Partida Rol por web

- jeje más invitados, ves lo que te decía Maddie, que aburridos estaríamos sin visitantes.

Tifu alzó su mano saludando - pasad, pasad, que el silencio no os consuma.

- ¿Qué demonios es este lugar? ¿Cómo hemos llegado aquí? Y, lo más importante de todo, ¿por qué somos cuatro los que llegamos de golpe?

Cuatro no, cinco. Alessandra, Tatiana, Mariano, Ember, y... Taylor... Cierro los puños y giro el pescuezo con un sonoro - Mierda... - ya la jodimos, creo... - Alexei e Irina siguen vivos... ¿no? - me muerdo el labio inferior - Mataré a esa furcia - aprieto la mandíbula.

Tras un largo silencio, en que su mirada fría como los dedos de la muerte había estudiado con detenimiento a sus compañeros de condena, Nicolaj se aclaró con ronca sonoridad la garganta.

-Damas, caballeros-comenzó a hablar alzando la voz-. Se acerca el final de este decadente recorrido por la locura. Es momento de actuar, o resignarnos a ser vencidos por el mal sombrío que se ha propuesto consumirnos...el mismo mal que reposa ahora mismo entre nosotros, tal vez riendo para sus adentros con macabro placer-añadió exhibiendo una mueca de desprecio que más propia hubiera parecido de un can.

Con esa conducta en cierto modo teatral de la que no parecía consciente, guardó silencio en lo que bien podía ser una pausa dramática y vagó una vez más entre las corroídas paredes que ya se antojaban familiares a algunos de ellos.

-Díganme, ¿cuál es su opinión? Por favor-pidió, extendiendo una mano y adoptando un tono más amable-, les ruego que expresen, con total libertad, cualquier cosa que estén pensando. Después de todo...¿qué razón hay para que existan secretos, entre los muertos?

Su expresión y actitud afables contrastaban con la sonrisa cruel que exponían los retraídos labios, mas las intenciones del danés no parecían transpirar malicia. Cuando menos, no hacia aquellos a los que no había dirigido su anterior mueca.

- ¿mas información? Otro que quiere resucitar con ventaja,... ¿y dime para que quieres ventaja? En fin, te daré un regalo, Irina no es de esos a los que algunos dicen que roban dosis, pero la quiero muerta, llamarlo venganza.

Mariano tosió fuertemente. Como si tuviese la necesidad de sacar algo de su esófago. Cuando se recuperó, intervino sin saludar. 

- Es posible que nadie más.... resucite. Ah, hola Tatianna. Hazte así - hace un gesto en su frente - tienes como un balazo aquí. 

- Y supongo que esto - apunté con el dedo a mi cuello deformado - es la venganza de esa - apunté a Maddie. En mi rostro apareció una sonrisa sarcástica que en la posición en la que se encontraba con el cuello en ángulos imposibles debió resultar algo extraño - yo también me alegro de verte, querida.

Luego, miré a Nicolaj.

- Ah no, no veo porqué tengo que compartir ninguna información si nadie más lo hace. Yo ya conté más de lo que hizo ninguno.

- Yo no tengo ninguna certeza, - digo mirando a Nicolaj - pero creo que estamos muy cerca de acabar con los que nos atacan.
O ellos con nosotros, porque después de lo de esta noche...

Personalmente, creo que Clive debería estar aquí pues es, de los que quedan, el que más sospechoso me resulta. Espero que lo veamos pronto.

- Con todos los que hemos caído esta vez seguro alguno habrá caído, porque sinó son los tipos con la mayor suerte del mundo - dije algo molesta - en cuanto a Clive, bueno, no es que no haya sospechado de él, pero no es uno de mis principales sospechosos. Aún así, con tanta bebida energizante y siempre ofreciéndolas, resulta algo sospechoso.

- No sólo eso, Ember, también hay que ver a quién ha ido votando; siempre en mayoría y coincidiendo con el africano ese de ahí. - Digo señalando a Mariano.

Mariano abre los ojos como platos al escuchar a la rubia dirigirse a él.

- ¿Estás asumiendo algo de mí? ¿De verdad te crees capaz de sumar uno más uno y llegar a una conclusión? ¿Tú solita? ¿Y acaso tengo que tomarme lo de africano como un insulto? ¿Voy a tener que vivir toda la eternidad en la misma habitación que este personaje? - dice Mariano burlándose de Tatianna - ¡Por favor, que esto acabe pronto! 

- uno mas uno, igual más, o por, según como vuelques los numeros, y en cuanto al adorno de la frente, el de ella al menos sirve para colgar un cuadro otros tienen adornos menos eficaces jeje.

Miré algo sorprendida a la reacción de los dos pues no les había visto reaccionar así hasta ese momento.

- ¿Ha pasado algo entre vosotros?

Hm... pues a Irina la tenía bien enfilada. Negro, muy negro. Aprieto los puños, gruño, y lanzo una mirada de reojo a la morena - Cierra el puto pico, Ember. Podría (yo) haber sacado a unos cuantos sujetos vivos de aquí, pero si duermes con civiles te levantas un poco muerto - y así estamos...

Escuchó con educada tranquilidad al resto de almas descarriadas. Si bien clavó la mirada en cada uno de los presentes, se tomó unos instantes de más para Valuo, como hiciera aquél primer día que se antojaba ahora tan lejano.

-Entiendo su descontento-dijo haciendo un gesto cortés hacia Ember-. Bien, compartiré la información relevante de que dispongo, en deferencia a algunos de ustedes. No se preocupe, Abby. Podrá ver a Clive muy pronto-otra vez esa sonrisa animal-. Como supongo que sabrán, tomando en consideración el número de supervivientes actual, no puede haber más de dos culpables entre ellos, o a estas alturas tendríamos más compañía. Mi estimado...amigo, es uno de ellos-señaló despreocupadamente su rostro amoratado-. En cuanto a su restante aliada, la señorita Kerr...espero que colaboren en la medida que les sea posible para asegurar el fin de las actividades que estos engendros han estado realizando. Debo pedirles que confíen en mí, empuñando como la mejor credencial en que puedo pensar el poco tiempo que tomó a esta escoria juzgar apropiado eliminarme, en ambas ocasiones.

Miró a las damas que habían intervenido. Primero a Abby, más tarde a Koval y, por último, a Smith. Comenzó a girarse antes de observar de nuevo a Valuo. Dio la sensación de querer decir algo, pero entonces terminó de voltear y se apartó unos pasos del grupo.

-Por cierto...-dijo al poco, una risa baja y enronquecida agitando cada sílaba-, cuando vean a Clive, díganle que hubiera sido un placer poder saludarle.

El silencio rondaba en ese lugar y con una suave brisa, las siluetas de Maddie y Nicolaj se hacían transparentes, hasta desaparecer como si su existencia allí fuera solamente un recuerdo.

Pudiste ver a alguien de pie allí, mirándolos con una mezcla de tristeza y compasión y notaste que no estabas sola. Leinad tenía su piel quemada y allí estaban Tifu con la piel caída y las venas ennegrecidas, Camille, Charles e Inadra con la misma condición, Vladimir y Morris igual que cuando habían sido abandonados. Shahrzad había pasado de verse saludable a mostrar las quemaduras de la radiación igualmente, mostrando lo que le había sucedido. Y ahora llegaba Alessandra con la cara destruida y las quemaduras de la radiación, Mariano quemado por la radiación y con múltiples marcas de disparios, Tatianna con las quemaduras de radiación y un único disparo en su frente, Ember con el cuello en una posición antinatural y su piel deshecha y Taylor, con los signos de quemadura por radiación y con marcas de ataduras en su rostro, manos y piernas. Y ahora Irina y Clive llegaban mostrando las circunstancias de su muerte como los nuevos integrantes.

Entonces, el escenario cambió. Se encontraron frente a un objeto que solo los conocedores de la historia de Chernobyl habrían oído mentar: "El pie de elefante", el objeto más radioactivo de toda la tierra, el cual mataría a una persona en cuestión de minutos. Pero allí estaban, sin sentir dolor, ni los efectos. Tal vez era porque realmente ya estaban muertos.

Estaba confusa y aún podía sentir el dolor que acababa de experimentar en aquel reactor. No entendía qué había pasado, ni cómo había llegado otra vez aquí, pero no lo hice sola. Miré a Clive perpleja - Este es el precio por hablar... - No era la primera vez que pisaba este lugar y como la anterior, había sido el resultado de abrir la boca.

Llevé mis ojos a todos los presentes y me fijé en que faltaban dos personas - ¿Dónde están Nicolaj y Maddie? - pregunté airada al empezar a darme cuenta de lo que había pasado - ¿Cómo es posible que hayan vuelto en nuestro lugar? 

- ¿Qué no es posible en este lugar, rubia loca? Bienvenidos por cierto... 

- bravo, ¡bravo! Esto es espectáculo, ni los mejores transformistas serian tan eficientes - siempre era entretenido recibir a nuevos muertos, y un placer ver a quien pensaba que le mató a él de nuevo.

- ahora entiendo a quienes tienen aquafobia, genial sin duda - buena diversión, buen circo, macabro como antaño, siglos atrás.