Partida Rol por web

Te alejas de la zona explosionada para no llamar demasiado la atención, y al recordar a Elle te preguntas cómo estará... Hace bastante tiempo que la dejaste en el hospital con mal estado y ni siquiera consideraste la idea de llamar.
Intentar emprender el vuelo peor no funciona, no puedes concentrarte lo suficiente en Nathan en estos momentos así que empiezas a andar o correr por un lado de la autopista.

Varios coches detenidos se van dando la vuelta para utilizar otra vía o volver a la ciudad, quizá podrías convencer a alguien o simplemente llamar un taxi con el móvil, aunque no llevas mucho dinero encima.

-De Japón, ¿está de vacaciones aquí?- le pregunta con una sonrisa amable al comprobar que te empiezas a poner nervioso, colocándose ella también unos guantes después de haberte limpiado el vientre.
-¿Está seguro? Puede ser bastante molesto y calculo que tendremos que ponerle al menos 6 puntos...- la otra enfermera se acerca con una pequeña bandeja que apoya en un soporte metálico, anuda el grueso hilo a la aguja y deja la inyección a un lado de momento, empieza a coserte con destreza y su compañera se encarga de ir limpiando la herida.

Resulta algo doloroso al principio, luego sólo molesto, muy molesto, parece que no acaben nunca...
-Después de esto tendrá que reposar o se le saltarán los puntos, podemos dejarle una silla de ruedas si quiere- dice una de ellas siguiendo con la sutura.

Camino y veo algunos coches, busco a alguien con la mirada que me parezca de confianza y me acerco para intentar convencerle que me lleve hasta la ciudad. Tengo que sacarme a Elle de la cabeza, pero solo lo conseguire cuando la pueda volver a ver y pueda sentir un abrazo de ella, tengo que salvarla tambien.

Disculpe, he tenido un pequeño problema y me he quedado tirado, mis compañeros de acampada se han ido y me han dicho que en la explosion ha habido un par de supervivientes, uno podria ser mi hermana pequeña si me pudiera acercar al hospital o a la ciudad se lo agradeceria pongo la mejor de mis sonrisas.

Estoy... por obligaciones. respondo a medida que siento la aguja atravezar mi cuerpo con cada punto que me dan para cerrar la herida que me provocó Adam.

No, debo irme ya mismo. Agregue una venda cuando terminen de coser, por si llega a abrirse una vez más. le respondo mientras trato de evitar pensar en Kensei. Kensei seguiría luchando, no se retiraría por una herida así. No puedo perder más tiempo, tengo que ir a ayudar a los Petrelli.

La conductora resulta ser una señora de madura edad algo mal peinada, quizá debido al estrés, en la parte trasera del coche están sus dos hijos de aproximadamente 8 años, jugando con sus muñecos-robot de plástico tan ajenos al mundo cómo si lo único real fueran sus juguetes, a pesar de no poder moverse demasiado debido a los cinturones de seguridad.

-Qué espanto... Suba, le acercaré todo lo que pueda- responde algo alarmada la mujer abriendo el pestillo de las puertas y quedándote de copiloto mientras vuelve a emprender la marcha con algunas quejas por parte de los otros conductores que ella responde con fiereza y gritos sonoros.
En fin, lo típico al coger el volante, parece que algunas personas se alteran más de al cuenta.

Tras pocos minutos, unos diez, te deja en una acera cercana al hospital deseándote buena suerte, y llegas al enorme edificio al cabo de poco, aunque quizá tu aspecto en estos momentos no sea el más tranquilizador, pues la ropa aún está algo desgarrada debido a la pelea en la mansión Petrelli.

-¿Puedo ayudarle en algo...?- pregunta una de las recepcionista levantándose parcialmente del asiento para llamar tu atención. Te mira inquisitivamente y de reojo a uno de los guardias de seguridad.

-Shh... no se ponga nervioso, tranquilo, si lo peor ya ha pasado...- una de las enfermeras te sujeta de los hombros para que te mantengas tumbado, intentando no ser brusca pero sin duda con mano firme.
La otra ya se aparta retirándose los guantes con un suspiro mientras abre un cajón.

-Quédese aquí un rato descansando mientras rellena el informe, ¿de acuerdo? Entonces dejaremos que se marche- te tiende una carpeta rígida con un par de folios. Supuestamente debes rellenar todos tus datos, el motivo por el que has acudido a urgencias y el sistema de pago que vas a usar. Al fin y al cabo el sistema de sanidad en Estados Unidos es privado y no precisamente barato, no es que lleves 100 dólares encima ahora mismo... Tan sólo el móvil que te cedió Nathan y algunos yenes.

Le agradezco a la señora que me acerque y me despido de ella. Entro en el hospital, la verdad es que si mi aspecto o es el mejor de todos pero bueno no puedo cambiarlo. Me acerco a la recepcionista y la miro con gesto de desesperacion.

Vengo del camping, me han dicho que hay dos supervivientes y uno puede ser mi hermana pequeña, estaba buscandola cuando los agentes de la ley me dijeron que habian traido a los supervivientes aqui. Necesito verla por favor

Miro desconcertado la ficha y a las señoritas.

Debo irme de aquí, hay algo más importante que debo hacer. pienso mientras busco una forma de escapar del hospital sin que nadie lo note.

Señorita, hay algún lugar donde pueda tener privacidad mientras lleno esto? Me gustaría estar solo un par de minutos. le pregunto a la que me extendio la carpeta.

Ambas se miran extrañadas pero una de ellas se encoge de hombros saliendo de la sala y la otra tras unos segundos te tiende un bolígrafo.
-Está bien, volveré dentro de unos minutos para que descanse y me pregunta cualquier duda que tenga- te dedica una sonrisa amable y finalmente, tras llevarse los materiales usados en una bandeja, sale también de la habitación de urgencias dejándote allí a solas.

Notas la tirantez de los puntos en tu vientre, bajo una gran gasa con esparadrapo que los sostiene.
Quizá sea la única oportunidad de salir del sitio pero habrá que decidir a dónde ir primero.

Con el poco tiempo que tengo y sin saber a donde ir, agarro el celular que me dio Nathan y lo llamo.

Por favor flying-man, atiende rápido me digo a mi mismo mientras espero que me atienda.

Los tonos suenan en el viejo teléfono poniéndote algo más nervioso y tenso, pro suerte al otro lado acaban por descolgar.

-Hiro...¿va todo bien?- pregunta Nathan algo angustiado y a la vez alterado por todo el trabajo de encubrimiento que tiene entre manos, la verdad es que no puede permitirse el lujo de perder demasiado tiempo en charlas con todos esos periodistas agobiando a preguntas y fotos... Preferiría no tener que atenderles pero su puesto político le obliga a ello y hay que mantener la imagen.

Si, me han arreglado el corte lo mejor que pudieron. -le digo al llevar una de mis manos hacia el vendaje tratando de no moverme demasiado para que no vuelva a abrirse- No tengo mucho tiempo hasta que vuelvan los médicos, donde están Peter y Claire? -le pregunto intentando acelerar un poco la conversación y llevándola directo al punto.

-De acuerdo... No tengo noticias de mi hermano por el momento pero he visto por las noticias que ha habido una especie de explosión en el camping hacia el cuál se dirigía... Al parecer sólo hay dos supervivientes y están gravemente heridos, han sido trasladados al hospital dónde estás tú e intuyo que Peter no andará muy lejos de él. Me temo que es lo único de utilidad que puedo darte, ¿podrás apañarte?- pregunta esto último con tono algo apremiante mientras acaba de ajustarse la corbata frente al espejo para ofrecer un aspecto presentable y "distinguido" al elenco de periodistas ansiosos por saltarle a la yugular.

Hai, buscaré a Peter y veré que ha sucedido con los supervivientes. -digo mientras me levanto de la camilla y me pongo nuevamente la camisa- Si sabes algo de el llamenme e iré al instante. Adios. -Tras despedirme de Nathan cierro el celular y lo vuelvo a guardar en mi pantalón tras ponerlo en modo vibrar. Espero que todavía le quede algo de bateria, cuando me lo dió dijo que no tenía demasiada. Respecto a salir de aquí... pienso al cerrar los ojos y concentrarme en el paso del tiempo una vez, buscando frenarlo por completo. Una vez logrado esto salgo de la habitación.
Que tranquilo que está todo ahora. pienso a medida que camino por los pasillos hasta la salida.

Cierras los ojos con fuerza, estás bastante seguro de haberlo conseguido y cuando entreabres la puerta queda comprobado.
Las enfermeras y otros pacientes han quedado "congelados" en el tiempo, así que caminas entre ellos esquivándolos con facilidad y avanzando por el pasillo.

Notas cómo los puntos tiran de ti en el vientre, probablemente será difícil correr o intentar empuñar la espada por unos días pero al menos ya no sangras.

Llegas hasta el gran hall de recepción justo cuando el efecto temporal empieza a cesar y todos se mueven, pero nadie allí te interrumpe, nadie sabe que acaban de atenderte en urgencias. Por el momento.
Aún así lo que más te sorprende es ver en el centro del mismo a Peter Petrelli, con la ropa aún algo desgastada y quemada después del combate en la mansión Petrelli, acompañado de varias personas que viste el día fatídico en la plaza Kirby, dos hombres (Mohinder Suresh y Matt Parkman) y una niña (Molly Walker).