Partida Rol por web

- Asi que masajes...¿Podrias demostrarme lo que sabes hacer? Me duelen un poco los hombros -dijo Morgana señalandose la espalda y sonriendo maliciosa.

Cuando vio que en aquel lugar dejaban de prestarle atención apuró sus últimos tragos y se machó de allí haciendo un gesto con la manos a los presentes. Mañana iba a ser un día largo y no podía perderlo entre bebidas, mujeres salidas y hombres aún más salidos.

Valanthien se fijó en Enya... Esta mujer se ha dado cuenta ya, estas noches sólo pueden acabar en mañanas de resaca.

-Feredor, me retiro a mis aposentos. Buenas noches a todos. Mañana será un gran dia; mañana... comienza la aventura.

Y sin mas subio las escaleras hacia su cuarto.

Sin esperar a nadie, os vais juntos a vuestra habitación.

Esperáis a que cada uno de vuestros acompañantes se vayan a su habitación. Contáis las pisadas de la gente, sabiendo que, hasta el tabernero se ha ido a dormir.

Kalehid sale de la posada y utiliza su conjuro de disfrazarse para cambiar su aspecto.

Mientras tanto, Etelimas se prepara para empezar con la acción

Kalehid le hizo una señal a su hermano en la habitación para que salieran ya. Estaban todos en sus habitaciones, era el momento justo para hacer lo que llevaban algún tiempo planeando.

Kalehid bajo primero, antes se había vestido y usado el conjuro de disfrazarse se convirtió en un muerte viviente, mas parecido a un esqueleto.

Una vez fuera de la posada, intentando hacer el menor ruido, se dirigió al centro de la plaza para su actuación maestral.

Viendo que las conversaciones cesaban y todos comenzaban a ir a sus aposentos, Elnora decidió que era momento de utilizar la cama que tan amablemente le había ofrecido Etelimas, pidió un vaso de agua y sin demorar más subió a la habitación.

Tras el anuncio del tabernero Etelimas pensó que Elnora decidiría pedir una habitación propia, pero para su sorpresa le cogió la llave de la mano y se marchó escaleras arriba. Eso solo podía significar dos cosas... y ambas indicaban que su necesidad de que le pagasen la habitación era una excusa. O esa pedazo de mujer necesitaba urgentemente su compañia y/o algo más (ojalá fuera así), o lo hacía por interés. Pero su papel solo era el de guardián de Kalehid, lo lógico en éste último caso era que ella hubiera ido con él... aunque claro, él parecía tener bastante dinero con aquellos ropajes enjoyados... ¿Qué importaba? Ambas hipotesis parecían conducir al mismo resultado... Pero ahora debía ir con Kalehid... Rezó por que todo fuese bien y que aquella mujer le siguiera esperando en la habitación más tarde.

Pensado todo esto subió por las escaleras a paso ligero.

Con la estancia cada vez mas sola, Kalalo se levanto y haciendo sus dedos tronar al entrelazarlos, se dispuso a mostrar sus cualidades en el fino y delicado arte de masajear un cuerpo femenino.

-"Con su permiso, Lady Morgana, la tension se acumula preferentemente en los musculos del cuello y los hombros"- Sus manos hicieron precion suave pero firme sobre la zona indicada, y sus dedos empezaron a describir circulos sobre los musculos tensionados, forazandolos a distenderse.

Morgana sentia como sus musculos se relajaban al tacto de Kalalo.

- Tienes buenas manos -dijo Morgana- Quizás algun día te deje masajear algo mas...quizás

Tras hablar con Kalehid, Etelimas se dirigió a su habitación. Tocó levemente la puerta y comprobó que la mujer (la cual había ignorado alegremente la pregunta de Etelimas acerca de su nombre...) había tenido el buen tino de no cerrarla con la llave. entró con cuidado, tratando de no hacer ruido por si ella estaba durmiendo. Asomó la cabeza por el hueco y miró.

Elnora llegó a la habitación esperando que Etelimas estuviera ya en ella, pero no encontró a nadie, cerró la puerta con llave y comenzó a cambiarse, sin mucho reparo lanzó la ropa a la enclenque mesita de noche que había junto a la cama y buscó entre sus pertenencias su camisón, que intencionadamente le llegaba tan solo hasta la mitad de los muslos, y aprovechando que seguía sola lanzó sobre si misma una influencia cautivadora, que indudablemente la ayudaría a seducir al hechicero, después le quitó el cerrojo a la puerta y se acostó.

Etelimas no tardó en llegar, fingiendo como era habitual en ella mostró miedo ante la entrada del hombre, aquello la haría parecer frágil, algo que sabía a ciencia cierta que excitaba a los hombres. Ah, eres tú, me había asustado al oir la puerta estando aquí tan sola.

Meca está dando vueltas en la atalaya cuando cree oír un ruido dentro de la ciudad. Se concentra en el lugar de donde cree que procede el ruido, y, en voz alta, dice

¿Quién anda ahí?

-Solo soy yo. -dijo Etelimas esbozando una sonrisa tranquilizadora. La miró de arriba a abajo- Veo que ya te has puesto cómoda... me sorprende que te hayas dado tanta prisa tras decirme que aún era pronto para ir a la cama. -"Por interés o no, lo ignoro, pero ésta busca tema sí o sí. ¡Genial!".

Extendió el petate que había traído de la habitación de Kalehid en el suelo, junto al colchón de paja.

-Y os recuerdo que aún no me habéis dicho vuestro nombre. -dijo suavemente mientras estiraba correctamente el petate.

Bueno, la mayoría han decidido irse ya a la cama, así que he seguido su ejemplo, parece que todos quieren portarse bien, y mi nombre es Elnora.

La promesa de Morgana, porque para Kalalo era una promesa, avivó aun mas al guerrero, que sin emgargo no puso en riesgo sus manos propasandose en el masaje, despues de todo mañana será otro dia.

Bajó un poco mas hasta la espalda, aprentando con fuerza a los costados y admirando la suave y dorada piel de la amazona guerrera.

-"Pocas cicatrices para una valiente guerrera... o eres muy buena o quizas te han faltado dignos rivales"- Dijo Kalalo mientras se volvia a sentar y tomaba otro trago.

Morgana se acomodó tambien y tomó otro trago

- Las tengo...pero delante, no detras, nunca doy la espalda a un enemigo -dice bebiendo otro trago- ¿Que hay de ti tienes cicatrices y marcas de guerra de las que fardar?

¿Cicatrices por delante?. La imaginacion de Kalalo fue lejos... muy lejos; hasta que sintio algo bajo el vientre que le hizo "regresar".

-"Claro que tengo cicatrices!... ¿ves esta de aqui?"- Dijo mostrando el bicep derecho, forzando el brazo para hacerlo ver mas grande -"Me lo hizo un Troll de mas de 3 metros poco antes de quedar sin brazos"-.

Morgana empezo a reir, no dijo porque.

- Bueno, es tarde, yo me voy a dormir -dijo levantandose y dirigiendose a las escaleras- Espero que mañana me demuestres de que estas hecho.

Kalalo se quedo admirando la magnifica armadura de Morgana, tan bien ajustada a sus feroces curvas.

-"Te lo demostraria esta misma noche, pero si fuera asi mañana no podria estar en completa forma para la aventura"- Dijo riendose.

Se quedo solo, pensando. Muchas cosas en que pensar... mas de una hora despues se fue a dormir, tambaleante y contento, como siempre.