Partida Rol por web

Las votaciones están abiertas. Dejé el aviso en solo al director porqué soy así de lista.

Cierro el Jueves a las 23:00 h (os robo un minuto con avaricia). 

El nombre que iba a dar en la siguiente votación, lo tenía claro desde el día anterior, pero ocurrió que se dio antes la sentencia que la votación. Y James E. Riley, su sospechoso, ya se encontraba entre los muertos.

Sin más culpable claro. Wyatt se sentía incapaz de ejercer una sentencia a muerte contra nadie, puesto que cualquier vecino y conocido podía ser inocente. Condenar a Giesie había sido difícil, aun sabiendo a ciencia cierta su culpabilidad, pero ir al tuntún se hacía imposible. Miró a cada uno de ellos: el Coronel, la señorita Watson, Joey el crupier, el Reverendo y finalmente a Susie. ¿De quién podía desconfiar? ¿Quién pasaría de respirar, de latir sangre caliente a ser un cuerpo frío e inerte? 

Sin querer ser más participe de aquello, a sabiendas de lo que conllevaba ignorar esa responsabilidad, y sin querer mancharse las manos de sangre inocente, cuando lo miraron a la espera de su voto, el fotógrafo arrugó sus cejas testarudo y negó levantar un dedo contra nadie, sumergiendo sus manos en los bolsillos. Al fin y al cabo, sabía que podían votarlo y dejar en breves ese mundo. Casi podía sentirlo, y pensó, que si iba a dejarlo lo haría al menos como había llegado.

Siendo un hombre bueno.

Voto a Ella. Porque es la única de la que aún no sé nada.

Las votaciones del día 3 estan abiertas.

Maybelle escuchó lo que le parecían torpes excusas de labios del coronel y finalmente negó con la cabeza. - No puedo confiar en la palabra de quien ha estado colaborando con los asesinos. Dice que no tenía contacto con ellos, pero se veía en secreto con dos y conocía los nombres del resto. El irlandés lo ha acusado y parece estar seguro de lo que dice. - La mujer se encogió de hombros. - Mi voto es para él.

El momento de las votaciones se acercaba, y a pesar de que seguía sin creer que fuera lo correcto, finalmente el reverendo se resignó a participar, aunque sólo fuera por la supervivencia de aquellos que le importaban.

- Mi voto también es para el Coronel. - Dijo. - Con cada palabra que sale de su boca confío menos en lo que dice. Creo que sólo intenta apartar la soga de su cuello y lo hace a la desesperada.

Suspirando, y pensando cómo los ciudadanos estaban haciendo oídos sordos a sus explicaciones y la verdad, tragó saliva, y se resignó.

—Mi va voto para el reverendo, pues está siendo como el día y la noche. Ha cambiado de actitud de pronto, volviéndolo a mis ojos, sospechoso. 

Susie suspiró. Lo siento, coronel. Mi voto también va para ti. No estoy completamente segura, pero un hombre que admite haber querido participar en estos asesinatos no puede permanecer entre nosotros.

Considero al coronel culpable. Dijo, lanzándole una mirada al hombre. Ha confesado estar de acuerdo con los asesinos y ha intentado centrar la atención en otros sin pruebas. Con un poco suerte es el último asesino que queda y toda esta locura acabará.

-Pues nada.- Suspiró rindiéndose y doblegándose a aquella grotesca obligación. Hasta ése instante nadie había votado y condenado con ello a alguien inocente, para muchos sería la primera vez, para el fotógrafo… no. No quería ser partícipe de algo que les perseguiría el resto de sus vidas. -Como he dicho, no creo que sea lo mismo pensar un crímen, desear un crímen y cometer un crímen. No creo en la culpabilidad del Coronel. No cuadra. Así que sintiéndolo mucho, voto a por el Reverendo. La razón, pide mucha información pero no la comparte. Lo siento. Muchísimo porque quiero confiar en él, creer en él. Siempre lo he hecho, además soy un hombre de Fe y devoto a lo que representa. Le he confesado cosas a él que no creí decir jamás en voz alta. Pero me cuesta confiar bajo éstas condiciones.