Partida Rol por web

Jack se abstuvo de seguir interviniendo, ya no se metería ni con las ansias suicidas de Will ni con la furia asesina de John. Sólo esperaba que no le haga demasiado daño.

Te va a matar, piensa Jack concentrándose en transmitirle el pensamiento a Will, y probando si su habilidad funcionaba en ambos sentidos.

No me molesté ni en cerrar la puerta, a fin de cuentas, lo que más me apetecía en aquel momento era mojarme un poco, así que tras mirarme unos segundos en el espejo y asegurarme de que estaba de verdad allí y no en una especie de broma extraña y de mal gusto, abrí el grifo y simplemente me lavé la cara un par de veces. El agua fría era lo mejor que había inventado nadie, al menos, en aquel momento me lo parecía. Seguro que si fuera estuviera nevando no me lo parecería tanto. Pasé mis manos por la nuca y por el cuello, la verdad es que había sido horrible tanto paseo y bueno, si no me planteé meterme en la ducha era porque me negaba rotundamente a ponerme las mismas bragas tras hacerlo.

Mientras por mi cabeza sólo pasaban chorradas en aquel momento sentí como alguien hacía ruido detrás mío, claramente para llamar la atención y levanté la cabeza para mirar quién era, aún goteando.

- Sí, es sólo que me moría de ganas por lavarme un poco y además, para escuchar discusiones... - Me encogí de hombros y después me agencié la toalla para secarme.

La verdad era que si podían hacer cosas como aquellas cualquier científico querría ponerles las manos encima.

- El problema es que si nos escapamos andando... es una chorrada. Will a mí personalmente me da que si supiera como llevarme al desierto al Sahara me dejaría en mitad perdida en lo alto de una duna. Y como tercera opción tenemos robar un coche y marcharnos, pero ya es cometer un delito en otro país...

Tenía mucha razón y lo sabía, yo mismo me había planteado cuestiones similares, pero sentía que estábamos entre la espada y la pared. Hiciésemos lo que hiciésemos estábamos jodidos.

-Yo tampoco quiero robar nada... Y se que si vamos andando a donde sea lo tenemos difícil, porque nos van a buscar... no creo que nos dejen ir sin más. Pero si nos quedamos aquí... no nos van a creer, a no ser que la policía montada de Canadá sea más incompetente aun de lo que se dice. Nuestra tapadera no se va a sostener...

Estaba algo desanimado, y ya me veía con mi bata de hospital encerrado en un sótano secreto del gobierno. Había escrito unos cuantos libros y por ello mismo tenía la certeza de que nos iban a convertir en material de investigación. Negué con la cabeza.

-Tampoco creo que seamos el mejor grupo del mundo, pero ahora mismo solo podemos confiar los unos en los otros, sino...- Acabé la frase con un toque sombrío, pero preferí no concluirla.

Will ve que sus palabras han surtido efecto, pero en lugar de querer estrangularle John tiene intenciones de golpearle con el puño. El celador lo unico que hace es intentar esquivar el golpe y pensar en llevarse a todos( incluidos los del baño que tienen la puerta abierta y realmente estan al lado)con su poder En caso de que vea claramente que le va a impactar en la cara bajara el rostro para que le golpee en la frente y no le rompa dientes XD.

" Darme me dara, pero Con un poco de suerte se rompera algun dedo al chocar contra la parte dura de mi frente "

John se habia cabreado de verdad, desde el baño o desde la china podia oirse que corria contra el pobre Will, quien solo podia esperar prepararse lo mejor posible para recibir un golpe.
Charles se sorprendio por le ruido inesperado. De pronto uno de los colchones de las literas comenzo a arder, los aspersores de los sistemas de seguridad se encendieron a la par que la alarma.
En uno segunto todo era caos.
...
Al segundo siguiente todos cayeron al suelo.
Ya no estaban en canada.

Will lo habia hecho, de nuevo, sin querer. Justo cuando el puño de John aterrizaba con fuerza pero en lugar de su cara se clavo en el suelo partiendo las baldosas en dos como si nada. Con una fuerza muy por encima de un humano normal. Seguramente Will era el tipo con mas suerte del mundo, pues de haberle dado estaria muerto.

A su alrededor vieron una cafeteria tipica americana, era un lugar familiar, cerrado al ser de noche. Will reconocio el lugar, habia estado alli esa mañana tomando cafe y tonteando con la camarera.

Charles y yo teníamos un poco las mismas dudas, aunque no nos dio demasiado tiempo a tratar de buscar una solución a nuestro problema pues en cuestión de unos segundos empezó la función y se escucharon los gritos del orangután tan altos que seguro que los osos se habían ido corriendo a Alaska.

- ¿ Y ahora qué... ?

Con la escena que había dejado cuando salí de la habitación no me extrañaba que se hubiera liado de aquella manera pero cuando vi que Charles daba casi un brinco y que empezaba a oler a quemado me preocupé bastante por el tema.

Para cuando quise darme cuenta estaba cayendo de culo en el suelo, descalza porque no me había puesto las zapatillas y con la toalla del lavabo en la mano. Se escuchó el sonido de las baldosas al romperse y simplemente me quedé con la boca abierta.

Claro una cosa es que te digan que te han teleportado y otra, ser consciente de que lo hacen.

- No entiendo cómo funciona eso. ¿ Por qué nos ha teleportado a todos si lo que corría peligro era él? ¿ Y si lo ha hecho en plan en masa por qué no se ha traído al chico guapo? Yo lo cambiaba por el " orangután ", aunque quiera hacerme más preguntas.

- Decidme que hemos vuelto a los Estados Unidos y que puedo volver a mi casa...

Al menos como me dijeran que sí yo iba a buscar algo que ponerme en los pies y llamar a un taxi ya mismito para que me devolviera a mi cueva. Me habían sobrado vacaciones ya.

John se sorprendio mas que nadie. Era fuerte, siempre lo habia sido pero no tanto.
- ¿Pero que...coño?.- pregunto a nadie en concreto mirandose la mano, que tenia intacta cuando deberia estar rota por mil sitios.
- ¿Donde estamos?.- pregunto mirando a Will, parecia un bar cerrado.

Pobre Will, de pronto se transformó en Doroth y debía hacer chocar sus zapatos rojos para volver a casa, con el gentil auspicio de John, el camionero, que no dudó en lanzarse como un maldito toro contra el chico, dispuesto a sacarle la cabeza o enseñarle como eran sus vísceras por dentro. Leonore no se daría cuenta de nada de esto, sólo escuchó los comentarios, y antes de poder reaccionar, la carrera del camionero contra Will.

El sonido de las alarmas de incendio, y el dolor a quemado, Leonore quedó desconcertada por completo, ya no recibía señales para saber que estaba pasando, sólo pudo percibir una ligera vibración, como un pulso antes de que el ambiente cambiara por completo, ya no se sentía el olor a quemado sino un intenso aroma a café y frituras, Leonore se encontró en el suelo, y se fue poniendo de pie muy lentamente,  y la voz del camionero le indicó en donde estaban.

Era una cafetera por lo que alcanzó a ver, con una barra, ventanas que estaban cerradas, asientos dobles y mesas firmes, todo estaba ahí como una cafetería cerrada, es lo que alcanzó a ver con las dos frases dichas por el hombrón, también pudo darse cuenta que estaban todos los presentes. La pregunta ahora era saber en donde estaban, y podía ser en cualquier parte..

Si habían dudas sobre las locuras de las que hablaron sobre los poderes, hasta ese momento habían quedado disipadas,  a menos que sea una ilusión colectiva, pero lo cierto, es que habían aparecido en otro lugar completamente distinto, y tenía toda la pinta de ser USA, por lo menos no tendrían a extranjería sobre ellos. La joven a tientas llegó a una de las butacas y se sentó, sus manos temblaban revelado su nerviosismo, podía sentir ahora sus latidos, el pulso en sus muñecas, y también, el pulso de los demás. Giró su cabeza hacia ellos, su oído cada vez se volvía más y más fino...

- parece que en casa, o en alguna parte ella- le responde con sarcasmo a John,  bajando sus manos y sujetándolas para ocultar su temblor, - en ninguna otra parte del mundo hay tan mal gusto para la decoración y existe ese olor a frituras, café y malteadas - levanta las cejas,  - debe haber un teléfono cerca, podríamos usarlo - sugiere aún sentada en la butaca. El sonido de la baldosa siendo destruida por el golpe de John  es un detalle que no se le había escapado, insistía, si alguien había dudado... era momento de dejar atrás esa dudas.

William se levantó del suelo donde habia quedado sentado, a escasos metros donde John habia enterrado su puño haciendo un boquete en el suelo.

“ Me alegro que no fuera eso mi cabeza.” Penso mientras miraba boquiabierto la fuerza del impacto.

- Siento lo que dije de tu familia, si no conseguia que estuvieras cabreado y le pusieras ganas “reales” no habria servido…pero viendo como te las gastas no me pidais que lo repita. Dijo sin mirar a nadie en concreto mientras merodeaba por la cafeteria para asegurarse de que se trataba del mismo lugar.

- Aquí trabaja tu amiga la pelirroja Jack. Estamos en Jersey, junto a Nueva York. Añadió rascándose la frente, aun algo mareado tras el viaje. Siempre tras cada “salto” habia experimentado un cansancio como si hubiera estado realizando ejercicio fisico intenso en extremo. Se apoyo en la barra para descansar y recuperar el aliento.

Al escuchar aquella palabra mágica sonreí pues jamás me había alegrado tanto de estar en casa.

- ¿ Jersey? - Sonreí como si hubiera escuchado una música celestial. Ni siquiera tendría que irme excesivamente lejos, porque mi abuela me había dejado en herencia su casita al morir y tenía unas cuantas cosas útiles guardadas en ella, como algo de calzado. - De nuevo en casa!

Yo había nacido aquí y aunque desde dentro no ubicaba aquella cafetería, seguro que saliendo fuera hallaría el camino para llegar a aquella casa. Ahora vivía en un piso en Manhattan sólo porque me quedaba más cerca del trabajo y me ahorraba mucho camino en coche, o cogiendo el ferry, pero no había vendido la casa porque mi idea era volver a ella en algún momento y solía venirme lo fines de semana.

- ¿ No habrá aquí dentro el calzado de alguien? - Miré a ver dónde podrían cambiarse las personas que trabajaban allí. Ya vendría en otro momento y les dejaría una buena propina por el favor. - Tengo una casa no muy lejos de aquí... - saqué el móvil del bolsillo y lo encendí, necesitaba ubicarme sin sacar la cabeza fuera. - Si alguien necesita un lugar para quedarse antes de volver a su casa.. Eso sí no habrá comida en la nevera pero podremos pedir unas pizzas o hacernos algo, que creo que algo hay en la despensa.

Yo no era demasiado buena cocinando así que seguro que había algo de comida precocinada por la casa o un paquete de pan de molde y algo que untarle.

Otro salto y ahora dicen que estamos en Jersey, eso facilita mucho las cosas pero hay algo que no logro quitarme de la cabeza.

Primero lo primero voy a tratar de localizar a alguno de los ausentes... Digo al resto sacando mi telefono movil para llamar a Dayana ya que al fin tendríamos cobertura. Si no contesta nadie deberíamos dar parte del accidente. Les recuerdo.

- Eh! Espera! - Dije antes de que tocara el teléfono. - Quiero recordarte que por algún motivo sois como los X-men y si por algún motivo estábamos todos juntos allí y lo saben... no sé, quizás tengan los teléfonos de esas personas... - No había nada más sencillo que localizar un teléfono móvil.

Negué con la cabeza.

- Además que luego pueden rastreártelo donde estés...

Imaginaba que eso era algo que sabía todo el mundo y más donde estábamos, que había una antena cada nada para dar cobertura a toda la demanda que había. Lo mío tampoco eran las telecomunicaciones, pero tenía más relación con lo mío que el resto de cosas que estaban sucediendo.

- Sólo hemos viajado en el espacio, creo que no en el tiempo, por lo que el accidente ha sucedido hace demasiado tiempo como para que nadie sepa nada. Además, ellos habían dicho que los tenían a todos en un hospital ¿ no? No creo que haga falta dar parte de nada... - Al menos a mí me había parecido que habíamos andado muchas horas por aquel lugar de Canadá.

Me había asustado con el barullo que se había montado, y más aun cuando nos volvieron a ¿teletransportar?, aquello empezaba a cansar...
Intenté identificar donde nos hallábamos, pero no tarde en enterarme por boca de otros y mi cara se iluminó. La casa de mi madre debía estar cerca, por fin... Mantuve la calma, pero solo tenía ganas de salir corriendo, no quería que me volvieran a teletransportar quien sabe donde. Entonces me llamó la atención el comentario de Brenda.

-Creo que Brenda tiene razón, a estas alturas ya deben estar más que atendidos...- "O muertos" dije con poca confianza, entonces cambié de tema y me centré en preguntarle a Brenda.- ¿Tú también eres de por aquí?, yo nací aquí, mi madre trabaja en una cafetería, quizás esté cerca.

Estuve a punto de invitarlos a todos, pero la verdad es que apenas los conocía, además suponía que cada uno querría regresar a su vida lo antes posible.

John se puso en pie y gruño a Will.- Me da igual la razon, vuelve a nombrar a mi familia y no tendras lugar donde transportarte que sea seguro.- dijo mirando a su alrededor.
Resoplo.- Tenemos que irnos antes de que salta la alarma de seguridad.. puede que ya este sonando en alguna comisaria.- advirtio.- Yo me largo.

Will se esperaba la réplica aun amenazante de John por lo que no le dio mas importancia que la justa mientras buscaba con la mirada la salida .

“ Que curioso, parece que muchos viven en Jersey o alrededores, como yo.”

- La dueña de la cafeteria esta fuera de la ciudad por…. un asunto familiar. Will iba a decir entierro pero omitió la palabra. Por lo poco que he visto del marido que se ha quedado a pie del cañon diria que no deberiamos preocuparnos de la alarma. De cómo salir puede que si, si esta cerrado con llave por el exterior…puede que por alguna ventana…

La advertencia de Brenda al melenitas de no usar el télefono móvil le parecio muy acertada. Si tenian tanta prisa por intentar hablar con sus familiares y amigos perdidos siempre podian usar una cabina pública de la calle.

“ Lo que no me encaja de todo esto es mi fugaz visita a esa habitación de motel donde me encontre el cuerpo de esa joven desnuda y apuñalada en el baño. No habia vuelto a pensar mas en el asunto, regresar a esta cafeteria donde trabajan sus tios me refresco la memoria. Pero lo raro es que yo solo puedo saltar a lugares que haya estado o haya visto de alguna forma y ese en question no me suena de nada, a menos que…. “ Will miro rapidamente a Jack de reojo, el joven parecia distraido en sus cosas, esperaba que no le hubiera estado leyendo la mente.

- Podiamos ir todos a casa de Brenda para pensar que hacer y antes de separarnos e ir cada uno por su lado asegurarnos que los demas estan todos bien y que el gobierno no nos anda buscando. A mi personalmente me da igual, si se me presenta en el trabajo un grupo de operaciones especiales para invitarme a acompañarles soy el que lo tiene mas facil para declinar su invitacion.

Jersey. Estaba a pasos de casa. Pero, ¿Que había ahí? Su madre y su botella de alcohol, seguramente. Mindy. Tenía que hablar con ella, contarle esta aventura, seguro que la chica alucinaría. 

Pero era mejor quedarse un rato con el "supergrupo". Según sus pensamientos, pocos pensaban en las posibles consecuencias y significados de sus encuentros. Y Will acababa de pensar en...  Cuando iba a mirarlo instintivamente, vio por el rabillo del ojo que acababa de recordar su habilidad. Se dirigió a todos en general.

- Oigan, yo no creo que nuestro encuentro haya sido casual. El poder de Will, que yo pueda escuchar vuestros pensamientos, el fuego de Charly, la fuerza inusual de Rambo. Creo que todos aquí tenemos poderes, o como quieran llamarlos. Yo también vivo cerca, en Nueva York -continúa, mirando a Will y contestando su pregunta mental-, pero no recomiendo ir a mi casa, y tampoco a la de Brenda, por las dudas, creo que deberíamos buscar un lugar neutral, podría llamar algún amigo o amiga que nos reciba unas horas hasta decidir que hacer. Tal vez alguno de nosotros o alguien mas nos ha atraído, ha hecho que nos juntemos, y deberíamos averiguar la razón antes de ir cada uno por su lado. 

Por el tono de Charles, imaginé que había entendido perfectamente el que me hubiera ahorrado el decir algo así como " si a estas alturas ya no los ha ido a buscar nadie estarán criando malvas debajo del camión ". Solía tener un humor bastante negro y cínico de vez en cuando, pero claro, a ellos aún no los conocía lo suficiente como para soltar una frase lapidaria de las mías.

- Sí, he vivido aquí hasta que me fui a la universidad... - Aunque en mi caso lo de irme a la universidad no acabó en fiestas universitarias ni en juerga tras juerga sino yendo de la biblioteca a la habitación y cuando no, a trabajar para poder pagarme las facturas. Arreglada y sin hablar siempre había ganado mucho.

En ese momento me di cuenta de la que se había liado en la cabaña aquella y temí un poco por la casa de mi abuela. Más que nada, porque si la hacían arden les iba a dar igual teleportarse o desaparecer les encontraría y les sacaría la piel a tiras. Era lo único que me quedaba de mi familia. Si hubiera sido mi piso de Nueva York me jodería un poco sólo por mis cosas pero...

Miré al rubio y asentí a sus palabras.

- Hombre, yo agradecería poder calzarme y cambiarme de ropa, pero no tengo un pavo si no paso por casa... Imagino dónde me dejé el bolso, así que en los bolsillos sólo llevaba las llaves y el móvil.

Will se froto la frente mientras miraba a través del cristal de la ventana a la oscuras calles de Jersey. La noche imponia su orden de tranquilidad donde la tenue luz de las farolas remarcaba siluetas grises y obtusas.

- No creo que sea bueno meter mas gente en el asunto . Dijo refiriendose a Jack.

-Bueno, si sirve de algo yo vivo a apenas unas calles de aquí. Mi apartamento es grande y aparte de hablar se podra descansar, no olvidemos que es medianoche y llevais todo el santo dia tirados en el bosque. Después se giró y miro de arriba a bajo a Brenda frunciendo el ceño. Creo que lo del calzado y la ropa se puede arreglar. No se, decidios pero no podemos quedarnos aquí dentro mucho mas.

Parece que varios de ellos tienen diferentes poderes así que hago una pequeña confesión

En el claro del bosque creo que ví un pequeño retazo del futuro con el oso, sabía que iba a atacarnos y pude anticiparme... pero no se si fue cosa mia por que por mucho que lo intento no veo el número del siguiente sorteo de loteria. Digo con una sonrisa