Partida Rol por web

Tras un merecido descanso, os ponéis a a investigar a la tal Bernarda. Parece ser que es una misteriosa filantropa de pasado desconocido. Recientemente se ha dado a conocer por apoyar al ahora presidente del gobierno, y por patentar un par de procesadores para móviles de última generación.

Investigando un poco más, lográis averiguar la dirección de su mansión, y unas referencias a cierta fábrica que tiene no lejos de aquí. También es de dominio público que pasará parte de la tarde con el nuevo presidente.

Ante tres nuevas lineas de investigación, a ti te toca escoger una, mientras Kendra irá a investigar otra, para, al final, reuniros de nuevo e ir a investigar la tercera.

 Dado que esa loca nos conoce, creo que lo mejor es, por el momento, evitarla en la medida de lo posible. En su lugar me decanto por ir a su fábrica y le recomiendo a Kendra que visite su mansión, para reunir indicios y pruebas antes de ir a por ella directamente. También le digo que tenga cuidado, ya que seguramente es muy posible que esté esperando que vayamos a por ella, así que es posible que Zeke y sus esbirros de metal nos esperen.

Una vez decidido el plan de acción, la joven te da un pequeño comunicador, para mantener el contacto en caso de necesidad, y se larga. 

La citada fábrica se encuentra en uno de los múltiples polígonos industriales de la ciudad. Uno que ha pasado por tiempos mejores, todo sea dicho.

El lugar no tiene nada de extraordinario. Parece un almacén corriente, con un perímetro vallado, un par de cuadras en la entrada, y una zona de carga y descarga en la que, en estos precios momentos, están descargando su carga un tráiler.

 Mientras observaba la fábrica, usé mis poderes de Sonar, Sexto sentido y Empatía Cibernética para ver que podía percibir por los alrededores. El último poder podía usarlo para tratar de conectar con cualquier sistema de seguridad o de máquinas que pudiera haber...

Estás bastante lejos, por lo que no lo percibes todo con claridad. Detrás del perímetro vallado, hay un parking y una zona con contenedores, y más allá el propio edificio. Parece que hay unos seis guardias patrullando el área exterior, un y  circuito cerrado de cámaras de vigilancia.

 Me hago invisible y me acerco con cuidado al camión, para ver que están descargando.

 - Vamos a ver que se está cociendo aquí. - Pienso.

 Una vez que estoy lo  bastante cerca, me conecto al sistema de seguridad, para ver que más puedo averiguar a través de él.

En el camión hay diversos productos de laboratorio, cosa extraña, ya que se supone que la fábrica es de componentes electrónicos. 

No puedes ver nada, ha que no cuentas con una pantalla.para "mirar", pero percibes perfectamente todas las cámaras de seguridad de la planta, así como las diversas máquinas que ensamblan los componentes electrónicos que se supone que la fábrica produce.

El edificio parece tener dos plantas y un sótano. En la planta superior parece haber ordenadores y una red WiFi privada, así como más cámaras de seguridad, y una sala de control. El sótano parece algo más extraño, no percibes cámaras de seguridad, pero sí se dores infrarrojos, y algonsimilar aparatosa unos  informáticos.

 Deduciendo que lo que busco se encuentra en el sótano, trato de entrar en la fábrica. Mientras busco la entrada, recurro al sonar para saber donde se encuentra todo el mundo, y también a la Empatía Cibernética tanto para abrir cualquier posible cerradura electrónica como para piratear cualquier sistema informático, como un ordenador, que me encuentre...

Gracias a tu invisibilidad te paseas sin problema alguno por toda la fábrica. Tu habilidad de sonar te permite predecir fácilmente las rutas de los guardias, por lo que fácilmente logras bajar por unas escaleras a entrada al sótano está bloqueada por sensores de movimiento y de calor, así como por una puerta blindada, sin embargo, con un poco de cuidado, logras desmantelar el sistema de seguridad, y cruzar.

Una vez abajo, descubres lo que realmente es la fábrica. No es una fábrica de componentes electrónicos, si no una fábrica de seres humanos. En unos grandes tubos trasparentes puedes ver decenas de versiones de Zeke en diversos estados de "formación". Todos son morenos, y están despiertos, con sus ojos mirándote con unos ojos deshumanizados, casi sin vida. Las máquinas parecen funcionar en modo automático, y, entre sus comandos, reconoces algunos de los signos que viste en el portátil de tu viejo mentor.

 Miré asombrado y horrorizado lo que veo. Observo con atención as máquinas y trato de entender su significado para saber como utilizarlas...

 Al mismo tiempo, mientras sigo invisible, sigo pendiente del sonar, para asegurarme de que nadie me sorprende.

 - Mierda... - Pienso, mientras me apresuro a largarme de aquí. Por el camino, mientras sigo invisible, tengo cuidado de que nadie me detecte, mediante el sonar y teniendo cuidado con el sistema de seguridad, gracias a mi control sobre las máquinas...

Percibes a alguien bajando por las escaleras, un simple técnico, las alarmas y sensores no dan muestra de amenaza alguna, no obstante, la presión psiquiatra se incrementa en tu mente, con una voz gritando dentro de tú cabeza cosas ininteligibles.

Por un momento pierdes la concentración, y te haces visible. El técnico se lleva el susto de su vida, y empieza a gritar como un condenado. En la planta de arriba algunas personas dan la alarma, mientras que a tus espaldas, escuchas como unos cristales se rompen.

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 - Mierda. - Pienso, antes de tratar de dejar fuera de combate al técnico con mi telequinesis y volver a hacerme invisible de nuevo.

A duras penas logras salir del sótano sin tropezarte con nadie, mientras varios guardias bajan por las escaleras a investigar el alboroto. Poco después escuchas unos gritos, algunos disparos, y luego silencio. 

A fuera de la fábrica parece haber más movimiento, pero, por ahora, nadie se interpone en tú camino.

 Mientras sigo invisible, me dispongo a alejarme de la fábrica, usando el sonar tanto para tener una idea de lo que está ocurriendo como para asegurarme de que nadie me está siguiendo de alguna forma.

 Una vez que esté a una distancia prudencial, usaré el comunicador para contarle a Kendra todo lo que he descubierto.

Tomas camino hacia la salida del recinto vallado sin que nadie se cruce en tú camino, algunos guardas entran en la fábrica, pero, tras más disparos,  todo queda en silencio, y lo único que sientes el fuerte vendaval que se está levantando de improviso.

Cuando más concretado estás, te suena el comunicador. Kendra te ha llamado antes que tú a ella.

Kendra: ¡deja inmediatamente lo que estés haciendo y sal corriendo! ¡He encontrado en el ordenador de Bernarda unos diseños de un guante que permite leer los cristales de memoria y reproducir el poder que contenga! ¡Hasta ahora no funcionaba porque no tenía ningún cristal, pero ahora tiene uno! ¿Lo comprendes? ¡El dispositivo que el primer Zeke nos robó! ¡El muy bastardo sigue vivo!

No tienes mucho más tiempo para escuchar, ya que una furgoneta ha salido  volando por encima de tú cabeza, y se ha estrellado contra el suelo, a unos pocos metros de tí.

Zeke: ¡Ey chico invisible! ¿Eres tú o el viejo? ¿Me habéis echado de menos?

El Zeke del pelo azul aparece a unos veinte metros por encima tuya envuelto en una corriente de aire, a la par que el cielo se oscurece, y múltiples nubes de lluvia empiezan a formarse.

No obstante, la sonrisa del maníaco no le dura mucho. Cuando diversos clones deformados empiezan a salir de la fábrica, cojeando y arrastrándose, su cara cambia a la estupefacción y al asco, quedándose completamente paralizado en el aire.

 Viendo que ahora mismo Zeke está ocupado con los clones, me centro en largarme inmediatamente, siguiendo invisible, y voy inmediatamente a reunirme con Kendra. Recordando como los clones reaccionaron cuando usé mis poderes sobre ellos, esta vez lo evito, esperando que Zeke centre la atención de las replicas genéticas...

Zeke lanza toda su furia contra los clones. Coches y otros objetos se mezclan en un torbellino de lluvia, viento, y polvo. Algunos clones parecen contraatacar con rayos de energía y conos de fuego, pero no te quedas a ver nada más, y te largas de allí todo lo rápido que puedes. 

Durante un instante notas el pinchazo de un mosquito en el cuello, pero cuando vas a aplastarlo, el bicho ya se ha marcado volando.

Sin darle más importancia, intentas contactar con Kendra de nuevo, pero no hay señal. Al rato, recibes un mensaje.

Kendra: reúnete conmigo en la mansión de Brenda.

El mensaje adjunta una localización GPS que te manda justo al jardín trasero de la vivienda de la anciana.

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 Tras leer el mensaje, me rasco la zona del picotazo, pensativo...