Partida Rol por web

En mi forma de camaleón me despido de Klaus sacándole la lengua y prosigo a seguir a los otros.

Klaus no estaba muy contento por lo que había sucedido, ese hombre de fuego parecía muy sobrado con sus poderes, y era probable que si le intentaba atacar le acabara haciendo daño en la mano, pero no podía permitirle que matara a nadie por ser poderoso, no le parecía justo.

Klaus apretó su puño con fuerza, y de él salió una pequeña maza, estaba recubriendo su mano todo lo que podía para que no se la dañaran en exceso. Se volvió hacia el hombre de fuego. – Igual pensasteis que me asustaría con más facilidad… - Klaus salto a por el hombre de fuego para golpearle con toda su fuerza más la que le aportaba su recubrimiento de piedra.

Al instante que veo el martillo que formaba su mano, con la intención de atacarme de hacerme daño... de intentar separarme de Carla, no fué intencionado... tan sólo pensé en ella un segundo y el poder me sobrepasó...apenas sí pude controlarlo, mis ropas acabarían chamuscadas... al igual que sentía el asfalto volverse lava, el oxígeno se consumió a mi alrededor alimentando las llamas que brotaban de mi ser.

Los ojos eran dos llamas de gran potencia, dos soles brillando, las alas de un fénisx me rodearon en un instante y la forma de un ave de fuego apareció delante de mí...

Pero esa forma no duró, apenas había sido un destello de mi poder, un reflejo de mi alma desesperada por recuperar rápidamente lo que más anhelaba en este mundo... el ave se deformó... y las llamas me rodearon con un calor insoportable que derretía y chamuscaba cualquier cosa que se acecaba.

Se alzaron cómo una columna de fuego, rodeándome... girando en torno a mí cómo un gran tornado... pero un tornado hecho de puro fuego.

El aire era insoportablemente ardiente, no era aire era puro fuego, el tornado comenzó a llenar de humo toda la calle, el cielo se volvió negro, no era azul... el humo se expandía.

Cualquier fuente de fuego cercana empezó a alimentar mi poder.

Yo no he decidido esto... no soy el que lo ha provocado.

Pensé desde dentro del tornado de llamas, un tornado que me protegía, pero no sólo eso. Si no que también formaba parte de mí.

Conseguí controlar el poder para no herir a Sirrah ni a Sylar, tampoco a la gente que había en los alrededores... ni al joven que se había transformado, tan sólo el hombre con intención de separarme de ella sufriría el infierno...

Las llamas se le acercaron a la vez que me protegían y el lanzaba su ataque, ya no había asfalto, había desaparecido en un segundo... en un suspiro se había convertido en esencia de muerte.

-¡Lo advertí!

La voz salió de dentro del tornado, multiplicada por diez, por encima del rugido de las llamas y del sopor que había...

Me mantuve también alerta por si su compañero atacaba, entonces... simplemente haría que las llamas lo consumieran también. Pero mientras no atacara... estaba a salvo.

La decisión ha sido suya... no mía.

Klaus no podía creer lo que veía, el poder que tenía ese chico era mas impresionante de lo que el podía creer, pero no le vencería fácilmente, Klaus estiro la mano hacia el fuego sin miedo alguno, el tenia más trucos en la manga, cuando el fuego estaba a punto de engullirle absorbió el fuego con su mano para que su cuerpo pudiese aguantar semejante poder.

El poder de Alan se desata, todo a su alrededor se convierte en un infierno de llamas, la temperatura aumenta hasta sofocar, su intento para no quemar a sus compañeros es bueno, consigue que las llamas no les afecten pero no consigue evitar todo lo demas, Sirhan tiene suerte de que Sylar este a su lado ya que este lo saca volando a toda velocidad de alli, antes de que el calor pueda sobrepasarle.

Raphael no es visible en apariencia y nadie sabe que le sucede ni como lucha contra las llamas.

Pero el verdadero afectado de todo es Klaus, lanza un golpe contra Alan que ni siquiera llega a darle, antes este estalla en un infierno de llamas, llamas que su piel de piedra solo puede aguantar unos segundos, esta empieza a fundirse al igual que el suelo y todo lo que esta cerca de Alan, la mano de Klaus es carbonizada en segundos ni tan siquiera le da tiempo a sentir el dolor, sus nervios desaparecen tan rapido que no puede ni sentir.

Su cuerpo logra adaptarse al fuego si, tranformandose en llamas, pero ya es tarde a perdido su mano y una parte del ante brazo, sufre heridas por todo su cuerpo y lo unico que le mantiene con vida es el hecho de ser de fuego, algo que no durara demasiado.

Reí, ahora él era fuego... reí cómo un loco

-Siento el fuego.

La voz volvía a salir del interior del tornado, una voz increíblemente aumentada, una voz inhumana debido a la furia por su ataque... ahora él era parte de mi poder.

-¡Yo soy el amo del fuego!¡Soy Fénix!¡Y tú ahora formas parte de mí... te puedo manejar cómo a una marioneta...! Pagarás el haberme atacado... no quedará nada de ti.

Dicho esto... no ataco, si no que concentro toda mi furia, mi rabia y pensando en mi objetivo... mi único objetivo en esta vida me concentro para apagarlo el fuego... extinguir toda fuente de calor, extinguir todo el fuego que formaba al hombre que había sido.

Y ahora Klaus era fuego... ahora yo lo manejaba, y lo extinguiría... lo reduciría a la nada por haberse interpuesto entre Carla y yo... lo había advertido... ¡UNA VEZ Y NO MÁS!

Sin embargo el tornado aún estaba en marcha... me protegía, pero me concentraba en apagar las llamas que formaban a Klaus... si funcionaba, no quedaría nada de él... moriría. Pero cualquiera que se interponía entre yo y Carla merecía ese destino.

Durante una fracción de segundo se pudo ver uno de mis ojos a través del tornado de fuego

Lo extinguiría y no quedaría nada de él... apagaría el fuego que lo formaba.

-Ahora desaparece.

Dije con serenidad.

la lava solo esta a su alrededor, al suelo que es pisa, no donde tu te encuentras.

Antes de que Sirhan pudiera advertirle, antes de que el chico moreno se avalanzara hacia fenix, este ardio en llamas. Pero fue mucho mas grande de lo que habia hecho en el almacen, el calor golpeo al africano como si un hierro candente cayera en sus pulmones. Le costaba respirar, ver resultaba una gonia, todo era amarillo y rojo, sentia el rostro arder. Y eso a pesar de los esfuerzos de Alan por evitar quemados.

Estaba por usar su poder, pero no podia fijar su mirada, mucho menos concentrarse. Su poder casi se desata por si solo cuando sintio unas manos alrededor suyo y luego el suelo se hizo pequeño, el calor se extinguio mas no la oscuridad del humo. Trato de respirar y ver que pasaba. Gabriel lo llevaba a rastras, volando despues se dio cuenta, a lo lejos, un torbellino de fuego cobraba intensidad.

-Fenix- murmuro debilmente. Despues no supo si estaba conciente o inconciente.