Partida Rol por web

Como en mundo de tinieblas. La geografía y la distribución geo-política es la misma que la de la tierra actual, pero más oscura y siniestra (que si no es suficientemente siniestro ya...)

Héroes, metahumanos, poderosos, dioses... se los ha llamado de muchas maneras a lo largo de la historia. Pero los hay. Así como en los comics de Marvel o DC (no los mismos ¿eh?). Y actualmente se los conoce solamente como Héroes, aunque no todos son tal cosa.

Hola chicos. os voy a pedir que aquí me escribáis un poco como transcurre vuestra vida cotidiana. Costumbres, horarios, turnos para comer, lo que sea. Cualquier cosa que me ayude a comenzar con la trama y además de profundidad a vuestros cansados y viejos personajes. Anhelos, cosas que echáis de menos, cosas que echáis de más, personas que extrañáis, no se, cualquier cosa que os parezca interesante.

Un saludo 

Bueno mi pj lo que más extraña es a la persona que nunca conoció y lo que anhela es que se haga realidad esa sensación de que la vida le deparaba algo importante pero que hasta el momento nunca llegó.

Cómo jubilado dispone de algo muy valioso, tiempo, suele despertar temprano, pasear, leer, navegar en ese mundo extraño pero cada vez menos de la internet. Martes y jueves suele sahumar su casa recorriéndola con incienso, mirra, azucar y cascaras de naranja. No lo puse en la historia pero tiene como mascota a dos gatas, una bastante longeva de alrededor de 12 años y otra de unos 6.
Además en la terraza y patio de su casa suele alimentar gatos "paseanderos". Tiene un taller en el que gusta de arreglar algunas cosas, cosas simples, manijas de las ollas y cosas por el estilo.
Desde la muerte de su hermana tiene menos contacto con la parentela de ella, los visita poco, los llama en ocasiones especiales como cumpleaños y cuando hace lío y rompe su pc.
Es conocido en el barrio, vivió siempre en el mismo lugar, pero la mayoría de sus contemporáneos ya murieron y las casas vacías se ocuparon con caras nuevas que ve poco.
De tanto en tanto pasea con su moto, no a las velocidades de antaño, pero aún le gusta darse ese lujo, por supuesto lo hace sin casco :D

"Como cada mañana el despertador suena a las 5 de la mañana... hace mucho tiempo que no me despierto a la vez que el sol. Me levanto y me ducho.. con poca agua, estrechando al máximo la presión.. hay que gastar poca agua.. la factura ha subido demasiado estos últimos meses. En mi casa viven mis dos hijos, con sus mujeres y sus respectivos hijos. 11 personas en total. Es una casa humilde. Mi marido ganó bastante dinero y me dejó una buena pensión.. aunque ahora ya no sea ni la mitad de  lo que era antes.. malditos recortes. La casa tiene 4 habitaciones y un estudio. Estamos muy apretados pero sobrevivimos.

Dejo el desayuno preparado, lo justo para empezar el día... pero yo no como nada. Apenas tenemos dinero para que haya leche para todos.. los niños, lo más importante, yo puedo pasar sin desayunar. Como cada mañana me desplazo hacia las afueras de Atenas.. trabajo lejos. En Atenas no hay trabajo y me he tenido que trasladar, cojo el autobús público, pagando religiosamente el billete, costumbre poco común entre mis conciudadanos.. pero yo siempre creí en que un granito de arena puede ayudar a una sociedad entera. En ese cuchitril de autobús.. me traslado.. y paso 14horas trabajando.. sin parar.. de 7 de la mañana a 9 de la noche y vuelvo a casa.. en el mismo autobús.

Llego a casa a eso de las 10 de la noche. La hora justa para preparar la cena y acostar a todo el mundo.. Me cercioro de que los niños duermen.. mis hijos, no encuentran trabajo y sus mujeres tampoco... no sé cuanto tiempo podremos soportar esta situación. En el colegio, los más pequeños estudian juntos a pesar de sus diferencias de edad porque no hay profesores para cubrir a los alumnos... es una pesadilla horrible.

De momento tiramos.. de momento.. y yo me pregunto, si se supone que he hecho lo que tenía que hacer, una buena esposa y madre, buena ciudadana.. si a pesar de eso no soy dueña de mi destino.. ¿será verdad que la vida es un valle de lágrimas..?"

"Valerio se pasa la mayor parte del día en su casa, pues desde que lo acusaron por traición al Imperio. Se levanta muy temprano, cuando aparecen los primeros rayos de sol. Solo tiene dos esclavos, mayores ya también, aunque no tanto como él.

Uno le trae el desayuno mientras otro le prerara la bañera para su lavado cotidiano. Le gusta la pulcritud. Despues de purificar su cuerpo, purifica su alma. La alimenta. Se va a su estudio y se pone a leer las obras de los grandes escritores. Añora las tiempos de la República, cuando los poetas y los historiadores, los oradores y los gramáticos escribian grandes historias elogiando ese sistema político que habia llevado a Roma a la gloria. Virgilio, Horacio, Tito Livio, Cicerón... y muchos más son los autores de las obras que lee y analiza.

Como buen erudito, no solo se empapa de los romanos, sino tamien de los griegos. Homero, Polibio o Hesiodo son los autores que lograron que Cayo Valerio se enamorara de la cultura helena.

Hacia media mañana uno de los dos esclavos le trae la comida, que se compone de pure de gachas y pan mojado en leche, ya que por culpa de la edad perdió la mayoría de la dentadura. Después de comer se tumba en el triclinium que adorna su estudio y se sume en sus sueños de libertad política y valerosos héroes. Cuando se despierta sale al patio a dar su pasea vespertino. Sus articulaciones ya no son lo que eran, necesita ejercitarlas más amenudo para que no se atrofien más.

Por las noches, mientras cena, siempre le viene a la memoria sus días como Senador romano. Sus intentos por restaurar las costumbres de los ancestros, costumbres que la República alababa, le granjearon un buen nombre en la sociedad romana. Pero ahora no tenía a nadie. Todos sus "amigos" le habían abandonado. Y todo por culpa del Gran Gneo Lucio. Uno de los Senadores más famosos de Roma. Uno de los que llevaron a la Urbe a la decadencia. Odiaba a Gneo Lucio. Con esa idea solía irse a dormir."

esta internada en una residencia para la tercera edad en El Entrego (Asturias) le levantan todos los días a las 9 de la mañana y la sientan en la silla de ruedas para tomar sus pastillas y desayunar, las mañanas, se las pasa en el salón de ocio viendo la televisión aunque no le hace mucho caso, come a la 1 de la tarde y si hace buen tiempo la llevan afuera a que tome el aire, si no irá otra vez al salón de ocio hasta la hora de cenar a las 9 de la noche para ir a la cama

Algunos días, hay obras de teatros o conciertos del coro minero, pero rara vez, y dado que nadie viene a visitarla, poco tiene que hacer

¿Mi rutina diaria? Fácil. Quejarme de lo viejo y ajado que estoy por la mañana. Subir a cubierta como puedo. Hablar con el capitán, preparar desayunos y toser de vez en cuando. Quejarme de nuevo y descansar mucho. Mi cuerpo no es lo que era y, mi espíritu... cada día está más decaído. Cada día me cuesta un poco más levantarme. Ya no me apetece tanto como antes. El capitán me mantiene a bordo lo justo y necesario. No me quiere con su tripulación. Sabe que mi consejo es valioso, pero mi cuerpo no está a la altura de las circunstancias. El mar no perdonaría a alguien como yo. Realmente el capitán quiere que me marche. Sólo me lleva a bordo si el viaje es tranquilo. Si va a ser largo o complicado me quedo en tierra, sólo, bueno, están mi loro "Santo" y mi mono "Mordiscos", también hay un par de señoras más jóvenes en la casa, al borde de la playa, que cuidan más de mi de lo que me gustaría admitir. Me siento un estorbo.

Sé que sería de mayor ayuda enterrado, o en el fondo del mar con los peces. Ésa es mi rutina y mi realidad.

A partir de los cuarenta la vida deja de ser un montón de imprevistos que uno debe sortear para paulatinamente pasar a ser una serie de tareas perfectamente ordenadas. Yo tengo 104 años, es normal que mi rutina sea inalterable. Me levanto a las cinco de la mañana (al pedo, pero temprano), enciendo la radio y me preparo un te rojo y dos tostadas con mantequilla que como muy despacio mientras continúo algún trabajo en madera, ya sea una virgen o una estantería. Cuando se acercan las nueve de la mañana, salgo por la puerta para dar los escasos e interminables pasos que separan hasta la esquina donde está el taller para pasar la mañana con Eduardo charlando sobre el taller y su familia. Yo no pude formar la mía, pero quiero a esa familia como si fuese parte de ella.

El taller cierra a las dos de la tarde, Eduardo me acompaña hasta casa y ahí me quedo sólo escuchando la radio mientras continúo con mis trabajos acompañado de una comida ligera hasta que mis viejas manos no pueden más con el esfuerzo. Sin las manos ocupadas la cabeza empieza a funcionar y añoro los momentos en los que no era consciente de que no soy parte de nada, de que tan sólo soy lo que un premio de poker compró a una niñita con muy mala suerte y lloro recordando a mi amigo, al que abandoné aquí y egoístamente esperé encontrar a mi vuelta para apoyarme después de mis años de inútil vagabundeo. 

Por la tarde doy una vuelta por el parque, donde suele encontrar al Mario el hijo de nueve años de Eduardo, quien muy afectuosamente me llama "abuelo" para comprarme y hacer conmigo lo que quiere. Ese es de los mejores momentos del día y cuando acaba, sólo me queda una larga caminata hasta casa donde después de una cena y más radio acabo metido en la cama con el reloj marcando las diez. El sueño me encuentra preguntándome por qué me habrá dado Dios tantos años para que los desperdicie así.

Nada de lo que no se pueda sacar provecho... pienso leyendo varios periódicos. Leo varios para comparar, pues no te puedes fiar de lo que pone solo en uno, aunque muchas veces no te puedes fiar de ninguno.

Me dirijo a la universidad, aunque solo tenga que impartir un par de clases, se el rector no es tarea fácil, sobre todo teniendo otros asuntos que también requieren mi atención.

Como todos los días, me tomo mi café con dos pastas en mi despacho y preparo las clases de física de hoy.

Tras acabar la jornada docente, me dirijo en carruaje a mi gran almacén, donde me ocupo de los asuntos que antes he mencionado.

Actualmente tengo dos empresas cuya fabricación va a este almacén, una se encarga de todo tipo de aprovisionamientos mecánicos y la otra esta centrada en los aprovisionamientos médicos.

Europa vive una paz muy tensa, como si fuera el agua de una bañera, y Alemania tiene toda la pinta de ir a quitar el tapón.

En todo caso, mas vale estar preparado y sacar provecho de la situación...

Como todos los días de diario el radio-despertador  se activa  a las 7 de la mañana.  Se lava la cara, se viste con lo primero que pilla, coge su mascara atmosférica para no morir en la tóxica atmósfera actual y su ordenador. Baja a desayunar a la cafetería que hay cerca de su casa. Mantiene una conversación con el camarero y dueño de la cafetería que ha pasado a ser un buen amigo después de los años de desayunos matutinos. Después coge su moto y pone rumbo al laboratorio de la corporación Daynorth en el que trabaja.
Actualmente el proyecto es ultrasecreto y ha de tener mucho cuidado. Después de muchos siglos han conseguido que los viajes en tiempo dejen de pertenecer solo a la ciencia-ficción. De momento aun están en periodo de experimentación, enviando objetos inertes, plantas y ratones; pero el siguiente paso sería empezar a enviar a personas. Todos en el departamento están emocionados y ansiosos por llegar pronto a ese punto.