Partida Rol por web

HLCN - Experimento en Chernobyl

Día 0: En las afueras de Pripyat

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14/11/2016, 22:29
Anciana

La mujer comenzó a caminar en la dirección que los guiaría, entrando en el primer anillo de seguridad. Todos se preguntaban si realmente tendrían que caminar los 30 Km que la anciana mencionó, pero la siguieron.

Camille fue la primera en hablarle y preguntarle el nombre – Me llamo Hanna Zavorotnya. El gobierno me está pagando por esto para que los guíe. Dicen que los lugareños conocemos mejor los alrededores. Lo cual es cierto porque ellos no se acercan por aquí, a menos que sea a hacer controles de los niveles de radioactividad – dijo esto sin dejar de mirar al frente.

Entonces, Leinad se dirigió a ella, por lo que simplemente le dijo – Historias hay miles, pero todas inconclusas. Solo un pequeño grupo de personas vivimos aún aquí. Aunque la radiación nos afecta, no tenemos a dónde ir. Se han visto muchos animales salvajes, más que todo lobos y zorros - le dijo con tranquilidad y siguió. Parecía enfocada en lo que debía hacer.

Vladimir habló y ella solo asintió – Eso es algo bueno – y escuchó a Clive.

- Algunos desarrollan enfermedades menos graves que otros, unos se salvan y otros no, pero es lo que tenemos -.

La señora no parecía muy feliz de tener que guiar a tanta gente joven, pero siguió. Entonces, Irina se le acercó y le dijo sin poder evitar una sonrisa – Niña, este lugar está vacío. Tal vez haya un hotel, pero dudo que tenga gente que pueda atender los caprichos de una pequeña como tú – se rió y continuó, esperando no tener más interrupciones.

Parecía que nadie más se había acercado a hablarle, lo cual era una buena señal para ella. No sería molestada. Caminaron alrededor de una hora, hasta llegar a un lugar donde había un enorme bus aparcado, esperando por ustedes. La anciana se volteó y dijo – Mi trabajo termina aquí, ya que debo regresar a mis deberes. Deben subir al autobús, este los llevará a su destino: el límite de los 10 Km que antes mencioné. Debo recordarles que firmaron para esto y apenas lleguen, se encontrarán con quienes arreglaron todo esto. Les deseo suerte – y tras esas palabras, se marchó.

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14/11/2016, 22:47
Doctora a cargo

Dicho esto, se subieron al bus, el cual se dirigiría al punto de encuentro designado. Una vez todos se acomodaron, el conductor saludó con un gesto de su sombrero y se dispuso a comenzar el recorrido. Sería un recorrido que tomaría algo de tiempo, más por las condiciones del terreno que por la distancia. Vías abandonadas y llenas de vegetación hacían del viaje un poco incómodo, pero era mejor que caminar.

Al llegar al lugar de encuentro, ya se podía ver la puesta de sol en el cielo, mientras el conductor les indicaba que se bajaran. Así lo hicieron y vieron a un grupo de hombres y mujeres con unos trajes blancos junto a una señal que advertía sobre el peligro de ingresar a la zona.

- Bienvenidos. Fueron elegidos para venir hoy aquí y serán remunerados por ello con generosidad. Deberán visitar ciertos lugares que hemos señalado en los mapas que les entregaremos a continuación junto con todo lo demás – era la voz de una mujer de cabello rubio, delgada y de buena estatura.

- No sobra recordarles que el gobierno no se hace responsable por lo que suceda cuando crucen estos límites. El equipo les entregará lo que hemos prometido. Provisiones, tienda de campaña, los mapas para que se orienten, implementos necesarios para acampar y las dosis, las cuales están aseguradas y se desbloquearán solo cuando nosotros las activemos. De esa manera, nos aseguramos que no se inyecten más de lo necesario. Una dosis será al despertarse y la segunda cuando vayan a dormir. Creemos que eso es suficiente para que sus cuerpos no se vean afectados por la radiación. Como cortesía, inyectaremos la primera para ustedes – el grupo de científicos se acercó a todos y cada uno e inyectó la extraña en el cuello, con una aguja de buen tamaño. Cualquiera que temiera a las inyecciones, se vería tentado a correr. El efecto fue inmediato y muchos pudieron marearse o incluso desmayarse y, a pesar de ello, a la mujer parecía no importarle.

Cuando se repusieron todos, dijo – Estaremos de cerca monitoreando la actividad grupal. Por ahora, pueden descansar aquí, si lo desean. Está por oscurecer y los mapas son más difíciles de seguir a la oscuridad. Que tengan suerte – se iba a ir, pero recordó algo -. Lo olvidaba, pase lo que pase, no interferiremos sino hasta que la prueba se dé por finalizada. Hasta entonces, están por su cuenta – y se marchó junto con su equipo.

Ella tenía razón, estaba por oscurecerse, así que lo mejor era organizar las tiendas y prepararse para continuar mañana.

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15/11/2016, 00:37
Inadra Ziru Sillacto

Hasta ahora Inadra se había mantenido un poco al margen, pasando desapercibido, escuchando las conversaciones. Y tomando notas de lo que se decía. Esto era un experimento, y dejar notas de lo que le llamaba la atención podría proporcionar un buen feedback.

Cuando informaron sobre las dosis se acerco a que le administraran la suya. El pinchazo dolió un poco, y después su mano le ardía...

- Dita sea!, esta mierda escuece! - Se acerca un poco a Camille Rodrigues y a Shahrzad Golshiri - Perdón pero no he podido evitar escuchar su conversación, resulta que yo también he estudiado física nuclear en la Boston University - Las mira ilusionado, sabiendo que no es el único que ha estudiado sobre esto - No os parece fascinante este proyecto? Creo que voy a basar mi tesis doctoral en esta experiencia!

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15/11/2016, 00:52
Tifu Akari

¿de verdad? ¿no iban a colocarle ellos la maldita tienda? A pesar del mareo de la maldita inyección, no le dio mayor importancia. Posiblemente no por que no le molestara, si no por no saber como colocar esa asquerosa tienda, ni de broma iba a dormir a raso.

Tardó suficiente como para que el sol le saludara con sus últimos rayos de luz, pero de algún modo consiguió que se mantuviera derecha. Tal vez no sería muy seguro tocarla demasiado, dado que le habían sobrado un par de varillas, las cuales sin saber para que servían las utilizó para dibujar un feo monigote en el suelo sobre una cosa que representaba una estrella.

Cuando acabó, recordó el pinchado ¿de verdad tenia que ser en el cuello? A ver si le iban a fastidiar la voz. Como la recompensa no fuera enorme como se prometía, les denunciaría por incumplimiento de contrato...

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15/11/2016, 02:36
Ember Koval

- Alex entonces - le dije a Alex con un gesto animado - un buen libro, no lo he leído pero es un clásico. Tal vez te lo pida si me acabo el mío.

Escuché a medias lo que la anciana iba explicando a los demás. No eran datos que no se pudieran adivinar con un solo vistazo, por lo que tampoco presté demasiada atención. 

Al ver el autobús, di un gran suspiro. Andar no me importaba, pero prefería hacerlo sin llevar peso por muy poco que fuera. Por no hablar que los que llevaran más equipaje terminarían quedando atrás. Me subí al autobús, le di las gracias a la anciana y me senté en el primer asiento vacío que encontré. El trayecto me recordó las excursiones por el monte en el todoterreno de mis padres cuando era pequeña, algo incómodo pero divertido si se lo tomaba con humor.

Cuando bajé y vi el grupo de gente y las señales, el humor se me fue volando, recordando para qué había ido allí. Una mujer comenzó a explicarnos con detalle todo lo que teníamos que hacer y a explicarnos de nuevo lo que ya sabíamos. La inyección no fue muy agradable, y mucho menos la mujer, teniendo en cuenta que estábamos arriesgando nuestras vidas no es que fuera un amor de mujer. Al menos tuvo la amabilidad de dejarnos dormir allí mismo.

- Gracias - dije con un ligero tono de ironía cuando se despidió. Después del agradable vuelo y el hotel de lujo, era como pasar del cielo al infierno. Seguro que lo hicieron para que no saliéramos corriendo al llegar aquí.

Fui a observar el equipo que nos habían dejado. Tomé una de las tiendas y comencé a montarla.

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15/11/2016, 03:48
Cossette Agere

Que el trato fuese correspondido por ambas mujeres no pudo evitar que Cossette sonriese de manera abierta y franca. Se podía notar que tal gesto era natural y no fingía, además de dar la sensación de que una sonrosa encajaba a la perfección en la estructura de su rostro. Con ese porte correspondió al saludo de Shahrzad y asintió con cortesía para ambas.

-Cossette Agere... Y no, no soy de París, señorita Rodrigues... Pero he visitado dicha ciudad varias veces-se encogió de hombros y siguió caminando escuchando a la anciana responderle a quienes habían intentado conversar con ella.

La información proporcionada por la guía no fue algo que le sorprendiese ni la actitud de ella. Entendía que aquello era su trabajo y punto, además que si vivían en ese sitio debían tener cierta "tranquilidad" que le fue interrumpida con la llegada de este grupo. Seguramente aquella mujer deseaba terminar con todo e ir a descansar.

Pasado una hora, Cossette no expresaba indicios de cansancio ni fatiga; al contrario, parecía tener bastante energía en su cuerpo y solo se limitó a estirarse un poco al llegar al camión.- Gracias-le dijo a la anciana antes de que partiera. No iba a interrumpir sus intenciones de irse, por lo que no quiso decirle nada más. Se subió al transporte y se acomodó cerca de Shahrzad y Camille por si hacían plática, pero en los tiempos de descanso se disponía a leer sacando de sus pertenencias un libro francés acerca de microbiología. Cuando llegaron a su destino la mujer francesa guardó sus cosas y bajó caminando con seguridad al grupo que parecía esperarles.

Escuchó con atención sin siquiera evidenciar sorpresa, pues se imaginaba y tenía una idea de todo aquello. No temía a las agujas, así que no se puso nerviosa ni nada por el estilo, salvo que al percibir la jeringa apretó sus labios para no exclamar dolor y se tomó su tiempo para analizar y percibir aquella experiencia; eso sí, buscó con la mirada tanto a Taylor como al hombre mayor que estaba a su lado* antes de irse del sitio de reunión para cerciorarse de que ambos estuviesen bien, dispuesta a ayudarles por si lo requerían. En definitiva ya no había marcha atrás, mucho menos con la despedida de la doctora. 

Sabiendo que iba a anochecer, Cossette fue por sus cosas y se acercó a Shahrzad y Camille, con quienes ya había conversado mejor. En lo que iba con ellas vio como un compañero se acercó emocionado, por lo que Cossette llegó mirando con cierta alegría al chico.

-¿Boston University? ¿Estados Unidos? Hace tiempo que no viajo para América...Cossette Agere, ¿y tu eres...?-y mientras esperaba la respuesta, les dijo a las demás-Deberíamos poner tiendas.. si alguno no sabe como hacerlo podría ayudarle.

Notas de juego

*Por si no queda claro, es Alexei

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15/11/2016, 10:57
Leinad Ikegar

Leinad era un cazador. Un explorador, y había sido en su época soldado, pero estaba rodeado de científicos, pijas y cosas por el estilo. Esperaba no tener que cuidar de estos, ya que parecía que el único que tenía conocimientos de supervivencia era él. - Aunque bueno, igual la deportista. Pensaba para si un tanto preocupado. Se veía haciendo los trabajos de mantenimiento de las cosas para estar cómodos, ya que no veía que nadie supiera, hubiera hecho o dispusiera de interés alguno. - Igual piensan que han venido a una excursión.

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15/11/2016, 15:24
Vladimir Petrov

Me despido d ela señora y sigo el camino con los demás, atrás pero sin perderles de vista, al llegar atiendo a la mujer que nos habla y recibo mi dosis.

-siempre es buena una cena contundente- digo serio pero supuestamente bromeando tras recibir el pinchazo, muevo mi cabeza hacíendo como no para no caer en el mareo  y camino por la habitación mirándola.

Sonrio de medio lado, la verdad el grupo es bastante descompensado, salvo ese tipo con pinta de cazador y poco más parece que no saben a donde han venído y que al gobierno ucraniano le importamos ahora mismo una mierda, sólo le importa su experimento, haber nacído en Rusia y sobre todo en la Rusia comunista te hace tener eso tatuado a fuego en la mente.
 

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15/11/2016, 16:40
Charles Salvador

Charles recibe su pinchazo y pone cara de haberle sabido a poco.

- Que malditamente lento va todo esto, podrían al menos ponernos todas las inyecciones de golpe y acabar de una vez, tengo ganas de acceder ya a la vasija del reactor principal, a ver quien es el valiente que me sigue entonces... ¡Jaaaaaaaaaaa ja ja ja!

Charles suelta una carcajada que parece más propia del villano de una película de monstruos de esas de los años cincuenta del siglo pasado. El que se frote las manos compulsivamente no ayuda a mejorar su imagen.

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15/11/2016, 23:08
Alessandra Parker

¡Claro! Ya me dirás qué te parece -le digo con una sonrisa amable a Ember-

La anciana termina con su tarea y nos deja en manos de otros supervisores. Al bajar del autobús que nos lleva al próximo punto de encuentro me topo con una doctora que nos da la maravillosa noticia de que la primera dosis nos iba a ser administrada en breves. Veo la aguja inyectarse en cada uno de los cuellos de los presentes, me estaba empezando a marear, en cuanto llega a mi trago saliva y noto como la fina pero contundente aguja se clava en mi piel y escuece, cuando la retiran me siento aliviada, pero me tengo que poner en cuclillas para no perder el equilibrio. Apoyo mis manos en mis rodillas sujetando mi cabeza y cierro los ojos esperando a que se me pase el mareo. No es una imagen que me agrade demasiado, el resto me vería como una persona débil, aunque el miedo a las agujas no tiene nada que ver con la valentía o la supervivencia, prefiero que vayan conociendo mis habilidades poco a poco, a pesar de saber de sobra que cada uno de los presentes me subestimaba por mi tranquilidad y escasez de actividad.

Nos dan las cosas necesarias para pasar la noche y monto mi tienda en menos de dos minutos, ya estaba demasiado acostumbrada a hacerlo, acomodo mis cosas en el interior y vuelvo a salir al exterior.

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15/11/2016, 23:48
Mariano Valuo

Como cortesía, inyectaremos la primera para ustedes

Auuuuuuuuuu - El pinchazo le dolió. 

Malditas agujas.... ¿no conocen las pastillas en este país? - gruñió Mariano mientras se cubría con la mano la zona del cuello. 

Malhumorado, recogió toda la equipación que les entregaron y se sentó a un lado, con el ceño fruncido, para hacer recuento. - Una tienda.... ¿ni una mísera cabaña nos van a dejar ocupar?

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16/11/2016, 00:08
Lydia Kerr

Por fortuna, la anciana autóctona no era la única persona con la que se encontrarían. No es que Lydia tuviera nada en contra de la guía, pero esperaba establecer contacto con alguien que conociera más sobre el experimento, más profesional. Esa sería la Doctora al cargo de un grupo de científicos. Ninguno de ellos dio su nombre ni despejó dio mucha más información de la que ya sabían. Eran cobayas, se les suministraría dosis y no hablarían ni interferirían con ellos.

-Gracias- se limitó a decir con sus modales británicos cuando uno de los científicos le inoculó la vacuna. El pinchazo dolió, pero tampoco le pareció que fuera como para quejarse tanto como algunos de sus compañeros ya habían hecho.

Cuando terminaron de repartir vacunas los dejaron a su aire, observando sin participar. Lydia sacó la tienda de su equipamiento, lista para montarla. No quería pasar la noche en la intemperie, aunque no estaba demasiado segura de que pudiera dormir del todo bien el primer día dados los nervios y los recuerdos del que ella creía era el amor de su vida. Aunque había tenido un vuelo largo en el que apenas había dormido por las mismas causas. Quizá el sueño le acabara venciendo antes de lo que ella pensaba.

-Así que esto es todo lo que vamos a verles de momento. Estamos solos.

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16/11/2016, 00:19
Alexei Ivanov

Caminaba junto a los demás a duras penas.

Estas piernas ya no son lo que eran, pensaba para mi mientras oía la conversación entre la física y Camille. Poco después se les unía otro hombre versado en esos temas.

-¿Puedo darles mi punto de vista? Oh, claro que puedo! Es algo que me he ganado con la edad- Dije mirando al cielo, como si alguien me quisiera decir algo - Hagan lo que hagan, la cagaran de otra manera. Puede que no de esta, pero lo harán de otra manera.

Me paré un segundo para coger aliento y después seguir la marcha.

- Ese tio. Si tu! El de las bebidas con sabor a limón pocho. Seguro que no han exprimido ni uno solo para hacer esa bebida. ¿Que lleva? ¿Conservantes a base de pis de Alce?  - Mire de reojo a los demás. - Como ven, la radioactividad o como se llame esto, no es el próximo problema al que la gente deba enfrentarse. -Señale con el bastón a la chica estirada con los auriculares en los oidos ( Maddie) - Tecnologia- Dije escupiendo la palabra. - Un gran avance en el día a día que todo ser humano necesita.

Me senté para recibir la inyección.

-El hombre solo se mueve por las cagadas que hacen los demás- Ouch...ese pinchazo dolio!!! Donde le han dado a usted la licencia, señorita? En un McDonalds? - Como iba diciendo... Cuando algo huele mal desde el principio, no basta con seguir removiendo la mierda con distinto palo.

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16/11/2016, 00:24
Camille Rodrigues

        " El placer es todo mío doctora Golshiri, disculpe si no es buena mi pronunciación, ¿pero de donde es su apellido?   Mucho gusto en conocerte Cossete Agere, ¿De que parte de Francia eres? "   

        Conversó Camille con ambas mujeres durante la caminata tras la lugareña que les llevó como guía hasta el transporte, que agradeció mucho porque a pesar de haber sido atleta y estar acostumbrada al ejercicio físico siempre había desgaste al camina en un terreno agreste con un clima incómodo con su prótesis, aun cuando el diseño resultaba mas cómodo que otras de la competencia, entonces se acercó a la anciana y la despidió:

        " !Muchas gracias por el viaje señora Hanna! ¿A cuantos mas ha traído a este lugar? ¿Cómo cuánto tiempo duran los experimentos? ¿En caso de que terminemos antes, ¿donde y cuando podríamos buscarla de regreso? "   

Notas de juego

         Después termino mi mensaje ... mientras tanto un besos chicos!!

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16/11/2016, 04:29
Maddie B. Smith

Llevaré algo menos de 48 horas en este país, y a pesar de estar relativamente descansada, venía calculando unas terribles cuatro o cinco horas de caminata intermitente al paso de esta vieja, como poco, aunque una hora bastaría para dar con el transporte que nos desplazaría hasta la base. Vaya con el contacto este, y finalmente suelta prenda. Entre lo que entiende mi oído -no científic- el sujeto más arrugado del grupo (Alexei) habla sobre la tecnología como una comodidad problemática. Le concedo la razón con media sonrisa seria al frente.

Segundo trayecto. Al llegar al destino piso suelo observando a la gente que nos espera, envuelta en su anonimato. Me esperaba milicias y NBQs, pero nos recibe el grupo de quien probablemente sea la responsable in situ. Entrecierro un ojo, me llevo la mano a la cintura y apago el receptor para escuchar la introducción. Habla de dinero, y esta mujer probablemente sea una cabeza importante, pero nada más que más instrucciones, y sin identificación. Tuerzo los labios – Entendido... -  vuelvo encender el aparato con cierto desdén. Dejo la mochila, me siento, acomodo el cuello, e inyección. Noto el pinchazo sumado al leve frío mientras escucho la actividad del grupo. 

Me levanto sobando el cuello con dos dedos, mis ojos curiosean en un par de vistazos los altos, el equipo a nuestra disposición, y también los alrededores visibles, cuando escucho como la Doctora anónima se despide sin más preámbulos. Despego el fuerte velcro del chaleco - Luego veo esos mapas. Imagino que la meta de la droga es la patata radioactiva de la central - Clavo una rodilla en el suelo y rebusco entre las cosas de mi bolsa. No tardaré nada en montar mi tienda.

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16/11/2016, 15:29
Nicolaj Sigurdsson

Había observado con desinterés los intentos del resto por incordiar a la anciana, quien parecía compartir su impresión al respecto, por lo que decidió no molestarse en molestarla. Cada uno tenía sus asuntos, su vida y su desgracia, y estos no eran asunto de nadie más.

Atendió a la charla de la doctora, esperando que no se prolongara en exceso. En parte porque no le importaba demasiado lo que les contara, y en parte porque aquella persona le resultaba desagradable en grado sumo.

Estaba a punto de preguntar si sería perjudicial consumir alcohol tras ser inyectado con esa sustancia, dado que no estaba dispuesto a renunciar a su ardiente calidez durante todo el experimento, pero toda duda abandonó su mente tras recibir aquella dosis.

Se dobló sobre sí mismo, boqueando por aire y emitiendo profundos gruñidos, mientras el dolor que sentía le llevaba a creer que la parca había optado por reclamarlo al fin, y meditó sobre si esto no sería una bendición. Cerró los ojos y dejó de gruñir, de debatirse y casi de respirar.

Sin embargo, al poco volvió a incorporarse. Su aspecto había cambiado de forma dramática, de igual modo que su semblante. Una fría determinación resplandecía ahora en sus ojos, y la calma distante había sido reemplazada por una tensa resolución. Ignorando al grupo, se alejó hasta perderse de vista.

Cuando apenas quedaba luz, regresó, tomó sus enseres y, metódico, montó su tienda antes de introducirse en ella, todo sin mediar palabra.

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16/11/2016, 16:10
Clive Moore

Clive camino junto a la anciana de manera rítmica y continuada, mostrando claramente que estaba muy acostumbrado a largas caminatas y a pesar de las palabras de aquella guía entrada en años no perdió su sonrisa, después de todo no creía que la Anciana quisiera escuchar disculpas o condolencias.

Una vez llegaron a la zona pactada, saludo a los doctores antes de aceptar de buena gana aquella primera inyección, algo que le produjo un mareo que le obligo a sentarse y tomarse las cosas con calma.
-Madre trinidad, esto es peor que las vacunas para áfrica. -Se lamentaba mientras se rascaba la zona pinchada, pero no tardo en levantarse de un salto y tras un sonoro aplauso, empezó a buscar su propia tienda, momento que la voz de aquel hombre mayor le grito un par de palabras, confundido se giro y sonrió al viejo.

-Somos tan trasparentes como la Cocacola, amigo. Puede leer la etiqueta si lo desea.
-Dicho lo cual le paso al vuelo una lata para que el hombre la cogiera. -Bueno en cuanto termine con mi tienda, si alguien necesita ayuda que me la pida, esto es mas sencillo de lo que puede parecer. -Sentencio, antes de sacar todo y ponerla a montar. Y ciertamente parecía tener experiencia en ello, pues no tardo demasiado en tenerla montada.

-¿Alguien necesita ayuda? -Pregunto con las energías la máximo y los brazos en jarra.

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16/11/2016, 16:48
Tifu Akari

¿alguien necesita ayuda? ¿a caso se burlaba de él? El la había montado mejor, pues incluso le sobraban piezas, "je" si es que cuando uno tiene arte, tiene arte en todo...

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16/11/2016, 16:54
Lydia Kerr

Se acercaba la hora de descansar para poder explorar la zona el día siguiente. Algunos seguían hablando, lo cual estaba bien. Aunque ahora mismo a Lydia no le apetecía demasiado hablar. Uno de los hombres se ofreció a ayudarles, pero lydia ya estaba a punto de terminar el montaje de la suya.

-A mí no me hace falta, gracias, ya casi he acabado con la mía- dijo, pensando que quizá no le hubiera dicho que no hacía unos minutos cuando se puso a montarla. pero ya era tarde.

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16/11/2016, 18:06
Irina Morovoiv

Estaba decepcionada. Los lujos habían quedado atrás en el camino, algo que pude comprobar tras las palabras de la vieja, en el camino en bus hasta nuestro destino.

Una vez llegamos, la cosa no parecía mejorar mucho. Había dejado el hotel, para acabar durmiendo en una cutre tienda de campaña que además tendría que montarme yo misma. No se me daba mal montar, pero no tiendas de campaña precisamente.

Mientras resoplaba ante el hecho de tener que pasar la noche en esa cosa, uno de los científicos me clavó la aguja con la dosis que nos correspondía - ¡Joder! - exclamé a puro pulmón por el dolor que me había causado. Me llevé la mano al cuello, retorciéndome ante aquella sensación y el palpitar de la zona donde me habían puesto la inyección. Sin embargo, poco a poco fue desapareciendo, aunque no sin dejarme ninguna secuela.

Me sentía extraña, con ganas de jugar. Empecé a dar saltos contenta después de ver a lo lejos algo que llamó mi atención y volver muy risueña después de haberme acercado a ver. Seguía sin ganas de montarme aquella tienducha y ahora, menos que nunca - ¿Algún caballero sería tan amable de acogerme en su tienda esta noche? - pregunté contoneándome con voz lasciva - Así no pasaremos tanto frío.