Partida Rol por web

En un suspiro estamos en una casa, mucho mas acogedora que la mugrienta celda.

El señor de los robles, su mano detras de todo. Pienso iracunda.

-Agradezco enormemente el rescate,- Anuncio con una leve inclinacion, y añado con una sonrisita -aunque diste de ser desinteresado. Ante todo, me gustaria saber de que conoce al señor de los robles y sus intenciones para con el.

-A mi tambien me gustaria recuperar mis pertenencias. Deben estar en la academia.

Basicamente se que hay una leyenda que cuenta que varias personas con un enemigo en comun hara resurgir este mundo de las sombras, tambien cuenta la leyenda que ese enemigo vendra de los bosques y que aunque parece una cosa es otra totalmente distintas. Creo que tienes ya problemas con su familia, exactamente con su hija, a otros le han tendido una trampa, o ha matado a su familia por negocios que mucho de sus descendientes no saben. Extactamente no se que tiene en contra de cada uno de ustedes lo que si se que sois un elemento en comun contra un elfo, raza que antaño vivian en los bosques, y creo que en si es un enemigo en comun.- despues os da la espalda a todos ustedes. - De todas formas esa leyenda esta escrita en piedra, aunque es un lugar dificil de acceder, y donde los peligros abundan, por eso me gustaria conseguir material para poder estudiarla en mas profundida para sacar el porque de todo esto y si he acertado con ustedes y no solo con uno de ellos.- mientra dice esas ultimas palabras mira a Rolakos.
 

Heldalel escucha lo que dice la persona.
Un enemigo surgirá del bosque y sera un elfo? Un hermano liberara un mal sobre este mundo.
El elfo no sabía si creer lo que estaba diciendo esta persona, pues como cuenta su historia, cinco personas han sufrido daños o perjuicios contra su nombre por el señor de los robles, pero que al menos el no conoce y puede ser cualquiera, incluso este tal Darkan. Que los puede estar utilizando para agilizar su plan de traer una nueva sombra sobre el mundo.
- Y dígame sr Darkan, como vamos a recuperar nuestro equipo para poder ayudarlo, pues sin mis armas y equipo no sirvo de mucho. Por ahora no decía mucho mas, ya que no estaba seguro de aceptar y quería ver la reacción del resto. 
- Con respecto a su historia a mi me han tendido una trampa. Observando al resto pregunto. Ustedes victimas de que fueron?

Mis padres -tragó saliva el joven guerrero- fueron... e-ellos perecieron en un incendio donde la gente dice que vió un par de elfos o elfhumanos provocarlo aventando un "fuego verde" para luego huir entre las sombras.-dijo mirando triste al suelo aquel que de niño llamaban Cristofer en la calle, pero cuyo verdadero nombre, oculto por los padres temiendo una persecución religiosa, siempre había sido Eras. 

Gracias por sacarnos de un injusto encarcelamiento Sr. Darkan, pero más que estar persiguiendo una leyenda, yo lo que quisiera es perseguir a estos asesinos.

“Ya suponía yo que algún motivo tenias para salvarme la vida aquella vez, Darkan” dice Rolakos con una sonrisa, más cómodo sabiendo que el viejo no era solo un ermitaño altruista, sino que tenia su propia agenda. “Si necesitas mi ayuda para encontrar esta piedra de la que hablas, bien, te ayudare pues te debo una y no me gusta estar endeudado con nadie. Pero no estoy interesado en profecías; justo ahora solo quiero encontrar al que mato a mi padre y a mi hermano y coartarle el cuello. Muy lentamente.”

ten encuenta que ha aparecido justo para salvarte la vida, por eso piensa que ha acertado con uno de la profecia, y tiene la esperanza que el resto del grupo tambien lo sea.

Siento oir eso, pero vereis, la casualidad que tanto vos Eras como Rolakos teneis un enemigo en comun, aparte de los negocios de su padre Rolakos, el señor de los robles tenia una competencia aferrima por controlar el mercado alquimista de Sheiffar, uno de los grandes logros de estos alquimistas, me refiero a los del señor de los robles es crear un fuego alquimista que su llama es verde. Asi que supongo que algo ocurriria con su familia para usar ese tipo de fuego, señor Eras. Por lo demas tengo algunas armas y armaduras, no se si os estaran bien o seran de vuestro gusto, mientras intentare localizar vuestras cosas claro esta.-

Despues de eso empieza a murmurar en un lenguaje que poco de la sala entendeis y una brillante luz azulada aparece delante de el. -si lo segui os llevara a la armeria alli podreis encontrar casi todo lo que necesiteis, de todas formas si necesitais algo mas que nose encuentre alli decidselo y os llevara a donde pudiera haberlo. Ahnn Kara ¿como se llama tu Halcon?

Eras siguió la luz hasta la armería y tomó las cosas que necesitaba.  Ya con eso estaría listo para ir.  Regresó con el misterioso hombre de las islas.  Darkan, díganos donde está la piedra, el escrito, que busca. 

Sus respuestas me parecen tan curiosas que dudo de su veracidad. El resto de los presentes parecen tan confusos como yo, por lo que no estare sola si resulta algun tipo de trampa; lo cual es una mejora con respecto a la situacion actual.

Asiento a todas las explicaciones de Darkan con el rostro tan sereno que puedo tener tras pasar la noche en una mugrienta celda.

Respondo a Heldalel un breve resumen. -Una compañera de la academia apenas dotada para El Arte, pero muy bien relacionada, me acuso de pactar con demonios por una inocente broma que le gaste. Ojala se me hubiese ocurrido pactar con demonios...

La perspectiva de no recuperar pronto mis efectos personales me resulta dolorosa, pero la promesa de buscarlas y disponer de algo prestado me reconforta una pizca.

Aunque quiera echarle un vistazo a lo que nos ofrezca Darkan, evito dar el primer paso siguiendo a la luz azul, pues aun sentia curiosidad por lo que pudiesen decir los demas.

Flame! Mi halcon se llama Flame, Maese Darkan.

Y os estaré muy agradecida, si conseguis traerme a mi fiel compañero!

Mostrandose feliz, al pensar que recuperará a su mascota.

Entrando a continuación a la armeria en busca de armas  y una armadura de la calidad que una luchadora como ella merecía.

El explorador acompaña a Darkan a su almacén, ahí observa el equipo que les provee su anfitrión.
- Yo tomaré este arco, sosteniendolo y probando la tensión del mismo para ver si le sirve, no es como el mío pero servirá, pero si tienes alguno reforzado mejor. También tomare una mochila, en la cual colocare algunas flechas (40) mas un carcaj para llevar afuera. También tomaré esta espada (Espada larga) y esta armadura (Armadura de cuero tachonada). Ademas de este equipo necesitare el equipo básico, el cual es:
* Raciones de viaje, al menos para 5 días.
* Cuerda
* Pedernal y acero
* Piedra de afilar
* Manta de invierno
* Daga
- También si es posible alguna muda de ropa para soportar el clima, como la ropa de los montarases.
 

tranquila lo encontrare, bueno mejor dicho uno de mis sirvientes lo encontrara, porfavor seguid a la luz, ella os llevara a la armeria.- despues le hace un gesto a la luz y esta os va guiando por lo que parece un pasillo hasta llegar a una escalera, despues de bajar varias plantas, llegais una armeria bastante bien equipada, tan bien equipada que os da la sensacion que podria ser la armeria de una guardia de un castillo fortificado.

Kara coge la ballesta y exclama! Esta es una arma merecedora de una seguidora de la llama.

A continuacion coge la cota de malla, una espada larga y el escudo ligero.

Mirando las reacciones de los alli presentes, continua cogiendo los dos carcaj con virotes, una mochila y parte del equipo comun (odre, capa, raciones,)

El explorador siguió la luz asustado, pues el sabía que nunca debía seguir la luz al final del túnel pues eso indicaba una muerte segura.
Cuando llego a la armería tomo el equipo que creyó necesario y empezó a acomodar todo para llevarlo bien acomodado y le sea cómodo poder después acceder a cualquier cosa. Lo único que faltaban eran las raciones de alimento.

Rolakos analiza los contenidos de la armería, pero ya lleva consigo casi todo lo que necesita. Así que solo toma una mochila en la que echa una cuerda, un odre, una antorcha y una capa de invierno. Ademas toma una lanza, a pesar de que ya tiene una a la espalda.

Si los demás le prestan atención a Rolakos, ocasionalmente pueden sorprenderlo mirándolos fijamente. Sobre todo cuando están eligiendo su equipo de la armería, como si tomara nota mental de lo que eligen.

Heras tomó una espada larga, una espada corta, una lanza y un arco largo.  Después se puso la cota de mallas, lento pues era difícil hacerla quedar, probó el balance del escudo pesado y lo aprobó.  Se puso el carcaj en la espalda, y una de las mochilas donde había puesto una de las cuerdas, dos odres, 3 antorchas y, envuelta, la capa de invierno. 

Yo también, listo. 

Sigo, como todos, a la luz. Para cuando me doy cuenta de que hay cuatro capas de abrigo y somos 5, ya se habian acabado las capas. Supongo que podre conseguir una.

La mirada fija de Rolakos me incomoda y rompo el contacto visual adelantandome a tomar algunas cosas.

En una mochila meto un odre y una antorcha. Fuera de ella, cuelgo el arco con un carcaj de flechas.

Me dirijo a Darkan. -Agradezco muchisimo su generosidad. Se lo devolvere, por supuesto. Pero necesitare abrigo si vamos a estar en un lugar frio, ¿Es posible hacerse con otra capa de invierno? Por otro lado, hagame saber si puedo ayudar de alguna manera a recuperar mis pertenencias.

Desde la bola suena la voz de Darkan- tranquilos tomadlo como pago previo, por lo demas no os preocupeis, mañana podria tener tus cosas Malindria. Tu halcon Kara esta siendo mas dificil encontrarlo de lo que creia pero como he dicho mis sirvientes se encargan. Si seguis a la bola os llevara hasta el salon donde mis criados se han encargado de hacer una cena algo rapida, referente a las ropas si lo deseais os dejare una ropa nueva en vuestra habitaciones y mañana por la mañana partireis hacia el pueblo, se os dejara comida lista en las mochilas, para el viaje que son dos dias.- despues de decir eso la bola de energia empezo a moverse otra vez entre pasillos, durante esos momentos no os encontrais ninguna ventana ni persona. Despues de un rato andando llegais a una gran sala donde tampoco hay ni personas ni tampoco ventanas, en medio de esta hay una gran mesa con bastante comida, un par de jarras y algunas copas, ademas de unos cubiertos bien cuidados.

Bebo, como y me quedo viendo a las paredes, tratando de descubrir puertas ocultas o algo similar.  Después, me volteó a Kara y le digo.  Recuerdo haberte visto caminar entre los templos.  ¿A que dios rezas?  Sabía que era una pregunta peligrosa en este mundo, pero nuestro puerto era lo más libre que había en todas las islas y regiones alrededor.