Partida Rol por web

De camino a tu casa, pues es la hora del almuerzo, haces el camino de todos los días, y hay un tramo, a unos 5 minutos de la casa que es una pequeña calle que da a la parte trasera de casas.
Alli en esa calle se encuentra aparcada una furgoneta azul, y no le das gran importancia y sigues andando, cuando estás al lado de la furgoneta, te llevas un gran susto, pues aparece un chico joven de unos 17-18 años de edad. Que se acerca a ti y te dice:

Hola Eva, tranquila no te pongas nerviosa. Pero debes venir conmigo.

El chico lleva unos vaqueros y un jersey azul, sus ojos son azul claro y tiene el pelo ondulado.

¿ Que ? - Pregunto sorprendida, pero aun así, sin levantar la voz.

Tardo algunos segundos en reaccionar, pues mi mente divagaba por otros lares, muy lejanos, con mas sol, arena y mejor compañía. - ¿ I... Ir a donde ? y ¿ te conozco ? - Pregunto con cierta precaución, mas que miedo. De todos modos intento evitar que por ahora se acerque a menos de un par de pasos de mi.

No puedo decirtelo ahora, pero debes venir conmigo, no te preocupes no te pasará nada malo.
El chico mantinene la distancia con Eva, si ella se aleja un paso, él lo recupera.

Miro a un lado y al otro. Tomándome unos segundos para pensar en ello. En una situación normal no subiría a una furgoneta, pero con lo ocurrido ayer, todo empieza a tomar un tono un tanto especial. Al final me decido a aceptar su invitación mientras pregunto por Clarie - ¿ Ocurre algo con Catherine ?.

El chico te dedica una sonrisa cuando ascedes a ir con él.

Estupendo Eva, cuando lleguemos te contaremos todo, es bastante largo de explicar sabes....
¿Quien, Catherine?, no se de quien me hablas, perdona

El chico abre la puerta lateral de la furgoneta para que entres y tomes asiento.

Hummm, no nada. Perdona. - Su respuesta me tranquiliza, pero aun me deja con la duda. Supongo que de pequeña me dijerón tantas veces "No subas en el coche de un extraño" ... En fin, quizás algún día me arrepiento de eso, pero de momento entro y tomo asiento.

¿ Y como te llamas ?. Ya que parece que tu si conoces mi nombre.

Mi nombre es Simon, y tú eres más especial de lo que imaginas.
Dijo el joven mientras te miraba con una sonrisa
La furgoneta arranca y os poneis en marcha

Mi amigo el que conduce se le llaman El Aleman.
dice señalando al conductor

Hola muchacha

dice con tono seco y mirando por el espejo retrovisor

Hola - Respondo al conductor con mi habitual volumen de voz antes de volver a prestar atención a Simon - ¿ Seria posible saber donde vamos, que queréis y de que me conoces ?.

El tono de las preguntas resulta directo y sin tapujos, contradiciendo un poco el aspecto y la voz de "mosquita muerta" de Eva.

Pues la verdad es que no, ahora no puedo decirte nada. Pero no te preocupes Barbara se encargará de ponerte al día. Y creeme te interesa.

Tras varios minutos de conducción Simon dice

Ya estamos llegando.

La furgoneta aparca en un parking subterráneo de un edificio y bajais de la furgoneta.

Ahora tienes que darme tu movil...vamos

Te dice el Aleman, en tono serio mientras extiende la mano.

¿ Porque debería darte mi teléfono móvil ? - Pregunto ante la extraña situación, como si ya de por si no lo fuese suficiente.

Tu solo dame el móvil, aquí dentro no puedes tener móvil. Cuando salgas de aquí te lo devolveré.

El hombre, que por cierto es bastante alto, hace ademanes con las manos para que se lo entregues rápido.

Vale, vale ... - Después de apagarlo, se lo doy, aunque no me agrada mucho el tono que esta adquiriendo la situación. Sin embargo sigo desprendiendo la misma seguridad en misma. No como quien se cree invencible, si no como quien no percibiera el peligro o creyera que no le afectará.

Gracias.
Coge el movil y se lo guarda en el bolsillo

Bien , vamos. Seguramente nos estén esperando.
Sigues a Simon, y por último tras cerrar la furgoneta va el Aleman, entrais por una puerta que da a unas escaleras blancas, subís tres plantas.
Ves pasar gente con monos azúles y algunos con batas blancas. Otros bestidos con ropa normal, todos ellos de un lado para otro o subiendo y bajando las escaleras por dónde subis.

Finalmente llegais a una puerta donde entrais en una estancia que parece un despacho, en ella se encuentran tras un escritorio una mujer rubia, y en frente a ella y algo encorbada una mujer algo mayor, de pelo castaño con el pelo recogido. Al entrar os miran.

Oh vaya...habeis llegado ya.
Bien, antes de lo que esperaba.

Hola Eva buenos días, mi nombre es Barbara y ella es Virginia, sientate por favor.

La mujer rubia hace ademan para que Eva se siente en la silla que está al lado de Virginia

Así podré contaros a las dos todo esto y no tendré que explicarlo dos veces

-Bien Barbara, nosotros ya nos podemos ir ¿verdad? no hay ningún problema. Avisanso si necesitas algo

A lo que Barbara responde

-De acuerdo Simon, gracias