Partida Rol por web

Morgana se mordio el labio, eso sin duda habia sido una patada para su orgullo.

- Tu te lo pierdes -se encogio ella de hombros- Y no me llames Morg, mi nombre solo tiene dos sílabas, no hay necesidad de abreviarlo.

Kalalo saco sus dedos y empezo a contar...

-"Mor - ga - na"- Tres, se rasco la cabeza y empezó de nuevo -"Mor - ga - na"- TRES, se volteo a la "guerrera" y le dijo en tono gracioso -"Francamente espero que muevas tu cuerpo mejor que como cuentas. Y que conste que me refiero a tus cualidades de guerrera "corporal" "-.

- ¿Acaso tu no te equivocas nunca? -dice Morgana alzando una ceja, totalmente inexpresiva- y cuidadito con tus insnuaciones...

El guerrero alzó la mano derecha y dijo -"Prometo tener cuidado al insinuarme a ti"-. Y siguio lo mas de contento mirando traseros a diestra y siniestra...

-Creo que nuestra anfitriona tiene mejores cosas que hacer que oíros a vosotros, así que vamos a lo importante.

Y mientras sonreía a Lis dijo. -Proceda cuando usted quiera...

La niña no había dicho nada, ni siquiera se había presentado y no parecía tener intenciones de hacerlo. Simplemente se acerco al grupo y se sentó en el suelo mientras escuchaba atentamente las peleas de algunas, las fanfarronerías de otros y al final de cuentas las tonterías variadas que habían dicho todos desde que Lis habló. Solo esperaba que la mujer que les había hecho reunirles se impusiese pronto y hablara. 

Sin levantar demasiado la voz y con de manera muy suave y calmada dijo:

- Yo soy Enya, hija de los bosques, no tengo ninguna razón para estar aquí salvo el mero hecho de poder ayudar a la gente con problemas. No tengo más lugar a donde ir. Así que este es un buen camino tan válido como cualquiera.

Así que abrió los ojos, se abrazo las piernas y puso a Lindo entre sus piernas mientras esperaba.

Total tampoco nadie parecía hacerla mucho caso, y eso era casi lo mejor para ella, esa era su mejor arma.

Aún con tono distraído Elnora acabó sumándose al grupo, su atención se centró en tres personas, la niña, que por algún motivo acababa de ver y le hacía estar concentrada, la mujer ataviada para el clero, que sería quien encargaría el trabajo que hubiere de desempeñar, y el clérigo que parecía mantener una estrecha relación con la muerte, y por ende con las almas.

 Se percató rápidamente de que parecía muy interesado en las féminas, algo que jugaba a favor de la bruja, por lo que decidió aprovecharlo y sutilmente se paseó por delante de sus narices marcando sus curvas mientras parecía observar a Lis.

Lis no entendía mucho lo que estaba ocurriendo entre aquellas mujeres. ¿Eran pareja? ¿Fueron pareja?

Aún así, ella no iba a juzgarlas, siempre que hubiera amor entre ambas...

No discutáis, el amor es bello en cualquiera de sus variantes dijo sonriendo.

Me he dado cuenta de que no todos vosotros me habéis dicho vuestros nombres, y algunos tampoco los motivos de venir aquí dijo mirando directamente a los acusados. Después, se acercó a Elnora y la dijo.

¿Cuál es tu nombre?

Después de la contestación, se dirigió al medio de todos, y, juntando las manos, empezó a hablar.

Si hemos pedido ayuda, es por una situación que nos ha desbordado. Como habéis podido ver con vuestros propios ojos, esta aldea está rodeada de un bosque. En toda nuestra historia, nunca habíamos tenido problemas con los animales que la habitan... Hasta hace unos meses. Nos atacaron unas bestias salvajes. Destrozaron a una pequeña parte de nuestro ejército. Al principio pensamos que fue algo fortuito, animales con hambre o buscando nuevos territorios... Pero los ataques continuaron. De hecho, cada vez eran más agresivos y, lo peor de todo, parecían organizados. Eran similar a un ejército, como si alguien los dirigiera...

Una pequeña lágrima surcó la mejilla de Lis. Resuelta, levantó la mirada a los aventureros.

Existen rumores que dicen que el señor del castillo es el culpable. Los susurros nos cuentan que hace tiempo quiso tomar estas tierras por la fuerza, y conseguimos repeler sus ataques... Pero parece que esta vez es capaz de acabar con todos nosotros...

Sarita se contuvo de preguntar quien era ese señor del castillo. Prefirió esperar a que otro hiciera la pregunta. Cuanto menos se fijaran en ella, mejor.

- ¿Amor?¿Con ella? Nah, yo prefiero los hombres, que tenga la mente abierta no significa que milite en el otro ejercito... en cuanto al señor del castillo, hablanos de él.

El señor del castillo... Parecía como si a Lis le diera cierto respeto o temor hablar de él, pues se puso aún más seria si podía 

No sabemos mucho acerca de él. Ni siquiera le hemos visto, sólo su presencia se hace notar. Enviamos a un grupo de tres diplomáticos para que hablaran con él, para saber si era el causante de los ataques y de conocer los motivos. 

Como no teníamos noticias, a la semana enviamos a tres miembros de nuestro ejército... Y tampoco supimos de ellos.

Y poco después, fueron el resto. Al cabo de los días llegaron unos osos portando un gran saco. Cuando abrimos para ver que era, comprobamos que había una nota Rebuscando por sus ropas, saca un papel De hecho, esta:

Meca apareció entre vosotros y se acercó a Lis en el hombro.

Cuando estábamos leyendo la nota, los dos osos nos atacaron. Habíamos sido tan poco precavidos que nos habíamos quedado en la puerta leyendo la nota. 

Por suerte, yo acabé con uno de ellos, y Lis y Bell con el otro.

No podemos aventurarnos a ir al castillo, pues, por un lado, sólo somos tres, y por otro, la aldea se quedaría sin protección ante un ataque directo, por eso hemos pedido ayuda

Para eso estamos nosotros señoritas. Acabaremos con el señor del Castillo y recuperaremos las cabezas de los caidos en batalla para que se reunan con sus cuerpor. Solo tengo 2 preguntas más, ¿Como? y ¿Cuanto? - hizo una breve pausa y al ver la cara de Lis concreto.-  ¿Como encontraremos al señor del Castillo? y ¿Cuan alta la recompensa?

¿Recompensa?????.- Sarita alzó la cabeza.....Por fin algo que le interesaba

Casi sin querer dio un paso adelante, interesada ahora en el tema

Elnora respondió amablemente a la pregunta de Lis acompañada de una sonrisa, sin embargo por dentro ya estaba buscando la manera de destriparla por haber interrumpido su maniobra, aunque eso no le impidió escuchar todo lo que había acontecido en la aldea. ¿Y desde cuando se sabe de la existencia de ese señor del castillo?

Si era antiguo también debía ser poderoso, cualquier medio le serviría para alcanzar su objetivo.

Kalalo habia permanecido extrañamente silencioso, quizas era uno de aquellos pocos momentos de concentracion verdadera.

Al final volvio "en si" para decir:

-"Pues dadme una buena comida, bastante vino y prometo ir a acabar con ese "señor del castillo" antes que caiga el sol"- Puso sus manos en la cintura en posicion de victoria -"Para mi no hay mejor recompensa que el honor de ayudar a estas personas... y, claro, la mano de la hija del Rey con la mitad del Reino como bien lo mandan las historias antiguas"-.

Etelimas desvió la mirada hacia la mujer morena que se movia de forma felina. La verdad es que no estaba nada mal tampoco... pero Lis y Meca desviaron su atención revelando nuevos detalles sobre la misión.

¿Una carta que podría haber escrito cualquiera? ¿Ello probaba que había sido el "Señor del Castillo"? Ni siquiera habian firmado. Si fuese el "Señor" usaría su sello para marcar la carta, pero no era así. Más probablemente se podía deber a un grupo de druidas con mala hostia. O un grupo de licántropos.

Miró de reojo a Kalehid, debería comentarselo en privado más tarde, aunque seguramente a él también se le habría ocurrido.

En ese momento, la hermosa Adélaïde se pronunció e hizo una pregunta muy interesante sobre el total de la recompensa. Entonces Etelimas volvió a prestar completa atención a Lis, a la espera de la respuesta.

Kalehid estaba escuchando atentamente a Lis cuando Elnora pasó justo por delante suya se inclino hacia un lado para no perder la atención de quien le estaba hablando.

Cuando sus compañeros empezaron a hablar de la recompensa Kalehid pensó en lo materialistas que eran la mayoría del grupo.

Volviendo ya a sus pensamientos, reflexionó en cómo podían abordar la situación y al final dijo.

-Deberíamos ir a ver a ese señor y si no quiere entrar en razón, tendremos que combatir. Pero mejor esperar a mañana que hoy Etelimas y yo hemos venido de muy lejos.

Lis puso su corazón y el problema de su pueblo en la mano de aquellos aventureros... Y se lo estrujaron al hablar de recompensan

¿Ponen un precio a las cabezas de este pueblo? Con esa actitud, puede que les cobre yo por alguna cura si lo necesitan...

Serena, contestó a sus preguntas

-No hemos puesto una cantidad de recompensa, pues no sabíamos cuántos aventureros vendrían ante nuestra llamada de auxilio. ¿Tienen en mente algo?

-Señor Kalalo... esto no es ningún reino. Aquí no hay reyes ni sus hijas. La representante del pueblo soy yo.

-No se sabe desde cuando existe, pues no conocemos su forma ni su habla, sólo su presencia. Es una historia muy antigua, así que es posible que haya habido varios Señores del Castillo

-Para dirigirse al castillo, les mostraré una salida secreta del pueblo para acceder a la puerta de atrás. Se deberán internar en el bosque y el castillo siempre se ve. Si no lo vieran, sólo deben subirse a algún árbol.

Tomen total libertad para visitar el pueblo, aunque la noche está llegando. La taberna está allí.

Señaló a una casa que tenía en la puerta un símbolo de un gorrión

Aquí les dejo, tengo cosas que hacer en el templo

Habia pensado, que ha modo de recompensa podriamos quedarnos los tesoros que encontremos. Siempre que le parezca bien, y a mis compañeros tambien. - dijo Adélaïde mirando a su alrededor.- Si no hay más que debatir me dirigire a la posada, Colera y yo hemos hecho un largo viaje para llegar hasta aqui. Dicho eso, espero a ver si alguien mas decia algo y se dirijio a la posada, entro al establo donde limpiaria a Colera y le alimentaria.