Partida Rol por web

HLCN - Casa de Muñecas II: Ruinas

Lugar de niebla

Cargando editor
13/04/2015, 08:29
Andrea Barbara Roots

Con la llegada del amanecer y aquel nuevo calor, aquel nuevo estatus, Andrea se tomó unos segundos para paladear aquella sensación. Las cosas acababan de dar un giro que había estado preparando durante suficiente tiempo como para deleitarse ahora con el triunfo. Sus rasgos suaves parecían en este lugar aún más bellos, y su cuerpo estaba cubierto por un fino vestido largo. Los ojos azules de la chica observaron a sus dos acompañantes largo y tendido, hasta que hizo un gesto con ambas manos, creando sendos sofás para que ambos tomasen asiento.

- Sentaos. - Les dijo con un susurro. - Tenemos mucho de qué hablar. - Entonces hizo un gesto directamente hacia Salvatore, indicando que la conversación con él se aplazaría. Lo hizo con el rostro tranquilo, sin preocupación. Simplemente había algo más urgente.

- Katia. - Enunció entonces, dejando que aquel nombre resonase en todo el lugar. - Katia. - Repitió, dedicándole una sonrisa conciliadora. - Katia.

- Lo primero que debes saber es que he curado tu leucemia. - Aseguró, y entonces dejó unos segundos para que la chica asumiera lo que acababa de decir. - Estás bien. Sana como un roble. - Dijo, antes de hacer una pausa. - No podía dejar que después de salvar la vida de mi hermano perdieses la tuya en unos meses, y no podía permitir que murieses para resucitar si él iba a caer contigo. - Expuso. Entonces hizo un gesto, y en su mano apareció una copa de una bebida transparente. - Esto es la leche. - Murmuró entonces, con una pequeña sonrisa. Y a punto estuvo de ofrecerles algo de beber, pero lo primero era lo primero, y antes de las viandas tenía cosas que decir.

- También debes saber que yo me he llevado tu inocencia. - Explicó entonces. - Esos salvajes iban a matarte, e hice lo que tenía que hacer. Tú querías que me Salvatore me protegiese esta noche. Yo te he infiltrado con ellos, y ahora tú podrás protegernos todas y cada una de ellas, e informarnos de lo que tramen en cada momento. - Enunció con voz grave.

- Quiero que los tres salgamos de aquí con vida. - Aclaró, y entonces hizo una pequeña pausa. - Así que para poder organizarnos vais a tener que seguir una serie de reglas.

- Katia, nadie debe saber de este lugar, de lo que he hecho por ti o de tu nueva condición. - Aseguró. - No dirás ni harás nada para delatarnos, porque eso sería nuestra perdición. Sé que ahora tendrás ganas de matar a prácticamente cualquiera que se te ponga delante, - Le dijo. - pero yo te ayudaré a contenerlas. Soy buena en eso.

- No harás nada para perjudicarnos, ni directa ni indirectamente, salvo que yo te lo pida. Y si hay algo que dudes si nos perjudicará, preguntarás antes de hacerlo. - Enunció. - Me avisarás si crees que me estoy equivocando, pero la última palabra será la mía.

- Si alguien te pregunta dirás que volviste por ti sola. - Ordenó. - Y en el lugar donde te reúnes con Mike dirás que estabas esperando su visita nocturna. Me he encargado de que crean que su ataque provocaría en ti una muerte simulada, pero que al volver te unirías a ellos. De cara a ellos eso es lo que podías hacer: unirte a ellos en caso de ser atacada. - Le explicó. Entonces Andrea se tomó algunos segundos más para pensar, dando un pequeño sorbo a su copa. Esperaba no dejarse nada. No debía dejarse nada.

- Creo que eso es todo por el momento. - Valoró en voz alta. - Pero si tienes cualquier pregunta, hazla antes de que cometamos algún error. Ahora mismo, cualquier cosa que nos lleve a la tumba podría acabar con los tres, y eso sería inadmisible.

- Lo olvidaba, sí hay algo más. - Dijo al final, aunque estaba claro en su voz que era algo que ya tenía pensado desde el principio. Hizo un gesto hacia ellos con su copa, señalándolos a ambos. - ¿Os habéis enrollado?

Cargando editor
13/04/2015, 12:06
Ekaterina Kuztnetsova

Al sentir el nuevo soplo de vida, Katia cogió con fuerza el aire y lo expulsó al incorporarse. Miró hacia Andy con una mezcla de adoración y, en un primer instante, resquemor. Había perdido el poder sobre aquel lugar, ahora tenía que obedecer a aquella impresionante mujer que se alzaba delante de ella. 

Pero enseguida se dio cuenta de que estaba curada. Su sangre fluía limpia por dentro de su cuerpo y podía sentir la vida vibrando por cada una de sus células. Al ser consciente de ello, sus ojos se abrieron como platos y las lágrimas empezaron a brotar de ellos. Miró sus manos, temblorosas, y volvió a mirar a Andy, esta vez sin rastro de resentimiento. Tan sólo el agradecimiento y la devoción se hicieron presentes en su rostro.

- Gracias, muchas gracias... Sí, haré todo lo que desees - . Le dijo y una suave sonrisa se dibujó en sus labios, mientras las lágrimas continuaban brotando de sus ojos turquesa. 

En un primer instante deseó correr a sus brazos y abrazarla. Deseó mostrarle todo el agradecimiento y adoración que se desbordaba en su interior. Pero algo en su mirada y en su voz la retuvo. Se levantó del suelo mirando su propio cuerpo, viendo como volvía a estar entera y volvía a mostrarse como la niña que en verdad era. 

Pero al escuchar la última pregunta de Andy, su rostro se sonrojó violentamente y su mirada se dirigió momentáneamente hacia Salvatore. - No, no nos hemos enrollado. Aunque yo lo hubiera deseado, pero... Me daba vergüenza, nunca he estado con un chico y tenía miedo de meter la pata -  . Le confesó y según iba hablando sus mejillas se iban encendiendo todavía más. - Sólo me dio un beso, pero no fue nada, de verdad... - Se cubrió las mejillas con las palmas de sus manos y sintió lo caliente que éstas estaban. Que bochorno, qué va a pensar. Espero que no se enfade...

Cargando editor
13/04/2015, 23:57
Andrea Barbara Roots

Después de aquel discurso Andrea examinó el rostro de sus dos acompañantes, esperando sus reacciones. Y cuando la de Katia llegó en forma de lágrimas ella dibujó una sonrisa tranquila y se puso en pie, caminando en su dirección.

- Oh, Katia, cariño... - Susurró mientras soltaba su copa, que se quedaría suspendida en el aire por el momento. - Ven aquí. - Le dijo, acercándose a abrazarla. Y cuando llegó la rodeó con sus brazos, como una madre cuida de su niña.

Sólo cuando sintió que aquel momento había pasado Andy se separó de la adolescente, valorando su otra respuesta. - Espera. - Le pidió extrañada, frunciendo un poco el ceño. - ¿Nunca has estado con un chico? - Preguntó, buscando una confirmación. - ¿Y chicas?

Cargando editor
14/04/2015, 00:50
Ekaterina Kuztnetsova

Al sentir la calidez con la que Andy la abrazaba, Katia cerró los ojos y una suave sonrisa se dibujó en sus labios. No estaba enfadada por lo que había pasado entre Salvatore y ella y eso la hacía feliz, inmensamente feliz.

Cuando se apartó y le hizo aquella pregunta, la joven titubeó y sus mejillas se sonrojaron violentamente. - ¡No! - Exclamó mientras negaba con la cabeza. - No he estado con nadie. Cuando tenía edad para empezar a ir con chicos, volví a enfermar y desde entonces he estado prácticamente viviendo en hospitales - . Le dijo y sus labios se torcieron en una pequeña mueca. - Además, ¿quién iba a querer liarse con una enferma...? - Musitó, bajando la mirada, avergonzada.

Cargando editor
14/04/2015, 00:59
Andrea Barbara Roots

Al escuchar la respuesta de la chica, Andrea no se lo podía terminar de creer. ¿Qué tenía ya, dieciséis años? Y no hablaba como si fuera sólo virgen. Hablaba como si el de Salvatore hubiera sido su primer beso. Se encogió de hombros ante su pregunta, antes de dejar que las palabras salieran por sí solas, sin pensar demasiado la respuesta.

- No lo sé, ¿otro enfermo? - Preguntó, con una pequeña sonrisa. - No me digas más: no los soportas calvos. - Dijo a modo de broma, consciente de que quizá aquel era un tema delicado, pero prefiriendo tratarlo con humor que convertirlo en tabú.

- De todas formas, vaya chorrada. - Aseguró, antes de dedicarle una cálida sonrisa. - Mi hermano lleva queriendo liarse contigo prácticamente desde que llegamos.

Cargando editor
14/04/2015, 07:00
Salvatore Darthe

Aunque el dolor paralizaba el cuerpo de Salvatore, la aparición de la figura de Andrea hizo brillar sus ojos, indiferente a la cercanía de la parca ahora. Rápidamente su mirada se desvió hacia Katia, rogando en silencio por ayuda para ella, observando complacido como pronto su hermana acudía en ayuda de la adolescente, recuperándola de las horribles heridas infringidas. Y aunque se sintió liberado de las ataduras que lo sujetaban a Katia, y estaba feliz de que la rubia se hubiese recuperado, el obedecer a una nueva ama le trajo pocos motivos de celebración. Su hermana o no, dudaba de si ella se pondría límites para alcanzar lo que quería.

Ante la orden, se sentó en el sofá, respirando tranquilo después de un rato mientras escuchaba la conversación entre las mujeres. Sonrió con ternura al escuchar la noticia sobre la enfermedad de Katia, llenando su pecho de orgullo al ver a Andrea actuar buscando el bien de alguien más, alguien que perfectamente podría haber odiado por celos. Quizás pecaría de ingenuo, pero la idea de pensar en ese gesto de generosidad desinteresada era irresistible.

Las instrucciones parecían sensatas, y aunque le molestó el peligro en que ponía a la muchacha, no hizo más que fruncir el ceño. Y ante la pregunta, sin saber si enojarse o reír, sonrió de lado. Imprudente, descuidada y celosa, como siempre. Pero antes de que pudiera responder, Katia lo hizo por él. Era cierto, más allá de caricias y un beso no había pasado. No había logrado animarse a sugerir algo más cuando la inocencia de la chica parecía tan evidente. Sus ojos se cruzaron con los de ella al escucharla decir que lo deseaba, y en cuanto expresó la razón de su abstención, Salvatore quiso buscar su mano para darle el coraje que por aquellas mejillas sonrojadas tanta falta le hacía para confesar aquellas cosas frente a Andrea. No podrías meter la pata, preciosa – pensó, deseando que de alguna manera ella lo escuchara. Solo ella. – Con ser tú era suficiente.

Pero no fue necesario decírselo, pues Lucy encontró su propia manera de calmarla. Escuchó con lástima sobre la estupidez de los niños de la edad de Katia, que no veían la mujer que desperdiciaban por no querer acompañarla cuando más los necesitaba. Adolescentes… en su gran mayoría, un grupo de imbéciles.  Cubrió su vista negando con la cabeza al escuchar la broma de Andrea, preguntándose cuál sería la reacción de la torpe rubia.

La última frase, en cambio, le quitó toda la tranquilidad de sus acciones, y le hizo girar rápidamente su rostro hacia Andrea, buscando sus ojos casi desesperadamente mientras sus labios desaparecían en una línea. Su mirada se suavizó al cambiar de objetivo,  cambiando a Katia mientras sus labios volvían a relajarse y un suave y corto suspiro escapaba de su pecho, sin atreverse a decir palabra. 

Cargando editor
14/04/2015, 11:59
Ekaterina Kuztnetsova

La broma de Andy le dejó a Katia una sensación agridulce. Las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa que no llegó a sus ojos. Éstos parecían estar distantes y tristes. Recordó a sus amigos del hospital de New York. Sobre todo pensó en Michael, éste siempre había sido muy atento con ella. Era muy majo y tenía un año más que ella, pero... ¿Cómo explicarle a Andy que cuando sientes que tu vida se escurre entre tus dedos y que cuando hay días en los que desearías no haber nacido, lo último en lo que piensas es en liarte con alguien? Michael padecía cáncer de páncreas y, al igual que a ella, le habían dicho que no podían hacer nada por él. 

La desesperación les había hecho amigos y él siempre intentaba sonreír, sólo por no verla triste a ella, aunque en el fondo debía estar pasándolo muy mal. Les había unido un lazo muy especial, quizás más fuerte que el que suele unir a un hombre y una mujer. Pero él al final perdió la batalla. 

Katia recordó su funeral, como la madre de él se acercó a ella y la abrazó. Recordó las lágrimas en sus ojos y el miedo que sintió de causarle aquel dolor a su familia.

Fue aquella pérdida fue la que hizo que decidiera que quería vivir lo que le quedaba de vida. Que no quería volver a estar encerrada en un hospital, viendo pasar los días y sin saber cuando le tocaría a ella. Le costó convencer a su madre, pero al final lo entendió y le dio su aprobación para hacer aquel extraño viaje. 

Katia estaba perdida en sus recuerdos, cuando de repente procesó las últimas palabras de Andy. Pestañeó, regresando de nuevo a aquel lugar de niebla y miró hacia Salvatore, con los ojos como platos.

- No... No puede ser... - Dijo, negando con la cabeza, mientras sus mejillas volvían a sonrojarse. Es tan guapo... Volvió a mirar a Andy. Sentía un torbellino de sensaciones en su interior. Aunque negara, por dentro su corazón había saltado y latía con fuerza. Pero... Él debía estar acostumbrado a liarse con mujeres como ella. Guapas, inteligentes y seguras de sí misma. ¿Por qué iba a fijarse en una adolescente asustada y torpe? Una pequeña sonrisa, tímida y esperanzada, se formó en sus labios, mientras sus ojos turquesa preguntaban si era verdad.

Cargando editor
14/04/2015, 20:39
Andrea Barbara Roots

Andy observó a Katia sonrojarse, y le dedicó una pequeña sonrisa. Aquella manera de azorarse podía llegar a resultar encantadora. Sin embargo no se entretuvo demasiado con la contemplación: las cosas en el otro lado empezaban a sucederse, y tenían mucho que decidir.

- Fue Mike quien te atacó. - Le señaló, entrando en un tema distinto. - ¿Crees que lo correcto sería que los demás lo supieran? Tendría que caer en votaciones, y yo necesito decir a algunas personas algo que quizá reparta los votos. - Expuso, antes de hacer una pausa. - No fue Mona quien protegió a Jessie. - Aseguró. - Fue Paco.

Entonces, al escuchar hablar a Katia en el otro lado, Andy emitió un suspiro, poco conforme. - Bueno, ya da igual. - Comentó, ligeramente molesta.

Notas de juego

Edit para añadir la última línea.

Cargando editor
14/04/2015, 21:25
Ekaterina Kuztnetsova

Katia apenas tuvo tiempo para reaccionar. Casi simultáneamente, ella explicaba en el campamento que no sabía nada, cuando en aquel lugar de nieblas, Andy le estaba diciendo que dijera que había visto a Mike. La joven, que estaba mirando embobada a Salvatore, pestañeó y su rostro palideció, mientras cubría su boca con la mano y se volvía a mirar a la mujer. 

- ¡Oh! ¡Perdona! - Se disculpó y una pequeña mueca se formó en sus labios. - No... No me he dado cuenta - . Le dijo con un hilo de voz. Se sentía mal, no quería que se enfadara con ella.

- ¿Paco es el que protege...? Por cierto, Mike está compartiendo sus conocimientos conmigo - . Dijo enseguida, cambiando de tema e intentando que Andy olvidara rápidamente su desliz. - Sabe que Salvatore puede proteger por las noches, que Sasha está en contacto con los muertos y que las lesbianas se protegen mutuamente. Me pregunta qué es lo que yo sé - Le dijo y una pequeña sonrisa, tímida, se dibujó en sus labios. - ¿Qué quieres que le diga?

Cargando editor
14/04/2015, 21:42
Andrea Barbara Roots

Andrea recibió la disculpa de la niña, y simplemente se encogió de hombros. Luego, cuando preguntó por Paco, simplemente asintió con la cabeza, antes de seguir escuchando sus siguientes palabras.

- Lo de Sasha se lo he contado yo. - Admitió. - Necesitaba decirles algo para que confiasen en mí y me contaran lo de Paco, y creí que era mejor que la considerasen un objetivo antes que a cualquiera de vosotros. - Finalmente, con su pregunta, una sonrisa divertida se dibujó en los labios de Andy.

- ¿Qué te apetece decirle?

Cargando editor
14/04/2015, 22:08
Ekaterina Kuztnetsova

Katia titubeó. No sabía qué podía decirle a Mike que pudiera interesarle. Se encogió suavemente de hombros y negó con la cabeza. 

- No lo sé - . Le confesó a Andy y se cogió las manos por la espalda, mientras movía los pies en una actitud un poco nerviosa. - La verdad es que desconozco lo que pueden hacer los demás. Sólo he estado en contacto con vosotros, y... Bueno, Sophia me mandó una nota, pero no me decía nada que no sepas. Sólo que ella y Sam se reunían en un sitio para hablar y que sospechaban que yo había traído de vuelta a Salvatore - . Le explicó y un pequeño suspiro salió de sus labios.

Cargando editor
15/04/2015, 00:55
Andrea Barbara Roots

- Bueno, - Respondió Andy, haciendo un gesto para quitar importancia a un detalle. - que no sepas lo que hacen los demás no quiere decir que no puedas decirlo. - Aseguró. - Mike es hombre muerto, podrías inventarte lo que quisieras y ver lo que pasa después.

- Aún así... - Empezó luego. - Creo que no es buena idea que piense que Salvatore puede hacer eso. ¿Por qué no le dices que es mentira? - Propuso. - Ellos ya lo pensaban y yo medio se lo confirmé para que me dijesen lo de Paco, ahora que les he abandonado probablemente esté dispuesto a creer que les engañé.

- Invéntate algo. - Dijo después. - Dile que Salvatore se reúne cada día con una persona, por ejemplo, que reunió contigo y por eso lo sabes. - Valoró. - O cualquier otra cosa. Pero algo que suene poco peligroso para ellos. Por si acaso.

- Yo acabo de exponer a Paco en el lugar donde Salvatore y yo estamos como muñecas. - Le contó después. - Les he contado algunas cosas, y me he inventado otras. Creo que la cosa se puede poner un poco fea si la gente empieza a dudar de la culpabilidad de Mike.

Cargando editor
15/04/2015, 12:05
Ekaterina Kuztnetsova

La joven se sorprendió cuando Andy le dijo de forma tan abierta que mintiera. Se mordió el labio y asintió con la cabeza. Espero que no se me note. Se dijo, preocupada porque siempre se le había dado muy mal mentir. Pero era consciente de que en aquel lugar todos lo hacían, y si no empezaba a jugar como ellos, acabaría realmente muerta.

En ese momento, en el campamento, el búlgaro estaba exponiendo su teoría. Los ojos de Katia se abrieron como platos y se clavaron en los de Andy, suplicantes. 

- ¡Dice que soy una asesina! y... Y sabe lo de Salvatore... ¿Qué le digo? - Su primera reacción habría sido negarlo contundentemente, pero se habría quedado en blanco, sin saber qué decirle ni cómo excusarse. 

Cargando editor
15/04/2015, 16:40
Andrea Barbara Roots

Andy leyó la sorpresa en los ojos de Katia, pero cuando dijo que Aurél afirmaba que ella era una asesina, negó con la cabeza.

- En realidad no ha dicho eso. - Señaló. - Pero eso es lo de menos. A Aurél ni siquiera se le entiende cuando hablar, y tiene muy poca credibilidad.

- Aún así... - Valoró luego. - ¿Saben las bollis lo de Salvatore? - Preguntó. - Es decir, ¿se lo confirmaste?

Cargando editor
15/04/2015, 21:48
Ekaterina Kuztnetsova

Katia se mordió el labio y asintió suavemente con la cabeza. - Sí, se lo confirmé. Han sido simpáticas y no quería mentirles - . Le explicó, arrugando ligeramente la nariz. - Les dije la verdad, que no sabia que podía volver de otra forma - . Miró de reojo a Salvatore y sus mejillas se volvieron a sonrojar. Todavía ella misma se preguntaba si de haberlo sabido habría actuado de otra forma. El vínculo que habían tenido había sido muy especial. 

- Por cierto, la tarde se acerca y esa cosa rara nos afectará. ¿Quieres que piense en alguien en concreto? - Quería agradarle y después del fallo que había tenido hacía un rato, no quería volver a cagarla.

Cargando editor
15/04/2015, 21:56
Andrea Barbara Roots

Andrea asintió a las palabras de Katia, tomando nota mental y pensando en la mejor manera de actuar ahora.

 - Entonces no puedes negar lo de Salvatore. - Afirmó. - Pero eso no significa que lo demás sea cierto. Ni que tengas que reconocer lo de Salvatore en voz alta. Aún así, Aurél me huele cada vez peor, y lo de su ataque más todavía. ¿Vosotros no sabéis nada sobre eso, verdad? Yo estaba... - Dijo, buscando la palabra. - Fuera cuando pasó.

- Sobre lo de esta tarde... Tenéis libertad. Por un lado sería sospechoso que no eligieseis a Mike, pero no sé cómo te llevas con él en ese sitio donde os reunís. - Comentó Andrea. - Lo mejor sería que le pidieras disculpas por votarle, y decirle que eres consciente de que tu voto no cambiará nada, y te unieses a los demás señalándole. Pero aún así escoge tú. Eso sí, si no haces eso avísame antes, por favor.

Cargando editor
16/04/2015, 12:29
Ekaterina Kuztnetsova

Cuando Andy preguntó por el ataque a Aurél, Katia negó con la cabeza y miró a Salvatore. 

- No, no sé qué es lo que ocurrió. Él no le protegió aquella noche - . Empezó a decir, para volver a mirar a la mujer. - Creímos que estaba mintiendo cuando dijo que habían ido a atacarle pero que alguien había intercedido - . 

Tras esas palabras su rostro palideció y sus ojos se abrieron como platos. En el campamento sentía la poderosa necesidad de señalarse a sí misma.

- ¡Noooo! Yo... Yo estaba pensando en Mike, como me aconsejaste. Le he dicho en el otro sitio que me perdonara, pero que sería demasiado sospechoso que no lo hiciera y de verdad que lo estaba haciendo... ¿Por... Por qué me señalo? - Estaba confundida y asustada. 

Cargando editor
16/04/2015, 21:45
Andrea Barbara Roots

Andrea se encontraba a punto de responder a las palabras de Katia, cuando vio sus ojos abrirse con sorpresa. Y cuando acto seguido identificó la confusión y el miedo en su voz volvió a abrazarla, acariciando con suavidad su cabello.

- No sé quién ha sido. - Comentó. - Aunque sospecho que puede tratarse del propio Paco. - Dijo. - Pero no te preocupes: cuando sepamos quién es, nos aseguraremos de que se disculpe. - Enunció, sin llegar a decir qué pasaría si no lo hacía.

- Oye, Katia. - Empezó a hablar después. - Lo de traer a Salvatore de la muerte... No era lo único que podías hacer, ¿verdad?

Cargando editor
16/04/2015, 22:35
Ekaterina Kuztnetsova

Katia se relajó al sentir los brazos de Andy rodeándola. Exhaló un pequeño suspiro y cerró los ojos. La suavidad con la que la mujer acariciaba sus cabellos le hacía sentir bien y consiguió que todo el miedo que sentía se disipara, dejando tan sólo un mínimo rescoldo de aprensión. 

Ella nunca había querido hacerle daño a nadie, por eso le preocupaba ese nuevo deseo que estaba creciendo en su interior, esas ganas de acuchillar a alguien, de hacerle vivir todo el terror por el que ella había pasado. Era una venganza que no entendía, pero allí estaba, devorándola por dentro. 

Abrió los ojos al escuchar a Andy y la miró, apartándose un poco de ella. 

Al principio no entendió su pregunta. Sus pestañas se agitaron y sus labios se torcieron en una pequeña mueca. - Bueno, ahora deseo que llegue la noche para poder... - Tragó saliva, era tal el deseo que sentía que las palabras se trababan en su garganta. 

Fue en ese momento cuando recordó la sensación que tuvo cuando trajo de vuelta a Salvatore. Le miró, entrelazando sus ojos turquesa con los del músico y se mordió el labio. Volvió a mirar a Andy y se encogió suavemente de hombros. - No me acordaba... Cuando resucité a Salvatore sentí una nueva fuerza en mi interior. En ese momento supe que si moría podría regresar de nuevo a la vida, cambiando mi lugar con el de otro - . Le explicó. Era algo que no quería contarle a nadie, era un poder que había esperado no tener que usar nunca. Pero no podía engañarle a Andy, sentía que si lo hacía, estaría traicionándose a sí misma. - Porfi, no se lo digas a nadie... - Le pidió, poniéndole ojitos tristes y alzando un poco sus cejas, hasta casi juntarlas, para formar una expresión suplicante.

Cargando editor
16/04/2015, 23:26
Andrea Barbara Roots

Andrea miró una vez más en los ojos de Katia cuando ella empezó a hablar, y comprendió todos los sentimientos que antes ella misma había albergado. No apartó su mirada, ni disculpó a la chica. Ni siquiera negó lo que decía. En lugar de eso llevó una mano a su rostro para acariciar su mejilla con suavidad.

- ... Para poder hacer justicia. - Completó, dedicándole una cálida sonrisa. - Somos un equipo, los tres. Salvatore nos cuida, pero necesitamos defendernos de quienes pueden quitarnos la vida. - Dijo, pasando con tranquilidad sus dedos por la piel de la niña, tratando de transmitirle su convicción y su calma. - Puede que él nos salve de los asesinos, pero necesitamos que tú acabes con ellos. - Aseguró. - Saldremos de aquí con vida, los tres, y lo haremos trabajando juntos. - Confirmó al final, hablando con voz suave.

- No se lo diré a nadie, pequeña. Ninguno de los tres lo hará. - Afirmó. - Eso es algo bueno. Es esperanza. Si eso llegase a suceder... ¿Tomarías su alma, o sólo su vida? - Preguntó al final, tratando de entender cómo funcionaba exactamente lo que Katia decía.