Partida Rol por web

No me lo puedo creer. Al fin lo tengo ahí delante y no tengo mi palo para abrirle la cabeza. Aprieto los dientes de pura rabia y, por un momento, pienso en abalanzarme sobre él y arrojarlo al vacío, aún a riesgo de salir volando yo también.

Descarto la idea. No daría ni dos pasos y ya me vería acribillado por sus secuaces. No. Este juego lo ganará el más listo, no el más suicida. Hay que ganar tiempo hasta que se nos ocurra algo o la situación dé algún giro que nos favorezca, así que decido darle palique. A todos los genios malignos les gusta hablar de sí mismos.

- Hola Alen, al fin te hemos encontrado. Bonita fiesta la tuya, muy divertida y con un final con sorpresa ¡qué más se puede pedir! - sonrío.

Teníamos ganas de volverte a ver ¿sabes?, para agradecerte todo lo que has hecho por nosotros, sobre todo, la inyección que nos invitaste a poner. ¡Ah! y que por cierto, te inyectaste tú también ...

Claro, que supongo que ahora que todo esto acaba nos contarás de qué cojones va el juego este tan divertido que nos has preparado. ¿No es así, ... grandísimo hijo de puta?

Cada vez entendía menos ¿Por qué ahora sonreía de esa forma? si hasta parecía una persona normal...

Enarco una ceja al escuchar su acusación a Luna, imbecil y encima se pone sentimental -¿De que va todo esto, Alen?- lo miro fijamente, desafiente -deja el sentimentalismo y tanta idiotez; habla de una buena vez ¿A que jugas?- mi respiración se acelera -o ¿Eres tan patético, tan solitario que necesitabas companía de alguna forma? conmovedor...- ironízo la última palabra, frunciendo el ceño como gesto de lástima y llevando una mano al corazón.

-Je, je, je. Todo esto ha sido una prueba para probar las celulas con humanos y la psicología de nuestra raza. No pensaba que llegariais hasta aquí, pensaba que os rendiriais. Pero vamos... aun delante mia sigo sin ponerme en peligro. Porque Alen está practicamente muerto. Soy yo el que vive. ¿Que tenía que perder? Todo era una farsa...

Escuchais el sonido del movimiento de las aspas de un helicóptero. Poco despues un helicóptero militar llega desde lejos hasta detras de Alen.Seguidamente Alen se desploma, cayendo del edificio.

El helicoptero gira sobre si mismo, mostrando el hueco que posee en la mitad donde suelen estar los pasajeros. Un hombre de edad adulta esta de pie ahí. Os mira y os sonríe. Luego os habla en voz alta mientras el helicoptero se mantiene en vuelo alejado unos pocos metros del borde del edificio.

-Alen era mi marioneta...

-Menuda mierda de fiesta resultó ser esta -comentó con tono amargo- ¿me estas jodiendo? ¿Cuerpos muertos moviendose por algo al estilo parásitos? ¡A joderse!

Por alguna razón aquella falsa acusación le carcomía. ¿Quizá lo hubiese dicho por habese negado a la petición de matar a Dan? Pero eso no era su culpa, sino la de "Alen". De todas formas conforme hablaba dió algún ocasional paso acercandose a uno de los "policías", completamente desapercibidos como si fueran gestos del habla.

Fué entonces que, se encimó de repente sobre este, intentando quitarle el arma nuevamente. Sabía que si era mas o menos igual al otro no lo lograría y probablemente no la contara, pero al menos podría hacer de distracción.

-Que están esperando, ¡¡larguense!!- Esto último sonó mas a orden que a petición. No tenía tiempo para que se pusieran a discutir sobre que hacer, y tenían una chance de irse mientras...ella se las arreglaba, intentaba no pensar en lo que podía ser de si misma.

Me sobresalto al ver a Alen caer por el edificio, llevando una mano a la boca. Si, no había sido mi amigo del alma y estaba prácticamente muerto, pero sentía pena por él, por lo que aquel hombre le había hecho.

Enarco una ceja al ver al hombre mayor, pero, ¿De que va todo esto? cada vez entendía menos, aunque bueno, el misterio del conductor del bus ahora tenía sentido.

-Vaya, asi que los zombies son tus marionetas... -chasqueo la lengua -algo siniestro, tétrico y obviamente repulsivo...- miro al hombre de arriba a bajo -¿Y bien? ¿Qué quieres? ¿Que buscas? ¿Transformarnos y utilizarnos?- elevo levemente la voz al preguntar.

Me sobresalto al ver a Luna enfrentarse a ese hombre ¿La imitaba? miro a Dan, luego a Andrue en busca de respuesta.

Se esfumó mi anhelo de partirle la cabeza a Alen. Ha caido muerto y los acontecimientos giran extrañamente.

¿Quién coño es ese? ¿el padre? ¿qué ostias tiene que ver el ejército en todo esto?

Parece que estamos metidos en algo más gordo de lo que ya era, ¿qué podemos hacer? Cuando voy a pedir explicaciones al viejo, Sophia se me adelanta y Luna, harta de las conversaciones, arremete contra uno de los guardias, intentando darnos una vía de escape. Pero ... ¿hacia dónde huímos, si estamos en una azotea?

Se agotó la vía diplomática, pienso. Qué más da ...

- ¿Y a dónde quieres que nos larguemos Luna?, le pregunto mientras me lanzo sobre el otro guardia, tratando de desarmarlo también ...

-El ascensor sigue ahí, no te hagas y deja eso- repuso entre forcejeos. Por un segundo, estuvo tomando la ventaja y creyó que iba a arrebatar el arma. Pero de un tirón seco, aquel policía acabó con su iniciativa. Aún así, continuó jalando futilmente extendiendo la distracción lo maximo posible.

El policia forcejeado se aleja e intenta disparar a Luna fallando. El segundo acude en su defensa disparándola y rozandola, pero sin hacerle daño mas que una quemadura del roce.

Estos se alejan apuntandoos esperando la primera señal de movimiendo para disparar.

-Tranquilizaos. Es una larga historia. Todo empezó aquel día. Hacía tiempo que no visitaba a Alen y a Michael, el padre de Alen. Yo, el tío de Alen, fui a visitarlos desde Nueva York. Tenía pensado quedarme unos días y me presenté sin avisar, algo descortes quizá, pero les agradó la visita. Me adapte rápido a la nueva casa pero había una habitación que no la conocía, el "sótano". Una noche, como una pequeña curiosidad, intenté abrirla pero estaba cerrada. Me extrañó y se me vinieron a la cabeza malas intenciones que pudieran tener. Digo pudieran porque al principio solo entraba Michael, pero días mas tarde entró Alen. Supongo que leisteis la terminal en el laboratorio. Tras buscar y probar llaves encontré la adecuada.

Respira profundamente y continua hablando.

-Me adentré en el tunel y descubrí que estaban tramando allí. Algo para alargar la vida creo que era. Inmediatamente inspeccionar un poco el lugar me fui, cerrando la puerta con llave de nuevo. El día de despues, de noche, volví a entrar a inspeccionar un poco mas. Mientras exploraba encontré una pistola en un cajón, que, me asustó al principio pero luego le encontre la explicación, defensa propia. Con todo lo que había allí, las supuestas células y mi conocimiento científico vi un montón de posibilidades que hacer con las células. Pensaba que alargar la vida sería imposible de logar al 100% por lo que las modifique un poco. Con esas células capaces de entrar y controlar el sistema nervioso lo vi todo claro. Dinero, montones de billetes veia en mi cabeza mientras lo pensaba. Pero todo se interrumpio cuando entró él... Michael me dijo: "¿Que has visto?" me quedé callado entonces el volvió a hablar. "Lo siento Seid, tengo que hacerte olvidar lo que has visto" se dirigió hacia un estante y cojió una jeringa. "Ven aquí" me dijo. Yo saqué la pistola sin pensarlo dos veces. No podía dejar pasar el tren. Un único tiro en el entrecejo bastó.

Sonríe y mira hacia un lado.

-Luego entro su hijo asustado por el disparo. Mientras le apuntaba tuve una mejor idea. Le até hasta que consegúi alterar las células. Entonces las probé con él. Al ver que funcionaban, me integré en la sociedad para buscar nuevos objetivos con los que probar las nuevas celulas. Ahí entrasteis en acción. Os inyecté las células a todos vosotros de los cuales vosotros cuatro sobrevivisteis, el resto no. Mi objetivo era probar las células y su antídoto y vosotros lo hicisteis por mi. Cuando todo terminó, bueno, decidi probar un poco vuestra psicología y poneros a prueba. De esto escribiré un libro.

Hecha una carcajada y luego vuelve a ponerse serio.

-Por cierto, el helicoptero me lo prestaron los del cuartel cerca de por aquí. Bueno, esa es la historia. Ah y Sophia, no son Zombis, son personas. ¿Mas preguntas?

-No hay mas preguntas, mejor vete largando porque como consiga quitarle el arma a uno de estos cabrones te coceré a tiros desde aqui

Sabía que hablar no era sabio, pero no estaba con demasiada cabeza para pensar bien y solo pudo advertirse esto luego de haberlo dicho. Ahora habló en tono mas bajo, para evitar que le escuchara el del helicoptero.

-Enserio, dejen de hacer el pavo y larguense ya cabrones, que casi me como dos disparos por nada. Este tipo no nos va a dejar salir ilesos por el clasico "sabemos demasiado" de las pelis. Si no, ¿creen que se arriesgaría a contarnos todo y dejarnos sabiendo donde esta la evidencia y todo eso?

El mal humor le estaba pudiendo ya, pero a su modo estaba intentando que salieran con bien.

Mierda, ¿así que esto es jugar al heroe? Joder, porque no lo hace el casa-nova si iba de valiente antes...

Echó un vistazo alrededor, por si había algo que pudiera ser de relativa atención. Algo que les diera ventaja quizá...¿que tal un sistema de alarma?

Después de los intentos de desarmar por sorpresa a los polis, la situación vuelve a estar donde estaba. Ellos apuntandonos con sus pistolas, el viejo dando explicaciones y nosotros allí quietos. Gracias a Dios, Luna ha salido ilesa de los disparos y sigue empeñada en sacrificarse para darnos una oportunidad de huir.

Miro su cara malhumorada y su furiosa mirada y pienso por un instante si no podría ser que me guste esa chica. Lo malo es que no hay tiempo para perderlo escudriñando los propios sentimientos, así que aparto la idea. Lo que sí que tengo claro es que no voy a huir como un conejo mientras la fríen a tiros. No hemos llegado hasta aquí para eso.

- Yo no me voy de aquí sin acabar de saberlo todo, que me está gustando esa historia que cuenta -miro primero a Luna y luego al hombre del helicóptero.

Y estoy intrigado por el funcionamiento de ese suero ... ¿por qué le obedecen a usted? ¿cómo hace para gobernar sus voluntades?

Quiero saciar mi curiosidad pero, a la vez, trato de ganar tiempo hasta que alguna circunstancia se vuelva a nuestro favor. Si no, me parece que estamos muertos ...

Llevo las manos a los oídos al escuchar el sonido del arma. Cierro los ojos por un instante, ruego para que nadie estuviera herido.

Tras unos segundos, abro lentamente los ojos y bajo las manos al mismo tiempo. Todo estaba bien, por decirlo, afortunadamente no había heridos.

Permanezco en silencio, escuchando la peculiar y escalofriante verdad. Eramos un experimento ¿Debíamos estar agradecidos por haber sobrevivido? maldito, era imperdonable lo que había hecho.

Daba igual pedir explicaciones, ya sabíamos que éramos ratas de laboratorio, solo necesitaba saber algo -¿Moriremos?- pregunto mirando al hombre, con seriedad e indiferencia, pero a la vez, sentía miedo de su respuesta -¿Existe algun peligro? ¿Qué contraindicaciones existen?- bufo exhasperada -habla sin rodeos de una maldita vez, estamos agotados ¿No te das cuenta?

-El suero es algo dificil de comprender. Pero si os lo cuento con fundamentos basicos lo entendereis. Esas células como sabreis o deberiais saber si explorasteis el laboratorio, llevan implantes digamos que... informaticos o mecanicos. Cuando se inyectan en la sangre empiezan a ascender por la misma hasta el cerebro. Una vez allí se reproducen por división en otras células sin implantes, pero de su codigo genético. Cuando ya han reproducido las suficientes, cosa que ocurre en un proceso rápido, las celulas robotizadas mandan señales eléctriicas a las células con su mismo ADN. Entonces estas comienzan a controlar el sistema nervioso. Luego, yo, les envio mensajes "mentales" a las celulas robotizadas que a su vez le ordenan a las celulas sin implantes a que el sitema nervioso haga tal y cuál. Por lo que yo ordeno que quiero que hagan, e incluso con las suficientes dosis puedo controlar a los sujetos viendo desde sus ojos. Claro que para que todo eso funcione yo tambien tengo que tener esas células pero las tengo "domesticadas" por lo que nadie puede controlarlas.

Se rasca un poco la cabeza sin darle importancia al tema.

-Ah, y por supuesto las células tienen un sistema que impiden que el organismo o los anticuerpos las rechace.

Mira a Sophia y se dirige a ella.

-No teneis las celulas implantadas ya. Por eso no te preocupes. Pero con toda la información que os he dado no os puedo dejar escapar. Y os preguntareis, ¿y por que nos la da? No lo se, pero necesitaba a alguien a quien contárselo. Luna, sigue soñando anda. Si se la consigues quitar y dispararme te aplaudiria.

Yo mientras discutían me mantenía al margen pasando desapercibido. Cuando menos se lo esperaban consigo acercarme al policia y desarmarle cogiendo la pistola y apuntando al hombre del helicoptero.

-¡Muere hijo de puta!

El hombre recibe el balazo en el pecho y se agarra a lo que puede mientras saca algo del bolsillo.

-¡Iros al infierno!

Tras pulsar un detonador una explosión en la planta baja del edificio hace que todo empieze a temblar. Tras esto el hombre se sienta dolorido apoyado en la chapa que separa la cabina con la zona de tripulantes.

Mientras tanto el policía aun armado apunta a Andrue y, como no, falla.

Del ascensor salen dos policias mas derrepente y os apuntan a Andrue y a Luna. Ambos abren fuego. El segundo policia falla. Pero el otro consigue impactar en Luna.

Luna cae al suelo con una bala en el pecho. Parece bastante herida.

-¡Toma ya! gritó con algo de sorna al tipo del helicoptero cuando el disparo le dió de lleno. La alegría le duró poco, claro.

Ahora desde el suelo gruño algo.

-Mierda...al menos ese cabrón se llevó una probada de lo mismo...ya era hora de que te agilizaras, ¡cabronazo! -esto ultimo lo dirigió a modo de reproche a Andrue- Y que esperas, ¡sigue dandole! Si me voy a quedar aqui, quiero que ese caraculo me acompañe para meterle sus celulas no se que donde el sol no llega -Escupió una mezcla de saliva y sangre e hizo amago de moverse, pero solo se encogió y se quedó ahí, apretando la herida de que no tardó en empaparse de su cálida sangre.

Mientras el hombre hablaba, enarco una ceja y lo único que entendía era bla bla bla bla, la ciencia nunca me había interesado y poco entendía de ello, lo único que entendía era que por todas esas tonterías, moriríamos.

Abro mi boca para decirle cualquier sarcasmo y todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos. Me agacho al escuchar el primer disparo, llevo las manos al oído como reacción al ruido de los disparos.

Mi corazón late frenéticamente al escuchar la explosión, de ésta no salíamos, estaba completamente segura. Comienzo a jadear y a mirar por todo el lugar en busca de una salida, pero, ¿Como ponerme en pie con balas pasando de un lado a otro?.

Mis ojos se desorbitan al ver el impacto en Luna. Las palabras no salen de mi boca, mi gargante se seca. Este era el fin.

Sin ponerme en pie, me arrastro hasta ella, con lágrimas en los ojos, debía estar bien, tenía que estar bien. -¡¡¿¿ Luna!!??- pregunto en un tono elevado, agudo, casi un grito -respóndeme, por favor...- agrego sin detenerme ya estaba casi a su lado.

La sangre en su pecho produce mareos y algo de náuseas. Acerco mi mano hacia ella, temblorosa, rogando porque estuviera con vida.

En esta vida hay una clase de tipos a los que todo les sale bien. Ahí tenemos a Andrúe, sonriente, con una suficiencia insultante, haciendo lo que otros somos incapaces de hacer.

En un abrir y cerrar de ojos ha desarmado a uno de los polis y le ha acertado un disparo en medio del pecho al científico loco. El edificio comienza a temblar producto de una explosión y los polis reaccionan al tiroteo...

¡Luna, no!

Con una rabia incontenible y los ojos humedecidos, corro hacia el poli que le ha disparado. Mientras lo hago, saco del bolsillo aquella navaja que encontré sobre una caja llena de tubos, en aquel pequeño almacen. Te voy a rajar por la mitad, cabrón hijo de puta.

Ensartas al policia y acto seguido escupe sangre. Antes de su ultimo suspiro pierde la blancura en los ojos y te mira con ojos humanos.

Los dos policias armados restantes disparan a Dan pero sin llegar a impactar.

Notais que el edificio se tambalea cada vez mas. Se empieza a inclinar hacia los lados sin estabilidad. Luego oís a el hombre del helicoptero reirse alocadamente.

-Estoy bien, solo me perforó un pulmón, o el hígado, o a saber... -rezongó, aunque luego dijo de forma mas suavizada- gracias.

Intentó apoyarse algo para ponerse de pie. Le dolía terriblemente el esfuerzo pero aunque fuera por los pelos, podía.

-Dejen eso, ¡si no nos largamos de aqui el edificio se va a caer!

Vale, era dificil solo ignorar a unos tipos que te disparan a quemarropa. Pero lo cierto es que no había de otra. Se acercó a uno de los bordes del edificio andando a duras penas, y echó un vistazo, y si lo que buscaba no estaba en alguno de los bordes podían esperar un milagro. Se limpió la boca de mas sangre que estaba queriendo ahogarla. Sabía que en casi todos los edificios altos, había una de esas plataformas que usan los limpia-vidrios para alcanzar las ventanas desde afuera. Volver abajo con el lugar cayendose no era la idea mas brillante, que digamos.

Asiento como respuesta al agradecimiento de Luna. El tambaleo del edificio no ayuda mucho a las nauseas y mareo que sentía. Cierro los ojos e inspiro unas cuantas veces, ignorando por completo la reacción de Dan.

-Apóyate en mi, anda- le digo a Luna al tiempo que abro los hombros y la tomo por su brazo con cierta delicadeza, lo último que deseaba era que sintiera más dolor -larguémonos de aquí cuanto antes; espero lo logremos...- giro la cabeza hacia Dan -¡eh, ayúdame. No hay tiempo que perder!- grité.