Partida Rol por web

Tatsuki se incorpora con una sobresalto ante tu grito. ¡Una araña tiene diez patas! ¿Eh? Te mira con cara de desconcierto, como si no supiera donde esta. Cuando se va espabilando un poco, se frota los ojos y le dice. ¡Jo, se puede saber por que me despiertas tan bruscamente?

Llevo una mano a la boca para evitar reirme -Porque me has dejado hablando sola, como una tonta- contengo la risa, pero no aguante más y comienzo a reirme -¿araña? pero ¿que estabas soñando?- digo esto entre risas.

Al principio Tatsuki sigue amodorrada como para entenderte, pero cuando se espabila un poco comienza a reirse contigo un buen rato. Cuando consigue recuperar el aliento se tumba con las manos en el vientre en un esfuerzo por dejar de reir. Ni yo misma lo se, pero tenia que ser un sueño muy bonito.

El estomago me dolía de tanto reir. Disfrutaba mucho de su compañia, de sus despistes, siempre me hacia sonreir.

-Un sueño con arañas no debe ser muy bonito, Tatsuki- le digo mientras limpiaba las lagrimas que escaparon y rio un poco más -vaya risas me haces pasar... ¿Continuaras de perezosa o iremos a una práctica de artes marciales? -esbozo una amplia sonrisa -estoy de muy buen humor, gracias a ti y he cambiado de opinión-le digo con cierto entusiasmo en la voz y con los ojos brillantes.

Bien, creo que sera mejor que nos vayamos. Se pone en pie y te ofrece una mano para ayudarte a levantarte. Ademas -dice mientras te incorpora- ¿y si era una de esas graciosas arañas de dibujos animados?

Levanto el maletín y lo pongo en mi hombro, acto seguido sacudo con las manos la parte trasera del uniforme.

-¿Y era una araña de dibujos animados? o ¿tampoco recuerdas?- le dedico una sonrisilla torcida, divertida y burlona -¡¡en marcha!!- exclamo entusiasmada dando un saltito, luego le doy un empujón para despertarla por completo.

Ella sonrie ante tu empujoncito y echa a andar en direccion al edificio del instituto. Sin embargo se para bruscamente y pone un gesto muy serio, de preocupacion. Señala al campo de futbol, donde parece que se ha armado un gran revuelo. Un hombre ha ido tambaleandose hacia los jugadores. Definitivamente ocurre algo raro. ¿Que es eso de ahi? Se pone en marcha hacia el campo. Ahi esta ocurriendo algo raro.

Miro en dirección al campo y me doy cuenta que Tatsuki habia emprendido marcha hacia ese lugar -¡¡Tatsuki, espera!!- le grito y comienzo a correr detrás suyo.

El entusiasmo había desaparecido. Ahora estaba preocupada ¿Estaría ocurriendo algo malo? Con suerte sería una pelea absurda entre estudiantes.

Mientras Tatsuki se acerca a ese lugar, puedes ver que eso no parece una simple pelea estudiantil. El hombre que se acercaba tambaleandose ha empezado a morder a aquellos que se acercaron a el. Puedes ver como eso se transforma en una carniceria. Aquellos que son mordidos caen al suelo para levantarse al poco tiempo y comenzar a morder ellos tambien acualquiera que se acerca a ellos. Sin embargo, Tatsuki sigue aproximandose...

Mis ojos se desorbitan. El corazón comienza a latir con fuerza, debiamos salir de alli cuanto antes -¡¡Tatsuki, regresemos, por favor regresemos!!- le grito asustada e intento tomarla por el brazo -¡¡eso no pinta bien, regresemos!!- insitía, porque sabía lo testaruda que era.

Tatsuki te oye, y parece reaccionar y darse cuenta de la situacion. Sin embargo, os habeis acercado demasiado. Uno de esos seres se ha percatado de vuestra presencia, y comienza a avanzar hacia vosotros. Mientras ese ser se acerca tambalaeandose y chorreando sangre, Tatsuki esta tan asustada que no acierta a moverse.

Me detengo al ver a la criatura, ser o tal vez monstruo. Mis ojos estaban como platos, desorbitados. Observo como la sangra resbala por sus comisuras hasta su camisa, hasta el suelo. Llevo una mano a la boca, la cual estaba abierta por la impresión. Jadeaba y mi corazón estaba desenfrenado. ¡¡Sal de aquí Aoki, reacciona!!

Pestañeo varias veces, estiro mi brazo hasta tomar el brazo de Tatsuki y tiro de el fuertemente hasta traerla junto a mi. La tomo de la mano, la aprieto -Debemos correr, sin mirar a átras, busquemos un refugio o salgamos del instituto -miro al "monstruo" que cada vez se acercaba más -¡¡¡ahora!!!- grito tan fuerte como pude y tiro esta vez de su mano en dirección a la salida.

Aunque Tatsuki sigue horrorizada, parece reaccionar y darse cuenta de su situacion ante tus palabras, como si saliera de un trance. Y gracias a ti salva la vida, ya que con tu estiron consigues que Tatsuki esquive al montruo, que cuyos dientes pasan rozando la piel de tu amiga. Esta salvada, por ahora...

-¡¿Estas bien?¡- le pregunto entre jadeos, sin soltarla, no quería que se apartara de mi, debíamos permanecer juntas y lo más cerca posible.

Miro hacia atrás y veo aquella criatura cerca de nosotras, a escasos centímetros. Profiro un grito y miro hacia adelante en busca de algo o de alguien -¡¡necesitamos correr lo más rápido que podamos!!- exclamo con angustía, con la voz cortada y las lagrimas cubriendo poco a poco mis mejillas.

Tatsuki no es capaz de responder. Ayudada por ti, comienza a correr, pero a los pocos metros tropieza y cae al suelo, con lo que al ser le da tiempo a morderle en un tobillo. La herida no parece grave, ya que Tatsuki consigue quitarselo de encima con una patada del pie que le queda libre, pero aun asi esta sangrnado, y le cuesta ponerse en pie.

Me detuve y proferí un grito ensordecedor al ver como el individuo mordía su pie.

Me arrodillo -sube a mi espalda- le indico ésta con el indice derecho -no pienso dejarte aquí, hazlo pronto- miro horrorizada al individuo que no se alejaba, que seguía alli; luego al pie de Tatsuki -¡¡date prisa!!- le ordeno con un grito.

Puedes observar como en el rostro de Tatsuki, contraido por el dolor, corren unas lagrimas silenciosas. Aun asi, tiene la fuerza suficiente como para apartarte de un empujon al tiempo que grita: ¡estupida! ¿!como vas a cargar conmigo?! ¡Vete, salvate tu! ¡Si te quedas, solo conseguiras que muramos las dos!

Caigo de rodillas, lastimando ligeramente las rodillas. Me giro aún en esta posición y la observo. Mi labio inferior se movía con rapidez y los ojos estaban húmedos -no te dejaré aquí o te subes a mi espalda o morimos las dos; tu escoges- mi voz tiembla al decirle y con el dorso de la mano, limpio mis ojos.