Partida Rol por web

Oid seres babeantes -digo entrando en la habitación- Se me ha venido a la mente una pregunta -digo mientras miro mis uñas y su sombra danzando al compás de la antorcha- Si, hipoteticamente hablando, yo pisase una trampa, y me quedase moribundo... ¿Me ayudaríais?

¿No es más caótico y maligno saber que alguien se está muriendo y quizás puedas hacer algo para evitarlo, pero pierdes el poco tiempo que le queda haciendo preguntas estúpidas Quycus?. El sufrimiento es mejor que dar muerte Quycus. Tendré que enseñar eso a mis malignas legiones del mal. Eso me recuerda que debo de tener torturadores. El zumo de naranja en un ojo es un método perfecto para que alguien hable. Aunque quizás deba de emplear un limón, escocerá más...

Veo entrar a Mitius con la antorcha. Antes no tenía ninguna, pero Meiar sí. Su pregunta me escama bastante...

¿Le ha pasado algo a Meiar?

Cuando veo a Mitius con mi antorcha y sin Meiar salgo coriendo qwuitandole por el camino la antorcha a este ultimo hacia donde me dijo Meiar que iba.
Mientras corro le digo:
Como le haya pasado algo y no le hayas ayudado te empalaré con esa antorcha.

Sivil y Mitius se quedan mirando cómo el bárbaro desaparece por el corredor, dejándolos solos en la inquietante sala de las llaves.

Tus zancadas resuenan en los pasillos de piedra de la escuela. Llegas a la puerta de la Sala de Evaluación e iluminas el pasadizo de la derecha. Meiar yace boca abajo en el suelo, totalmente inmóvil, unos tres metros delante de ti. A su lado está extendido su estuche de herramientas.

Al fondo del pasillo hay una puerta cerrada.

Sacudo la cabeza, mirando a Mitius.
No es que me importe demasiado si has abandonado a Meiar en apuros. Sería una confirmación de lo que nos has hecho a todos hace un rato. Pero es posible que el bárbaro no vuelva muy contento. Yo de ti me plantearía largarme antes.

¿Acaso soy clérigo y se curar drow? NO. Bastante es que he venido a decíroslo. Cuando la dejé, no creo que tuviese solución. Tralalalala. A sido más para informar de que nos hemos quedado sin la inútil buscadora de trampas. Además... ¿Crees que largandome, o matando al bárbaro avanzaremos en este sitio? NO. Creo que es una explicación de porque seguís respirando. Tralalalala. Y ahora, al lio... ¿Sabes algo de las llaves u os habéis quedado dandoos besitos el barbaro y tú?

Hemos descubierto tanto como tú, así que imagino que somos igual de útiles. Entre tú y yo... ¿has traducido bien ese pasaje?

¿Que pasaje estúpido drow?

El que esta escrito en enano.- Suspiro con un poco de impaciencia.-De todas maneras creo que la estrofa del pergamino que va con esta sala es la de coger las primeras, ¿cogemos una de cada color de la cerradura y ya esta? Me acerco a las primeras llaves cerca de la entrada para coger una azul, una roja y otra de color verde. Me vuelvo hacia Mitius.-¿Quieres hacer tu los honores o tienes miedo?

¿Tantos años torturando y esclavizando enanos, y no sabes leerlo? Pone que los enanos buenos prefieren ir a dormir pronto, que les gusta madrugar. Lo mejor será que me ayudes a ver si el suelo tiene algo raro, y te dejes de llaves, creo que tengo una brillante idea, aunque... ¿Cual de mis ideas no es brillante?

¿Ahora te crees un topo?- Una risa aparace en mi garganta.- No son mas que baldosas. Aunque admito que su calor inusual me llama la atencion.
Si tengo suerte el suelo se abrira y caeras en un foso de lava.

Haz algo útil y ponte a buscar...

A pesar de tu minuciosa búsqueda, no encuentras nada. Quizás porque la persona más indicada está muriéndose por no haber recibido algún tipo de atención, o quizás porque no hay nada.

No te hace falta mucho tiempo para encontrar llaves de los colores que buscas. Te parece que son las más cercanas a la puerta por la que entrasteis. Cada una de ellas está colgada de un ganchito y se puede coger sin más. Entretanto, Mitius repasa cada baldosa del suelo murmurando para sí lo que parece una canción infantil repleta de barbaridades.