Partida Rol por web

Escena 1: “La llegada del mal...”

Es el día 7 de abril de 1890... Santa Clara, Texas. Santa Clara esta sufriendo una racha... Parece haber una epidemia de peste que esta acabando con su ganado y hace bastante tiempo que no pasan forasteros para comerciar. Si eso sigue así, dentro de poco la gente de Santa Clara deberá emigrar...

El pueblo se encuentra en absoluto silencio... Solamente se escucha el viento en las calles y unos chiquillos jugando afuera con lo que parece ser un balón... Entonces, a lo lejos, los chiquillos ven a 7 jinetes cabalgando hacia la entrada de Santa Clara.

- ¡Oh! - Exclaman los niños. - ¡FORAAAAASTEEEROOOOOOOOS! - Acaban gritando estos, intentando avisar a sus familias y vecinos.

Tras lo que parece ser el grito de estos, mucha gente se asoma por las ventanas de sus casas, otros salen a las calles para contemplar lo que parece ser un milagro.

Los jinetes parecen haber llegado ya a la entrada del pueblo, y comienzan a avanzar lentamente en sus caballos, contemplando a los vecinos y como están tan interesados en ellos...

Sin embargo, hay un fuerte silencio... Todos están callados, al igual que los jinetes, contemplando la escena, mientras estos, piensan lo que van a hacerle a este poblado y sonríen para sus adentros...
Y entonces, se rompe lo que parece ser el silencio... Un hombre sale de entre la multitud, andando lentamente. Parece ir vestido con un chaleco, un sombrero típico de vaquero y hay algo que brilla en el chaleco. Una placa redonda con una estrellita donde se puede leer “Sheriff”. El hombre toma una postura de descanso mientras se apoya con sus manos en su cinturón, haciendo a la vez un aviso enseñando el revolver que cuelga del cinto. (Continua...)

- Mi nombre es Bill, forasteros. - Tras decirlo, sigue en su posición tranquila y a la vez, autoritaria.  

 - Espero que hayáis venido con buen afán y con ganas de comerciar. El pueblo va en decadencia y hace tiempo que no pasan por aquí unos forasteros... Contarme... ¿Por qué habéis venido aquí?

Teniamos entendido que Santa Clara era zona de paso de comercio con Mexico y por tanto un lugar donde se podria encontrar facilmente trabajo.

Digo señalando a mis dos compañeros.

Que ha ocurrido?.

- No lo sabemos a ciencia cierta... Simplemente, dejo de llegar gente a la ciudad, cada vez llegaban menos y tampoco nos llegan noticias de las demás ciudades... Solamente nos llega algo de Mexico al estar cerca de Santa Clara... - Bill se frota la cabeza, expresando un poco de cansancio - Y entonces, paso lo peor, hubo una epidemia de peste entre el ganado y ha muerto bastante de ellos. Ahora, debemos comer menos para racionarnos la comida...

Doy un paso al frente hasta quedar un poco detrás del hombro izquierdo de Kid. Miro el revólver del sheriff durante unos segundos, como si no me gustara que lo ostentara tan descaradamente ante nosotros, pero al final no le doy más importancia al asunto.

- Parece que la situación aquí es una completa porquería -digo con un gruñido.

Dichas estas pocas palabras, vuelvo a sumirme en el silencio, mientras miro a la gente y los alrededores, intentando divisar un establo, y, por qué, una taberna. 

 White miraba por la ventana del salón de Santa Clara, estaba junto a la barra, tomando un trago de ese mata ratas aguado que Patrick, el camarero se empeña en hacernoslo pasar por whisky.

 Las cosas no iban bien, y por desgraca, la experiencia le había enseñado que las desgracias nunca llegan solas. Estaba sumido en estas reflexiones cuando escucha la estridente voz de Timy, el mocoso de los Everson, anunciando la llegada de forasteros.

 ¿Comerciantes?

 Se fija en las siete figuras que llegan y de como Bill los recibe e informa de la situación.

 Stack

 Es todo lo que sale de sus labios mal afeitados, un chasquido con cierta nota de desagrado, al ver a esos tipos con tantas armas y tan poca cosa para comerciar.

Al oir el grito de "forasteros" Jeff se acerca a la puerta de la tienda y se apoya en ella, recordando su discusión con Michael esa misma mañana.

- ¡Maldita sea! ¿Por qué quieres que me quede en la tienda estos días? No queda prácticamente nada para vender, ni dinero en el pueblo para comprarlo. Al menos si salgo de aquí unos días podré traer algo de caza, y no tendremos que seguir comiendo judías enlatadas una y otra vez. - le había dicho antes de irse dando un portazo.

Observa al sheriff acercarse a los recién llegados y escucha su conversación.

¿Trabajo? - piensa - si no tenemos ni comida. A este paso el único trabajo que hará falta en este pueblo es el de enterrador.

Se queda apoyado en la puerta de la tienda, dándole vueltas a una idea en su cabeza mientras sigue escuchando a los recién llegados. Le gustaría hacerles unas preguntas, pero no suele ser bien recibido en conversaciones ajenas, así que ha aprendido a esperar.

Maldita sea si no hay comercio este pueblo no tendra dinero y no tenemos nada que hacer aqui.

Bueno pues entonces me temo que si estan tan mal las cosas tan solo pasemos aqui la noche antes de buscar otro destino.

James había estado guardando silencio durante toda la conversación, con la cabeza gacha y el sombrero en la cabeza, lo que hace imposible que los demás vean su rostro.

- Sí... Kid, tengo el culo lleno de moratones y estoy algo cansado.- dice mientras levanta la cabeza y deja a la vista una cara llena de cicatrices.- Bien, ¿por donde queda la posada caballeros?

- Hay una pensión en esta misma calle – Bill levanta su mano, apuntando con su dedo indice un edificio, lo que parece ser una cantina – En la cantina disponen de habitaciones, allí podreis alojaros durante un tiempo. Si queréis, podéis ir ahora mismo.

Gracias por la informacion sherif eso haremos. Estamos cansados como bien dice mi amigo y necesitamos descansar de tanto caballo.

Cuando los recién llegados se separan ligeramente del sheriff, me acerco a hablar con ellos.

- Señores. Llevamos mucho tiempo sin recibir visitas del exterior y los alimentos empiezan a escasear. ¿De dónde vienen? ¿Han visto alguna caravana por el camino? ¿Animales en las praderas para poder ir a cazar?

No hemos visto ninguna caravana ultimamente y animales tampoco a no ser que cuenten los buitres y las serpientes. Hay que ir bastante al norte de aqui para encontrar ambas cosas.

Tengo curiosidad al respecto de la enfermedad que afecto al ganado, pero el caso es que no entiendo porque no vienen caravanas cuando nosotros que veniamos aqui no hemos oido nada de esto de camino.

Frunzo el ceño cuando el hombre se acerca a nosotros. Hace muchas preguntas. Y, como si fuera poco, parece un indígena... más civilizado que sus camaradas, cierto, pero no puede ocultar lo que es.

Me pongo las manos en la cintura y miro hacia la pensión que nos indicó el sheriff. Unos cuantos días aquí y luego podremos irnos, gracias a Dios.

- Su pueblo simplemente está pasando por una mala racha, Kid. Más bien una racha de mierda. Pero en algún momento mejorará.

Lo que le ocurra al pueblo me importa un bledo. Pero esto de la enfermedad y la epidemia me pone un poco nervioso, lo reconozco. No me gustaría morir en este pueblucho de tres al cuarto.

Parece que acabáis ya la conversación, y los ciudadanos vuelven a sus tareas normales disolviéndose así la masa de gente que se acumulaba en la calle. En ese instante, la banda comienza a andar hacia la cantina y con unas leves palabras, acaban alquilando una habitación en la pensión para poder descansar.

 Cuando la banda se reúne en su habitación de la cantina, todos comenzáis a andar juntos por la calle, junto con los ciudadanos del pueblo. En ese momento, pasáis cerca de lo que parece ser la oficina del Sheriff y os fijáis en un pequeño cartel marrón con unas grandes palabras escritas encima “WANTED”. Ted se acerca hacia el cartel y lo arranca de la pared. Pero, parece haber otros 2 carteles cerca...

" WANTED ": Kid Colt por 4000$. Jefe de una banda. Se le busca por grandes hurtos y asesinatos. Se le busca VIVO.

" WANTED " : Bill Collins por 3000$. Miembro de la banda de Kid Colt. Se le busca por cómplice de hurtos y asesino. Se le busca VIVO.

" WANTED ": James Marcus por 3000$. Miembro de la banda de Kid Colt. Se le busca por cómplice de hurtos y asesino. Se le busca VIVO.

(Cada cartel va con el retrato de la persona)

Os giráis hacia vosotros, mirándoos fijamente a la cara... Sabéis perfectamente lo que son esos hombres... Y ahora... ¿Qué haréis... ciudadanos?

Una vez que estáis los 7 en la habitación, os sentáis. Por lo que parece ser, la habitación es grande y esta pedida expresamente para que disponga de 7 camas y otras necesidades para 7 personas.

La habitación es cuadrada. Esta compuesta por 2 habitaciones. Una de ellas es el dormitorio, y la otra es un balcón que da a parar a las calles de las ciudades. El baño esta afuera, en la cantina. Os rodeáis haciendo un pequeño circulo y después os sentáis sobre vuestras camas, intentando descansar, cuando, entonces, se levanta uno del grupo, Jake Nail. (Continua...)

- Chicos... Tengo una cosa que decir... Importante. Cuando fuisteis hacia la cantina, yo me escabullí un momento... Y me asome por la iglesia del pueblo... Ya sabéis, iba a rezar y eso – Al tiempo que lo dice, coge su cruz que lleva colgada del cuello, de madera, y la besa – Bueno... He visto una gran cruz dorada con varias joyas incrustadas... Si es lo único que hay de valor en este pueblo, creo que podríamos – Tras decir esto, comienza a agachar la cabeza y dice en voz baja – Robarla. Puede valer bastante...¿Qué opinais?

 Ted con rostro serio mira a sus conciudadanos. Chasquea de nuevo con la lengua.

- Pistoleros, y dan un buen puñado de dólares por ellos. Pero no se dice nada de los otros cuatro tipos.- Mira en silencio el cartel que tiene en las manos.- Yo necesito pasta, la enfermedad se llevó mis pocos caballos, estoy sin nada. Aquí hablan de vivos... nada de sanos.

 No dice nada más mientras espera las respuestas de Jeff y Mathew.

Creo que esta bien fijarse en esas cosas Jake y realmente este pueblo parece ruinoso por lo de la epidemia.

Pero antes de robar nada daremos un vistazo a todo el pueblo no nos dejemos algo mas valioso solo por salir corriendo tras robar la cruz.

Primero miramos cosas de interes y luego actuamos rapida y conjuntamente en el robo de todo lo que encontremos de valor y a la frontera.