El nombre de un tipo y de un local. No necesitaban ninguna información adicional. El siguiente paso en la misión acababa de presentarse ante el trío.
Esas advertencias de Dick el Pequeño, ya fueran en clave de amenaza o se tratasen de un consejo real, no bastaban para disuadir al luchador marcial en el cumplimiento de su trabajo. La definición de miedo (o instinto de autoconservación) no entraba en el vocabulario de los Armstrong.
Dando por zanjado el interrogatorio, Jeff caminó hacia la puerta de la vivienda con el designio de ir a aquel próximo destino en el barrio ruso, el Café Leningrad. Allí, si los dioses ninja le sonreían, encontraría pistas sobre Kojiro y lo que le habría sucedido al amigo de su padre.
¿Puedo usar un punto de héroe o algo, para que la casa de Dick el Pequeño explote cuando salgamos? (Porque los malos le han puesto una bomba, por supuesto, siguiendo los canones de las pelis de accion molonas)
Y que mientras que McTaker mira asustado, Jeff (que es el tio mas duro) sigue caminando. Porque los tios guays no miran las explosiones.
"Eres un traidor, Dick el Pequeño. Estás traicionando al tito Sam"
"¿No sientes el orgullo de la patria? ¿EL orgullo de los USA? Desde luego que no. Pero cuando nos vayamos de aquí, cuando te quedes en tu pozo vacio de excrementos recuerdalo siempre"
"No pienses que puede hacer tu país por tí. Piensa que puedes hacer TU por tu país!"
Mientras digo eso, con una pose muy digna, casi puede oirse el sonido (enlatado) de un águila imperial americana graznando mientras vuela, y suena un tema de lo más molón.
"Be a real american! Hmpf!!!"
Tras eso, Brett encabeza la salida. Va a llamar a su cuerpo especial de seguridad para que arresten a este tipo, si llega a tiempo, por cimenes contra el banco, contra la supremacía del dólar, contra el banco, contra los USA, y sobre todo contra el banco.
Kate observa a sus dos compañeros marcharse sin más, y luego mira hacia Dick y a sus compañeros alternativamente, extrañada. "¿En serio?", pregunta. "O sea, sabéis que en cuanto salgamos por la puerta va a coger el teléfono, ¿no?", habla casi para sí misma. "Acaba de traicionar a la mafia rusa, hará lo que sea para salvar su culo envuelto en gallumbos blancos". Esa referencia hizo que la pregunta sobre la ropa interior cobrara todo el sentido.
La joven apuntó con el arma a Dick y lo hizo echarse al suelo; "Así tendrás que esperar a que vuelva tu amiguita, si es que vuelve, y no nos encontraremos con una trampa", afirmó mientras le ataba las manos y los pies con el cable de la lámpara de la mesilla. "Si van a matarnos, que sea con los mafiosos que haya en el bar y no con todo el ejército ruso", terminó después de inmovilizarlo lo mejor que pudo. La verdad es que disfrutó haciéndolo.
Al salir observó a Brett y a Jeff y les enseñó las llaves que colgaban de su dedo. "Tengo una furgo", sonrió.
Vamos al barrio ruso :)