Partida Rol por web

-Entonces...¿queréis salir por la ventana? - Incrédula, miro hacia abajo, y cierro los ojos al pensar en tener que ir andando por  el estrecho hueco que hay...y más con esta ropa. Con un suspiro, saco el móvil, mientras vuelvo a esperar una confirmación, para mandarle un mensaje a Hiraku.

Maldigo en voz alta cuando veo que mi puerta esta resistiendo a los envites de los zombis o lo que sean, pero el lado de mi "compañero" parece estar a punto de ceder.

Mierda hombre...no eras tan duro en el campo?. Luego grito a las chicas. ¡¡ Esto esta a punto de ceder...apartaroooooos.!!

Espero hasta el ultimo segundo y luego uso la misma fuerza que me empuja para abrir las puertas para propulsarme en un salto para alejarme de los que entran.

La puerta aguanta en la parte de Hiruma, pero a Kento no le acompañan las fuerzas y la puerta cede. Los cristales se rompen en pedazos mientras la puerta es arrancada de los goznes. Kento es lanzado por el impulso al suelo. Ahora los monstruos que empujaban (tres) estan dentro de la enfemeria.

No creo tener demasiada fuerza como para poder utilizar un arma, pero quizás le sirva a otra persona. Así que, al ver lo que se nos echa encima, sigo registrando en busca de algo útil.

Ruedo por el suelo y me apoyo en la pared lo justo para orientarme y buscar a mi alrededor algo que sea útil como arma.

Encuentras la barra que parece usarse como soporte para goteros. Sin embargo, esta manchada se sangre. parece que ha sido utilizada para acabr con la vida del monstruo que esta en la camilla.

Tomo la barra por el extremo que no esta manchado y me giro hacia la puerta dispuesto a hacer algo, para impedir que esos...lo que sean devoren a alguno de los que estamos allí.

Bueno...excepto a Kento tal vez...

En el momento en el que entran los zombies, aparece Daichi por detras y golpea en el craneo a uno de los monstruos con un extintor, rompiendole el craneo. Aprovechando el hueco que deja, su hermana entra muy apresurada a la enfermeria y se coloca al lado de Ariadne.

Miro de reojo a la hermana de Hiraku al ver que se pone a mi lado, pero prefiero no abrir la boca, aún estoy enfadada con ella por lo de antes, pero me alegra saber que están vivos, así que tampoco hay que echar leña al fuego.

Sigo buscando algo útil, pero no parece haber nada. En la enfermería, como es lógico, hay más bien objetos para curar, como medicinas y tal. Así que no entiendo demasiado sobre armas. Aunque...se me ocurre una idea.

Abro el armario donde está el maletín de enfermería de repuesto, bastante feo, para mi gusto. Es el que solemos dejar siempre allí, porque es diferente a los nuestros, blancos y de plástico. Este maletín es negro y de metal, más pesado y grande. Y por tanto, más incómodo de llevar.

Me aseguro de que está bien cerrado, y lo cojo para utilizarlo como arma, si es necesario. El otro me lo ato en el cinturón, para tener las manos libres.