Así no va a conseguir darme un orgasmo...bueno, ya aprenderá...
Tras un rato, la separo. Se nota que está cerca de su orgasmo...bajo mucho la intensidad de las bragas, y levanto mi pie con una sonrisa. Le indico a Esme que se dedique a los pechos de ella desde detrás.
-¿Eres mi esclava?-
Claramente estoy sugiriendo que si dice que si...la dejaré correrse.
Parecía que no lo hacia demasiado bien, pues no parecía disfrutar mucho, o yo no entendía muy bien esas cosas, aun asi que importaba aquello, mientras yo disfrutara el resto no tenia que tener importancia.
Note a Esmeralda agarrándome desde detrás, tocándome el pecho, y haciéndome disfrutar, al mismo tiempo que el vibración descendía, quería que le dijera que era su esclava, pero eso no se lo diría- No…- dije dejando escapar un gemido corto.
Aumento la fuerza de las vibraciones...la llevo al límite...la vuelvo a bajar.
-¿Seguro? Puedo ser muy cruel...o muy buena...¿Verdad Esme? Vamos, convencela...¿No quieres una compañera?-
Me adelanto para besarla otra vez y despues miro con malicia a GG- Si, pero se que no te va decir que si por mucho que la tortures, siempre dira lo mismo, no quiere ser tu esclava, pero si quiere ser un juguete-
-Bueno, no lo llamemos esclava entonces...llamemoslo aprendiza de lo erótico. ¿Qué te parece?-
- Eso me gusta mas- digo poniendom roja otra vez
-Que pena no tener los juguetes aquí ¿Verdad Esme?- Sonrio.
-Bueno creo que deberíamos ir a buscar a Petrelli...quería algo de nosotras.-
Apago las bragas.
-Pero tú no te quites eso ^^-
Le tiendo las bragas de Maria a Esme.
todas os vestís y os arregláis lo mejor que podéis y salís de la habitación, nadie parece alertarse por veros y todos parecen muy tranquilos, pero el señor Petrelli no da señales de vida.
Pido al edificio que me diga dónde está.
O bien te dice que no esta o de golpe te dice que esta en todas partes, asique o tu poder falla o alguien esta interfiriendo en el edificio para que no te pueda dar esa informacion.
Esa señal debe tener un origen, lo localizo, aislo, y repito la operación de búsqueda.
ese es el problema, no la tiene, alguien mas poderosoque tu estqa controlando los equipos del edificio y solo te deja hacer lo que el quiere, que por lo visto es cualquiercosa menos buscar a petrelli.
Insisto, por más que sea más poderoso que yo, las máquinas funcionan de una determinada manera que no puede ser modificada, ni siquiera yo puedo hacer eso, no pueden ejecutar algo que les sea imposible...si me transmiten señales confusas, esa orden tiene que venir de alguna parte, por muy camuflada que esté.
de la nada aparece frente a ti el señor petrelli, acompañado de un hombre y una mujer.
- Señorita Grabrielle, le rogaria no jugara asi con los aparatos de este lugar, algunas maquinas son muy delicadas y jugar con ellas no hace que esto sea un lugar muy seguro-
Miro a un lado y a otro confundido por el desplazamiento.
-Tranquilo, no altero la función de nada.-
Miro al hombre y a la mujer, curiosa.
-¿Nos dirá que hacemos aquí? Y si no le importa, algo de ropa...Esmeralda y yo no estamos muy cómodas.-
Algo que era obvio, dado que ambas estábamos vestidas de coctel, dignas para una boda real. MAría en cambio iba más normal.
- Por supuesto, si quereis algo de ropa solo tendréis que pedirla en recepción os conseguirán cualquier cosa que querais, pero ahora si nos acompañáis, tengo que devolver su hijo a estas personas-
-Claro, vamos chicas.-
Sonrió.
Sebastian lanzó una mirada de desprecio a Gabriella. Pero la siguió. Lo mejor era no armar problemas mientras pudiera. Había permanecido callado durante todo el tiempo , no creía que el hecho de intervenir o meterse en cosas que no le incumben ayudasen en algo. Petrelli no parecía ser de esos que no cumplen , pero si uno de esos manipuladores. De seguro le ayudaría a saber lo que necesita saber.
Sebastian suspiró siguiendo a Isabella mientras echaba una mirada al lugar y se ponía a pensar en su habilidad y a sonreír de vez en cuando. Por qué crees que Petrelli dijo eso de que sería una buena conbinación , mi poder, con el tuyo y el de las otras? Preguntó de la nada a la chica rubia.