Partida Rol por web

Guarda silencio un instante intentando escuchar algo, mientras revisa la entrada desde el suelo hasta el techo.

- Parece que es seguro, sigamos avanzando. Yo revisaría primero el pasillo de la derecha. Qué os parece? - mira a los demás esperando aprobación - Ya volveremos a investigar ese pasillo oblicuo - señala al pasillo de la izquierda

Llegais hasta donde gira el pasillo para descubrir que poco más adelante termina en una puerta igual que la anterior, pero esta vez otra cosa llama vuestra atención: nada más girar veis un montoncito de monedas de oro tiradas en el suelo.

Duthan enseguida se da cuenta de que son una ilusión, y al examinar mejor la zona descubre unas runas casi imperceptibles en la piedra del suelo bajo las monedas.

Jerisse las estudia y llega a la conclusión de que no tienen que ver con la ilusión, sino que están relacionadas con el aprisionamiento y que aún poseen un aura mágica residual. Tal vez la maga o Murtun podrían intentar desactivar el poco poder que les queda...

- Vaya, parece una trampa para codiciosos - sonrie el dracónico mostrando toda la dentadura - Ten cuidado Bleeder, que no te ciegue la codicia. Dudo que si esta tumba fue refugio de ladrones dejaran dinero por ahí tirado así como así.

Bleeder levanta la cabeza altivamente y se cruza de brazos al escuchar las palabras del paladín y le contesta intentando disimular.

-Ya me habia dado cuenta antes de que lo dijera Duthan, está claro que no eran de verdad, seguro que a ti te han engañado.

A la maga se le resisten un poco las runas y en un momento dado veis como el suelo frente a vosotros se transforma en una especie de arenas movedizas, pero pronto vuelve a formarse la piedra, y esta vez no queda ni rastro de las runas ni las monedas.

Ya está, ahora es seguro pasar... una gota de sudor cae por su frente, ha sido más complicado de lo que pensaba.

Bleeder se acerca a la zona donde estaban las monedas con precaución, despues de ver convertirse el suelo en arenas movedizas y volver a estado solido, todavia no se fia, da un paso tanteando el suelo, intentando que no resulte evidente lo que está haciendo y cuando ve finalmente que es seguro, dice.

-Bien hecho Jerisse, ahora me toca a mi.

Tras decir esto se acerca a la puerta y la examina en busca de trampas y intenta escuchar ruidos al otro lado de la misma.

Avanzais por el último pasillo hasta llegar a un cruce con dos de sus salidas cegadas, como ya estáis acostumbrados a ver en estas tumbas, y cuya única salida inexplorada termina en una gran sala con columnas de la que poco más distinguís desde donde estáis. Hay un rastrillo que normalmente cerraría el paso a esta sala, pero en estos momentos se encuentra levantado y tan oxidado que dudáis que pudiese cerrarse aunque lo intentaseis...

Bleeder mira a sus compañeros y con un encogimiento de hombros dice.

-Por aqui mismo esta bien creo yo, almenos tenemos una salida asegurada si pasa algo, no creo que este rastrillo se vuelva a mover en mucho tiempo. Además parece que por aqui llegaremos a una de las puertas que inspeccinamos antes.

Cuando entráis en la sala lo primero que llama vuestra atención son las cuatro columnas de piedra talladas con serpientes enroscadas. Muchas de estas serpientes tienen la boca abierta, mostrando los colmillos, y la aguda vista de Bleeder detecta pequeñas boquillas metálicas en las bocas de la columna del sureste.

Lo segundo y quizá lo más importante, es que un montón de telarañas con varios capullos de tamaño humanoide obstaculizan el paso y la visión en mitad de la sala. Junto a ellas hay una enorme araña de poderosas patas terminando de fabricar uno de los capullos. Nada más veros deja de hacerlo y os mira con sus multiples ojos mientras agita sus mandibulas...

Jerisse tiene más reflejos que el resto y es capaz de actuar antes de que la araña reaccione. Primero hace que su luz mágica aparezca frente a la criatura con un parpadeo, como una señal apuntando vuestro objetivo, para después invocar un rayo de escarcha que aún con todas pasa rozando a la araña y acaba congelando algunas de las telarañas.

La araña pega un salto y cae sobre el mediano, mordiéndole en el cuello antes de que pueda quitársela de encima y tirándole al suelo. El dracónido se prepara para golpearla cuando una segunda araña a la que no habíais visto entre las telarañas se lanza sobre él y consigue morderle y tumbarlo también.

Después de esto las dos arañas pegan un enorme salto con sus poderosas patas y casi vuelan hasta la otra punta de la habitación, lejos de vuestra luz. Los dos notáis como su veneno se extiende rápidamente por vuestro organismo, haciendo vuestros movimientos pesados y dolorosos...