ventana nostálgico. Nadja notó que aquella pregunta había afligido al joven norteño. Se conocían desde hacía tiempo. Habían pasado tiempo juntos en la Venganza del Norte desde que Daito le encargó hacer de Ragnar un buen marinero. Pero nunca habían hablado del pasado. Nadja sabía que Calzaspeludas escondía algo y era algo que le preocupaba en lo más profundo de su corazón. No se esperaba aquella revelación por parte del chico. No esperaba que lo que había notado en Ragnar, se debiera a un asunto como aquel. ¿Qué había cambiado en Ragnar en los últimos días? No se había mostrado tan distante durante la travesía, pero algo había cambiado en él desde el desembarco.

- Elsabeth era como una hermana para mí. – Dijo Ragnar. – Fue más que una hermana. Tenía más o menos la mima edad que yo. No se si estará viva o muerta. Sólo sé que la buscamos porque Daito se ha empeñado en creer que sigue en este mundo. Ojala la encontráramos y ojala encontráramos también a Dalla y a Idunna. Pero ha pasado mucho tiempo y las cosas han cambiado mucho desde entonces. No creo que Idunna quiera ser mi esposa. Y si Elsabeth quiere seguir siendo la esposa del capitán, puede que no funcione. Nuestros destinos han cambiado. Quizás Elsabeth haya conocido a otro y viva feliz rodeada de niños. El capitán puede haber conocido a una persona especial, pero puede que su ceguera no le deje ver lo que tiene delante de los ojos. – Las palabras de Ragnar parecían hacer alusión a ella misma. Pero no podía saber lo que había pasado esa misma noche. Al llegar ellos todos dormían y al despertar seguían durmiendo. Era imposible que les hubiera oído.

- Ragnar... – Nadja acortó la distancia con el joven y apoyó una mano en su antebrazo. -Ojala pudiera hacer algo para traerte algo de calma... - Nadja no quería pensar en las palabras de Ragnar que atañían a Daito. Tenía muy presente su última relación con el fallecido Mayuul como para pensar en algo a largo plazo con el norteño y además su orgullo le impedia hacerse ninguna ilusión para su futuro. Aunque aquello no tenía por qué saberlo nadie más que la propia Nadja. Podía simplemente disfrutar de lo que tenía en el presente.

- La vida da mil vueltas... – Desde que conocía a Daito le había hablado en más de una ocasión a cerca de la búsqueda de Elsabeth y había deducido de sus palabras pues él mismo se lo había confesado, que había empezado a perder las esperanzas de reencontrarse con ella. Aquellas desesperanzadoras prespectivas no se las podía confesar a Ragnar, no era lo que en ese momento necesitaba, pero tampoco podía mentirle. - … y rara vez nos corresponde tener lo que creemos que ha de ser por derecho. Cuando consigáis el barco… - Se excluyó deliberadamente mientras servía té en dos tazas empujando una hacia él - …iniciaréis el viaje de nuevo, no por lo que puede estar esperando al otro lado del mar sino porque habéis sufrido y ese sufrimiento merece una compensación y evitar a otros lo que habéis tenido que pasar vosotros. Porque sois buenas personas y después de eso quizá os reencontréis y todo sea maravilloso… - Bebió del té aunque el trago le supo a hiel. - … y lo que pasó quede sólo como un mal sueño y una larga aventura que recordar a nietos delante del fuego. – Dijo la capitana mirando el contenido de su taza. - Quizá no sea con la chica que esperas... pero en algún puerto te encontrarás con alguien y pensarás que toda la salvación que has necesitado alguna vez está encarnada en ella. Te escuchará cuando te preocupes y reirá cuando hagas bromas sin gracia. - Ladeó la cabeza estudiando las facciones de Ragnar. - O quizá te enamores del mar y te resulte insoportable pasar más de unas semanas en tierra. Esas cosas también pasan... y tú eres un excelente marino. Créeme. Soy una capitana sin barco. - Vació lo que quedaba de té en el fregadero, incapaz de soportar el sabor amargo que tenía en la boca y que nada tenía que ver con el té. - Ponte una meta sencilla, haz lo que puedas... y evita tener expectativas. Eso evitará mucho dolor. Si se te ocurre otro método aprovecha para decirlo, hoy tengo el día receptivo. - De lo contrario habría metido en la boca de Uk un mosquete cargado para mostrarle lo bien que le sentaba su falta de entusiasmo por tener que soportarla cerca.

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06/04/2018, 09:57
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

Kronan tenía al gran trasgo de lado le habían quitado la armadura y debajo llevaba un pantalón marrón con los pies desnudos, poseía pezuñas en vez de uñas como si pudiera aferrarse a las paredes junto con sus garras, el aspecto era lo más animalesco, su piel verdosa como la de un lagarto pero con vello en pecho abdomen y espalda, era un pelo humano en un cuerpo animal. La parte de arriba estaba sin ropa, y el enano sostenía el cuerpo con dos trapos uno por la parte de delante y otro por la espalda. La bala se la había incrustado en la parte del omoplato derecho, y se veía que la respiración del gran trasgo inconsciente se hacía dificultosa, está perdiendo mucha sangre - dijo alarmado - debemos de hacer algo rápido o morirá, si hubiera un galeno para extirparle la bala sería lo más sensato. El enano hablaba a los que estaban en ese momento en el cuarto es decir a Tulias y a Nadja, - Tulius miró por un momento a Nadja - puede que te escuche pero en su estado es imposible que te responda, ¿sabes de algún galeno que esté en el barco capitana? - Estaba totalmente apesadumbrado y nervioso - así evitaremos tiempo de ir preguntando grumete por grumete para ver quien tiene las habilidades necesarias y los instrumentos para su extirpación. - Su voz estaba cascada - hay que actuar rápido.

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06/04/2018, 11:48
Director

Notas de juego

Habla con Sid, el te llevará junto a Imad, que es curandero. Ya le conocías de hace tiempo, pero no demaisado. Puedes interpretar a Imad como quieras.

Se sabe poco de él y de hecho solo se ha escrito esto sobre su persona (que yo sepa): 

Imad aprendió medicina en el desierto de Yit-thith, en Avidrain, y sería el encargado de velar por los heridos. 

 

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09/04/2018, 13:46
Nadja la Roja

Negó -No contaba con que me respondiese, solo quería que supiese que le agradezco mucho lo que hizo- levanto la cabeza -y por eso no va ha morir, no hoy- se levanto -yo no se si lo hay, pero sin duda Sid seguro que si- corrió en la medida de lo posible por su estado hacia cubierta buscando a Sid.

Lo encontró en cubierta dando unas ordenes a los marineros, este parecía preocupado al verla llegar corriendo -Sid ¿sabes de algún galeno en tu barco?- Él la miro preocupado -¿viene ya? ¿estas bien?- no pudo evitar sonreír, cuando le puso la mano en el vientre con aquellas preguntas -No no no, no es para mi, estoy bien y este queñajo aun no quiere salir- rió y vio como Sid se enrojecía de vergüenza antes tal situación -Agradezco tu preocupación por mi, pero no es para mi, es el gran trasgo, pierde mucha sangre, esta muy mal- Sid la cogió de la mano -Sigueme se quien puede ayudarle- La guió por todo el barco hasta que  encontraron a Imad, era un hombre de tez bastante morena, de nariz aguileña y turbante, ya lo había visto en otras ocasiones y lo había visto cuidar de muchos heridos exitosamente -Imad, Nadja necesita ayuda, es su amigo- este se levanto y sin media palabra de inmediato siguió a Nadja hasta la habitación donde descansaba el trasgo. 

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09/04/2018, 19:33
Director

- Voy a por mí instrumental. – Declaró sus intenciones antes de correr hacia la bodega de la fragata. – Presiona la herida. - Le ordenó a la capitana mientras se alejaba.

En su carrera en dirección a si equipo médico se topó con Flajnagar. Sabía que ese norteño había presenciado algunas operaciones y que había sido ayudante de un importante galeno en Duartala. Isham se había ganado cierto renombre entre los hombres del desierto, dada su amplia experiencia como cirujano y quien había aprendido a su lado, siempre era un buen aliado a la hora de operar.

No obstante, aquel hombre no era en esos momentos el que necesitaba. El pelirrojo sujetaba su propio rostro mientras un llanto desconsolado surgía del su garganta. Junto a éste se encontraba Daito tratando de consolarle, pero lo cierto era que no lo estaba consiguiendo. En ese estado de depresión no iba a serle de gran ayuda, por lo que desestimó la idea.

Para cuando Imad regresó de las bodegas se encontró con que Nadja presionaba con fuerza la herida de bala que Gorbagog había sufrido, siendo asistida todavía por un preocupado Tulius y el enano, quien había reunido de propia iniciativa paños limpios y un balde con agua clara. Imad afirmó con cierta sorpresa ante la escena, pues habían reunido sin tener que decirlo algunos de los elementos necesarios para la intervención.

- Tú… - Señaló al enano y trató de recordar su nombre de forma infructuosa.

- Kronan… - Intervino él.

- Kronan, limpia la zona de la herida con un paño húmedo. – Imad comenzó a dar las primeras instrucciones mientras examinaba la herida.

- Joven, enciende una hoguera. – Le ordenó el galeno a Tulius. – Necesito que calientes al rojo vivo este hierro. – Le hizo entrega de un hierro plano con empuñadura de cuerda.

Entonces el galeno extrajo unas pinzas y una daga curva. Mientras tanto Tulius se afanó en ir en busca de una antorcha y gracias a un poco de yesca y una piedra de pedernal no tardó ni un minuto en encenderla. La acercó al galeno y este pasó la daga curva por el fuego y segundos después hizo una pequeña incisión en la entrada dela bala por donde pudo introducir las pinzas.

Imad comenzó a buscar con delicadeza. Al principio parecí tranquilo, pero a medida que pasaba el tiempo sin demasiado éxito y la sangre no dejaba de manar comenzó a preocuparse. Sudaba cayendo las gotas sobre el cuerpo del gran trasgo y su expresión no transmitía para nada seguridad. El tiempo pasaba y la vida del gran trasgo se iba  apagando. Las manos de Imad temblaban y su corazón bombeaba con fuerza.

El galeno se detuvo. Cerró los ojos y suspiró. Nadie supo lo que pasó por su cabeza en esos segundos de intermedio, pero quien conocía a un hombre del desierto sabía que su fe era férrea como el mismo acero y posiblemente estuviera pidiendo a Tot por la vida del ser que tenía a su merced.

Cuando volvió a agarrar las pinzas lo hizo con mayor decisión y pocos segundos después sonrió satisfecho. Lentamente fue sacando las pinzas del interior del cuerpo de Gorbagog y cuando por fin estuvieron fuera, lo hicieron acompañadas del cuerpo extraño que había penetrado en su organismo. Dejó caer las pinzas y agarró el hierro al rojo que había mandado calentar a Tulius. Lo puso sobre la herida y interponiendo un trapo entre el hierro y su propia mano, presionó un par de veces hasta que creyó suficiente para cauterizar la herida.

- Ahora todo depende de su fortaleza y de los dioses. – Dijo al fin poniéndose en pie. - Llevadlo a un sitio donde pueda descansar...

Notas de juego

Daito te toca hacer algo!

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12/04/2018, 09:44
Gorbagog, alias "Scipio Luciusis"

Tulius le dio las gracias por educación pues no pudo reprimir la ilusión que le hacía que la capitana se ocupara del asunto. Mientras ella salía con prisas para encontrar a un galeno, el soldado miró al enano: - Kronan deja que apoye la espalda, ojalá la bala hubiera salido tras el impacto pero no ha sido así, taponando por detrás no conseguirás nada. - Miró con una sonrisa para tranquilizar al enano y a él mismo, pero la verdad es que estaba muy nervioso. Se había dado cuenta que Gorbagog era uno de sus mejores amigos, por los dioses, ¡un gran trasgo!, pues este había despertado su lado sentimental, además que siempre vio al gran trasgo como un humano, pues su corazón no correspondía en nada a su presencia. Era un soldado con unos valores tan elevados que si hubiera nacido dentro de un seno humano y una familia noble podría haber llegado a liderar ejércitos.

El enano miró hacia la herida viendo que el humano le hablaba con lógica, y no queriendo quedar tan mal, como el que no quiere la cosa lo colocó tumbado hacia arriba mientras seguía presionando la herida. No habló ni dijo nada, pues sabía que no eran muy dados a tener un gran pico, y lo más seguro es que lo fastidiara del todo si abría la boca. Después cambió del tema: - antes de desfallecer me hablaba como si fuéramos amigos de toda la vida. Sin lugar a dudas que se equivocó pues lo acabo de conocer, me confundiría con otra persona... Lo dejó en el aire sin terminar la frase, pues era como su raza muy dado al honor y quería ver con quién lo había confundido para saber quién tenía una cierta similitud con él.

Tulius le contestó: - oh, pues no sé, estaría delirando, había hecho un tremendo esfuerzo para no desfallecer, balbucearía palabras sin sentido aunque creo que le caes muy bien. 

El enano lo miró a los ojos, viendo si le ocultaba algo... pero solo se encontró con la sonrisa amigable del soldado que intentaba ocultar su preocupación. El enano se giró y miró otra vez hacia el pañuelo ensangrentado.

Después de la fructuosa operación el soldado se acercó al galeno: - soy Tulius, y le dio la mano como señal de amistad. - Aquí está bien, si alguien puede recuperarse de una herida de muerte ese es Gobagog, nunca he visto a una criatura con tanta fortaleza. Nos dedicaremos a cambiarles los vendajes para que la herida no se infecte cada ocho horas, gracias por su pronta reacción.

El soldado después se dirigió a la capitana con una sonrisa: - se recuperará de eso estoy seguro, ahora que los dos os habéis salvado mutuamente... Me congratula que haya sido él el que recibió su impacto, otro no hubiera vivido para contarlo, si quiere le acompañaré a cubierta. 

Le debemos la vida capitana, si no llega a ser por usted y su compañero ahora mismo estaríamos todos muertos. Nunca he visto a tan vil adversario que manejara con tal destreza la esgrima como el tiro. Su destreza mi señora es inaudita, - le hizo una reverencia.

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14/04/2018, 16:02
Daithoborgh "Daito", hijo de Theodo

Tras probar durante un rato por la vía comprensiva, el norteño llegó a la conclusión que poco iba a lograr con esos métodos, puesto que su viejo amigo no parecía dispuesto a dejarse consolar.

Si bien dudó por un instante, acabó por dar una patada al barril en el que se sentaba Flajnagar, llamando de inmediato su antención e interrumpiendo, al menos de forma moemntanea, su llanto.

Flajnagar, hijo de Flajnenbos, ¿que están viendo mis ojos? ¿Aquel que no dudó ni un instante en seguirme en una misión completamente suicida dándolo todo por perdido? ¿tirando la toalla? ¿lloriqueando como un niño sureño mimado? ¡Agradecido deberías estar de que Jaranike no esté aquí para ver al hombre del que se enamoró gimoteando a moco tendido... Volvió a patear el barril, para volver a reclamar la atención de su amigo.
-Has perdido a la mujer que amas... ¿y tu solución es rendirte? ¿ Y que vas a ganar con eso, amigo mio? ¿es eso lo que ella querría...? Si algo has aprendido de mi, por poco que sea, aplícatelo ahora. levántate y busca una solución, por demente que parezca, pues ya será mejor que llorar sin rumbo. El mundo es inabarcable, está lleno de seres que desconocemos y de poderes que no logramos alcanzar. Si de verdad Jaranike era la mujer con la que debías llenar tu vida, pues lucha por ello como un hombre... En el pasado la magia devolvia a los muertos a este mundo, centra el rumbo de tu vida hacia ahí... o hacia donde tu quieras, pero deja de arrastrar el nombre de mi hermano por el lodo...
Se quedó erguido mirándolo desde lo alto, con losbrazos cruzados.

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16/04/2018, 14:40
Nadja la Roja

Sonrió viendo que seguramente el gran trasgo se recuperaría, era fuerte, de eso no había duda -Nadie debería haber recibido un tiro por mi, ese.... pirata, si se le puede llamar así, era un hueso duro de roer, al fin no dará más problemas, aunque nos ha dejado regalos a casi todos- dijo poniendo un mueca -Fue una suerte que Imad estuviese aquí, yo apenas hice nada, pero comunicamelo cuando este mejor- y salio a cubierta a respirar algo de aire fresco.

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16/04/2018, 18:39
Director

Las enigmáticas palabras de Daito calaron hondo en su amigo. Por una razón u otra Faljnagar dejó de sollozar. Fuera por la brusquedad de las palabras de su amigo o porque hubiera despertado con ellas cierta esperanza, el pelirrojo se puso en pie con aires renovados y dedicó en silencio una última mirada hacia el dique.

El campo de batalla pronto se llenó de uniformes color ocre y capas azules. Los guardias del puerto armados como estaban con fusiles y sables tomaron a lo largo y ancho todo el escenario de la lucha al molesto sonido de los silbatos. Mientras aquel agudo sonido se repetía a ras de tierra y la Tormenta se alejaba, los soldados iban comprobando de entre los caídos, los muertos y los heridos, por tal de categorizar el alcance de aquella inesperada contienda.

Nadie, ni uno solo de los soldados alejandrinos pareció reparar en la fragata que se alejaba del lugar del incidente. Sin duda, era mejor para ellos saldar aquella investigación como una disputa entre dos bandas de piratas que tener que molestarse en perseguir a otros tantos que huían. Si se marchaban de su ciudad, un problema menos para su puerto sin duda alguna.

Flajnagar no dijo nada más, poniéndose de inmediato a disposición del capitán Sid Ben Jezheri. Pronto la nave comenzó a funcionar con precisión. El mestizo asignó tareas a todos los que estuvieran disponibles y para cuando llegaron a la bocana del puerto, el control de la aduana les invitó a salir de los amarraderos en dirección al mar interior que bañaba la costa saukiana a la que se dirigían.

Para cuando Nadja se reunió en cubierta con Daito, ya habían dejado atrás el puerto donde habían pasado las últimas semanas. Su destino incierto se situaba en las profundidades de la tierra, al otro lado del mar de Tildas y de manera inesperada, ambos viajaban en el mismo barco, algo que habían decidido no hacer y que se habían visto forzados a llevar a cabo.

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16/04/2018, 18:39
Sid Ben Jezheri

La idea es cruzar el mar. Buscar un lugar apropiado donde desembarcar y dejar en tierra a aquellos que así lo deseen. – Habló Sid sobresaltando tanto al norteño como a la pelirroja, pues no sabía que se encontraba a sus espaldas. – Gorbagog dijo conocer un lugar donde seríamos bienvenidos. La alerta de las autoridades marítimas saukianas será máxima, pues aunque la guerra está en ciernes, ya deben haber desplegado su marina entorno a sus costas. Yo debo llevar a los norteños a su casa como prometí. ¿Qué harás tú, Nadja?

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17/04/2018, 10:21
Tulius

Tulius acompañó a Nadja a la cubierta, - Kronan se quedará con él, los enanos son muy testarudos cuando se proponen algo, - dijo con una sonrisa renovada por la ilusión de que su amigo sobreviviera que se dejaba notar en el brillo de sus ojos. - Dentro de un rato iré a verle pero estaré moviéndome por el barco para conocer a los demás miembros, hasta que vea al enano cansado para que me deje sustituirle. - Entonces miró hacia la orilla, y vio a los soldados que se iban agrupando en el puerto, escuchaba los pitidos de sus silbatos y como el puerto empezaba a estar controlado por una guarnición bien pertrechada. - Hay pocos mi señora, con la suficiente habilidad para haber podido enfrentarse al fallecido Patrick, entre ellas estaba vos, Daito, y el fallecido Zlenador. Sé que tener a un galeno ha salvado la vida de mi compañero Gorbagog pero sin vos, sin Daito, sin Zlenador el final hubiera sido bien distinto, y los cadáveres que hubieran encontrado en el puerto hubiera sido el de nosotros sin ustedes. - Aferró las manos a la barandilla dejando que la suave brisa acariciara su rostro. 

Notas de juego