Partida Rol por web

Cuando quiero darme cuenta, la rata se ha avalanzado sobre mí. Instintivamente doy un paso atrás, tropiezo y caigo de espaldas.

Todo ocurre muy rápido; trato de cubrir mi cara con los brazos, espero la dentellada y oigo un golpe seco, como si fuera un escobazo.

Al cerrar la puerta se escucha al otro lado algo ropiendose.

-¿Y ahora que...?

Alen dice esto con voz deprimida.

Como entre sueños veo volar la rata y cómo se estampa y ensangrienta la pared. Me arrastro como puedo fuera de la estancia y oigo que Alen cierra la puerta. Escucho ruidos al otro lado. Miro el reloj: apenas puedo distinguir qué hora es, pero pienso que mi suerte está echada.

Es..esperemos a que vengan los otros.  Entremos todos ahí y acabemos con todas las putas ratas que puedan haber y salgamos de este maldito lugar, digo, notando que mis piernas tiemblan y que mis fuerzas se desvanecen.

Me siento en el suelo, apoyando la espalda contra la pared, tratando de encontrar una buena postura. Mi mano busca en el bolsillo la rígida molestia que impide doblar mis piernas cómodamente  y saca de él la jeringuilla preparada. Sintiendome aliviado  al no tener nada que me moleste, me quedo, casi desvanecido, con la cabeza apoyada en las rodillas y con la jeringa en la mano, a la vista de todos.

Adormecido por la droga y el dolor, espero. Lo que tenga que ser, ...

Se adelantó, acuclillandose junto a Dan.

-Vamos hombre, lamentablemente esto ya no puede esperar.

Tomó la jeringuilla sin ningun tipo de resistencia por parte de Dan, y a la vez tomó el brazo, estirandolo un poco y remangandolo. Procuró inyectar lo mas rapidamente dentro de lo seguro aquel líquido.

Luego ella misma tomó la jeringa que guardaba y volvió a ponerse una inyección, pero solo hasta la mitad para completar la que ya tenía puesta.

-Por las dudas

Niego con la cabeza varias veces -no seas negativo Andrue...- aprieto un poco más su mano -me pones más nerviosa con ese tipo de comentarios- suspiro y siento un escalofrío en todo el cuerpo.

Siento que mis pies no pueden más, el cansancio aumentaba. Quería detenerme, sentarme o tal vez despertar de ésta pesadilla, no quería estar allí, quería salir cuanto antes.

Sin quejarme, apresuro más el paso para llegar cuanto antes.

Alen vuelve a la terminal y tras mirar la pantalla afirma.

-Es la única forma de llegar a la salida. Cuando querais entramos y matamos a esas ratas.

En la otra habitación se escuchan golpes, no muy fuertes, producidos contra la puerta.

Casi saliendo del tunel, se detubo mirando a Sophia -Lo siento, no queria hacerlo.- luego miro a su alrededor, se perdio en sus pensamientos por unos segundos y luego parecio volver en si -Vamos, continuemos, ya casi estamos con los demas- sin mas, continuo hacia adelante, saliendo del tunel y dejandose ver en el laboratorio.

-¡Aqui estamos!- exclamo, mientras continuaba acercandose '¿Por que seguiran aqui?'

Noto cómo estiran mi brazo y un pequeño pinchazo en él. No tengo fuerza para reaccionar ni para apartar el brazo. Continúo adormecido unos instantes hasta que mi cuerpo es recorrido por una especie de descarga. Abro los ojos y noto que ya veo nítidamente. Levanto la cabeza justo para ver entrar por la puerta a Andrue con Sophia de la mano. ¿Por qué habré despertado? pienso al verlo llegar. Acto seguido tomo conciencia de lo que ha ocurrido. Veo la jeringa vacía en el suelo, a Luna y a Alen junto a la puerta. Lo has conseguido, hijodeputa. Has conseguido inyectarme esta mierda. Te seguiré el juego, cabrón. Y ya veremos cómo acaba esta historia ...

Me incorporo poco a poco, en el fondo contento por el desaparecido dolor de cabeza y porque parece que van volviendo las fuerzas.

Alen os mira con preocupación.

-¿Abrimos?

Empuñó la escopa nuevamente de forma burlesca.

Al ver llegar a Andrue y Sophia señalo la rata gigante ya muerta.

-Mira, otro regalo inesperado. Y hay mas adentro del laboratorio. ¿Nadie tiene un puto Ratminator?*

Con los ojos muy abiertos, casi desorbitados miro a cada uno de los presentes

-¿Qué ha sucedido?- mi mirada se fija en la escoba de Luna, la miro un poco confundida -¿Qué piensas hacer con eso?- señalo la escoba

-Apalear ratas del tamaño de un perro, a la que está por ahí la maté pocos minutos antes de que llegaran. Y hay por lo menos dos mas ahí...

Señaló la puerta del laboratorio, desde la cual se escuchaban algunos golpes en la puerta como si algo quisiera salir.

Me fastidia  reconocérmelo, pero la verdad es que me encuentro bien. El maldito dolor de cabeza ha desaparecido completamente y he recuperado las fuerzas.

Ahora que estamos todos, cojamos algo contundente cada uno y acabemos con todos los bichos que pueda haber.

Y dicho esto, me pongo a buscar algo tan eficaz como la escoba de Luna.

Observo la...'ratita' que estaba en el suelo '¿Acaso sera una de las ratas con la que experimentaron esas cosas? Carajo ¿Pudimos habernos vuelto gigantes?....no creo que ese sea el efecto en los humanos.' y sin detiene junto a los demas.

-Ninguno de los telefonos sirve.-* miro a Alen -Tu hermano se encargo de eso...- luego observo a mi alrededor, deteniendo mi mirada en Luna -¿De donde sacaste la escoba?-

Con una mano en la puerta Alen os habla.

-¿Listos?

-Pues de por aquí, también vi una especie de telescopio largo que podría servirte

Se acercó a la puerta.

-Yo si, pero espera a que los demas tomen algo

-Aún nos puede suceder algo ¿no? no ha transcurrido mucho tiempo desde que nos inyectamos. El dolor ha desaparecido, pero viendo eso- señalo la rata y la miro con cierto desagrado, arrugando levemente la nariz -no estamos libres de que nos suceda algo.

Miro por todo el laboratorio en busca de algun objeto y Luna tenía razón, había otra escoba, la cual cogí -no puedo creer que esto esté sucediendo... odio las ratas y más las super ratas- suspiro resignada y camino hacia la puerta, ubicandome al lado de Luna y empuñando con firmeza la escoba -lista- asiento mirando a Alen.

Lo que parece un delicado aparato de precisión tiene entre sus piezas una barra metálica, sujetada a unos electrodos con cables que van a parar a una especie de miniordenador. Este aparato debe costar una fortuna, pienso mientras arranco de un tirón la barra. A tomar pol culo. Sopeso el arma y asiento para mí. Esto servirá.

Cuando queráis.

Andrue se va hacia un lado repentinamente, y escuchan varios ruidos como si algo se rompiera, luego de unos segundos se da media vuelta y vuelve hacia la puerta con un palo de madera, que tiene un tamaño de casi la mitad de el.

-Bueno, hora de cazar ratas ¡Yo voy primero!- se rió mientras se adelantaba hacia la puerta, pasando por ella repentinamente, para luego ponerse en guardia del otro lado, mirando a su alrededor.

'Bueno son ratas, no serán muy peligrosas...'*
 

En cuanto Andrue abre la puerta las dos ratas que habia en el suelo le miran y en cuestión de decimas le saltan encima.