Partida Rol por web

 - ¿Y luego que?. - Le respondí, con tranquilidad. - Si yo muero, ¿Dejarás vivir a estas personas, a Kendra y desistirás de querer destruir la ciudad y volverás al futuro pacificamente?.

Zeke: así es. Lee mi mente, sabes que no miento.

 - ¿Y que esperas conseguir con esto?. - Le respondí. - Si yo logro salvar estas personas, vida o muera, ¿que será de ti?.

Intentas razonar con el psicópata para que pare todo esto, pero no logras que se detenga, e insiste en que tomes una decisión.

Zeke: no vas a salvarlas, te vas a salvar a ti mismo, porque eso es lo que hacemos todos. Seguimos nuestra programación, no vamos en contra de ella. Tú no irás en contra de tu programación porque no puedes, del mismo modo que yo tampoco puedo hacerlo.

 Está tan convencido de que voy a escoger la opción de salvarme a mi mismo, que casi estoy por hacerlo por joderle, pero lo hago por salvar vidas, así que lo hago: Decido sacrificarme para salvar a Kendra y a las personas, por lo que hago lo que ha dicho y adsorbo la radiación...

El tiempo vuelve a su curso normal, y comienzas a absorber la energía de cada uno de las pobres víctimas, que levitan hacia tí en forma de pequeñas esferas luminosas.

Cada esfera absorbida estremece se siente como si te inyectaran ácido puro en tus huesos, pero no te detienes, una tras otra absorbes toda la radiación de los presentes, los cuales caen plácidamente en el suelo.

Zeke: ¡Ja! ¡Lo ha hecho! ¡¡¡ El maldito loco descerebrado lo ha hecho!!!

Kendra trata de acercarse a tí, pero tú cuerpo comienza a brillar con un fulgor azulado, producto de la energía contenida en tú cuerpo.

Intentas contener la energía, pero empieza a salir de tu cuerpo, quemándose la piel, y causándote un inmenso dolor. Zeke se acuclilla en frente tuya, observándote. Kendra se tapa la cara, la luz también empieza a quemarla a ella.

Zeke: demasiada energía chico listo. Demasiada energía.

Tu factor de curación empieza a funcionar, y las quemaduras sanan nada más producirse, pero más y más quemaduras aparecen a medida que la energía se escapa de tú cuerpo.

Zeke: pero te vas a salvar. Puede que la ciudad explote, pero te vas a salvar.

Acto seguido, pone las manos sobre tus hombros, y empieza a absorber la energía que sale de tú cuerpo.

Un enorme destello  blanco cubre la zona, y todo se vuelve oscuridad.

Un tiempo después despiertas. Estás acostado en una cama, y Kendra, una vez más, está a tú lado 

Me incorporé, sobresaltado:

 - ¿Que a pasado?.

Kendra retira unas cortinas, y a través del cristal puedes ver un terreno devastado. Bajo un los cielo gris se pueden ver unos edificios casi en ruinas, y una serie de máquinas, con forma de trípodes, patruyando la zona.

Kendra: tres mil millones de vidas humanas se apagaron el nueve de mayo del dos mil seis. Los sobrevivientes del fuego nuclear solo sobrevivieron para enfrentarse a una nueva pesadilla. La guerra contra las máquinas.

 Miré horrorizado lo que estaba viendo:

 - ¡Esto no puede haber pasado!. ¿Esto es real?. ¿Cuanto tiempo he estado inconsciente?.... ¡Espera un momento, la población de Nueva York no era tan extensa!. ¿Como pudieron morir tres mil millones de vidas de un plumazo?.

 Aquí había algo que no me cuadraba.

La ilusión desaparece y Kendra adquiere el aspecto de Zeke, que no puede enviar tirarse al suelo mientras se descojona de risa. Al parecer, estás en una habitación de la aeronave.

La verdadera Kendra aparece por la puerta, acompañada de Kevin.

Kendra: ¡maldito loco, déjalo en paz!

Kevin: tranquilo, chaval, todo está bien, nadie ha salido herido, y la historia va como debería de ir.

 Miré al todo el mundo, sin entender que está pasando:

 - ¿Alguien quiere explicarme que está ocurriendo, por favor?.

Kendra: después de que absorbieses la radiación, tú cuerpo empezó a luchar contra ella, intentando expulsarla, lo que ocasionó que casi te conviertas en una bomba humana. Pero el señor sonrisas , aquí presente, te quitó parte de la carga explosiva, y logró estabilizarte.

Zeke: ¡fui un héroe!

Kendra: ¡fuiste la causa!

Zeke: ¿aún enfadada por ese pequeño detalle? Te he salvado la vida dos veces desde entonces...

Kendra: serás...

Kevin: tranquilos, los dos. Connor, has estado en coma una semana. Mientras te recuperadas, hemos estado revisando lo todo para asegurarnos que todo va correctamente, y capturando a los clones de Brenda que escaparon de la fábrica.

Zeke: si, ¡el trío de justicieros del futuro salvando la ciudad! 

Kendra: ¡Cállate, loco!

Kevin: ¡Cállate loco!

Kendra: en fin, ya que te has repuesto, es hora que nos marchemos. Mister Fantástico se viene con nosotros, vete tú a saber que haría en este tiempo si lo dejamos solos. Así tú podrás volver a tu vida de siempre.

Zeke: no creas, no es muy listo. Seguro que quiere venirse con nosotros.

Kevin: no digas tonterías, Zeke, ya le hemos dado bastantes problemas. Connor, ha sido un placer.

Kevin te tiende la mano en señal de respeto, y se dispone a despedirse.

 Le devolví el gesto y se la estreché, con una sonrisa:

 - A sido un placer... Bueno, ya me entendéis. Espero que nos volvamos a ver en mejores circunstancias. - A continuación me dirigí a Zeke. - Y tú, no causes demasiados problemas, por favor, ¿vale?.

Zeke: tranquilo, tranquilo, ya he hablado con el Director de Juego para ser el protagonista de una nueva campaña. Viajes en el tiempo, dinosaurios, alienígenas, va a ser una pasada. Tu procura ir bien vestido y no cagarla mucho este Sábado.

Ante tu mirada de desconcierto, Zeke sigue hablando.

Zeke: bueno, verás, cómo estabas en coma, y no sabíamos cuando despertarías, durante  estos días adopté tu aspecto. Ya sabes, para que tú familia no te hechara de menos, ni tus profes pensaran que eres un desalmado delincuente que se salta las clases. La cuestión es que, por obra del destino, y un poco de control mental de mi parte, terminaste compartido clases con la chica rubia de la super curación, ya sabes, con Clare Benet. Y una cosa llevó a la otra y...  Bueno, resulta que tienes una cita con ella esté sábado. ¡ Hasta otra!

Dicho esto, se teletransporta y te deja con la palabra en la boca.

 Me quedé con la boca abiertay solo pude decir:

 - ¿¿Que??.

 Aunque mentiría si dijera que no me tienta lo de la cita con el ángel rubio que tuve en mis brazos.