Partida Rol por web

Harvaka 2, el Capítulo Final.

Capítulo 116. El Desembarco.

Cargando editor
16/04/2019, 17:17
Kronan

Despertado por Tulius, rápidamente me espabilo, pues el ruido de fondo es claro indicio de problemas.

Si bien estamos parcialmente protegidos de miradas indiscretas por unos arbolillos,, bien es cierto que si se trata de una columna en marcha, y se les ocurre pasar cerca de nuestra posición, ciegos han de ser para no vernos...

Intento ver por donde estaría el origen del sonido, a la vez que preparo mi manta por si tenemos que echar cuerpo a tierra entre la maleza para intentar confundirnos con el entorno... Veo que los demás hacen algo parecido en primera instancia a lo que yo mismo hago, por lo que mis palabras sobran... solo gruño

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Por si lo hago mal:

Tirada de Percepción sería 1d20 + SAB (-1) ; y Sigilo, debería ser 1d20 + Sigilosamente (DES : +2)

... si no me equivoco

 

 

Cargando editor
16/04/2019, 19:02
Gorbagog

Lo único malo de hacer la segunda guardia era que cuando te sustituían caías como un tronco. Efectivamente, en cuanto mi compañero me sustituyó, me eché sobre la manta y lo siguiente que recuerdo fue a Tulius agitándome de un lado a otro.

¿Eh, qué ocurre? -exclamé mirando en todas direcciones.

Estaba tan dormido que estuve a punto de tropezar nada más ponerme en pie y no fui todo lo silencioso que yo quería, pero finalmente, logré entender lo que ocurría.

Alguien venía, un ejército tal vez.

Miré a Kronan, que ya estaba recogiéndolo todo y asomándose para ver si distinguía algo. Yo me giré hacia Tulius mientras me restregaba los ojos.

-¿Qué has visto, amigo mío? -le pregunté. Pero no había visto sino oído, así que me acerqué a Kronan y eché el cuerpo a tierra.

¿Ves algo? -le pregunté

- Tiradas (2)
Cargando editor
17/04/2019, 13:21
Tulius

Tulius despertó rápidamente a Gorbagog y al resto, sabiendo que era posible que estuvieran en problemas muy pronto. Conocía demasiado bien aquel sonido.

-¡Scipio, Scipio! ¡Despierta! -exclamó, zarandeando uno de los musculosos brazos del gran trasgo, que hacía por al menos tres de los del joven-. ¡Despertad todos!

Gorbagog y Kronan habían sido los primeros en despertarse, por lo que Tulius procedió a explicarles lo que había llegado a escuchar.

-Escuché muchas pisadas y martillos golpeando el suelo... -murmuró, bajando el tono-. Debe de ser un ejército marchando al frente. Tenemos que intentar escondernos cuanto antes.

El joven guerrero, tomando ejemplo del enano y del gran trasgo, decidió tenderse en el suelo y tratar de esconderse entre la maleza.

- Tiradas (2)
Cargando editor
17/04/2019, 19:08
Nadja

Todos despertaron alertados por Tulius, al parecer había escuchado algo acercarse, y si, lo había odio sin duda, se escuchaban pasos, muchos pasos, demasiados, seguramente un ejercito, no era de extrañar, no debían olvidar que se estaba libando una guerra, no iban a por ellos, pero era mejor no ser vistos, no sabían de que bando serian y aun así era mejor no tentar a la suerte. Vio como tres de los cinco que eran se echaron al suelo, esa escondite no valdría para ella, no es su estado, lo más inteligente era encontrar algunos arbustos y esconderse tras ellos, echarse una manta por encima no la ocultaría dado su avanzado estado, y aun así se le complicaba un poco la tarea de esconderse, pues levantarse de estar tumbada, tampoco era nada fácil.

- Tiradas (2)
Cargando editor
17/04/2019, 21:30
Daithoborgh

De forma automática, en cuanto fue despertado, Daito llevó su mano a la empuñadura de su ropera y rodó por el suelo, dándose luego el tiempo justo para comprender lo que estaba pasando.

Tras escuchar a Tulius, el encargado de aquel turno de guardia, decidió mantenerse tumbado en el suelo para evitar que su envergadura les descubriera a todos.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Cargando editor
18/04/2019, 08:13
Narrador

Reaccionaron con presteza. De haber tenido una hoguera encendida sin duda alguna habrían sido localizados. Por suerte,la misma niebla que les impedía ver con claridad en rededor, causaba el mismo efecto en los soldados que sin duda marchaban al frente.

Los avezados ojos de Kronan y Gorbagog veían bien en la oscuridad y el resto, se esforzó bastante en tejer los ojos bien abiertos para ser testigos de lo que tenían a pocos metros de distancia.

Primero fue una unidad de caballería. Humanos a lomos de poderosos corceles de guerra avanzaban a la vanguardia de aquel ejército. Se trataba de hombres de piel oscura, blanca pero oscura. En la mayor parte morenos. Lucian corazas y portaban mosquetes a la espalda y espadas al cinto. Además hondeaban al viento sus estandartes rojos y negros, los colores del reino Sauk.

No sé pararon a contar l número de jinetes, pero sin duda eran muchos. ¿Quinientos, mil, dos mil...? Tras ellos aparecieron varias unidades de soldados a pie. Marchaban en formación, bien acorazados. Unidades de piqueros, arcabuceros y mosqueteros sucedieron a la caballería y finalmente aparecieron de nuevo caballos, aunque estos son jinetes, pues tiraban de pesados cañones de artillería.

Carros y carretas tirados por caballos o mulas iban en la retaguardia. En ellos se portaban provisiones, armas, munición y material sanitario. Galenos y religiosos avanzaban también al final de aquel portentoso ejército.

Ya cuando creían que había pasado el peligro, llegó una sorpresa. Más jinetes, pero está vez las monturas eran lobos y sus jinetes trasgos muy bien armados y acorazados. Portaban estandartes con los colores del reino aunque en el centro, en lugar de encontrarse el escudo del reino, había sido substituido por calaveras atravesadas por cuchillos, garras de trasgos, cadenas ensangrentadas y todo tipo de imágenes macabras.

Siguiente a los jinetes de lobo, una interminable columna de trasgos armados con todo tipo de armas a cual más extraña. Estos no avanzaban en formación cerrada sino a su aire. Eran más ruidosos, mucho más indisciplinados y desde luego muchísimo más caóticos. Al fin y al cabo eran tragos...

Cargando editor
18/04/2019, 23:14
Daithoborgh

Daitó escupió al suelo con disgusto.

-Trasgos... un ejército entero de trasgos...-susurró para sí con disgusto

Aquellas bestias ávidas de sangre inocente... aquella enfermedad verde que se extendía por Gea como si del el escorbuto se tratase estaba desfilando a pocos metros de su pistola de chispa. Y lo cierto es que le costaba el contenerse las ganas de abrir fuego para luego lanzarse a aquella marea apestosa y purulenta para llevarse con él cuantos más mejor. Por todos sus hermanos muertos, por todos los esclavos y, en general, por todo aquel que tuviese una gota de bondad en el alma.

Pero el gigantón Umnio tampoco era un necio. Una misión mucho más importante le esperaba al final de aquel camino y debía recorrerlo entero, ya fuese en vida o muerto. Luego ya habría tiempo de matar trasgos.

Cargando editor
19/04/2019, 09:59
Gorbagog

Cloqué una mano sobre el hombro de Daithoborgh, al igual que lo había hecho en multitud de ocasiones con mi amigo. Cuando se giró para mirarme, negué con la cabeza. Podía sentir su deseo casi incontenible de lanzarse a por ellos, luchando contra la parte de su mente que tenía muy claro lo que debían hacer.

-Habrá momentos mejores -le dije -. Ahora debemos ocultarnos con rapidez y habilidad.

Dudar no era precisamente lo más indicado cuando un ejército de asquerosas criaturas como aquellas se acercaba a nosotros, pero su frustración era también la mía. La esclavitud me había marcado para siempre y también condenado mis acciones. Estaba seguro, mortalmente convencido, de que moriría defendiendo una causa justa, como podía ser... Esabeth, o mi amigo. Eso era bueno para mí y debía esperar a que llegase ese momento.

Cargando editor
22/04/2019, 15:26
Kronan

... un ejército en marcha... pero un ejército con dos componentes muy dispares: tropas disciplinadas, y una horda; menuda combinación más extraña..., aunque bueno, quien soy yo para juzgarlo? Veo que mis compañeros están inquietos, pero es normal...

-Tranquilos... mientras no nos oigan o huelan, con estar quietos, pasarán de largo y podremos seguir nuestro camino. Habrá otras ocasiones  -Termino parafraseando a Gorbagog-

Estoy inquieto como el que más, pero no merece la pena mostrarlo, así que me limito a observar, con toda la discrección que puedo.

Cargando editor
23/04/2019, 15:15
Tulius

Tulius se mantuvo en todo momento aferrado a su espada, aguardando para atacar si resultaban descubiertos por aquel variopinto ejército. Por fortuna, eso no llegó a suceder, lo que le hizo suspirar aliviado.

No obstante, no pudo evitar sentirse extrañado al ver que aquel numeroso y disciplinado ejército humano junto a las hordas formadas por trasgos montados sobre inmensos lobos. ¿Desde cuando los pieles verdes se aliaban con los humanos? No era una cuestión improbable, aunque sí poco frecuente.

-Humanos y trasgos... ¿a dónde se dirigirán? -preguntó el joven, mirando a Gorbagog, extrañado, como si pensase que su robusto amigo tendría la respuesta.

Cargando editor
23/04/2019, 19:37
Nadja

Miro a Tullius, era tan joven -Estamos en guerra, los trasgos se alían con todos aquellos que puedan inclinar la balanza a su favor y a la vez hacerles de carne de cañón- negó con la cabeza -pero no esperes lealtad de ninguno de los dos grupos- ciertamente era extraño ver ese ejercito tan dispar, pero estaba segura de lo que decía. 

Cargando editor
23/04/2019, 19:43
Gorbagog

Cuanto más lejos nos mantengamos de cualquier grupo de estas características, mucho mejor. Menos mal que encontramos este lugar, alejado del camino. Debemos aprender a leer en la tierra y a escuchar el aire, porque de habernos topado con ellos, no habríamos podido salvarnos.

Me relajé. El peligro había pasado y aún quedaba noche por delante.

Debemos descansar y procurar no hacer ruido. Por la mañana, nada de fuego. Comida fría y en marcha.

Yo no era el jefe de aquel grupo, ni quería serlo, pero no estaba de más decir aquello que me parecía todos debíamos hacer para no ser descubiertos.

Cargando editor
23/04/2019, 20:03
Director

Notas de juego

Sabes que el reino de Sauk es un reino en el que conviven humanos y trasgos en aparente armonía. No obstante, tienen dos gobernantes, un rey humano y un señor de la guerra trasgo que están al mismo nivel.

Sauk es un aliado natural de Angarkok, por lo que es fácil suponer que hacen humanos y trasgos juntos marchando a la guerra.

Cargando editor
23/04/2019, 20:07
Gorbagog
Sólo para el director

Notas de juego

Okidoki. No voy a editar. Me lo guardo por si alguien comenta algo ;)

Cargando editor
23/04/2019, 20:16
Narrador

Por suerte aquel ejército humano seguido por una horda de trasgos pasó de largo sin que nadie lograra ver a aquel variopinto grupo oculto en aquella elevación de terreno. Se evidenciaba que la guerra estaba en ciernes y que Ediberto Dolfini, su buen amigo, iba a tener mucho trabajo al frente de los ejércitos cataneses para tratar de ganar aquella contienda, que para nada parecía de rápida y fácil solución.

La noche continuó son más interrupciones. Las guardias se sucedieron una tras otra hasta que llegó el alba y con el alba un ligero desayuno que les sirvió para activarse y ponerse de inmediato en marcha hacia su siguiente destino, que no era otro que la aldea de Lutus, o la barbacana de acceso al submundo donde se encontraba el reino de Angarkok, lo que antes llegara.

Por el camino quedaban signos claros de que un enorme ejército había pasado por allí durante la noche. Huellas de botas, herrajes y ruedas de carretas, hierba arrancada creando un visible camino por allí por donde había pasado el ejército y un sinfín de desperdicios desparramados por aquí y por allá lo evidenciaban. Restos de peladuras de fruta, huesos de pollo y todo tipo de sobras abonaban el suelo que el grupo pisaba.

Por suerte no caminaron demasiado hasta atisbar lo que llevaban buscando desde que desembarcaran. Ante ellos se alzaba un pequeño pueblo pesquero a las orillas del mar de Tildas. Se trataba de una aldea bastante pequeña, donde no se contaban más de veinte edificios. Una población total de no más de cien habitantes era la que allí se congregaba. Dicha aldea se encontraba descendiendo el acantilado hasta el pueblo y el embarcadero, donde en esos momentos tan solo se encontraban tres embarcaciones resguardadas en el interior de una manga natural.

Era el momento de decidir si descender hasta la aldea, lo que les haría perder cerca de cuarenta minutos, o bien seguir avanzando hacia su verdadero destino. Debían sopesar las ventajas y desventajas de hacer aquella parada. Lo que estaba claro era que si lograban un contacto amistoso con aquellas gentes, podrían sacar bastante información sobre lo que estaba sucediendo en la región actualmente.

Cargando editor
23/04/2019, 20:16
Director

Notas de juego

Estáis en Lutus. El pueblo donde fuistes nada más escapar de Angarkok.

El jefe es Eliroc Pataslargas y te ayudó mucho. También conoces a otros habitantes importantes de la aldea.

Balasar: curandero que te salvo la vida.

Fatema: hija de Balsar que hizo de enfermera.

Celard y Telird: dos hermanos que te llevaron a través del mar de nuevo a Alejandría en busca de Elsabeth.

Igual sale en algún momento el nombre de Jargar. Era un trasgo, tu carcelero, que te ayudó a escapar de Angarkok y que cruzó el mar contigo y acabó muriendo en Peregasto en la fiesta de Ediberto y fue Daito quien lo mató por error. Ya esta perdonado pero no olvidado. Era tu amigo.

Cargando editor
23/04/2019, 21:12
Gorbagog

Lutus. Hacía mucho, muchísimo tiempo que no regresaba por allí y los recuerdos se agolparon en mi cabeza. Mientras los demás parecían contentos de haber llegado, yo me distancié de todo y de todos, pensando en cómo había logrado llegar hasta allí y también en la gente que me había ayudado.

Jargar.

Su nombre apareció entre otros. No había odio en mí, pero si lamentaciones. Miré a Daithoborgh, una vez y fugazmente, antes de volver a centrarme en el poblado. El pasado estaba muy arraigado en mi interior y me resultaba difícil abandonarlo, pero era lo que debía hacer... por Elsabeth.

Eso es Lutus -dije en voz alta, sin añadir nada más. Aquello que había formado mis pensamientos, eran solo míos, al menos por el momento.

Cargando editor
25/04/2019, 10:47
Kronan

A la vista del pueblo llamado Lutus, nos paramos un momento... toca elegir, ir al pueblo, o ir a nuestro destino directamente. En ocasiones, recordé, perder algo de tiempo te puede ahorrar perder aún más. Tal vez allí nos enteremos de algo...

- Podríamos bajar a Lotus y enterarnos de como están las cosas por aquí... de momento, solo sabemos lo que hemos visto, pero no lo que ocurre realmente; tal vez haya noticias que nos interesen. Y una comida caliente nos vendría bien. En los pueblos pesqueros suele comerse bien. ¿Os parece oportuno, o creéis que podemos meternos en un lío inoportuno?

Cargando editor
25/04/2019, 13:50
Tulius

-Es buena idea -dijo Tulius, cuando Kronan sugirió bajar al pueblo para intentar averiguar qué estaba sucediendo en esa región y, lo importante de todo, poder tomar una comida caliente-, podemos parar para preguntar. Seguro que han tenido que oír sobre ese ejército que hemos visto o saber a quién pertenece.

El joven guerrero cruzó los brazos sobre el pecho, mientras permanecía pensativo, considerando que había hablado demasiado. Por su pasado como esclavo, Tulius estaba acostumbrado a dar órdenes y pocas veces a tener iniciativa propia.

-Decidáis lo que decidáis, yo haré lo que sugiera Scipio -dijo, mirando a su gran amigo, al que estaba dispuesto a proteger y seguir hasta las últimas consecuencias-. Es el que mejor conoce estas tierras.

Cargando editor
25/04/2019, 21:40
Gorbagog

Miré a Tulius y sonreí. Confiaba en mí, quizás demasiado, pero eso era precisamente lo que nos convertía en amigos, que ambos dejábamos aquello que necesitábamos en manos del otro, cuando era necesario.

Cuando escapé, la gente de Lutus me acogió, cuidó y ayudó. De no haber sido por ellos, habría muerto. Sé que me recordarán así que podremos descansar y comer. Puede que sea el último lugar en el que podamos hacerlo, así que sugiero detenernos allí y continuar el día siguiente.

No dije nada, a pesar de mirar de reojo a Daithoborg, porque todos nos necesitábamos y mi memoria no podía ser más fuerte que mi comprensión. Pero mi corazón se desgarraba por momentos y era consciente de que regresar a aquella aldea era, no solo un soplo de aire fresco para mí, sino también un regreso a un pasado doloroso. No obstante, era lo que debíamos hacer.

Por Elsabeth.