Partida Rol por web

Por si os aclaráis más y también me lo dejáis más claro a mí.

- Vamos a ello. - Miró a Chiquen. - Ves con el sargento y ayúdale en lo que puedas. Ya que está herido, será mejor que tenga cierto apoyo. ¿Entendido?

Se acercó entonces a Odball y le dijo algo cerca del oído, pero lo suficientemente fuerte como para que el resto también pudiera escucharlo.

- Creo que ya que usted tiene que dar un rodeo, será mejor que parta cuanto antes. Nosotros esperaremos unos diez minutos a entrar. Para darle tiempo a usted a llegar a su posición. - Le comentó. - Podemos sincronizar nuestros relojes. ¿Bien?

En cuanto el teniente se marchó, Pendollini cogió a sus compañeros y habló con ello cambiando ligeramente los planes de Odball. Ahora que el teniente no estaba, podía contradecirle, aunque esperaba que sus compañeros no le delataran. Era por el bien de todos.

- Rhys, iré contigo. Cargar de frente es un suicidio y si nos descubren, siempre será más fácil sobrevivir si somos dos a si vamos por libre. - Comentó Ice. - Espero que al teniente le vaya bien, pero me parece que ésto le viene grande...

Se notaba que Oddball no estaba hecho para liderar. Sus instrucciones de que los cinco se separasen y fue cada uno por un lado no terminaban de convencer a MacReady, aunque tampoco podía culpar al teniente. Al fin y al cabo, el pobre tipo no había pedido que le pusieran al mando. MacReady echaba de menos al capitán.

Por ello, no se sorprendió que Ice sugiriera a Oddball marchar cuanto antes, para revelarles un plan con unos ligeros cambios. No seguir las órdenes del teniente podía costarles muy caro, pero teniendo en cuenta que se trataba casi de una misión suicida, tendrían suerte si todos lograban sobrevivir y regresar al campamento para comparecer por desacatar las órdenes de Oddball.

-De acuerdo. Coincido en que juntos tendremos más posibilidades -asintió a las palabras de Ice, disponiéndose a avanzar. Antes de hacerlo, procedió a persignarse, aunque ya no creía que el Señor pudiera verles-. Que Dios nos asista.

-Yo no puedo internarme en el campamento... sencillamente no puedo dar dos pasos rectos y en silencio-negó con la cabeza, demostrando una expresión de impotencia bastante eviente-Así que haremos como dices, Ice, pero con la salvedad de que yo me mantendré en el linde del bosque en una posición fuerte y os daré fuego de cobertura ya sea porque os descubran o ya sea para que podáis replegaros una vez cumplida la misión.

Observó sus alrededores, buscando una posición lo más ventajosa posible, que le permitiese tener un ámplio ángulo de tiro y a la vez cobertura suficiente como para no caer bajo la primera ráfaga de los japos.

-Cuando os repleguéis no vengáis hacia mi. Yo trataré de atraer a todo el puto avispero, así que vosotros emprended la retirada por aquella línea de árboles-dijo señalando un punto alejado.

-Yo ya me las apañaré, ¿entendido?

- Entendido sargento. -  Le dio la mano. - Suerte. 

Era un hombre valiente que sabía que estaba condenado. Todos lo sabían, aunque quizás era una suerte, pues el resto aún conservaba alguna esperanza de regresar y lo cierto era que difícilmente lo conseguirían.

Poco a poco, todos fuisteis dispersandoos. Cada uno tenía un punto para llegar hasta el objetivo. La lluvia era un camuflaje excelente y cooperaba con la noche para ocultaros, pero nada de eso importaría si al final, no alcanzabais el edificio con la antena. Confiados en conseguirlo, formasteis los grupos y os mirasteis como si fuese la última vez... para algunos.

Lentamente, os movisteis camuflados en la tormenta, sin entrar en la zona descubierta. Avanzar por medio de la vegetación no era difícil, pero si hacerlo sin alejaros o acercaros demasiado al campamento. Vuestro objetivo era deslizaros sigilosamente, pero también adentraros en las defensas.

Nada más alcanzar la zona occidental del campamento, os aproximasteis a él, viendo la torre de vigilancia a vuestra derecha y el edificio de la antena en el centro. Por desgracia, había una reja bordeándolo y no tenías un jodido cortaalambres. Mientras pensabais que hace, el agua seguía cayendo y en el interior del campamento no se oía más que la música que salía de algún aparato de radio.

Lentamente, os movisteis camuflados en la tormenta, sin entrar en la zona descubierta. Avanzar por medio de la vegetación no era difícil, pero si hacerlo sin alejaros o acercaros demasiado al campamento. Vuestro objetivo era deslizaros sigilosamente, pero también adentraros en las defensas. A Abrahams le costaba andar, pero no tanto como para impedirle llegar a vuestro objetivo.

Nada más alcanzar la zona oriental del campamento, os aproximasteis a él, viendo la torre de vigilancia a vuestra izquierda y el edificio de la antena en el centro. Por desgracia, había una reja bordeándolo y no tenías un jodido cortaalambres. Mientras pensabais que hace, el agua seguía cayendo y en el interior del campamento no se oía más que la música que salía de algún aparato de radio.

Chicken miró a Abrahams.

-¿Qué hacemos ahora, sargento? -preguntó en voz baja.

Lentamente, te moviste camuflado en la tormenta, sin entrar en la zona descubierta. Durante un pequeño tramo anduviste con Chicken y Abrahams pero después, proseguiste tú solo hasta alcanzar la zona norte del campamento. Avanzar por medio de la vegetación no era difícil, pero si hacerlo sin alejarte o acercarte demasiado al campamento. Tu objetivo era deslizarte sigilosamente, pero también adentrarte en las defensas.

Nada más alcanzar la zona norte, viste que no había ninguna protección pero sí algunos soldados hablando entre ellos.

Había dos soldados justo delante de ti. Podías atacarles, o deslizarte sigilosamente sin que se diesen cuenta para llegar al edificio de la antena. Acabar con dos era complicado, pero no imposible, aunque también podían dar la voz de alarma y joderlo todo.

Mientras pensabas que hace, el agua seguía cayendo y en el interior del campamento se oía la música que salía de algún aparato de radio.

- ¡Joder, mira que no pensar en eso! - Dijo mirando la jodida reja. - ¿Y ahora qué puto hacemos? - Se preguntó. 

Ice se movió de forma sigilosa por la zona oeste del campamento, agazapado entre las matas y tratando de no hacer el menor ruido. No podían ser localizados, eso supondría la muerte y el fallo en la misión. Pero, ¿qué hacer? ¿Cómo podían superar aquel obstáculo? Parecía complicado. 

- ¿Se te ocurre algo? - Le preguntó a Rhys. 

Era el momento de escabullirme y llegar a la antena. 

Despues de la explosion o cuando alquien fuese descubierto mataria a todos los demas. 

A TODOS.

Agachado por el barro comenzo a deslizarme.

Desgraciadamente, una reja bordeaba toda la zona occidental, por lo que resultaba imposible abrirse paso a través de ella, ya que no tenían nada con lo que poder cortar la reja.

-No vamos a poder pasar por ahí sin un cortaalambres, Ice -dijo MacReady, en tono bajo para que nadie pudiera oírlo más allá de su compañero. No veía solución alguna para superar aquel obstáculo-. Creo que deberíamos bordear la reja para entrar. Es la única opción que veo. Puedo permanecer en esta posición y ocuparme de los japos de la torre de vigilancia para cubrirte y que puedas entrar, aunque si disparo perdemos el factor sigilo.

Bueno cuando tiempo para una partida mas avisame, que tengo algo en mente para ti.

Ja ja ja ja. 

- Bien, pero antes vamos a buscar una entrada como tú dices. Bordeemos la reja a ver donde nos lleva... - Comentó y es que no quería separarse de Rhys, los dos tendrían más opciones juntos que por separado. - Sígueme...

Y comenzó a bordear la reja tratando de ser lo más sigiloso posible.