Partida Rol por web

Cuando llegas a la zona de prision de la ciudad, los guardias pasan de meterte con los presos comunes, encambio te empiezan a encaminar hacia abajo, muy abajo. Cada planta que bajas ves que cada vez hay menos y menos prisioneros, hasta que te hacen detenerte enfrente de una celda, bastante amplia donde solo ves paja al final de esta, pero vacia de cualquier resto de vida.

Heldalel observa por todos los niveles por los que pasa. Cuando al fin llegan a su celda, le pregunta al guardia.
- ¿Porque tan apartados de todos? ¿No tengo derecho a defenderme?
Una vez adentro, empiezo a revisar mi celda en busca de cualquier cosa que me pueda ayudar cuando lo necesite.
 

Te dejan sin mediar palabra. Pasas toda la noche sin escuchar sonido alguno, exceptuando gritos de agonia a lo lejos, muy lejos. A la mañana siguiente otros dos guardias, uno de ellos semiorco, vienen con el cuerpo de una mujer*, tambien sin mediar palabra contigo, abren la puerta y echan el cuerpo, sin mucho tacto en el interior de la celda.

Cuando llegas a la zona de prision de la ciudad, los guardias pasan de meterte con los presos comunes, encambio te empiezan a encaminar hacia abajo, muy abajo. Cada planta que bajas ves que cada vez hay menos y menos prisioneros, hasta que te hacen detenerte enfrente de una celda, bastante amplia donde ves un elfo* que esta en un lado y el cuerpo de una mujer* tirado en el suelo. Tambien te has cruzado cuando te bajaban con dos guardias, uno de ellos semiorco.

Elfo ahi tiene mas compañia-  te dice uno de los guardias cuando introduce a Christopher en la celda.

Heldalel se mantenía sentado mientras esperaba en la celda a que alguien le diera la oportunidad cuando sorpresibamente escucho al guardia dirigirle la palabra y meter a un nuevo reo en el lugar.
Luego de que se fue el guardia el elfo se puso de pie y pregunto.
- ¿Y tu porque estas aquí?

Tras el empujón del guardia dentro de la jaula, Christopher se repone y se sacude el polvo de las rodillas.

- Yo no debería de estar aquí, dicen que he matado a un vagabundo y no es así. Por cierto me llamo Christopher ¿y tú? - Mientras le extiende la mano para estrechársela.

El elfo observa al recién llegado.
Dandole la mano se presenta. Mi nombre es Heldalel. Y también he sido engañado, por ayudar a una persona con un problema de plagas en un establo. Un gusto conocerte Christopher.
Ahora debían idear un plan para poder salir de ahí.
Todavía estaba intranquilo por aquella mordida en los establos.
- Para colmo me lleve un regalito de allí. Mostrandole la mordida que le hicieron.
- Necesito tratarla cuanto antes.
 

Christopher mira hacía un lado, en el suelo se encuentra una mujer tirada, se acerca para observarla mejor.

- ¿Quien es esta mujer y que le ha pasado?

Al escuchar los comentarios de Christopher, respondo.
- Realmente no lo se. La trajeron aquí dormida vaya a saber de que forma. Yo que tu tendría cuidado si la quiere despertar. Capaz sea mejor dejarla despertar sola.

Se acerca a la muchacha que esta tirada en el suelo y al mover la un poco ve algo de sangre en la cabeza- Creo que tardara un poco en despertar, sobre todo porque le han golpeado con algo en la cabeza para dejarla insconciente.

- Parece que tiene una contusión en la cabeza y a perdido un poco de sangre. Señalando el hilo de sangre sobre el suelo.
Desgarrando un poco mi ropa, limpio un poco su cabeza y me fijo que tan seria es la herida. Ya que no hay agua para poder limpiar del todo bien, con un nuevo trozo de mi ropa le hago un vendaje en la cabeza.
- Creo que con eso estará bien por ahora. Ahora esperemos a que despierte.
Luego hace una pequeña pausa.
- Parece que estos no discriminan a la hora de aplicar la fuerza, hay que tener cuidado. Que haremos cuando vuelvan?
Por ultimo, se toca la frente con la palma de la mano y pregunta.
- Por cierto Christopher, a que te dedicas?
 
 

Empiezas a recobrar la conciencia y al lado tuya dos hombres, uno de ellos elfo y el otro humano. Sintiendo un gran dolor en la cabeza del golpe que te han dado.

Cuando estais hablando, y despertando llega otro guardia. Portando con cuidado el cuerpo de mujer cuando llega a la puerta os mira- Porfavor, ¿os podeis echar en un lado?- mientras el carcelero le habre la puerta, desde vuestra posicion podeis ver que almenos hay otros dos guardias en la escalera.

Maldición, donde estoy, casi lo había logrado! exclama la bella clériga.

Tocandose aún la cabeza, por el fuerte golpe, ve que esta acompañada por más prisioneros.

Quienes sois, que ocurre, porque estamos aquí? pregunta con desazón.

Soy inocente!

El elfo rapidamente se hace hacía atrás.
- Estas en el calabozo. Responde de forma tranquila.
- No se el porque, pero parece que a varios ya sea o no, nos han encarcelado siendo inocentes.
Observando a los guardias, Heldalel trata de idear un plan para poder escapar, ya que seguramente, al igual que el, todos estaban destinados a la muerte salvo que ocurriese algún milagro.
Nuevamente dirigiendose a la mujer.
- Calmate, te explicaremos en un rato lo ocurrido hasta ahora.

Mi nombre es Kara, clériga de Sher, y te prometo una cosa, quien este detrás de todo esto lo pagara caro. susurra la joven al elfo, asintiendo.

Mareada y con un fuerte dolor de cabeza, dejo constancia de mi presencia levantandome. Los guardias no han sido nada cuidadosos con los otros compañeros de celda. Dos de ellos afirman ser inocentes. Seguro que todos dicen lo mismo. Pienso desconfiada.

En la penumbra, les imagino cubiertos de mugre y con rostros toscos y endurecidos por la vida carcelaria, aunque la dulce voz de Kara inspiraba confianza y el acento del segundo sonaba lo suficientemente elfico como para resultarme afin.

Sin olvidar mis modales, les saludo. -Mi nombre es Malindria.-

El guardia te suelta en el suelo, descubriendo a malindria que estaba en sus brazos, dejandola en la puerta de la celda. Cuando se va a girar veis que un semiorco, el mismo que trajo a Kara, empuja al guardia y cierra rapidamente la puerta- Esta hechizado por esa bruja, daremos parte de ello- dice al carcelero y al resto de guardias,despues de eso coge las llaves y se las llevas, al poco tiempo el carcelero tambien se va sin decir palabra y empieza a escucharse un silvidito escalera arriba.