Partida Rol por web

- Ella, preciosa. ¿Qué te parece si hablamos del negocio? Habría que hacer algo esta noche. ¿Tienes a alguien entre ceja y ceja? ¿Volvemos a probar con la dulce Susie? ¿o qué te parece el crupier, Spades? Ambos pueden ser los que más dinero manejen de los que quedan.

No. Dijo Ella, segura. No debemos ir a por Susie de nuevo. Siguió. Tenemos que encargarnos de Rosalind. Sin dejar que Red interviniese, prosiguió. Sabe quienes somos y es muy probable que lo diga cuando amanezca, delatándonos.

Se mordió la lengua. La misma relación que había entre Giesie y Lila la había entre Lila y Rosalind. La india le contó absolutamente todo. Tenemos que encargarnos de ella.

Asentí a las palabras de Ella, no sin mostrar una leve expresión de asombro.

Nombre final: Rosalind.

Perfecto*.

Red, esto se está volviendo muy peligroso. Dijo Ella. La pérdida de la india había puesto nerviosa a la joven. Los ánimos se están caldeando. Si algo sale mal esta noche y no matamos a Rosalind, es probable que nos acuse a todos a la vez.

O tal vez iría uno a uno para evitar que acabásemos con ella por venganza personal. A saber. ¡Has descubierto algo que pueda servirnos de ayuda? El reverendo habló con Lila en la caseta, pero a mí no me ha llamado. ¿A ti? ¿Crees que sospecha de nosotros?

- No sé qué piensa de ti, Ella, pero parece confiar en mí. Aunque no sé hasta qué punto. - Le dije sobre el reverendo. - La cosa se está poniendo muy complicada. - Le confesé.

- Escucha, no entiendo cómo Rosalind pudo seguir viviendo tras presenciar la muerte de Lili. ¿Sabes cómo pudo ser eso?

Al parecer, si hay alguien que tiene un vínculo con dos personas, no mueren los tres cuando uno muere, solo dos de ellos. Dijo. Tampoco sabía explicarlo muy bien. Es pro eso que Rosalind está tan afectada, puedes fijarte en ella.

Te habías tomado un descanso para volver a tu camerino, queriendo alejarte del exceso de testosterona que ahora reinaba en el pueblo. Los pulmones de una chica a veces necesitan respirar, desabrocharse el corpiño y vaciar las monedas que se escurrían en él.

Pero no todo el mundo parecía comprender el significado de la privacidad y Jhonny Clava Clavo desde luego no lo hacia.

Al entrar en el camerino te encontrase al viejo 

encorvado sobre tu tocador probándose tus pinturas, giró un ojo hacia ti, mirándote a través del espejo.

- Ella bonita. ¿Crees que esto se les podría aplicar a los muertos? Ya que van a pasarse la eternidad entre gusanos quizás quieran tener buena cara. – Volvió a centrar su ojo en él – Sí, algún día será un buen negocio…

Dejo el potecillo de pigmentos, dio una palmada y se giró hacia ti – Ya me iba.

Antes de salir por la puerta te señaló una pala que había dejado recostada en el tocador. – Te dejo eso que a mi espalda no le va bien cargarla. Ya volveré. – añadió haciendo aspavientos en el aire. – Adiós bonita, ya te veré por la tienda ¿eh?, adiós.

XDDDDDDD en realidad no vuelve como zombie, pero sí, podrías.

Si lo haces tardaré un poco en volver a cambiar permisos, pero desmarcadla hasta queda hacerlo.

Es noche par. Ello implica que puedes disparar a uno de los aldeanos que queda o bien volver sobre tus pasos y rebuscar entre las cosas de una de vuestras víctimas. 

Hay que acabar ya con esto o los malditos muertos nos van a llevar a todos! Ella estaba de los nervios. Su pequeña tarea se había vuelto un suplicio. Solo quedaba ella, pero pensaba llevar a cabo sus planes y terminar lo que había empezado. Tenía que asegurarse su futuro para no acabar como una prostituta en unos años.

Esto lo hago por vosotros, Red y Lila. Empezamos esto juntos y lo acabaremos juntos. Cogió una de las hachas de Lila y uno de los sombreros de Red* y uno de sus corsés. Seguro que esto le sienta bien...