Partida Rol por web

- Espero que no se hallan acostumbrado a Aurelio, mi primo cayo en un coma diabetico por culpa de los enamorados, son demasiado empalagosos... -

- Bueno, sigamos contando esta historia... ¿Les parece? ... ¿ En donde quedo?... Ah, si, dia 3... -

- Amanece un nuevo dia en Holiday! La gente corre despavorida por las calles, asorada, asustada, estremecida! Se agarran y se aferran a lo que pueden, pese a todos los macabros y terribles avisos de los lobos, no suspendieron la Fiesta de la Vendimia, no, no lo hicieron, ¿Tenian Alcalde? Si tenian Alcalde. ¿Cazaron lobos? Si lo hicieron, ¿Todos? No, no todos. Y la Fiesta siguio... A nadie le importaron las tragedias, la fiesta siguio... -

- Amanece un nuevo dia, amanece la tragedia, la gente se agolpa en la puerta de la modista local, desde el primer momento estuvo esquivando y burlando a la muerte, pero esa dama tiene reputacion de implacable y a la modista tambien alcanso, a pesar de que era la Vidente! En su taller de costura destrozado encontraron elementos de clarividencia. ¿ Que secretos se llevo a la tumba? Nunca lo sabremos. -

- Lo unico que se rescata sobre la mesa de clarividencia es un papel con tres anotaciones, "Anciano", "Lobo Blanco" y "Niño Salvaje", pero jamas sabremos a quien correspondia esta ultima adivinacion que realizara poco antes de ser brutalmente atacada por los lobos que intuian que ella era, su peor enemigo... QEPD. -

-¡¡BEEEEEE!!! -¡Espera Lacha! -La oveja de Eddy entro primero en el ayuntamiento, mientras que mucho mas atrás parecía llegar su dueño corriendo. El animal fue directo a una de las esquinas del edificio para ocultarse allí y seguir balando.

-Maldita muller. -Entro resoplando el aldeano. -Vente a mi vera que estarás mas segura, ¡Ademas estos lobos comen humanos y no cabras! -Un insulto sutil que con suerte la oveja no pillara.

-Se acerco ha lacha y cogió su correa, vente pa'ca que tenemos que hablar con todos los demás. -Rimo, sin quererlo y se acerco a los presentes.

-A ver gente, esto es importante, creo yo. Porque hay por hay alguien reuniendo gente como el flautista de la fabula con las ratas y como que quedan poquitos a quien no ha visitado. -Esto lo sabia de primera mano porque el hoyo su canción durante la noche.

-He estado preguntando por hay y haciendo un censo y cre... -Beeeee... -Si es verdad. -Comento a su animal sacando un papel arrugado de su bolsillo trasero. -Y tengo aquí la lista de los que han escuchado su música. Encantados por el Flautista: Victor, Harold, Olivia, Forrester, Eddy y Belle. -Leyó su hoja al completo. -Según esto Pruslas, Sarah y Margaret. Aun no habrían escuchado la dichosa canción... Y siendo Sarah la cazada de hoy... -Miro resignado al resto, pues era una persona importante para descubrir a todos esos hombres lobo. -Solo quedan Pruslas y Margaret. No se que pasara cuando nos tenga a todos enganchados a su canción de veranito, pero prefiero no saberlo la verdad, así que yo optaría por ir hoy a por el flautista este, que debería de estar entre alguna de estas dos personas.

Los ecos de los murmullos del resto no se hicieron esperar y antes de que se perdieran en las discusiones quiso decir algo mas, ademas de que Lacha le modio el muslo para que reaccionara.

-A todo esto, creo que hoy esta claro que el lobo estaría muy cerca de Sarah... por el tema de la fiesta, que no se porque dura tanto ya, pasando lo que esta pasando... -No lo entendía, porque era semi-abstemio. -Pero vamos creo que tiene sentido que el lobo estaría entre: Olivia McGregor o Belle Saint. Vamos creo yo. -Quiso dejar ambos puntos claro, queriendo dar prioridad a lo del cantante nocturno.

A pesar de lo reciente de su juramento, durante la fiesta de la vendimia se relajó demasiado y... Terminó rompiéndolo. El vino, ese dulce vino que pusieron con barquillos en la fiesta le volvió loco y ni con toda su voluntad junta podría haberse resistido a su delicado gusto y aroma.

Ese día ni siquiera volvió a su casa, sino que se quedó durmiendo tumbado en un banco a la par que, de forma inexplicable, conseguía agarrar una botella de vino a medio beber con una fuerza sobrehumana.

Por la mañana, despertó con la boca seca y oyendo las palabras de los demás miembros del consejo.

Chicoz... Hacé lo que queráiz. Yo ya he vizto mucho... - jadea - En ezta aldea. Nací aquí hace ya... - hace cuentas con los dedos - Mucho tiempo, y todo parece repetirze... Una y otra vez, y parece que nunca... Nadie aprende. Ni yo mizmo. No me voy a moleztá en tratá de detené ezta véh... - respira con dificultad - Lo que no pude detené tiempo atráz. Ezfuerzo inúti. Cuando decidái a quién vái a asesiná, avisamme. Ya he vivío suficiente, y poco me queda ya. Allá vozotroh.

Dicho esto, vuelve al banco del que se levantó y se sienta a seguir bebiendo.

Lista de Personajes, siempre viene útil. 

La noche anterior, luego de la fiesta, había ido a descansar con la mente un poco más tranquila. El padre de los lobos había sido eliminado y no habían muerto más inocentes, pero al despertarme oigo la terrible noticia. La muerte de Sahra es algo que me llena de congoja. No puedo evitar derramar algunas lagrimas por la modista. Me encierro en mi casa pensativa mientras trato de recordar la noche anterior en la fiesta de la vendimia.
Me siento como la culpable, si desde el primer día hubiese votado correctamente, tal vez los lobos y no estarían aquí. Llegue a una conclusión que me aterra, pero no puedo seguir guardando más información para mi misma.

Me dirijo al ayuntamiento donde veo que algunos ya están allí. Justo a tiempo para oír las palabras de Eddy y Pruslas. ¿Un flautista? ¿Más problemas? Me acerco a Eddy y a su oveja, acariciando la cabeza de lacha, pensativa

- ¿Que hace esa canción de la que hablas? ¿Es algo por lo que preocuparse? y algo más importante. ¿Como es que sabes eso, Eddy? - Bajo la voz, preocupada y observando alrededor, mientras espero que llegue el resto.

Con la noticia del flautista había olvidado lo que vine a hacer. En cuanto veo llegar Victor me dirijo hacia el. - Victor... Ayer te vi cerca de Sahra en la fiesta de la vendimia. - De momento no digo más y dejo que los demás saquen conclusiones al respecto. Ademas quiero observar su reacción. Sacar conclusiones apresuradas solo podría llevarnos de mal en peor.

No servía para beber, lo sabía y aun así allí estaba... con una resaca de los mil demonios,sosteniéndome la cabeza me levante de la cama, apartando las sabanas blancas y dirigiéndome a tomar un baño.

Tras un largo baño, y con la cabeza más despejada caí en la cuenta de que habíamos festejado la vendimia la noche anterior... Olvidándonos de los lobos por unos minutos.

Salí de la bañera y me coloque la bata de baño encima, corriendo hasta mi habitación y el ropero, mis manos temblaban, los lobos atacaban de noche y de repente tenía un pésimo presentimiento uno que me decía que mil pesadillas se harían realidad, mi corazón latía desbocado, me vestí aprisa por primera vez con una blusa y unos pantalones de bota ancha, la blusa era blanca y los pantalones negros, como los zapatos planos que llevaba aquel día.

Abrí la puerta y fue evidente que algo malo, muy malo había pasado.

Mis pasos titubearon hasta que logré que un aldeano me dijera que había ocurrido, y allí estaba

"Sarah"

Un grito ahogado broto de mi garganta ates de echar a correr a su puerta, decían que era la vidente... ¿Qué siginificaba eso? No lo sabía... y en esos momentos ... ya no importaba. 

-oh Dios mio... Sarah -el gemido broto de mis labios temblando, no podía apartar mis ojos de ella... la habían matado, los lobos... la habían matado, cerré los ojos y me apoye en la puerta, tratando de recordar... la noche anterior había estado cerca de ella, ¿habíamos reído? si, ¿habíamos hablado? también, pero el vino es traicionero y yo nunca había tenido un bue soporte, me volví a ver a Eddy y fije mis orbes en él.

-¿A quién le importa la música del flautista ahora Eddy? -solté pero la voz se me quebró y aparte la mirada -no van a dejar de cazarnos, hasta que no quede nadie... si el flautista gana, ya no importará, al menos los atrapará... -susurre, cubriéndome la cara, la habían asesinado, mientras los demás reíamos, mientras festejábamos.  

Me sentía perdida, cuando recordé una cosa, y con las ansias en las venas y dolor de la perdida aun reciente hablé. 

-Padre -hable,repentinamente mirando al sacerdote -usted, usted pudo saber y sospechar de nuestros enemigos ¿lo hizo verdad? Con Martin y con Timi... usted pudo verlos -mis labios temblaban y la mirada se me enfebrecia observando al sacerdote -¿puede hacerlo ahora? Por favor ... inténtelo... han... han matado a Sarah - termine de hablar, inquieta...casi enferma. 

Y una nueva víctima en el horizonte. Harold torció la boca cuando vio lo que le había pasado a la modista. Las notas que habían encontrado en su casa bien podían ser los papeles de algunos de los presentes que hubiera descubierto. Se dirigió al ayuntamiento para ver que honda había con el resto de los supervivientes, y nada más llegar ya se oían nuevas teorías. 

Sin mucho que decir escuchó en silencio en un principio, mirando a todos los que allí estaban, con cierta expresión aburrida. Cuando habló, lo hizo con aparente despreocupación.

- Belle tiene razón, el padre tuvo muy buen ojo para los lobos desde el principio, deberíamos confiar en sus palabras.

El padre Forrester sentía en el alma los primeros brotes de un nuevo horror, un dolor hondo y negro, al ver como en Sarah, aquella buena mujer aparecía también la identidad de la vidente y ahora, un pesar nuevo, el flautista.

Cerrando los ojos musito una oración por el alma inmortal de Sarah, antes de prestar atención a los demás aldeanos, sus ojos se dirigieron sobre Eddy que nombro una preocupación suya, la música y el hechizo al que sometía el flautista a la aldea, y de allí presiono la mirada sobre Pruslass y luego, con tanto o más pesar, sobre Margareth, la simple posibilidad de condenar a una u otra persona le espantaba, pero conocía su deber... era por salvar las vidas de los demás... el señor lo entendería.

-El flautista es una entidad que hechiza a un pueblo, y con ello lo somete -sus labios apenas se movían, sus ojos sin embargo no dejaban de escuchar a nadie, Belle emitió un ruego tan desesperado como aterrador, ¡Qué deber más cruel ponía en sus hombros! la miro, tan joven, tan triste... pero era cierto lo dicho por Pruslass y por Eddye, no tenían más opción que actuar.

-señores, entiendo su pesar -habló -entiendo el miedo, lo entiendo porque yo mismo lo siento, Sarah no merecía morir, nadie lo merece y sin embargo morimos, y sin embargo un ser terrible nos visita, debemos enfrentarnos a la realidad, un flautista vaga entre nosotros y las bestias del demonio también -señalo -hemos de hallarlos a todos, antes de que acaben con nosotros - los lobos, Olivia, Belle, .... Pruslas, Margareth, el terrateniente, la doctora, victor... pensó y pensó... una y otra vez.

-Que el cielo me perdone... -musitó y luego, abriendo los ojos dicto, con hondo pesar, lo que el instinto le dictaba -de ti sospecho -Los ojos sobre una y sobre la otra... miro al pueblo, y sin retroceder, que no era un cobarde, lo dicto.

Margareth.

Victor intentó hacer memoria de la noche anterior. Sí que estaba cerca de Sarah. Se pasó la noche intentando meterle fichas pero... pero Sarah le rechazó y a la tercera vez se alejó de ella y se puso a beber - ¿Quién estaba a su lado después?.

Dibujó en la tierra un círculo con los que ya habían fallecido antes de la fiesta en el centro. Tachó sus nombres y el de Sarah y lo vio claro. Todo apuntaba o a Belle la pintora o a él mismo - Y yo no he sido, así que... - pensó. En ese momento Eddy nombró al flautista. Víctor llevaba ya tres días con un soniquete en la cabeza que no le abandonaba y, por lo que parecía, había más gente en la misma situación.

- ¿Así que nos están intentando embobar? ¿Y emboban a dos al día? Pues es nuestra última oportunidad de cazar al flautista y sólo pueden ser - hizo unos dibujos más sobre su tabla - los nombrados por Eddy: Pruslas y Margaret. 

- Margaret, es cierto que yo estuve junto a Sarah toda la noche, pero te aseguro que fue circustancial. ¡Yo no maté a Sarah! ¡No tendría sentido! - hizo una pausa e intentó explicarlo. 

Tened en cuenta que mi voto fue uno de los que hizo que Martin, lobo, fuese sacrificado. ¡Le voté dos veces seguidas! Si bien la primera la cambié a última hora por los autovotos que me mosquearon mucho, el segundo día fui a por él sin dudarlo. ¿¡Cómo va un lobo a facilitar el sacrificio de un compañero!? ¡Y no de cualquier otro compañero lobo! ¡Del padre de los lobos! Sólo tendría que haberme "autovotado" como esos cobardes o haber votado a Sarah para salvar a Martin. Es evidente que quien mató a Sarah fue Belle. 

Víctor tenía claro que estaba arriesgando demasiado siendo tan claro, pero las cosas estaban en un momento en el que todo podía decantarse por la derrota del pueblo llano. 

Mirad, yo ya empiezo a tener claras un par de cosas:

- Creo imaginarme a quién intentó investigar Sarah antes de morir. Tendría todo el sentido del mundo hacerlo ayer y espero que el papel de esa persona a la que investigó sea el de venerable anciano del pueblo.  
- Mis sospechosos para lobo eran las personas que se autovotaron en el primer turno: Belle, Olivia y Pruslas. Y siguen siéndolo. 
- La gente de la que me fío son: Eddy y el padre Forrester.
- Pero por último, me parece que lo más lógico es, en este turno, no ir a por un lobo si no ir a por el flautista. ¿O es la flautista Margaret? Como creo que Pruslas puede ser un lobo, te elijo a tí. 
 

Estoy frente a Victor y oigo mi nombre de boca del padre Forrestar, lo cual me deja algo confundida Pero claro, es totalmente normal sospechar de mi si solo estamos Pruslas y yo como posibles sospechosos. claro, no había visto bien la lista de Eddie, el también estaba allí. Miró en dirección a donde se alejó Pruslas. No puede ser que con su mala respiración que toque una flauta. ¿O si? Vaya, no contaba con eso y, si Victor tiene razón, hoy yo sería su victima y estaríamos todos encantados. - ¡Ya regreso!

Voy corriendo a mi casa, atravesando las calles sin cuidado y vuelvo a toda prisa con un viejo tomo d mi difunto abuelo en mis manos. Mientras el resto sigue con sus cavilaciones, me pongo las gafas y comienzo a leer a toda velocidad - Aquí menciona algo... y parece ser cierto lo que dicen. Aunque no menciona que efectos tenga aquella música, en el pasado siempre lograron detener al llamado flautista. - Me quito las gafas rápidamente, no me gusta llevarlas en público.

-Bien, veamos. El problema de los hombres lobo pasa a segundo plano por hoy. Aunque no creas que haya dejado de desconfiar de ti Victor - Alzo un indice frente a su rostro.

Me giro hacia el padre - Padre, usted es quien confiesa a la gente del pueblo. Más de una vez he estado allí. Bien sabrá que yo no soy la culpable de hechizarnos a todos.
No me molestaría morir por el pueblo, pero no quiero verlos dominados por el flautista sin saber cuales serán sus intenciones. Es por eso que, con pesar y admitiendo que jamás lo había sospechado... - Dudo un instante... estoy a punto de acusar a alguien que no es un hombre lobo, pero no puedo creer que Pruslas intentase de someter al pueblo. Esto significa que alguien más morirá esta noche, pero es mejor que todos sometidos. O eso creo - Pruslas, te acuso de estar hechizando al pueblo con alguna clase de flauta o música. -La palabras no me salen tan firmes como pretendía, pero ya esta hecho.

Tenía la mirada presa del padre Forrester, temblaba y tenía un autentico ataque de pánico, cuando escuche a los otros, escuche a Victor acusarme directamente y le mire... con los labios entreabiertos por la sorpresa, y entonces lo entendí, retrocediendo con la boca entreabierta de sorpresa... ¿no había escuchado hablar de aquello? Allí estaba, la prueba evidente, de que el demonio habitaba entre nosotros y tenía lengua de plata... pálida como un muerto me acerque al sacerdote, buscando un muro que me separara del mounstruo, un muro que me apartara... recordé el primer día, la acusación del padre ¿es que no se había equivocado en ninguno... "ni siquiera en Victor".

-Yo no soy una asesina -contesté, temblando como una hoja y al mismo tiempo sintiendo que era una estatua -y tampoco un monstruo - concluí, tenía las palabras del padre Forrester en la mente, había suplicado que el hablara y él tenía un culpable en la mente, Margareth... Margareth... volví a ver a Victor, con la piel pálida como un muerto y apartando los ojos para ver a Forrester dije  - yo... yo también voto por Margareth... -temblé de vuelta, sin poder creerlo y las lagrimas corrieron por mis mejillas, aparte los ojos. 

- Victor, sabes tan bien como yo que Pruslas no es un lobo. Pero de todas formas no me molesta. Se que eres culpable de la muerte de Sahra y tal vez... el lobo blanco, por eso tu interés de deshacerte de Martin.

Me conformo con saber que, si yo muero, al menos tu no volverás a matar, al convertirte en una marioneta del flautista. Y es más, cambio mi voto a mi misma.

Le lanzo un papel con la lista de las ubicaciones en la fiesta de ayer, cambiadas las posiciones de Martín por Sahra y Eddy por Timmi... De haber sido una ronda, estaríamos ubicados de esa manera:
Margaret - Sahra - Victor - Olivia - Belle - Frederick - Harold - Pruslas - Eddy - Margaret

Voy a donde esta Pruslas y me siento a su lado - Espero que tengas pensado hacer algo bueno por el pueblo. - Aunque fuese un poco ebrio, Pruslas parecía un buen hombre que no disfrutaba de la violencia. Sentada desde allí, me dirijo al resto- Me arrepiento de haber votado por alguien que no era un hombre lobo, pero ya he corregido eso. Dios sabe que solo pensaba en lo mejor para el pueblo. Puedo morir en paz.

De nuevo, volví a beber demás la noche anterior casi en un condenado al fracaso intento de ignorar la situación en la que está sometido el pueblo. Escapar aunque sólo fuesen unas horas de esta horrible realidad en la que vecinos aparecen muertos y otros se revelan como monstruosidades.

Por suerte, en la medida que cabe, mi infierno personal no me acompaña a mi casa. Pero las notícias funestas pronto llegan. Sarah ha sido asesinado.

Casi como un reflejo de mi padre, busco el comfort en una botella de whisky y doy un largo trago que me quema la garganta mientras lágrimas saladas se deslizan por mis mejillas. Sarah nunca hizo daño a nadie, es una de las pocas personas que me ayudo a integrarme en este maldito pueblo. Y ahora está muerta. Esas bestias han acabado con ellas. Doy un último trago a la botella y llena de determinación me dirijo al ayuntamiento con paso seguro, quizás sea mi sangre escocesa, pero más que embotar mis sentidos, el whisky ha acerado mi determinación.

Pero antes de decir nada, escucho a todos los presentes hablar, elaborar sus opiniones y como empiezan a hablar de otra figura extraña, el flautista. Y, al parecer, está a punto de ganar y someter a todo el pueblo. No por primera vez estos últimos días vuelvo a pensar en donde demonios me he metido.

Especialmente presto atención a lo que dice Victor e incluso sonrío con sarcasmo cuando me incluye en sus acusaciones. Mi mirada se suaviza al escuchar a Margaret, sobretodo viendo como las acusaciones no paran de llover en contra suya. Incluso ella misma se autoinculpa.

- No. - murmullo mientras me acerco hacia ella, poniendo una mano en su hombro para darle soporte moral, y miro al resto del pueblo - ¿Cuantos inocentes más tienen que morir? ¿Váis a dejar que Margaret se sacrifique y con su muerte muestre el error? - miro a Victor - Antes de seguir, hay una cosa que has dicho que puede ser interesante. ¿Por qué no tendría sentido que matases a Sarah? Tu explicación no se sostiene, Victor. Pero, al parecer ahora mismo es más importante aclarar la identidad del flautista. - cierro los ojos y tomo aire, visualizando en mi mente a Margaret y a Pruslas - Me cuesta creer que ninguno de los dos sospechosos sea capaz de buscar el mal del resto de los aldeanos. Quizás sólo vé en su manera la posibilidad de acabar con los asesinatos que está sufriendo la aldea. Sacrificar libertad por seguridad. Puedo comprenderlo, pero aún así, es un camino errado, y tenemos que evitar que el flautista se slaga con la suya. - miro a Margaret - Me niego a creer que hayas sido tú. - y me giro hacia Pruslas, sentado en un banco - Así que, sólo quedas tú, Pruslas. Desde el primer momento, has intentado mantener un perfil bajo, evitando verte implicado, mientras tejías tus hechizos alrededor de la gente del pueblo. Como digo, puedo entender tus buenas intenciones, pero es un camino errado. Por favor, reconsidéralo antes de que sea más tarde.

- Las acusaciones van y vienen, los lobos no son suficiente para Holiday, no, no lo son, tambien hay un flautista de retorcidas intenciones, podria ser un bien intencionado bienechor que desea traer paz, o podria querer mandarlos a todos a vagar por los bosques sumergidos en delirantes alucinaciones o cualquier otra locura. Y el pueblo poco a poco, reposa sus certeras sospechas sobre Margaret y depositan uno a uno sus votos sobre la dama para que esta sea enviada a la horca... Y asi se hara!...-

- Pero a ultimo momento, cuando todo parecia perdido para Margaret, con todo en contra y nada a favor... -

- Una sospechosa figura bestida de traje negro, se dirige al juez y al carcelero y os deja una nota, a lo que se da una noticia de ultimo momento al pueblo y al honorable consejo:

- "El Confesor ha actuado y nos ha develado la identidad de Margaret!..." -

-Se hace un subito silencio en el ayuntamiento, todos los votos recaen sobre Margaret, ¿Estaban en lo correcto?-

- "Margaret es el equilibrio, la sabiduria y el buen juicio, Margaret es El Anciano!" -

- Lo que la deja libre de toda sospecha... -

¡Entoncez erez máz vieja de lo que aparentaz, por lo que ze ve! - Dice con socarronería - Aunque en ezte cazo vejez zea máz bien madurez.

Ofrece a Margaret su botella de vino - ¿Un trago?

Espera a ver su respuesta, y luego continua hablando con ella, susurrando.

Zin embargo... ¿Creez que rezpetarán tu decizión? Dudo que lo hagan, pero de hacerlo ni tu ni yo dezcanzaríamoz en paz, puez ni yo iría al tajo ni ningún ejecutor eztaría dizpuezto a tocarte. Y sobre tu pregunta de antez, sólo digo que zeré coherente con lo que hazta ahora he dicho.

Luego, alza la voz para que el consejo pueda oírle, y dice:

Apuntad un voto mío también por Marga. Nadie tendría valor de hacerle nada dezpuéz de demoztrar zu intención de zacrificarze. Y Olivia, cuando de unoz tira el inztinto y de otroz el miedo, otra fuerza tendrá que tomar el control para evitar que entre todoz ze maten. Téngalo en cuenta.

- Visto esto - Víctor tenía la nota que acababan de traer - no queda sino cambiar el voto. Margaret, ¡lo siento mucho tronca! Casi vas a la picota por nuestra mala elección. ¡Voto a Pruslas!. 

Pero no entiendo por qué dices que sé tan bien como tú que Pruslas no es un lobo. Pruslas es mi sospechoso para mí por cómo se autovotó el primer día para no dejar rastro. Eso es lo único que sé. También sé que te estás equivocando con tu disposición, así no estábamos ayer. A tu lado estaban Harold y Eddy, no Sarah y Eddy como pones en tú dibujo. Olivia estaba entre el sacerdote y servidor; y Sarah estaba también entre Belle y servidor y no entre olivia y tú como dibujas Fíjate en el corro que he dibujado yo antes, así estábamos. 

Pero bueno, ahora que sé que eres tan mayor, entiendo que te confundas... 

- Olivia, no tiene sentido que matase a Sarah porque acababa de provocar que muriese Martin. No tiene sentido si yo fuese un lobo. - Victor empieza a pensar un momento - Ahora, si yo fuese el legendario lobo blanco algo de sentido tendría. - se mostraba triste - Tenéis razón... Bueno vais a tener que arriesgaros matándome mañana durante el día si los lobos no me despedazan esta noche: 

- Si soy el lobo blanco (que no lo soy) podéis contar con que entre los que me votaron hay lobos, interesados en que desaparezca.
- Si no soy el lobo blanco (que no lo soy) veréis que actué por el pueblo en todo momento y os convenceréis de que quien mató a Sarah fue Belle. Sólo se habrá retrasado la muerte de esa MENTIROSA TRAIDORA un día.

Actualizo mi lista de sospechas: 

- Lobos: Belle (seguro), Olivia y ahora Pruslas el flautista. 
- Gente segura: Eddy y Margaret
- Gente en quien confío pero sin base: Padre Forrester

Pálida como un muerto observe y escuche la noticia, no era Margareth sino Pruslas, y temblé... había votado por ella... y no era... no era... Solté un gemido que era mitad grito de espanto, y los labios me temblaron.

-Esto... - no sabía que pensar, que hablar, estaba segura de que... cerré los ojos y me aparte hasta sentarme en una silla -Él nos ayuda -susurro con cierta admiración y algo de alivio también, mirando a los demás susurre -Dadas las circunstancias... cambio mi voto por Pruslas -en aquel momento miré a Margareth, con cierta verguenza en el rostro -lo siento mucho Margareth - "pero estoy asustada" pensé, aunque no lo dije, sin embargo Victor no detuvo sus ataques contra mí, con todo sabía que esa noche no moriría, me necesitaba por la simple y llana razón de ser su posibilidad de vivir un día más.

-Ya basta Victor -le miré, seguía pálida pero al menos sabía algo... -no he sido yo y tú lo sabes... llevo años en este pueblo y nunca he hecho ningún daño, no a proposito... no votar esos primeros días simplemente demuestra eso... cuando vienes de una ciudad lo primero que piensas no es en matar -determine, antes de apartar mis ojos de él y respirar agitada, me temblaba todo el cuerpo.