Partida Rol por web

Poco a poco, tu esencia comenzó a abandonar el lugar donde te encontrabas y se materializó en otro lugar. Entonces viste tu cuerpo inerte y corriste hacia él. Entonces, sentiste un pinchazo en tu cuello y fuiste absorbido por tu cuerpo el cual, dolorido, luchaba por volver a moverse.

Sentías las fibras de ácido láctico romperse de a poco, mientras un escalofriante sonido hacía que tus articulaciones se despegaban. Sonaban como si se tratara de un viejo maniquí al cual debía dársele una pequeña aceitada. Poco a poco, recuperaste control sobre tu cuerpo y pudiste mover el cuello, aunque aún sentías los movimientos forzosos. Al inicio era solo incomodidad, pero luego se volvía dolor. Te movías de a poco y fue un proceso realmente lento, aunque valía la pena respirar otra vez.

Después de esa lenta agonía, te pusiste de pie y notaste que te encontrabas en lo que antaño fue un hospital y más específicamente, una zona de maternidad. Extraña ironía, la verdad. Después de todo, habías renacido, pero había algo en tu piel, una marca. Trataste de removerla pero no podías, parecía ser un nuevo tatuaje. Estabas confundido y asustado, pero entonces lo viste, había alguien allí contigo, alguien cuya apariencia te recordaba a la parca, pero que te inspiraba nada más que respeto y devoción. Por alguna razón, sabía que le debías la vida a esa persona y como agradecimiento, le dedicarías tu vida. Miraste más de cerca y pudiste ver que se trataba de Nicolaj, uno de los participantes del experimento. No comprendías cómo, pero él era quien te había devuelto la vida, aunque su apariencia era diferente. Tal vez era efecto de la medicina igualmente.

Guardó silencio, contemplando al hombre que había regresado de entre los muertos. Esta capacidad...es real. En verdad puedo cambiar el destino de otra persona. Pese a la calma que exhibía, una vorágine de confusión y emociones encontradas bullía en su cabeza, llegando al punto de causarle vértigos. ¿De qué servía, años después de perderlas a ellas? Aún así, si podía hacer esto, tal vez podría salvar a otros de los participantes. Quizá eso, de alguna forma, sirviera para enmendar el no haber podido proteger a su esposa y su pequeña. En sus ojos fríos se percibía un toque de calidez. Lo había hecho. Había podido salvar una vida y, al contrario de lo que creyó desde que la suya había comenzado a sumergirse en el abismo, volver a sentirse así le resultaba agradable, casi...reparador.

-Eras soldado, Leinad-habló al fin-. Has luchado por otros, te has sacrificado por otros. Te concedo una segunda oportunidad para que puedas volver a hacerlo. Y quizás, solo quizás, logres sobrevivir a la demencia que acecha Prypiat. Me ayudarás a vencerla, y tal vez, a comprenderla.

En la mitad de la noche, Nicolaj se alistaba para irse a dormir y sacó su dosis como la noche anterior para descansar tranquilo. Sin embargo, algo le impidió hacerlo. El hombre sintió un fuerte golpe en su rostro, lo cual destrozó sus lentes al instante y le impidió ver con claridad. Además, estaba muy oscuro.

Un golpe tras otro hicieron que Nicolaj sucumbiera a la inconsciencia, mientras que Leinad sentía el peligro de su amo. Se acercó tan rápido como pudo, pero al ver cómo el cuerpo de Nicolaj se quemaba por la falta de medicina, Leinad sintió lo mismo con el suyo. Maestro y sirviente sufriendo el mismo destino, aunque, a partir de allí, el vínculo se vería roto y Leinad era libre nuevamente, aunque era libre en la muerte.

Poco a poco, tu esencia comenzó a abandonar el lugar donde te encontrabas y se materializó en otro lugar. Entonces viste tu cuerpo inerte y corriste hacia él. Entonces, sentiste un pinchazo en tu cuello y fuiste absorbido por tu cuerpo el cual, dolorido, luchaba por volver a moverse.

Sentías las fibras de ácido láctico romperse de a poco, mientras un escalofriante sonido hacía que tus articulaciones se despegaban. Sonaban como si se tratara de un viejo maniquí al cual debía dársele una pequeña aceitada. Poco a poco, recuperaste control sobre tu cuerpo y pudiste mover el cuello, aunque aún sentías los movimientos forzosos. Al inicio era solo incomodidad, pero luego se volvía dolor. Te movías de a poco y fue un proceso realmente lento, aunque valía la pena respirar otra vez.

Después de esa lenta agonía, te pusiste de pie y notaste que te encontrabas en lo que antaño fue un hospital y másespecíficamente, una zona de maternidad. Extraña ironía, la verdad. Después de todo, habías renacido, pero había algo en tu piel, una marca. Trataste de removerla pero no podías, parecía ser un nuevo tatuaje. Estabas confundido y asustado, pero entonces lo viste, había alguien allí contigo, alguien cuya apariencia te recordaba a la parca, pero que te inspiraba nada más que respeto y devoción. Por alguna razón, sabía que le debías la vida a esa persona y como agradecimiento, le dedicarías tu vida. Miraste más de cerca y pudiste ver que se trataba de Nicolaj, uno de los participantes del experimento. No comprendías cómo, pero él era quien te había devuelto la vida, aunque su apariencia era diferente. Tal vez era efecto de la medicina igualmente.

Como era habitual, se tomó su tiempo antes de hablar, si bien su expresión era distinta de como solía ser. No había dureza en sus ojos, ni estos delataban un análisis desapasionado. Estaba demasiado exhausto para ello.

-Te concedo otra oportunidad, Tatianna. Tus palabras y tu inteligencia me llevan a considerarlo la decisión correcta. A cambio, sin embargo, tengo dos peticiones. Colaborarás conmigo en la eliminación de los asesinos a los que he podido identificar. Tanto en el caso de Kerr, a la que deberás votar, como, si regresaran, de Valuo, Salvador y Moore-enseñó los dientes al pronunciar sus nombres-. Además, quiero que compartas conmigo qué capacidades obtuviste, cómo las has empleado y cualquier información de que dispongas vinculada a los asesinatos.

Una vez terminó de hablar, contempló con calma expectación a la joven. A pesar de ello, desvió un segundo la vista y cerró los ojos. Cuando volvió a mirarla, la humana calidez en estos se había visto nuevamente reemplazada por una película helada, casi metálica.

- No me gusta tu actitud, Nicolaj; aunque ahora me vea supeditada a tu poder, no me gusta este tipo de relación ni la manera en la que te manifiestas.
También yo te traje de vuelta una vez de entre los muertos, pues tal es mi poder, y no lo hice con exigencias de ningún tipo...

Yo voté a Mariano y yo iba a por Clive, así que tengo bastante claro que no van a volver. - O no deberían, pienso para mí. - A los demás que traje de vuelta fueron Leinad, Inadra, Irina y Yevtsye.
Y creo que hoy deberíamos recuperar a Ember. - Finalizo con cierto desprecio.

Atendió a sus palabras con una sonrisa en los labios. Fría, pero libre de hostilidad o sarcasmo algunos. Al escuchar los nombres de aquellos a los que había socorrido, sus ojos reflejaron lo que parecía ser una aprobación casi paternal. Cuando Abby concluyó, hizo un gesto respetuoso con la mano.

-Te pido disculpas si mi tono se ha malinterpretado-dijo-. No pretendo utilizarte ni forzarte a mi servicio. Al igual que espero tu colaboración, atenderé tus peticiones. Quisiera que fuésemos aliados, en igualdad, sin importar los pormenores de la habilidad que me ha permitido corresponder tu auxilio. Siento decir que no me es posible regresar a nadie más, aunque coincido contigo. ¿Te sería posible hacerlo, o requerirías la ayuda de la señorita Yevtsye? Por otro lado, considero recomendable conversar con Smith acerca de tu deseo, para evitar posibles inconveniencias. Tal vez te interese compartir impresiones con los demás supervivientes-guardó silencio unos instantes antes de añadir con un asentimiento-. Aunque esa decisión depende de ti.

La cadencia de su voz variaba de tanto en tanto a pesar de lo impasible del rostro, como si las emociones en él resultaran caóticas y pasajeras, impregnando sus palabras unos instantes y abandonándolas con la misma brusquedad con que habían surgido.

-Querida, lamento tener que destacar un punto que sin duda conoces-comenzó con voz pesarosa-, mas existe otra razón por la que deberías procurar ayudarme en estos momentos, al menos hasta cierto punto. En caso de que yo muera, tú acudirás junto a mí de regreso a ese infierno congelado...perdóname-añadió pasado un segundo de silencio.

- Eso lo tengo claro, aunque desconozco el motivo. - Como de muchas otras cosas que aquí acontecen. - De todas formas, si aunamos esfuerzos y las circunstancias son propicias, no deberíamos tener ningún problema.
Votaré a Lydia para ver si esta pesadilla acaba de una vez o al menos nos acercamos al desenlace.

Calló durante un periodo más prolongado antes de recuperar su actitud práctica y un tanto pesimista.

-Ignoro como podríamos, en la actualidad, terminar con Kerr. Su habilidad la salvará, y seré yo el ejecutado en su lugar. Sin una recarga de mis capacidades o la colaboración de alguien dotado para matar, y sin el consenso de los supervivientes contra ella, no parece posible eliminarla.

Poco a poco, tu esencia comenzó a abandonar el lugar donde te encontrabas y se materializó en otro lugar. Entonces viste tu cuerpo inerte y corriste hacia él. Entonces, sentiste un pinchazo en tu cuello y fuiste absorbido por tu cuerpo el cual, dolorido, luchaba por volver a moverse.

Sentías las fibras de ácido láctico romperse de a poco, mientras un escalofriante sonido hacía que tus articulaciones se despegaban. Sonaban como si se tratara de un viejo maniquí al cual debía dársele una pequeña aceitada. Poco a poco, recuperaste control sobre tu cuerpo y pudiste mover el cuello, aunque aún sentías los movimientos forzosos. Al inicio era solo incomodidad, pero luego se volvía dolor. Te movías de a poco y fue un proceso realmente lento, aunque valía la pena respirar otra vez.

Después de esa lenta agonía, te pusiste de pie y notaste que te encontrabas en lo que antaño fue un hospital y másespecíficamente, una zona de maternidad. Extraña ironía, la verdad. Después de todo, habías renacido, pero había algo en tu piel, una marca. Trataste de removerla pero no podías, parecía ser un nuevo tatuaje. Estabas confundido y asustado, pero entonces lo viste, había alguien allí contigo, alguien cuya apariencia te recordaba a la parca, pero que te inspiraba nada más que respeto y devoción. Por alguna razón, sabía que le debías la vida a esa persona y como agradecimiento, le dedicarías tu vida. Miraste más de cerca y pudiste ver que se trataba de Nicolaj, uno de los participantes del experimento. No comprendías cómo, pero él era quien te había devuelto la vida, aunque su apariencia era diferente. Tal vez era efecto de la medicina igualmente.

Y así fue su renacimiento. Ahora serían Tifu y Tatianna quienes seguirían a Nicolaj incluso hasta la misma muerte. Ambos en devoción a su ahora amo.

- jejeje, quien me iba a decir que volvería a ver este lugar - reverenció a Nicolaj - aunque parece que esta vez no soy yo el que manda, jeje, ¿quieres que vote a alguien concreto?

- El único que me escama de verdad es Alexei, pero igual vosotros tenéis más información.
Por otra parte, ¿hay alguien confiable a quien traer del más allá?

-Tifu-saludó al joven coreano, asintiendo.

Mientras los renacidos hablaban, Nicolaj no dio visos de albergar planes que involucraran una mayor expresividad que la exhibida en la sala de turbinas. A pesar de esto, habló.

-Bienvenido al reino de los vivos. Te traje de vuelta con objeto de que nos socorrieras en el enfrentamiento con la señorita Kerr, mas según parece esto no será necesario...de todas formas, todavía hemos de unir fuerzas en pro de llevar los asesinatos a una conclusión apropiada. Por el momento, cuéntanos, de forma clara, el modo en que utilizaste tus habilidades, y comparte con nosotros la información que puedas tener sobre la escoria que continúa mutilando al grupo-se volvió hacia Tatianna-. Anoche empleé toda la información de que disponía acerca de los vivos. Admito que todos me inspiran confianza. Vosotros dos sois mis aliados, Yevtsye me concedió su auxilio, además de recibir el voto de Kerr; Koval, Agere e Ivanov no me parecían culpables...

Guardó silencio, meditabundo.

Estudiemos a los supervivientes y su comportamiento. Deberíamos tener en consideración, además, que optaran por eliminar a Smith. Tal vez estuviera cerca de algo. No veo razones para desconfiar de Koval ni de Agere. Eso, desde mi perspectiva, nos deja tan solo a Ivanov y Yevtsye como posibles sospechosos. Se me antoja sumamente improbable que la joven sea uno de los asesinos; los únicos motivos que veo para sospechar son sumamente enrevesados. El hecho de que Kerr votara en su contra, que ella no quisiera votar y la ayuda que me proporcionó, permitiendo que Tifu se uniera a nosotros-hizo un gesto con la mano hacia él-. Todas esas "pruebas", por tanto, apuntan a su inocencia, a menos que formaran parte de una estratagema que pretendiera enmascarar su verdadera naturaleza. Me siento inclinado a descartar esas sospechas paranoides e improbables. Alexei, por su parte, ha estado vivo desde un primer momento. Pero, teniendo en cuenta los votos realizados, vemos que en numerosas ocasiones señaló hacia individuos que han resultado ser culpables. ¿Una estratagema para distraer la atención en caso de que fueran descubiertos? No tendría mucho sentido, considerando que corría el riesgo de condenar a uno de sus compañeros si este obtenía suficientes votos, y estudiar el comportamiento del grupo con objeto de determinar qué asesino recibirías pocos votos me parece demasiado arriesgado. Cierto es que votó en mi contra, mas en verdad creo que esto no es señal de que sea uno de ellos-miró a sus interlocutores con expresión cansada-. Por tanto, admito que, en estos momentos, carezco por completo de sospechosos. Fuí engañado en el pasado por la pretendida inocencia, pero pese a ello...no creo estar equivocado con Yevtsye e Ivanov.

De manera súbita, sus ojos se agrandaron.

-Yevtsye e Ivanov...-repitió-. Por las votaciones realizadas, serían Koval y Agere las más dignas de desconfianza. Nunca votaron a ningún asesino, que sepamos, a no ser que la "amada" de Tifu fuera ya uno de ellos cuando recibió el voto de Koval, quien en una única ocasión votó junto a casualmente dos asesinos, en contra de Yevtsye. Y Agere fue la única que no votó cuando acabamos con Kerr. Yevtsye tampoco, aunque esta quiso votar en blanco. Agere, de la que nadie sospechaba y, por consiguiente, planeaba votar por ella, se sumó por sí misma un voto. Aunque de nuevo parece un movimiento arriesgado, correr el riesgo de no seguir el juego a la "dirección"...-apesadumbrado, tendió las mano en dirección a ellos-. Como veis, dispongo tan solo de suposiciones. Por cierto, respondiendo a tu pregunta, Abby, solo hay dos personas de cuya inocencia estoy prácticamente convencido en el purgatorio del que escapamos. Golshiri y Petrov. Bien podría equivocarme, y en estos momentos mi recomendación sería que no escucharas mis ideas al respecto...pero reconozco que creo en la inocencia de ambos.

Empezó a caminar por la estancia, pensativo, y añadió sin detener su ir y venir:

-Por un momento he llegado a sospechar que Kerr siguiera con vida a espaldas del grupo, pero ahora comprendo que malinterpreté sus palabras. Creí entender que su habilidad impedía que muriera por un único medio, fueran votaciones o ataques, pero ahora comprendo que no se refería a eso. Por tanto, es seguro que falleció. Mas volvemos al mismo problema...¿quién es el culpable entre nosotros? Agere y Koval fueron asesinadas...Alexei jamás ha visitado la prisión de los espíritus. ¿Cómo murió Yevtsye?

- Yo tuve una visión, o una pesadilla, acerca de Alexei, que trataba de estrangularme. No le di demasiada importancia, ya que aún estaban vivos Clive y Mariano a los que consideraba claramente culpables; pero ahora que quedamos pocos, quizá sirva de pista. En cuanto a sus votaciones, siempre lo hizo a personas distintas, sin riesgo y empleando excusas baratas.
Ember y Cosette me dan la sensación de ser bastante inocentes, aunque no tengo ningún dato que lo respalde. Por último, Yevtsye siempre estuvo enfrentada a Mariano, y no me parecía una pose...

Tifu cogió aire no era poco lo que le tocaba decir.

- Intentaré repasar todo en mi cabeza, para empezar, Camille, la noté más agresiva después del primer día (día 1 a 2), no puedo estar seguro si fue en ese instante en el que se unió a los asesinos.

Rotó el cuello y siguió - mi habilidad me permite devorar a un fallecido y adquirir su habilidad, el primero fue Morris; y su habilidad la describiría como "venganza" o "cazador" si moría ese día, tuve la sensación de que me llevaría a alguien conmigo. El siguiente fue Charles, y por la sed y necesidad de robar la dosis de otra persona, se que era uno de los asesinos, esa noche, maté a Inandra. Luego con la nueva dosis noté una nueva habilidad, sentí que cuando quisiera podría hacer arder cualquier cosa. Luego te devoré a ti, jeje, en estos momentos sabiendo que mi amor era una de las asesinas, resucité a Charles e Inandra, pues con tu don fácilmente podía manejar a ese asesino, para limpiar el camino por la noche y a Inandra, si tenía el poder que decía para identificar y matar por el día a los asesinos. Este día Irina me acarició y caímos cuatro, más el de la votación, más el asesinado, es posible que Irina tal como dijo disponga de dosis defectuosas y me aplicara una, por ello creo que ella me mató.

Tanta palabra junta y su mandíbula agotada.

- Como muerto,...

Quemado, sin rostro, sin pelo, sus ojos en blanco y sus dientes de un blanco impoluto perfectamente visibles por la falta de fibra textil, su piel chamuscada no dejaba clara su identidad.

"Rsssss rsssss rsssss" algo arrastrándose se acercaba a las tiendas, si alguien le viera, cargaba un cuerpo en brazos tan quemado como él con un par de prótesis, posiblemente se acercaba a ellos el asiático sediento de venganza. La rabia de haber visto la caída de su único deseo desde que tenía conciencia le corroía la consciencia.

"Rssss rsssss rsssss" su pesado caminar se acercó a la tienda de Irina, si hubiera tenido labios se hubiera visto una sonrisa en su rostro, la mueca de la muerte entristecida por una perdida imposible de admitir. El pesar de su memoria no tenía respiro. Nunca había mostrado compasión o aceptación por nada, pero Camille, logró lo imposible, hacer que su egoísta existencia, viviera por una vez por otra.

Dejó a la calcinada muchacha sentada, de cara a la tienda de Irina, para que sus marchitos ojos vieran caer a la que Tifu creía la causante de su muerte, y con la suya, la de su amada.

Su mano tocó la tienda y comenzó a arder, tal vez la radiación sobrante de su cuerpo sirvió como combustible - hhhha hhhh, hhha hhh - lo que parecía una risa tétrica se debió enganchar a su garganta con la fuerza del mejor pegamento, pues sonó como un ruido mudo y escalofriante. Era el último aliento de un muerto que se negaba a morir sin cumplir su venganza. Finalmente, unos torpes pasos atrás le hizo tropezar, para descansar por fin en el regazo de su única pasión, bella y única incluso con su mortecina apariencia.

- También recuerdo que Camille mencionó tres asesinos vivos antes de que quemara a Irina, de los cuales uno era Mariano, me acuerdo de este porque yo mismo sospechaba de él, y después poco más, tanto mueren estos y estos otros resucitan, se me fue de la cabeza los otros dos implicados, además de no darle mucha importancia, porque no esperaba volver a la vida.

Una sonrisa sarcástica se dibujo en su boca un instante antes de decir lo siguiente - hoy he decidido devorar a Irina ¿desearás saber que habilidad obtengo? Es una decisión egoísta, pero quiero confirmar o desmentir que ella me mató. Y cuenta que sea el don que sea solo dura 24 horas, por eso con tu don me apresure a resucitar a quienes serían mis títeres.

Luego cayó en que olvidaba un detalle - creo que Ember posee el don que dice, pues contacté con ella para ponerle bajo la pista de Mariano, y pensé entonces que su don junto al mío podía ser temible.

No paró de caminar en ningún momento; tal vez mantenerse activo le ayudaba a concentrarse en el dilema al que se enfrentaban.

-No creo que fuera mala idea traer a la señorita Smith de vuelta. Confío en ella y da la sensación de que colaboraría con nosotros. ¿Cuál es vuestra opinión al respecto? Tifu, ¿has afirmado que Sillacto decía ser capaz de identificar a los asesinos por medio de su habilidad? ¿Qué sabes acerca de ello? Y por supuesto, deberíamos mantener a los otros dos al tanto de cuanto averigüemos.

- Creo que Maddie es buena opción. Parece que a los asesinos les preocupa mucho y, egoístamente, mientras se encargan de ella, no pueden ocuparse de nosotros.
Inadra, efectivamente, insinuó tener tal capacidad. Si queremos asegurarnos, tal vez Tifu pueda adquirir su habilidad y ver de cuál se trata realmente.

- esa habilidad la menciono él mientras aun vivía, no conozco la verdad.