Liriandra estaba pálida, asustada. Miraba con los ojos desorbitados por el miedo a Reithar mientras apenas se atrevía a moverse.
El mago por el contrario estaba de rodillas junto el cuerpo de su cuervo. Parecía llorar pero no articulaba palabra alguna.ç
Por el contrario los guardias, todos ellos servidores de Ladanthus cerraron aún más el cerco contra vosotros para impedir que tratárais de hacer algo contra su jefe.
- Así que sois todos unos rufianes hijos la grandísima perra. Gog intentaba modular su vos simulando calma y sosiego, intentando dar sensación de confianza y tranquilidad a sus interlocutores. Lo que pasaba es que de si boca salía lo que realmente sentía, y no las mentiras que se dirían en una situación normal.
- Deja a la chica, despacio… Continuaba con su tono relajado.- Te mataremos y daremos tus entrañas a los cuervos, y luego quemaremos esta torre y esparciremos sal sobre ella para que no crezca nunca nada sobre este montículo… Todo saldrá bien, ya lo verás.
Gog intentaba acercase lentamente y con aire calmada hacia sus contendientes, por si era necesario sacar el hacha y cortar cabezas.
La hechicera, en un inusual silencio, seguía observando, escuchando, procesando toda aquella información. No estaba segura de si era culpa de aquel maldito lugar llamado Costa Tempestuosa, de si era el poder del mago que se filtraba en aquella tierra o era que sencillamente era mujer y "esos días" estaban por caer, pero Artin no había sido ella misma desde que llegaran a aquella torre, y lo sabía.
Afortunadamente, no estaba sola. Tenía a su lado a sus compañeros de siempre. Y si bien estos podían ser caóticos, desmedidos, irrespetuosos y un tanto cabezahuecas de vez en cuando, no eran unos inútiles. Y allí estaban, llegando al punto exacto al que habían querido llegar desde el principio de un modo bien poco convencional. Pero estaban.
Y eso de algún modo devolvió a la hechicera a la tierra, dibujándole una pequeña sonrisa en la cara, mientras se apoyaba ligeramente sobre su lanza como si fuera un bastón y miraba a Landathus directamente a los ojos, como rerporchándole que fuera tan rudo y poco sutil con la hija del mago, mientras su mano derecha trazaba un gesto leve y grácil que acabó por señalarle directamente.
- Sólo lo voy a decir una vez, Landathus. Tienes dos opciones: o sueltas inmediatamente a Liriandra o lo próximo que sabrás es que tu cuerpo se desgaja como por arte de magia. Mis proyectiles NO fallan, nunca, y dudo mucho que seas más rápido que la magia, así que... ¿Vas a ser un hombre razonable o vas a ser un hombre muerto?
Conjuro Proyectil Mágico preparado, sólo faltaría el componente verbal, una simple palabra y tres agujeros en el cuerpo de Landathus xD
Volví a decir unas palabras y entonces hice objetivo a Landathus, preparé mi conjuro, unas palabras más y Landathus se vería impedido de hacer ningún tipo de daño a Lilandra.
Lanzo conjuro calmar emociones sobre Landathus para evitar que haga daño a la pobre chica. Bueno, no lo lanzo, solo le dejo preparado, para que si veo que puede suceder algo solo tengo que decir la última palabra y que se calme.
La situación se descontrola demasiado rápido. Apunto rápidamente con mi arco a la cabeza de Landathus a la par que Wolf comienza a gruñir junto con el mastín del mago. Sé que puedo fallar el tiro, que puedo herir a Liriandra y es precisamente eso lo que hace que mi flecha sólo se mantenga tensada y no salga dispara hacia la cabeza del hombre. Sin embargo, entre todo el jaleo no se me escapa la frase que dice de que quien mató a Cedric fue Delthis. Así que, bajo la tranquilidad de que sé que Artin tiene todo controlado con Landathus mi flecha pasa a apuntar a Delthis con maestría.
-Hágala caso, Landathus. No sabe cuán hábil es nuestra Artin con sus conjuros-advierto al hombre mientras mis ojos no dejan de mirar a Delthis.
Ja! Ni se os ocurra. ¿O sois tan estúpidos como para arriesgaros a dañar a su prometida?-dijo jocoso mirando a Reithar- Quizás me parta un rayo pero con mi último estertor de vida le rebanaré el cuello a la bella Liriandra. No, si no es mía no será de nadie. Y ahora mas os vale dejarme escapar o morirá. Guardias, quitadles las armas-ordenó. Y los cuatro guardias se volvieron aún mas amenazantes.
Liriandra tenía la cara suplicante, pero no se atrevía a forcejear por miedo a que le hiciera daño. Delthis os miró aterrado:
-Haced algo, por favor, salvad a mi hija-dijo suplicante, pero vosotros teníais problemas más inmediatos.
Me parece que vais a tener que hacer un buen uso de la cooperación o vais a estar un poco jodidos :p
Artin echa una rápida mirada alrededor, situando a los guardias. Acto seguido cruza intecionadamente su mirada con la del enano y la de la pícara, como dándoles permiso para que se ocupen, por fin, de ese problema en particular por lo menos durante unos segundos.
Otro cantar será Landathus. Necesitan distraerle durante el tiempo suficiente como para desarmarle y evitar que Liriandra sea herida. Artin sabe que la puntería de Reithar es verdaderamente certera, pero no va a atreverse a disparar mientras la espada del maleante siga tan cerca del cuello de su protegida.
"Quizá el bardo pueda hacer algo con su violín." - Se recuerda, pero no está segura de si eso funcionará o empeorará la situación. Y aunque secretamente está impresionada por lo que la clériga ha conseguido son sus cánticos hasta ahora, no está segura de si le queda algún as en la manga o no. - "Sólo necesitamos una apertura..."
En su bolsa, Shizu se remueve, inquieto. Un poco más allá, Wolf parece centrado y dispuesto a entrar al trapo contra el mastín negro, que también puede causarles serios problemas. Sin haber dejado de apuntar a Lantathus ni un segundo, con la magia quemandole en los dedos, ansiosa por salir disparada, Artin vuelve a centrar su mirada en aquel hombre.
"Tenía que haberle rebanado el cuello cuando entonces... nadie le hubiera echado de menos." - Piensa. Su sonrisa, cínica y peligrosa a partes iguales, se intensifica. Y en su mente Artin se dirige a su gato, que ha asomado la cabeza por la bolsa tan ansioso como su dueña. - "Vamos, Chizu. Vamos a demostrarle a este grandísimo idiota lo que pueden hacer una hechicera y su gato. Sólo necesitamos una apertura y a ti no te esperan. ¿Podrás hacerlo?"
La coordinación, en este caso, me parece que va a ser un asunto más de "rutina" que otra cosa xD Gog está ansioso por darle de comer a su hacha, Alaina se apuntaría a un bombardeo y dependiendo de qué efectos tenga esa "explosión de sonido" para los aliados del bardo si la ejecuta, puede ayudar o puede convertir esto en un desastre. Doy por hecho que Reithar va a disparar en cuanto vea una apertura. Así que a la "única" que "omito" es a Victoria, que se supone que "no la conozco" tanto como para hacerme una idea de como va a responder en el combate (a fin de cuentas es el primero que tenemos juntas xD). Si Chizu consigue distraer a Landathus sólo un segudo, yo dispararé mis proyectiles (que no pueden fallar, lo suyo es que Landathus no se los espere), lo cual debería acabar de abrir la apertura para que Reithar rematara.
Y por supuesto, Liriandra será lo suficiente espabilidada como para salir por patas en cuanto Landathus afloje.... quizá igual le pisa el pie para distraerle xD Así que por mi parte ese es el plan,
-Claro, cuenta conmigo-dijo, o mas bien pensó, el gato, que dando un pequeño rodeo se dirigió hacia Ladanthus. Al poco de acercarse, en cuanto lo olió, el mastín del villano le mostró los dientes-Oye Artin...esto... me lo estoy pensando mejor y quizás no sea tan buena idea...
Me encaraba con el más arrimado de aquellos cinco rufianes blandiendo la daga de cortar el pan en la diestra y el violín en la siniestra.
Yo temía que el mago -¡asesino inesperado de Cedric!- volviera en sí transformado por la villanía, y me había aliviado que Reithar estuviera por ocuparse de él con un flechazo, aunque finalmente, el viejo parece arrepentido.
Gog está a punto de desatar su furia, y si bien su torvo parlamento me ha helado la sangre en las venas, lo ha logrado porque me ha complacido. Sin embargo, apuesto a que Landathus le cortará el cuello a la damisela en cuanto note que la situación se tuerce.
Si se me diesen bien los animales, o tuviese dotes telepáticas, habría embaucado ya a ese perrazo para que le desgarrase las pantorrillas a su amo. Sus gruñidos me hacen actuar, me giro para espetarle a Landathus en exquisito élfico:
-¡Nous sommes du soleil!
Es un extracto de mi: Himno al Sol. Por un instante, será la lengua de Pelor, la deidad solar, la que empuje mi verbo.
Lanzo Llamarada contra Landathus. El foco es la sola voz, si no entiendo mal.
Imagino que Liriandra también quedará afectada, pero...
Lanzo calmar emociones máster. A ver si conseguimos que Landathus y los guardias se calmen.
Tras los acontecimientos y últimas palabras, el enano sacó su hacha y se encaró contra los guardias armados. Él no podría detener a Ladathus con suficiente celeridad antes de que intentara hacer daño a la joven, y esperaba que sus compañeros si. Lo que si podía hacer, era protegerlos del ataque de aquellos guardias.
Una sádica sonrisa se dibujó en el rostro del enano, que hizo mover ligeramente su espeso y rojizo bigote. Eran muchos guardias, y tal vez no tuvieran las de ganar, pero si su sangre se derramaba hoy, sería sobre dura y antigua roca. Y aunque no fuera labrada por artesanos enanos, era buena roca, y un gran lugar para morir. Duro, y rodeado de sus compañeros.
Sin más, sacando su hacha, se abalanzó sobre los guardias.
Motivo: ataque guardia
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+8)=22
Motivo: daño
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+6)=11
El hechizo de Victoria había surtido efecto. Los hombres, incluso el mastín parecían atontados, como si se hubiesen quedado anonadados mirando la luz de la ventana. Es más, el bardo había deslumbrado a Ladanthus haciendo que se llevase una mano a los ojos y, aunque no había retirado la espada del cuello de la muchacha, lla había soltado con la otra mano.
Voy a dejar que el resto decida que acciones hace antes de que actue el enano y luego las resuelvo juntas.
Bastante bien :)
Artin le echó una torva mirada al Mastín. Esperaba que Wolf se encargara de él, pero aquel chucho parecía lo suficientemente listo como para no dejar escapar ningún fleco.
Mientras ocurría el momento de duda, el bardo y la clériga hicieron algo y la hechicera pudo ver cómo el perro, los soldados y el mismo Landathus cambiaban su actitud. Si tan sólo Liriandra se quitara de en medio...
Con un rápido gesto de la mano, Artin acabó señalando no a Landathus, sino a Liriandra. El hechizo que ahora quemaba en su interior había cambiado y el pequeño anillo de su dedo, aparentemente basto y sin mayor trascendecia, vibraba imperceptiblemente.
-¡Ahora! ¡Sal de ahí ahora, Liriandra! - Murmuró, sin apenas dejar escapar sus palabras de sus labios. Pero la joven las recibiría alto y claro, con toda la urgencia que trasmitían.
Lanzo "Cuchichear Mensaje" sobre Liriandra. :)
Todo se descontrola, absolutamente todo, pero, a la par, todo parece medio salir bien. Gog comienzo a pelearse con los guardias, Mircea parece haber conseguido algo y Victoria también aunque no sé muy bien qué ha hecho cada uno. Miro a Liriandra y veo como Landathus la libera de una de sus manos, instintivamente me giro dispuesto a lanzar una flecha entre los ojos de aquel hombre si la muchacha se aparta lo suficiente para saber que no la haré daño.
Tengo la cuerda del arco tensada y clavándose en mis dedos. Apunto directamente entre los ojos del hombre sin dudar, esperando el momento oportuno y tratando de ignorar a los guardias que hay a nuestro alrededor.
Wolf gruñe encarado con el perro de Landathus.
Alaina apuntaba al maldito mago con cuidado
alegrame el dia
MASTER:No te hernies eh XD
En cualquier caso gracias por hacer caso a mi llamamiento que asi os puedo desencadenar esta batalla que me parece que no va a ser batalla.
Aquello se desencadenó muy rápido. O quizás muy lento, pues nadie a excepción de los aventuraros se movió demasiado. Antes de que todo empezase ya había terminado. Liriandra se apartó despacio de la espada y se echó hacia atrás. Ladanthus no logró hacer ningún gesto para detenerla ni tampoco para tratar de apartarse pues estaba cegado por el hechizo del bardo y vio llegar la flecha que se le clavó entré los ojos. En aquel momento los demás parecieron volver en si. El mastín del difunto Ladanthus se enzarzó en una pelea con Wolf y los soldados, ensimismados volvieron a apuntar a los aventureros. Todos excepto uno que caía de culo al recibir el hacha del enano en las tripas. Se quedaron unos segundos estupefactos, como si no supieran que había ocurrido ni por que habían logrado reaccionar. Pero cuando vieron el cadáver de su jefe en el suelo todos se echaron hacia atrás sin saber muy bien como reaccionar. Uno de ellos ayudo a su compañero a levantarse y se retiro, y los otros al verle hicieron lo mismo y trataron de marcharse.
De rodillas seguía el mago llorando sobre el cuervo blanco musitando cosas sin sentido "amor mia... lo siento..." y apoyando una mano en su espalda estaba la bella Liriandra, de quien se cantaban canciones, mirando con tristeza.
La risa de unos niños recorrió la sala, como si pasasen por allí jugando.
Os juro que de todas las posibilidades que puede tener el modulo, esta es la que jamas se me habría ocurrido.
Reithar, te casaras con la bella liriandra? Esta por fin vengado el oscuro final que debió tener cedric?Se solucionaran los problemas de los aldeanos?
Pues venga seguid que esto se acaba ;)
No olvido que el propio Delthis fue quien mató a Cedric, pero al ver mi flecha entre los ojos de Landathus y ver a Liriandra libre me hace reaccionar e ir a su encuentro.
-¿Cómo os encontrais? ¿Estas bien?-le digo con amables palabras y con los ojos cuestinándola.
Liriandra parece aún algo conmocionada pero aflora en ella una timida sonrisa.
-Si, si. Estoy bien. No me hizo daño-dijo aun preocupada- pero... por que le haría algo a ella... Sabes... ese cuervo es muy importante para mi padre-dijo señalando el enorme cuervo blanco ahora teñido de rojo- Y vos, ¿os encontrais bien? Por un momento temí que esos hombres os hicieran daño. Pero no entiendo. ¿Quién era Cedric y por que mi padre lo mató?¿Por que Ladanthus trató de hacerme daño? No lo entiendo...
Artin se acercó lentamente hasta el mago y su hija, erguida en toda su altura, observando al mago desde arriba. No había odio en su mirada, ni desdén, pero tampoco había ningún aprecio ni la menor traza de compasión.
- Cedric fue uno de vuestros pretendientes, Lirianda, un con un gran talento musical que pensó que quizá tendría alguna posibilidad de pedir vuestra mano, o quizá tan sólo quería comprobar si el mito que existe sobre vos más allá de esa maldita costa era real o no. Sobre por qué está muerto, eso es algo que tendrá que esclarecernos aquí y ahora usted, Delthis.