Partida Rol por web

El Elfo se cuela entre sus compañeros y abre la puerta sin miramientos. Parece que el mago no estaba del todo convencido, pero es el unico camino a seguir en estos momentos.

Tras abrir bruscamente la habitación os encontrais de cara con dos orcos con aspecto despistado; aunque eso sí, armados hasta los dientes.

La habitación es pequeña y sin apenas decoración. Parece ser la antesala de otra habitación más grande e importante.

Como se habia imaginado el Elfo, la habitacion no daba lugar a maniobras, y se habia precipitado, tenia que esperar a el mago, pero no pudo esperar, y eso hacia que tubiera que quitarse del medio.

Barbaro, entra y pon orden ahi, solo dos cabezas.

Dio una rapida vision de lo que se habia encontrado y se hizo a un lado para dejar paso a los compañeros.

Krugbarg Derribamontañas carga al interior de la sala y ¡sorpresa! Dos Orcos :)

Entra y se lia a mamporrazos con uno de ellos,mas su fuerza se va por la furia de los ataques... fallando todos. :(

Avanzo hasta situarme al lado del mago mascullando por lo bajo al ver como el bárbaro se adentra y no me deja espacio para actuar.

El mago aguardó junto a la puerta intentando escuchar algo de interés en el interior de la sala, pero la frenética llegada del grupo le dejó algo aturdido cuestionándose si habían sido suficientemente diestros para abordar aquella habitación. Pero qué... Se incorporó dubitativo y algo frustrado al no poder utilizar su valiosa y poderosa arma, pero sobre todo preocupado al ver que su compañero bárbaro se enfrentaba solo a dos temibles orocos. Posó sus manos en el suelo con intensidad sin prestar demasiada atención a los preparativos del ritual y ya se encontraba imbuido en un aura mística de color verdosa. ¡Hautsgestein! resonó con fuerza en el corredor. La esencia de la tierra rodeó al  bárbaro, pareciendo que su piel estuviera formada por durísima piedra.   

Los orcos no se complican mucho la vida cuando ven aparecer al bárbaro en el dintel de la puerta.

Girando rapidamente para alguien de su tamaño, se lanzan en un ataque feroz contra Krugbarg, que como puede, trata de esquivar sus ataques.

Los Orcos responden con destreza al ataque de Krugbar y este, debido al sentimiento absurdo de superioridad recibe un tajo lateral del primero de los orcos pero consigue detener el golpe del segundo...

El orco, a pesar del aluvión de golpes propinados por el bárbaro consigue defenderse como gato panza arriba.

Levantando su escudo, cada vez más seguro y convencido de su poder, lanza un fuerte grito de guerra.

Al ver que el golpe del bárbaro es detenido por el escudo del orco y este se retira del combate, me lanzo a la carga enarbolando mi arma y golpeando duramente al mismo orco que oso detener el espadazo a mi compañero.

El enano, de forma confiada ataca nuevamente al orco.

Este, pese a estar encarado con el bárbaro, no tiene mayor problemas en defenderse de los lentos ataques del enano.

Los orcos envalentonados por el éxito en la primera parte de la refriega, atacan con ansia desbordada a un sorprendido enano.

Rabiosos, el resto del grupo, trata de entrar en la sala.